Obituario: Mariano Ferrer (Donostia, 1939-2019)
https://www.gorkazumeta.com/2019/07/obituario-mariano-ferrer-donostia-1939.html
Mariano Ferrer, el director de ‘Egin’ cesado por un editorial contra ETA
Su independencia y su pacifismo chocaron con el sector 'abertzale' radical del diario
"Un multitudinario homenaje despide al “ejemplo de periodistas” Mariano Ferrer"(Noticias de Gipuzkoa)
ElPaís.com,
Luis Rodríguez Aizpeolea, 16.07.2019. Al final del franquismo y en
los primeros años de la Transición, en una Gipuzkoa sacudida por la
incertidumbre política y por la violencia, un periodista se convirtió en
referente de la opinión vasca desde las ondas. Fue Mariano Ferrer, subdirector
de Radio Popular de San Sebastián, que el domingo falleció en la capital
donostiarra a los 79 años.
Mariano Ferrer, en una fotografía de El Diario Vasco, de San Sebastián, que utiliza El País en este obituario |
Ferrer, jesuita, que abandonaría
la compañía religiosa a finales de los años setenta, estudió Periodismo y
Filosofía en Madrid y Chicago. Al regresar a San Sebastián en 1971 se puso al
frente del informativo matinal de Radio Popular cuando se empezaba a vislumbrar
el final del régimen franquista. Empeñado en romper el cerco de la censura,
empezó por utilizar la prensa extranjera para informar sobre España y pronto destacó
por su independencia insólita en sus comentarios políticos diarios, lo que le
concedió una enorme audiencia y popularidad. En la etapa transcurrida entre el
fallecimiento de Franco y las primeras elecciones democráticas fue
indiscutiblemente el periodista de referencia en Gipuzkoa.
El prestigio de Ferrer animó al
Consejo de Administración del diario Egin —inicialmente de
composición plural y progresista— a elegirlo como director en su salida a la
calle en septiembre de 1977. Su independencia periodística y su pacifismo
enseguida chocaron con el sector abertzale radical del diario.
Muy pocos recuerdan que en noviembre de 1977 el diario Egin publicó
un editorial, el único en su historia, que condenó un atentado de ETA. Se
titulaba “Como lo sentimos, lo decimos”. La rama militar de la banda terrorista
había asesinado en Pamplona a Joaquín Imaz, comandante de la Policía Armada,
pocos días después de que la amnistía excarcelara a todos los presos de ETA. El
autor de aquel editorial de Egin fue su director, Mariano
Ferrer, lo que le valió la animadversión del abertzalismo radical
del Consejo de Administración, que, cada vez más fuerte, forzó su dimisión
pocas semanas después.
Mariano Ferrer, la voz imprescindible de la
transición vasca
Nadie que quisiera conocer todos los vértices de la
situación política en Euskadi, en aquellos primeros años de la recuperación de
las libertades, tras el yugo franquista, vistos y analizados desde Guipúzcoa,
la provincia con el tejido social más nacionalista de las tres que componen
esta Comunidad Autónoma, podía dejar de escucharle. Mariano Ferrer era
la voz imprescindible, la más independiente, la más contestataria, la más
honesta que yo recuerdo de aquellos años de mi primera juventud consciente. Nunca
perdió el tono de homilía en su expresivo timbre de voz, tan peculiar, que
heredó de sus años en el seminario. Estudió periodismo, pero también filosofía,
y esta doble formación humanística, le proporcionó una visión 360º del llamado problema
vasco, en el que ETA infligió toneladas de dolor a una sociedad secuestrada
por el miedo a las armas. En la Radio Popular de aquellos años de la Transición
política, alejada de la doctrina de la Conferencia Episcopal, y hasta
enfrentada con ella, controlada por los Jesuitas, y defendida por el
controvertido obispo hernaniarra José María Setién, Mariano Ferrer era
la estrella fulgurante que hacía que su informativo matinal fuera un auténtico
referente, sobre todo cuando inventó sus largos monólogos, hoy tan habituales
en la radio matinal española, y que entonces rompían los esquemas de una radio
más informativa que ideológica. La voz de Mariano Ferrer formaba parte de mi
biografía sonora. GZ
Ferrer fue el primer periodista
sacrificado en el diario Egin. En el espacio de un año le
siguió otro director —un tercero falleció en un accidente de tráfico— y la
mayoría de la Redacción inicial, al hacerse Herri Batasuna, definitivamente,
con el control del diario. Es este un episodio muy olvidado que marcó al
periodismo vasco y tuvo importantes consecuencias políticas en Euskadi.
Ferrer, tras su dimisión en Egin, volvió
a dirigir el informativo matinal de Radio Popular de San Sebastián, donde
siguió defendiendo su independencia periodística. Crítico con el terrorismo
etarra, pero también con la guerra sucia del Batallón Vasco Español y de los
GAL, así como con los abusos policiales de la época (torturas, represión
desproporcionada, etcétera).
Momento del homenaje popular que se rindió en San Sebastián al periodista fallecido (Fotografía 'Noticias de Gipuzkoa') |
En los años noventa compaginó su
actividad periodística con su compromiso con Elkarri, una organización
pacifista cuya pretensión era terminar con la violencia por la vía del diálogo.
El salto adelante de ETA al apostar por la “socialización del sufrimiento” y la
limpieza étnica —asesinatos de civiles como políticos, intelectuales,
periodistas— a finales de los noventa cerró el camino a Elkarri. Ferrer mantuvo
su línea crítica con el terrorismo etarra y sus reticencias hacia el Gobierno
central, quedando en tierra de nadie cuando se produjeron las grandes
movilizaciones en Euskadi contra ETA, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco,
a finales de los noventa y los primeros años 2.000, promovidas por el Foro de
Ermua y ¡Basta Ya!
Hacia 2005 de jubiló de Radio
Popular de San Sebastián, pero mantuvo su presencia, muy respetada, en medios
informativos y en foros académicos vascos. Muy celoso de su independencia y
receloso del poder, fue un periodista culto, original y honesto, que huyó de
los clichés y de las adscripciones partidistas, lo que le supuso ser diana de
unos y otros.
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