Avance: El problema de la radio es el mismo de España
https://www.gorkazumeta.com/2019/07/avance-el-problema-de-la-radio-es-el.html?m=0
A la falta de regeneración de las audiencia de la radio también le afecta el crecimiento vegetativo negativo que sufre el país
Son oyentes, todavía, de onda media, forman parte de esos más de 700.000 oyentes que aporta este canal de distribución de contenidos radiofónicos, y de la omnipresente frecuencia modulada, claro. Aunque hay excepciones, no se manejan con soltura, en general, en las redes sociales, en la radio online y en el universo podcast. No son, ni por asomo, nativos digitales y les cuesta más reciclarse en estas nuevas lides tecnológicas. Pero siguen siendo oyentes de radio. Y cuentan en el Estudio General de Medios (EGM).
Los mayores no le importan a la radio (salvo para el EGM)
La radio es la heredera directa de la tradición oral. Se basa en la palabra. Se nutre de historias. Y habla al oyente de tú a tú, persona a persona. La radio, en sus comienzos, era más colectiva. Hablaba a los oyentes… Bobby Deglané, Joaquín Prat, José Luis Pécquer, los grandes nombres de la radio de los 50 y los 60 se dirigían a grandes audiencias. Y lo curioso es que todavía quedan antiguos oyentes de estos profesionales que ya fallecieron hace unos cuantos lustros.
Las experiencias de Laboratorio de Radio con los mayores gallegos, Sergio Pascual (de pie) escucha con interés el programa (Fotografía Laboratorio de Radio) |
Siguen siendo oyentes de radio, y siguen siendo grandes consumidores de historias. Les cambiaron a Joaquín Prat, por Pepe Domingo Castaño e Iñaki Gabilondo, en la SER… o por Luis del Olmo, en Cope, Onda Cero y Punto Radio. O por tantos profesionales que ocuparon, y se preocuparon, de las mañanas de la radio pública, el propio Luis del Olmo, Alejo García, Javier Sardá, Constantino Romero, Antonio Jiménez… Y los más recientes Juan Ramón Lucas, Alfredo Menéndez, Pepa Bueno, Carlos Herrera, Carlos Alsina… Y siguen escuchando la radio. Porque son fieles oyentes de su radio de transistores.
Una parte importante del colectivo de pensionistas fueron niños de la posguerra, y la radio fue el único medio que les brindó la oportunidad de soñar historias y desarrollar su imaginación, en medio del hambre y la penuria
Son oyentes, todavía, de onda media, forman parte de esos más de 700.000 oyentes que aporta este canal de distribución de contenidos radiofónicos, y de la omnipresente frecuencia modulada, claro. Aunque hay excepciones, no se manejan con soltura, en general, en las redes sociales, en la radio online y en el universo podcast. No son, ni por asomo, nativos digitales y les cuesta más reciclarse en estas nuevas lides tecnológicas. Pero siguen siendo oyentes de radio. Y cuentan en el Estudio General de Medios (EGM).
Según los registros oficiales de la Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Empleo, el número total de pensionistas en España es de 8,82 millones. Por sexos, hay un total de 4,54 millones de hombres pensionistas y de 4,27 millones de mujeres pensionistas. La pensión media está aumentado, situándose en junio de 2019 en los 990,87 euros.
Estos datos son reveladores en dos aspectos que afectan a la radio: uno, el volumen de la población jubilada en nuestro país, lo suficientemente significativo como para tenerse en cuenta. Afirmar que todos son oyentes de radio, resultaría gratuito por mi parte, sin apoyarme en datos. Pero creo que mis lectores estarán de acuerdo con que, en comparación con las generaciones Y y Z, que obvian la radio; los jubilados, en cambio, son mayoritariamente oyentes vocacionales, y en muchos casos militantes, de radio.
El segundo aspecto, determinante, de los datos que he destacado, se refiere a su poder adquisitivo. Nuestros padres viven -malviven o sobreviven- de su pensión y lo exigua de ésta no les permite muchas alegrías en materia de consumo, más allá de la alimentación y la vestimenta. Por tanto, comercialmente no es una audiencia atractiva para las grandes marcas que buscan beneficios por su actividad económica.
Estos datos son reveladores en dos aspectos que afectan a la radio: uno, el volumen de la población jubilada en nuestro país, lo suficientemente significativo como para tenerse en cuenta. Afirmar que todos son oyentes de radio, resultaría gratuito por mi parte, sin apoyarme en datos. Pero creo que mis lectores estarán de acuerdo con que, en comparación con las generaciones Y y Z, que obvian la radio; los jubilados, en cambio, son mayoritariamente oyentes vocacionales, y en muchos casos militantes, de radio.
El segundo aspecto, determinante, de los datos que he destacado, se refiere a su poder adquisitivo. Nuestros padres viven -malviven o sobreviven- de su pensión y lo exigua de ésta no les permite muchas alegrías en materia de consumo, más allá de la alimentación y la vestimenta. Por tanto, comercialmente no es una audiencia atractiva para las grandes marcas que buscan beneficios por su actividad económica.
ESTE VIERNES, 12 DE JULIO, "EL PROBLEMA DE LA RADIO ES EL MISMO DE ESPAÑA". A LA
FALTA DE REGENERACIÓN DE LAS AUDIENCIA DE LA RADIO TAMBIÉN LE AFECTA EL
CRECIMIENTO VEGETATIVO NEGATIVO QUE SUFRE EL PAÍS. LOS MAYORES NO LE IMPORTAN A
LA RADIO (SALVO PARA EL EGM)