¿Llegamos al pico de podcasts?
https://www.gorkazumeta.com/2019/10/llegamos-al-pico-de-podcasts.html
2019 es el año del podcast en español y, frente al aumento ostensible de programas, vale la pena preguntarse por el futuro del formato
¿Qué sucede cuando todo el mundo puede acceder a podcast de buena calidad y las plataformas permiten subir contenidos de forma gratuita?
- ¿Cuál es el valor simbólico y aspiracional del podcast hoy?
- ¿Y cuáles son los desafíos para no caer en la intrascendencia?
Revistacrisis.com.ar,
Laura Marajofsky, 18.09.2019. Se sabe: la democratización de las
herramientas digitales puede ser un arma de doble filo. La sobreabundancia de
contenidos generados por prosumers (consumidores que también
producen con distintos grados de amateurismo) tiende, con el tiempo, a
transformar los consumos culturales en una especie de commodity y
a producir una baja general de la calidad promedio. Si en la primera década del
siglo XXI los blogs tuvieron su primavera como símbolo del consumidor
autoconsciente y cool, ahora parece que llegó el turno de los
podcasts. Quién sabe, tal vez mañana suceda con los newsletters.
Una ilustración de Ezequiel García para este post |
“Está bien esta mirada del podcast como algo aspiracional
porque a raíz de la EncuestaPod 2019 se
ve que hay un nivel socioeconómico medio-medio alto y un nivel de formación
mínimo de inicio de carrera de grado o universidad. Hablamos de un nicho
específico. Hay algo cool y que se hace para tener éxito, pero
eso pasa tanto con las audiencias como con las grandes empresas periodísticas,
que piensan que cambiando los blogs por los podcasts basta para ser innovador”, dice
Agustín Espada, académico del Conicet especializado en Industrias
Culturales e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes.
"Si buscan un golpe de efecto, que se haga viral, tener miles de reproducciones instantáneamente o que suceda algo mágico, se van a desmotivar bastante rápido"
Desde luego, no todos los que integran esta franja
sociocultural se abocan a la producción de podcasts, ni tampoco todos los que
se dedican a esto —profesionales o amateurs— tienen una vocación
autopublicitaria o netamente comercial. Quizás por eso una nota reciente en The New York Times que hablaba sobre el #podcastpeak,
y donde se entrevistaba a distintos podcasters fallidos, fue tan criticada por productores de larga data. Tampoco hay que menospreciar la saturación experiencial del consumidor del primer
mundo, sobre todo en un mercado como el de los Estados Unidos, que a
comparación del Latino tiene a 62 millones de personas escuchando semanalmente. A nivel
mundial hay al menos 700.000 podcasts activos en 100 idiomas. Pero volveremos a
la relación cantidad-calidad en un rato.
“El podcast no es un parripollo. Si querés hacer plata no
hagas un podcast, o al menos no lo hagas con ese único propósito en mente, al
punto de no poder sostenerlo durante un mes y medio. ¿Cualquiera puede hacer un
podcast? Sí. Ahora, ¿cualquiera debería hacerlo? Hacer un podcast puede parecer
fácil. Incluso puede serlo. Pero construir una marca, generar una audiencia y
llegar a convencer de que lo que hacés tiene valor definitivamente no lo
es”, se explaya Luciano Banchero, uno de los primeros en incursionar en el
formato a través de su plataforma local POSTAfm.
Despegarse del "falso vivo" que aún emparenta al podcast con la radio y animarse a probar otras maneras de transmitir contenido sonoro podría ser una veta local a la espera de ser aprovechada
Andrea Cukier, anfitriona de Gatocracia,
productora, editora, y cofundadora de Drop The Mic (una comunidad de podcasters
para podcasters), ofrece una mirada comparativa sobre la búsqueda de
popularidad con otros medios. “Así como mucha gente tomó clases de stand
up cuando se popularizó en el país o buscó convertirse en influencer o
en youtuber cuando se popularizó esa forma de crear contenido,
es lógico que mucha gente se acerque al podcast buscando un espacio para ver de
qué se trata, hablar de sus intereses o intentar trascender y lograr escuchas.
Posiblemente suceda que la mayoría de los podcasts que se creen en este pico de
la ola no continúen en el tiempo porque no es sencillo producir y editar
episodios sostenidamente. Si buscan un golpe de efecto, que se haga viral,
tener miles de reproducciones instantáneamente, o que suceda algo mágico, se
van a desmotivar bastante rápido”.
¿Techo o piso?
El dilema de si estamos llegando o no a un pico de consumo,
al menos en nuestra región, se responde bastante rápido. Sin embargo, encontrar
interlocutores para hablar de los techos cualitativos más que cuantitativos del
formato es difícil. A nadie le gusta decir lo evidente: no todos deberían tener
un podcast aunque puedan. “Acá no se alcanzó el pico de producción porque las
proyecciones del negocio muestran que el volumen publicitario va a crecer
entonces me parece que va a crecer también la producción profesional y mainstream de
este tipo de contenidos”, continúa Espada.
Actualmente Spotify, que compró Gimlet Media, Anchor y
Parcast, y además creó Spotify for Podcasters,
cuenta con una oferta de más de 450 mil podcasts disponibles en la plataforma
para todos tipo de usuario y según sus representantes locales la audiencia de
podcast creció más del 50% entre el primer y el segundo trimestre. "El
desafío pasa por pensar cómo los creadores pueden diferenciarse entre toda esa
oferta, algo que puede ser positivo en tanto debería derivar en contenidos más
creativos e interesantes. En Argentina, puntualmente, estamos lejos de ese
pico. Todavía ni llegamos a nuestro ‘Serial’, al podcast que trascienda los
nichos y visibilice el potencial del medio. No tiene sentido pensar en el techo
si todavía no terminamos de armar el piso”, aporta Banchero.
"Las nuevas generaciones están mirando y escuchando radio cuando y donde quieren porque ya tienen sus dispositivos y pueden elegir qué escuchar"
¿El hilo siempre corta por lo más delgado, en este caso, lo
monetizable? Pareciera que para empezar a hablar de calidad primero hay que
llegar a una explosión cuantitativa o a una demanda significativa del mercado.
"Estamos en un momento muy interesante del panorama del podcast local
porque, si bien cada vez hay más oferta también va creciendo la demanda y cada
vez más público sabe qué es un podcast o está empezando a enterarse de la
existencia del formato. El podcast es un formato que funciona a partir de la
continuidad. La clave es que el contenido sea de calidad porque un oyente puede
dejar pasar si el audio no es el mejor o si la edición no es perfecta pero
nunca te va a dar una segunda oportunidad si se aburre cuando te escucha. Hay
que mejorar desde lo narrativo, afinar la edición, trabajar fuertemente en la
producción y buscar premisas innovadoras”, sugiere con criterio Cukier.
Si pensabas que en Argentina se está haciendo poco
documental o ficción y hay mucha entrevista o mesa debate sobre algún tema —fundamentalmente
sobre cultura pop para contenidos de baja intensidad—, no estás solo.
"Producir ficción, documental, investigación periodística para podcast
requiere mucha inversión que el mercado todavía no llega a cubrir con su
posibilidad de generar ingresos, y las empresas más grandes no están dispuestas
a correr ese riesgo en inversión. De todas formas me parece que la cultura del
comentarismo de todo que tenemos en la argentina para producir contenido, es
decir todo análisis y comentarios, atenta un poco contra producción de
contenido de otro tipo”, sigue Espada.
"Estamos en un momento muy interesante del panorama del podcast local porque, si bien cada vez hay más oferta también va creciendo la demanda y cada vez más público sabe qué es un podcast"
Desafíos del formato
Despegarse del "falso vivo" que aún emparenta al
podcast con la radio y animarse a probar otras maneras de transmitir contenido
sonoro podría ser una veta local a la espera de ser aprovechada. Mientras
tanto, algunas radios online y productores de radios tradicionales coquetean
con el formato con más o menos convicción. "No conozco mucha gente que
escuche sinceramente por fuera del medio periodístico en el que me muevo. No
veo al formato como disruptivo como quizás lo fue la radio, la tv. Creo que es
un contenido que tiene que ver con la falta de tiempo y la inmediatez, pero no
tengo el concepto, ni la costumbre ni decido consumir podcasts regularmente.
Radio Colmena es una radio online que está contenta de ser una radio, que cree
en el vivo aunque entiende sus limitaciones”, arriesga Bárbara Jack de Colmena,
desde donde comenzaron a hacer cortes de audio de los programas que luego
pueden ser reproducidos on demand y desde espacios masivos
como Spotify.
Por su parte Juan Sixto, locutor y productor, pionero en el
ámbito de la radio online, entiende al formato como algo inevitable dadas las
nuevas dinámicas de consumo, pero atado a cierta predisposición para la escucha
y momento del día. "Las nuevas generaciones están mirando y escuchando
radio cuando y donde quieren porque ya tienen sus dispositivos y pueden elegir
qué escuchar. No aliento a la camada que dice ‘la radio va a morir’ porque lo
espontáneo y la interacción siempre tiene demanda. Creo que van a ser
complementarios para el día a día de las personas. Las audiencias se levantarán
con la radio para escuchar la información y tomaran colectivos con podcasts. Me
parece que el podcast es un hermoso accesorio, no conozco en el mundo gente que
haya sido un éxito de audiencia por sus podcasts, si que sobresalían y pasaban
a otro soporte, como la radio o la TV”.