Muere Chicho Ibáñez Serrador, un niño y genio de la radio
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El realizador ha fallecido en Madrid a la edad de 83 años, tras una larga enfermedad
En la década de los 50, bajo el seudónimo Luis Peñafiel, escribió numerosas obras de radioteatro
- A los 8 años debutó doblando al conejo ‘Tambor’, en la versión hispana de la película “Bambi”
Narciso -Chicho-
Ibáñez Serrador fue un niño de la radio. Nacido en Montevideo (Uruguay) en
1935, hijo de dos actores, el español Narciso Ibáñez Menta, y de la
actriz argentina Pepita Serrador, Chicho creció entre bambalinas, acompañando
a sus padres de gira en gira por toda América Latina. Y de ellos, sin quererlo,
por ósmosis, fue abducido poco a poco por el mundo de la ficción. Su padre,
también Narciso, de poderoso vozarrón, también trabajó como actor para la
radio, y Chicho, poco a poco, fue adiestrándose en el manejo de la voz,
influenciado por las técnicas escénicas y, sobre todo, la escuela paterna (por
duplicado).
Chicho Ibáñez Serrador (muy joven, a la derecha), junto a su padre Narciso Ibáñez Menta y la actriz Paulette Christian, delante del micrófono de Radio Belgrano de Buenos Aires, que ya no existe |
Pero la radio encerraba para él
un mundo de fantasía: la posibilidad de crear universos a partir de sencillos
recursos, mucho menos complejos que los que exigía el cine, y más poderosos que
la imagen, porque la voz, proyectada directamente al oído, provocaba, bien
orientada, un cúmulo de reacciones emocionales imprevisibles. Chicho
escribió en la década de los años 50 numerosas obras dirigidas a ser
representadas en la radio, y para ello utilizó un seudónimo, Luis Peñafiel.
Chicho amó la radio profundamente, y siempre estuvo presente en su vida,
permanentemente como oyente, y puntualmente como realizador de radio. Y,
siempre que tenía oportunidad, reivindicaba su condición, orgulloso, de “niño
de la radio”, a la que yo, me permito añadir la de, también, “genio”
(además de la televisión).
La Cadena SER le hizo uno de sus mejores ‘regalos’ al encargarle, a finales de los 80, una serie de radioteatro de terror y suspense, los temas en los que se movía como pez en el agua
Aquel niño de doce años que había
girado con sus padres por todos los países del cono sur americano haciendo teatro,
observando, entre bambalinas que le acunaron en su más tierna infancia, que se
estrenó -haciendo nada menos que doblaje- dando vida al personaje del conejo
Tambor de la película de Walt Disney, “Bambi”, llegó a España en
1947 para estudiar bachillerato en Salamanca. Pero ya traía consigo el amor por
la radio y el teatro.
La Cadena SER le
hizo uno de sus mejores ‘regalos’ al encargarle, a finales de los 80, una serie
de radioteatro de terror y suspense, los temas en los que se movía como pez en
el agua. “Historias de Medianoche” fue una serie que se emitía después
de “Hora 25”, en la que demostró -una vez más- su genialidad innata para
crear historias profundamente impactantes. La primera se emitió el 17 de abril
de 1987. Chicho se reservó para sí mismo el papel de narrador, que bordaba, con
su fina ironía, a menudo mordaz. Actores, entre otros, como José
María Escuer o la gran voz de la SER, Rosa
María Belda, del ya desaparecido cuadro de actores de Radio Madrid,
fueron sus cómplices en esta aventura, que ahora felizmente ha rescatado Podium
Podcast, gracias al trabajo previo, impecable, de Ángeles Afuera, como
jefa del servicio de documentación de la Cadena SER, que rescató primorosamente
las tortas (cintas) de Chicho, que se grabaron en Gran Vía 32,
con el enorme equipo de profesionales de esta casa.
Chicho y su inseparable puro, eran otros tiempos... |
Me contaba María Jesús Espinosa de los Monteros, hoy directora
de Podium Podcast, que las “Historias de Medianoche” de Chicho Ibáñez
Serrador son uno de los contenidos más demandados por los seguidores de esta
plataforma de podcasts creada por Prisa Radio. No es de extrañar, porque la
limpieza del sonido que logró en estos radioteatros demostró, una vez más, que Chicho
era un adelantado a su tiempo. Siguen sonando como el primer día. Cuando Julio
César Iglesias les daba paso al concluir “Hora 25”, recuerdo que el
vello se me erizaba (estímulo) y nada más oír la sintonía empezaba a sentir
desasosiego (reacción). Pero ¡cómo recuerdo aquellas historias de Chicho!
¡Cuánto me marcaron como hombre de radio, sin yo saber todavía que al año
siguiente iniciaría mi carrera en la misma Cadena SER! ¡Gracias maestro! ¡Te
recordaremos, y te seguiremos admirando!
Biografía
El
País.com, 7 de junio de 2019. Por Tom C. Avendaño. Narciso
Ibáñez Serrador, más conocido como Chicho —como le
llamaban tanto sus amigos como los millones de espectadores que entre los años
sesenta y ochenta seguían sus programas de televisión—, ha muerto este
viernes en Madrid a los 83 años. Su delicado estado de salud en los
últimos meses no le impidió ver cómo su legado, que abarca clásicos de la
televisión como ‘Un, dos, tres’ e ‘Historias para no
dormir’ o la película ‘¿Quién puede matar a un niño?’, se
convertía en fuente de inspiración para generaciones de cineastas españoles,
desde Álex de la Iglesia a Alejandro Amenábar o J. A. Bayona.
La forma de contar de este uruguayo, hijo de una actriz y un director teatral,
que se mudó a España con doce años, lo convirtió en algo más que uno de los
nombres clave de la televisión española, como se le consideró durante años. Lo
convirtió en uno de nuestros grandes narradores de la imagen. Continúa
leyendo esta información en El País.com
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