El Museo de la Radio de Luis del Olmo de Ponferrada
https://www.gorkazumeta.com/2019/09/el-museo-de-la-radio-de-luis-del-olmo.html
Un recorrido sentimental por la historia de la radio, su pasado, su presente y algo -poco- de su futuro
Del Olmo coleccionó, durante toda
su vida, cientos y cientos de radios antiguas, y toda clase de cachivaches
relacionados con la radio, que consideraba su vida. Vivía por y para la radio y
todo aquello que olía a radio terminaba en su casa, convertida en un auténtico museo
privado. Los Museos de Ponferrada y Roda de Bará le permitieron dos cosas:
abrir espacios diáfanos en su casa y conseguir que su colección de radios
antiguas perdure en el tiempo, y atraiga la curiosidad no solo de miles de turistas
que pasean por las calles empedradas de la ciudad del Bierzo, sino también de
miles de escolares de la región, que han descubierto un medio maravilloso, que creían,
equivocadamente, tan viejuno como sus padres.
En Ponferrada, localidad en la que abunda el patrimonio barroco, y, antes, medieval, el Museo está situado justo al lado del imponente Castillo de los Templarios que está en permanente rehabilitación y que el Ayuntamiento ha recuperado como escenario cultural de diferentes disciplinas (tuve la oportunidad de disfrutar de un atractivo Festival de Jazz). La casa que lo acoge se conoce como la “Casa de los Escudos”, y data del siglo XVIII. Era la casa de un destacado noble, regidor perpetuo de la villa de Ponferrada, caballero de la Orden de Alcántara y capitán del Regimiento de Milicias de León: Francisco García de las Llanas. La rehabilitación de la casa se produjo en la década de los 90 y su conversión en Museo de la Radio se realizó entre los años 2002 y 2003.
El Centro de Investigaciones
Radiofónicas miraría más hacia el futuro, podría liderar, como institución,
una actividad en torno al medio mucho más ambiciosa y, sobre todo,
rentabilizaría mucho mejor la nueva imagen de la radio, o del audio, como son
la radio online o los podcast. Allí, en un lado discreto del Museo, en dos
vitrinas, se almacenaban dos receptores de DAB y de radio online, de la marca
Sangean, ¡¡de principios de los 2000!! Desde luego, a la vista de los acontecimientos
ocurridos en España alrededor de la radio digital terrestre, no me extraña que
este receptor haya terminado en un “Museo de la Radio”, como testimonio
de un fracaso palmario, y vergonzoso, en su implantación en nuestro país.
El museo incluye una sala
dedicada a la gloria de Luis del Olmo, que cuenta con una mesa redonda, a modo
de mesa de locutorio, provista de dos micrófonos de atrezzo, donde los
visitantes pueden hacerse fotografías junto a la enorme fotografía, a tamaño
natural, del locutor ponferradino. Y es curioso observar lo que la radio sigue
atrayendo al público que, provistos de los recurrentes smartphones, no
desaprovecha la oportunidad de hacerse una fotografía “hablando por la radio”.
En todo caso, gracias al maestro
Luis del Olmo por donar su colección privada de radios antiguas y recuerdos a
Ponferrada, para que miles de oyentes anónimos puedan disfrutarla cuando
visiten la capital del Bierzo. Desconozco si el director de “Protagonistas”
tiene ascendentes templarios, pero de lo que estoy completamente seguro es que
se trata de un auténtico caballero ponferradino.
Por primera vez he producido un humilde video con el Museo de la Radio Luis del Olmo como centro absoluto de mi interés. Ojalá provoque entre quienes inviertan los seis minutos que dura su visionado el interés por acercarse a Ponferrada y disfrutar de él.
Un museo para viejos nostálgicos de la radio, que la quieren y la escuchan
- Del Olmo es el mecenas de dos Museos de la Radio en España, uno en Ponferrada (León) y otro, gemelo, en Roda de Bará (Tarragona)
- Se nota mucho cariño por la radio en sus salas
- La colección permanente se detiene más en el pasado que en futuro
Albergaba grandes expectativas.
La radio ha sido -y sigue siéndolo- parte sustancial de mi vida, y visitar un
Museo dedicado exclusivamente a ella encendió inevitablemente mi curiosidad. Si
hoy Ponferrada, tierra de caballeros templarios, cuenta con un Museo, de propiedad
municipal, dedicado a la radio, es gracias a la generosidad de Luis del Olmo,
nacido en ella un 31 de enero de 1937. A sus 82 años, el maestro del Olmo es el
mecenas de dos museos de la radio gemelos, uno el citado, en Ponferrada, y el
otro en su otro pueblo, Roda de Bará (Tarragona), en que pasó tantos
veranos dulces.
Vista general de la parte dedicada a la historia de la radio repartida por décadas (Fotografía Museo de la Radio Ponferrada)) |
De Bobby Deglané, el museo custodia dos auténticas joyas: una libreta con notas personales, reflexiones del locutor chileno sobre su trabajo y la radio, y su “Decálogo del locutor creador de programas”
En Ponferrada, localidad en la que abunda el patrimonio barroco, y, antes, medieval, el Museo está situado justo al lado del imponente Castillo de los Templarios que está en permanente rehabilitación y que el Ayuntamiento ha recuperado como escenario cultural de diferentes disciplinas (tuve la oportunidad de disfrutar de un atractivo Festival de Jazz). La casa que lo acoge se conoce como la “Casa de los Escudos”, y data del siglo XVIII. Era la casa de un destacado noble, regidor perpetuo de la villa de Ponferrada, caballero de la Orden de Alcántara y capitán del Regimiento de Milicias de León: Francisco García de las Llanas. La rehabilitación de la casa se produjo en la década de los 90 y su conversión en Museo de la Radio se realizó entre los años 2002 y 2003.
Hoy en día el Museo de la Radio
de Ponferrada constituye una visita más que atractiva para todos aquellos que
nacieron y crecieron con la radio puesta. Y también para las nuevas
generaciones, que se acercan a conocerla, e incluso a participar en ella,
grabando programas, y aprendiendo. Pero, en estos tiempos en que, con la
nostalgia justa y contenida, debe mirarse más hacia el futuro que hacia el
pasado, yo no lo hubiera denominado ‘Museo de la Radio”, sino Centro
de Investigaciones Radiofónicas (CIR), o Centro Radiofónico Nacional
(CRN). En definitiva, hubiera elegido una denominación más abierta, y actualizada,
de esta disciplina nuestra de comunicarnos con sonidos. El término ‘Museo’,
inevitablemente, nos retrotrae al pasado, a hechos antiguos, superados,
obsoletos. Si, además, añadimos una colección de radios antiguas, desde las que
la radio se vislumbra como algo vetusto, el efecto logrado no parece el más
adecuado.
El legado de José Luis Pécquer (Reportaje fotográfico Gorka Zumeta) |
Es curioso observar lo que la radio sigue atrayendo al público que, provisto de los recurrentes smartphones, no desaprovecha la oportunidad de hacerse una fotografía “hablando por la radio"
Por otra parte, por la identidad
del benefactor, no creo que nadie deba sorprenderse de la presencia ostensible
de la figura de Luis del Olmo: premios, medallas, fotografías, videos, un
conjunto de recuerdos que culminan en una fotografía enorme de Luis del Olmo en su
etapa final de Punto Radio, y otra, silueteada, de cuerpo entero, a tamaño natural,
de su imponente figura. Es el precio que tiene que pagar un ‘Museo de la
Radio” cuyo mecenas es quien es. Para unos será un agravio
autocomplaciente, pero para otros, entre los que me incluyo, relativizado el
culto a la imagen del maestro, a quien venero por cierto, constituye una
generosa cesión de material que, de otra forma, nadie podría disfrutar hoy en día.
El museo está dividido en dos
partes, una la dedicada a la historia del programa más antiguo de la radiodifusión
española, “Protagonistas”, que nació en el año 1969, en RNE, y que Luis del Olmo empezó a
presentar desde 1973, y otra ocupada con la historia, repartida por décadas, del
propio medio, donde se encuadra la colección de 200 radios antiguas,
perfectamente conservadas, y las grabaciones de audio que acompañan a la
cartelería de cada década, en las que han colaborado los departamentos de
documentación de las cuatro grandes cadenas, RNE,
SER, Cope
y Onda Cero.
Es un Museo coqueto, bien
dispuesto y distribuido correctamente. También es pequeño, y se agota en poco
tiempo, salvo que el visitante tenga la paciencia de leerse todos los textos
expuestos. Falta más equipamiento audiovisual, que facilita la asimilación de
información, y atrae más a las nuevas generaciones, y más interactividad (más puestos
de audio, con auriculares, para escuchar los fondos correspondientes a cada
década). Había tres puestos de ordenador apagados, desconozco las razones. Pero
en conjunto es un Museo digno y provoca interés en el visitante, sobre todo
entre los oyentes de radio habituales, que empatizarán más, como es lógico, con
sus tramos cronológicos coetáneos, en los que escucharán las voces de sus
locutores preferidos. Ya quedan pocos oyentes que escucharan a Bobby Deglané,
Vicente Marco o José Luis Pécquer.
.
Y hablando de estos nombres, el
Museo acoge el legado de José Luis Pécquer, cedido por su familia, fotografías,
recuerdos, cintas abiertas, etc. Pécquer no fue tan popular ni tan dicharachero
como Joaquín Prat, pero fue un locutor excepcional, poseedor de una enorme
cultura, como demostró en sus entrevistas. No terminó bien con la Cadena SER, la casa que le acogió, y le
despidió de muy malas maneras, como a tantos otros grandes nombres, con los que
se mostró injusta y desconsiderada.
De Bobby Deglané, el museo custodia
dos auténticas joyas: una libreta con notas personales, reflexiones del locutor
chileno sobre su trabajo y la radio en general, y un “Decálogo del locutor
creador de programas”, en el que se desgrana, con precisión, los pasos a
seguir para disfrutar del éxito en este cometido profesional. Deglané habla de la
‘vocación’ (“Amar la radio; vivir la radio; ser la radio”), la ‘profesionalidad’
(“ser el primero en informar, pero informarse bien primero”), la ‘ética’
(“honradez total en el respeto a la ley, la moral y la profesión”), la ‘humanidad’
(“Alcanzar un alto grado de sensibilidad y solidaridad humanas”), la ‘imaginación’
(“no drogarse con la rutina o la molicie”) o la ‘laboriosidad’, un trabajo
que recogió y documentó perfectamente en el libro “Bobby
Deglané: el arquitecto de la radio española”, Miguel Ángel Nieto
(Ediciones B, Barcelona 2005).
El 'Decálogo del locutor creador de programas" de Bobby Deglané (Reportaje fotográfico Gorka Zumeta) |
El Museo de la Radio Luis del Olmo merece una visita, aunque hay pocos elementos con proyección en el tiempo venidero y demasiados dedicados al pretérito. Su tinte nostálgico pesa demasiado, da a entender a los jóvenes que languidece y está herida de muerte
Entre todas las presencias en el Museo de la Radio Luis del Olmo destaca una por encima de otras, con una fotografía específica, y un texto alusivo a la figura de Iñaki Gabilondo, su eterno contrincante en la Cadena SER, que luchó años para lograr el liderazgo frente al 'Protagonistas' de del Olmo. El ponferradino le considera "su hermano" y, como tal, merece un espacio propio en el museo que lleva el nombre del director del programa más conocido de la radio española, la marca de mayor recuerdo entre los oyentes de su época (un valor estratégico cuando se trata del EGM). La lucha entre ambos comunicadores fue fratricida, pero siempre establecida desde el profundo respeto, y hasta la mutua admiración.
El Museo de la Radio Luis del
Olmo de Ponferrada merece una visita, aunque ofrece una imagen más cercana al
pasado, que al futuro. Hay pocos elementos con proyección en el tiempo venidero
y demasiados dedicados al pretérito. Su tinte nostálgico es demasiado evidente,
y ensombrece la necesaria mirada hacia adelante que todo museo debe incluir en
sus salas, para ofrecer la imagen de que lo que recoge no se ha agotado, y
forma parte indisociable de los libros de historia, sino que continúa
funcionando y evolucionando. Continúa sonando y acompañando a millones de oyentes españoles.
La radio tiene una evidente componente
sentimental que trae consigo el visitante más veterano a este Museo de la Radio
ponferradino. Cada uno de nosotros, los que llevamos unas cuantas décadas a la
espalda, tenemos nuestra propia percepción de la historia. Existe LA historia de la radio, que han escrito diversos autores, Lorenzo Díaz o mi
profesor Ángel Faus; y en paralelo está MI historia de la radio, la mía,
particular e intransferible. ¿Quién le gustaba más a usted cuando le escuchaba:
Luis del Olmo o Iñaki Gabilondo, o Julio César Iglesias? ¿A quién
prefería: a Alejo García, a Miguel Ángel Nieto o a Manolo
Martín Ferrand haciendo un informativo? ¿Le gustaba Antonio José Alés?
¿Y el ‘Loco de la Colina’, el inefable Jesús Quintero? Todos son
nombres pertenecientes a la década de los 80 en la radio española. Allí estaban
todos. Pero también los de los 70, y los de los 90… Pero faltaban los actuales;
de hecho, no había sitio sobrante para actualizar la exposición permanente.
Inevitable caer en la tentación... Junto a Luis |
Por primera vez he producido un humilde video con el Museo de la Radio Luis del Olmo como centro absoluto de mi interés. Ojalá provoque entre quienes inviertan los seis minutos que dura su visionado el interés por acercarse a Ponferrada y disfrutar de él.