Cambios en la SER: recuperar las esencias
https://www.gorkazumeta.com/2019/06/cambios-en-la-ser-recuperar-las-esencias.html
Carles Francino, Manu Carreño y Dani Garrido renuevan sus contratos al frente de 'La Ventana', 'El Larguero' y 'Carrusel Deportivo', respectivamente
Àngels Barceló sube; Pepa Bueno baja
Pero, como escribía en 2017, no quiero esquivar la pregunta: ¿uno o dos comunicadores para la mañana? Hoy por hoy, defiendo una mañana de un solo comunicador: por fortalezas, coherencia, equipo, liderazgo, marketing, economía y personalidad. Y hay que forjarlos.
La decisión de la Cadena SER no ha buscado, desde luego, la originalidad, ni tampoco la sorpresa. Todo entraba dentro de lo previsible. Las fichas de dominó con que cuenta la cadena de Prisa son las que son, aunque se empecine en no ver más allá que sus grandes nombres y desprecie algo tan inherente a esa casa en otros tiempos como fue -y hablo en pasado- la cantera. No es la primera vez que cito expresamente nombres de compañeros como Pedro Blanco, Aimar Bretos o Lourdes Lancho. Alguno de ellos hubiera hecho bien en aceptar las propuestas que le hicieron en su día para marcharse a otra casa, en vista de la falta de promoción interna. Pero no siempre las fidelidades se valoran lo suficiente.
En este reino nuestro que hemos dado en llamar España, donde la vehemencia todo lo impregna, a todo aquel que no piense como nosotros le imponemos sin titubear la etiqueta de ‘sectario’ o, dicho de otro modo, ayudado por la RAE, “fanatismo e intransigencia en la defensa de una idea o una ideología”. Barceló no es más sectaria que Alsina, Otero, Francino, Menéndez, Herrera, Expósito o Lucas. La gran mayoría de los comunicadores de la radio española están claramente enfrentados, por vocación, a la intransigencia y al fanatismo. Pero es cierto que cada uno de ellos está donde está, bajo las siglas de su empresa, con una distinta inspiración ideológica. Y en el caso de Àngels Barceló está donde tiene que estar. Es más, cuando la SER cambió y desvió su progresismo hacia un conservadurismo estratégico e inquietante, forzado por la estratosférica deuda que atenazaba su propia supervivencia, la periodista catalana no se encontró cómoda con algunas de las directrices de la dirección. Y mantuvo su criterio, enfrentándose, por coherencia y respeto al oyente. Igual que Javier del Pino.
Àngels Barceló se convierte, en su nuevo destino, en la comunicadora estrella de la SER, y será la encargada de liderar los programas especiales que tengan que ver, por ejemplo, con Elecciones (¡quién sabe si las próximas serán de nuevo catalanas!) o demás hechos que por su trascendencia informativa requieran levantar la programación habitual. Su condición de catalana tampoco pasa inadvertida, justo cuando la Cadena SER ha puesto en marcha una programación específica para las mañanas catalanas, a cargo de Josep Cuní. Tampoco funcionó mucho mejor Francino que Iñaki Gabilondo. En Cataluña la lengua es clave, pero no solo la lengua.
El trasvase ha provocado también la salida de Toni Garrido del segundo tramo del programa matinal y, de refilón, de Pablo González Batista, su segundo, al que tampoco convendría perder de vista. El propio Garrido se dirigió a sus oyentes hace unos días para despedirse “con toda confianza”. Porque “el secreto de este negocio se basa en la confianza” -añadió-. Y, sin ambages, subrayó “no hemos estado a la altura de su confianza”. A pesar del adiós, Toni Garrido, en un gesto que emociona y que le honra, se confesó: “me voy lleno de gratitud hacia la Cadena SER, por permitirme usar todos los días este estudio. Ha sido un privilegio”. No deja de ser paradójico que quien diga hasta la vista sea el que más sabe de radio, a una distancia sideral, de quien le precedía, aunque no reuniera la condición de periodista, pero sí la de comunicador. Puede quedar la duda de que la apuesta por Garrido, Toni, no Dani, en el “Hoy por Hoy” de la SER, ha resultado un fracaso, y no estoy de acuerdo. ¿Cómo se entiende, si no, que ponerle al frente de las tardes de RNE en ‘Asuntos Propios’ fue un éxito de audiencia, y en el caso de la cadena de Prisa Radio no ha cumplido expectativas? Es el mismo profesional. ¿No serán los condicionantes? ¿No será el contexto? ¿Las coordenadas? Si quieren… ¿los compromisos? Incluso ¡los lastres! Estoy seguro de ello. El reto era grande. Llegó en medio de una polémica en torno al despido fulminante de Gemma Nierga, por parte del anterior director general, Vicente Jiménez, hoy en el Diario AS. E iba tras Pepa Bueno, marcado, inevitablemente, por sus resultados, para bien y para mal. Creo que Toni es un tipo que tiene mucho que decir todavía, y puede que, tras el anuncio hecho en el podcast “Una Luz Roja” de Iván Oriola, de Javier del Pino, de que le quedaba poco tiempo al frente de “A Vivir que son dos días”, Toni pueda ser una alternativa más que sólida para sucederle, que no sustituirle. Imagínense el ánimo con que afrontará Toni Garrido y su equipo lo que les resta de temporada, sabiendo que no continuarán. Pero que no teman sus oyentes: ante todo son profesionales (aunque las personas estén muy pegadas al oficio, en el caso de la radio…).
Este pasado lunes, El Confidencial Digital titulaba una de sus informaciones “La COPE y la SER están que no duermen”, haciendo referencia a la guerra de audiencias que amplió la pasada ola del Estudio General de Medios. Hay nerviosismo, claro; pero no paroxismo. Herrera se quedó muy cerca del “Hoy por Hoy”, y los obispos esperan que en la ola del próximo 26 de junio se produzca el SERpasso. En Gran Vía 32, sin embargo, tienen confianza en que el EGM, una vez más, se autocorrija y aumente las distancias, por un descenso de “Herrera en Cope” y una recuperación del “Hoy por Hoy”. Personalmente, me inclino más por la segunda opción. Saldremos de dudas muy pronto.
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-¿Uno o dos comunicadores para las mañanas? (I)
La SER ha movido ficha, porque tenía que
mover ficha. No cabía otra solución. Y veremos el 26 de junio si ha sido ‘de
urgencia’, o por ‘prudencia’. Dependerá de las nuevas cifras del escenario: si Carlos
Herrera revalida o supera posiciones o, por el contrario, como es
previsible, retrocede y se recupera (algo) la SER.
Pero las pérdidas acumuladas, y la tendencia, no apuntaban buenas maneras en la
cadena amarilla. El nerviosismo se ha contenido mucho en el intercambio de fichas.
Àngels Barceló en los estudios de SER Ibiza, en una imagen del DiariodeIbiza.es para esta entrevista |
Cada vez que ocurre un trasvase
de comunicadores de un programa a otro, no dejo de recordar unas premonitorias
palabras de Carles Francino pronunciadas en el “Hoy por Hoy”,
cuando, de broma, se le ocurrió sugerir la posibilidad de que, durante un día, con
ocasión de alguna efeméride (el ‘Día Mundial de la Radio’, por ejemplo),
él apostaba por intercambiar presentadores entre los distintos programas de la
casa, y él se postulaba para “Carrusel Deportivo”. La historia no ha
dejado de darle la razón. De forma reiterada… Y no sabemos hasta dónde puede
llegar. Puede que hasta en ‘Carrusel’… cosas más extrañas hemos visto.
Toni Garrido se despidió hace unos días en antena: “no hemos estado a la altura de su confianza”. Y añadió: “me voy lleno de gratitud hacia la Cadena SER, por permitirme usar todos los días este estudio. Ha sido un privilegio”
Vayamos por partes: la reunificación
de la mañana, regresar a un único ‘Hoy por Hoy’, representa el
reconocimiento del error. Tras el cese de Francino, en 2012, la dirección de
entonces de la SER decidió partir ‘la
plaza’ entre dos titulares: Pepa Bueno y Gemma Nierga. Implícitamente,
esta división antinatura respecto de lo que había sido la tradición reciente de
ese tramo de prime time, suponía reconocer que ni Pepa ni Gemma estaban
capacitadas para asumir todo el espacio. Personalmente ya escribí que Gemma lo
hubiera hecho bien. Con respecto a Pepa tengo mis dudas, razonables.
Hace dos años me preguntaba “¿Uno o dos comunicadores para las mañanas?”, y subtitulaba:“El oyente necesita someter al comunicador a un tercer grado, para otorgarle su confianza, y para ello el registro del informativo es claramente insuficiente”. En él me negaba a creer que no hubiera profesionales capaces de asumir los dos tramos -el informativo y el magacine- con eficacia. Ahora, siete años después de aquel error de estrategia, lo han encontrado, y tiene nombre de mujer: Àngels Barceló. La eterna candidata, junto con Javier del Pino. Por fin la Cadena SER ha movido la ficha de Barceló, de “Hora 25” al “Hoy por Hoy”. No es la primera vez que una mujer asume la dirección y presentación de las mañanas de la radio en España (Concha García Campoy tuvo ese honor en 1993, “Días de Radio”, en Antena 3), pero sí es la primera vez que una mujer asume la mañana en la cadena de Prisa Radio. En este sentido, constituye un hito. Y es bienvenido.
Àngels Barceló tiene ambos registros: el informativo (toda su vida se ha dedicado a informar) y el de magacine. De hecho, en “Hora 25” ya utiliza un tono menos encorsetado que el tradicional, lo que viene a demostrar que, cada vez más, la frontera entre ambos tonos es de milésimas de segundo, y no de horas como pretenden creer algunos. Uno de los comunicadores que más sabe de lo que estoy hablando es Carlos Herrera, en Cope, que no duda en introducir incluso elementos de humor en el tramo informativo, cuando recurre a su propio ‘diccionario’ y habla de “fragoneta” o de “leuros” (en lugar de euros), por citar solo dos ejemplos. Quien le sigue en esta creencia de tonos indistintos es su tocayo Carlos Alsina, en Onda Cero, que no duda en afirmar en su perfil de Twitter que él es “autor de programas de radio”. Nada dice de los informativos. En radio, frente al micrófono, antes de periodista, hay que ser persona. O informas (solo), o comunicas (todo).
Pepa Bueno en la redacción de 'Hoy por Hoy', en una fotografía de Sergio González para "El Mundo", por esta entrevista |
La reunificación de la mañana, regresar a un único ‘Hoy por Hoy’, representa el reconocimiento del error. Toda la mañana vuelve a estar en manos de un comunicador
La decisión de la Cadena SER no ha buscado, desde luego, la originalidad, ni tampoco la sorpresa. Todo entraba dentro de lo previsible. Las fichas de dominó con que cuenta la cadena de Prisa son las que son, aunque se empecine en no ver más allá que sus grandes nombres y desprecie algo tan inherente a esa casa en otros tiempos como fue -y hablo en pasado- la cantera. No es la primera vez que cito expresamente nombres de compañeros como Pedro Blanco, Aimar Bretos o Lourdes Lancho. Alguno de ellos hubiera hecho bien en aceptar las propuestas que le hicieron en su día para marcharse a otra casa, en vista de la falta de promoción interna. Pero no siempre las fidelidades se valoran lo suficiente.
Las redes sociales, a las que atribuyo cada vez menos el papel de termómetro de la opinión pública (hacen mucho más ruido los hooligans extremistas), no han ahorrado adjetivos para calificar los cambios adelantados por la Cadena SER. De repente, en torno al día del anuncio, surgieron por doquier decenas de programadores expertos en radio que publicaban sentencias inquisitoriales o absolutorias, en función de sus simpatías por los nombres que protagonizaban el baile. Pero me quedé con un calificativo que se repitió: ‘sectaria’, refiriéndose a Àngels Barceló.
En esta nueva etapa, en la que la SER rebusca en sus esencias ideológicas, desde la llegada de Prisa a esa casa en enero de 1985 (antes la inspiración era de centro, cercana a la UCD), Àngels Barceló es un recambio potente y creíble
En este reino nuestro que hemos dado en llamar España, donde la vehemencia todo lo impregna, a todo aquel que no piense como nosotros le imponemos sin titubear la etiqueta de ‘sectario’ o, dicho de otro modo, ayudado por la RAE, “fanatismo e intransigencia en la defensa de una idea o una ideología”. Barceló no es más sectaria que Alsina, Otero, Francino, Menéndez, Herrera, Expósito o Lucas. La gran mayoría de los comunicadores de la radio española están claramente enfrentados, por vocación, a la intransigencia y al fanatismo. Pero es cierto que cada uno de ellos está donde está, bajo las siglas de su empresa, con una distinta inspiración ideológica. Y en el caso de Àngels Barceló está donde tiene que estar. Es más, cuando la SER cambió y desvió su progresismo hacia un conservadurismo estratégico e inquietante, forzado por la estratosférica deuda que atenazaba su propia supervivencia, la periodista catalana no se encontró cómoda con algunas de las directrices de la dirección. Y mantuvo su criterio, enfrentándose, por coherencia y respeto al oyente. Igual que Javier del Pino.
En esta nueva etapa, en la que la SER rebusca en sus esencias ideológicas, desde la llegada de Prisa a esa casa en enero de 1985 (antes la inspiración era de centro, cercana a la UCD), Àngels Barceló es un recambio potente y creíble. Supone el cambio, cierto, más fácil; pero también uno de los más eficaces para recuperar posiciones, y cuando me refiero a posiciones, hablo principalmente de audiencia, de los oyentes de toda la vida de la SER que han dado la espalda a una cadena vacilante en los últimos años, e incoherente. Un comportamiento al que sumó la elección de una comunicadora, ajena a la casa y al medio, que desembarcó en las mañanas para liderar un proyecto que vivía en esa indefinición interesada, forzada por la pérdida de independencia del Grupo en el que está adscrito, pero esto no fue obstáculo para plegarse a las nuevas necesidades y traicionarse a sí misma. Y si había que hacer una entrevista a cara de perro a Pedro Sánchez, se hacía; y si a los pocos meses había que hacerle una publientrevista también se hacía…
Pepa Bueno entrevistando a Pedro Sánchez, en la SER |
La SER ha movido ficha, porque tenía que mover ficha. No cabía otra solución. Y veremos el 26 de junio si ha sido ‘de urgencia’, o por ‘prudencia’
El trasvase ha provocado también la salida de Toni Garrido del segundo tramo del programa matinal y, de refilón, de Pablo González Batista, su segundo, al que tampoco convendría perder de vista. El propio Garrido se dirigió a sus oyentes hace unos días para despedirse “con toda confianza”. Porque “el secreto de este negocio se basa en la confianza” -añadió-. Y, sin ambages, subrayó “no hemos estado a la altura de su confianza”. A pesar del adiós, Toni Garrido, en un gesto que emociona y que le honra, se confesó: “me voy lleno de gratitud hacia la Cadena SER, por permitirme usar todos los días este estudio. Ha sido un privilegio”. No deja de ser paradójico que quien diga hasta la vista sea el que más sabe de radio, a una distancia sideral, de quien le precedía, aunque no reuniera la condición de periodista, pero sí la de comunicador. Puede quedar la duda de que la apuesta por Garrido, Toni, no Dani, en el “Hoy por Hoy” de la SER, ha resultado un fracaso, y no estoy de acuerdo. ¿Cómo se entiende, si no, que ponerle al frente de las tardes de RNE en ‘Asuntos Propios’ fue un éxito de audiencia, y en el caso de la cadena de Prisa Radio no ha cumplido expectativas? Es el mismo profesional. ¿No serán los condicionantes? ¿No será el contexto? ¿Las coordenadas? Si quieren… ¿los compromisos? Incluso ¡los lastres! Estoy seguro de ello. El reto era grande. Llegó en medio de una polémica en torno al despido fulminante de Gemma Nierga, por parte del anterior director general, Vicente Jiménez, hoy en el Diario AS. E iba tras Pepa Bueno, marcado, inevitablemente, por sus resultados, para bien y para mal. Creo que Toni es un tipo que tiene mucho que decir todavía, y puede que, tras el anuncio hecho en el podcast “Una Luz Roja” de Iván Oriola, de Javier del Pino, de que le quedaba poco tiempo al frente de “A Vivir que son dos días”, Toni pueda ser una alternativa más que sólida para sucederle, que no sustituirle. Imagínense el ánimo con que afrontará Toni Garrido y su equipo lo que les resta de temporada, sabiendo que no continuarán. Pero que no teman sus oyentes: ante todo son profesionales (aunque las personas estén muy pegadas al oficio, en el caso de la radio…).
Javier del Pino, otra de las bazas para asumir la mañana de la SER, quedó fuera de las quinielas por falta de acuerdo en los términos |
Y termino con Paco. Paco es el nombre ficticio de un amigo, muy buen escuchante de radio, bien informado, y con criterio, al que suelo recurrir cuando hago mis particulares estudios de campo. Nada más conocer la noticia del intercambio Barceló-Bueno, no dudó en responderme: “¡Vaya! Pues volveré a escuchar el “Hoy por Hoy”, y me cambiaré a (Juanra) Lucas”. Este es uno de los graves problemas de Pepa Bueno: las filias y fobias que provoca. No deja indiferente a nadie. Y no olvidemos que es el oyente el que decide por quién acompañarse. Nadie elige a alguien con el que se siente incómodo. Las más de las veces no escuchamos, solo oímos y dejamos que la radio nos acompañe. ¡Si no mereces la confianza de tu audiencia en este estadio, lo tienes muy difícil para comunicar y enganchar! Pero los contratos firmados están para ser cumplidos.
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-¿Uno o dos comunicadores para las mañanas? (I)
Completamente de acuerdo con todo lo que expones. Merecido premio para Ángels, aunque llega con 14 años de retraso, y justo traslado para Pepa, que quizás es la primera que estaba deseando ser trasladada a otra hora y dejar de madrugar -de hecho, Hora 25 debió de ser su programa desde que la ficharon en 2012 procedente de RTVE. Me preocupa lo que pueda pasar con Pino, que ya deslizó su vuelta a Estados Unidos a corto plazo, y, sobre todo, los deportes.
ResponderEliminarYo no estoy en contra de las renovaciones de Carreño y Garrido, que han sido piezas fundamentales del equipo de Deportes SER prácticamente desde 2010, con el impasse de 2014-16, cuando Carreño se centró en Mediaset, fue comentarista de la Cope y Gallego dirigió Carrusel con Garrido de productor y pieza clave del engranaje del programa, al tiempo que presentaba Hora 25 Deportes entre semana cuando no había Carrusel. Desde que llegó de la mano de Javier Hoyos en 2010, Dani Garrido ha sido la llave maestra de la SER y el chico para todo: desde coordinar las rondas del Carrusel de Hoyos, porque ni él ni Juanma Ortega dominaban ese registro, hasta dirigir Carrusel, pasó por ser la mano derecha de Carreño, Ponseti, Laura Martínez y Gallego. Y pese a estar fuera de la SER desde julio de 2014 hasta junio de 2016, siempre mostró una gran lealtad a la casa desarrollando una ingente labor en Carrusel, que le llevó a cubrir los Juegos Olímpicos de Londres 2012 justo unos días después de narrar la victoria de España no la Eurocopa, que cubrió para Mediaset y la SER. Y volvió para asumir el reto de sustituir a José Ramón De la Morena, que se dice pronto. No creo que Carreño sea poco sospechoso de traicionar a la SER, el medio al que le ha mostrado mayor fidelidad y lealtad profesional. Ni siquiera se le ve tan comprometido con Mediaset, donde JJ.Santos y José Antonio Luque tienen mucho que decir, e incluso se ha publicado que ha aplazado al año que viene el aumento de la participación en la productora de esta casa.
Sostengo que Manu Carreño, José Antonio Ponseti, Laura Martínez, Dani Garrido, Jesús Gallego y Francisco José Delgado deben ser los pilares de los deportes de la SER. Ya lo fueron de 2011 a 2014, junto a De la Morena; ahora, sin José Ramón, son ellos los que deben tirar del carro. Ya lo hicieron en 2012, cuando se repartieron entre ellos las coberturas de la Eurocopa, los Juegos Olímpicos y los grandes partidos de fútbol y baloncesto; quizás el que menos participó en esos grandes acontecimientos fue Gallego, que por aquel entonces presentaba SER Deportivos y no acudió como enviado especial ni a la Euro ni a los JJOO. Tuvo que ser a partir de 2014, cuando la SER se cargó el Carrusel de Carreño y Ponseti (la propia Mamen Mendizábal escribió un tweet incendiario lamentando que se echase por tierra de esa manera el trabajo que habían hecho desde 2011 y con toda la razón), el momento a partir del cual Gallego empezó a tener más protagonismo, pasando a dirigir Carrusel, rompiendo por completo con la labor que habían realizado Carreño y Ponseti hasta entonces, prescindiendo incluso de un gran animador como Juanma Ortega para tener dos prescriptores publicitarios que no habían tenido nada que ver con la información deportiva hasta ese momento. Y Gallego ordenó, evolucionó, quitó ruido y mantuvo líder al viejo Carrusel pese a la feroz competencia de ‘Tiempo de Juego’, con sus ex compañeros, a la par que amigos, de Carrusel.
EliminarTeniendo esto en cuenta y las reiteradas ausencias de Carreño durante el Mundial de Brasil 2014 para narrar el torneo en TV, sorprendió que la SER anunciara durante la Eurocopa 2016, que Carreño volvió a cubrir para Mediaset, su regreso. Después de un año siendo, tal vez, el comentarista estrella de ‘Tiempo de Juego’ y ‘El Partido de las 12’. En cuestión de un mes, Manu Carreño pasó de hablar de ser uno de los rostros de los Deportes COPE junto con Paco González, Manolo Lama, Juanma Castaño, Joseba Larrañaga o José Luis Corrochano, llegando incluso a formar parte de la presentación de la programación de COPE de la temporada 2015-16, a ser anunciado como nuevo director de ‘El Larguero’ a raíz de la marcha de José Ramón De la Morena y su equipo a Onda Cero. Tremendo reto. 27 años después, el programa deportivo decano de la medianoche tenía un nuevo inquilino y era un hombre que venía de donde venía, al tiempo que ya había realizado esa misma labor en Onda Cero con más pena que gloria; Carreño fue el primer director y presentador de ‘Al primer toque’ en la temporada 2003-04 y no llegó a 300.000 oyentes. Con esos corolarios, sorprendía su vuelta a la SER para conducir ‘El Larguero’ mientras que Dani Garrido pasaba a dirigir ‘Carrusel’. Inexplicable decisión de la cúpula directiva de entonces de Cadena SER y PRISA Radio: un presentador de Deportes Cuatro y comentarista de la COPE sustituyendo a De la Morena, mientras que el subalterno de Hoyos, el propio Carreño, Ponseti y Gallego pasaba a ser el nuevo Paco González de la SER, haciéndole la competencia al que había sido director de Carrusel de 1992 a 2010. Tremendo disparate. De aquellos polvos estos lodos.
Y así estamos ahora. A la espera del segundo EGM de 2019, TDJ es líder virtual de los fines de semana justo cuando ‘Carrusel’ ha unificado todas las horas de programación deportiva del sábado y el domingo, prescindiendo de la denominación de ‘El Larguero’ los fines de semana. Lo bueno es que se han potenciado las sinergias entre ambos espacios y empiezan los sábados y domingos con un saludo, e incluso preguntas, de Dani Garrido a Yago de Vega y Manu Carreño. No recuerdo una sinergia mayor entre los dos principales programas deportivos de la SER.
EliminarEl problema es que Garrido está viviendo de la herencia de Gallego, ha respetado sus líneas maestras (el propio Gallego me lo reconoció cuando le entrevisté en 2016), incluso manteniendo a sus prescriptores y solo ha incorporado a los “Especialistas’ y a Ponseti, que ha pasado a hacer menciones publicitarias y una especie de animador en la sombra del programa, que en muchas veces se acaba convirtiendo en un gallinero porque a Garrido se le va literalmente de las manos, cosa que no ocurría cuando copresentaba con Carreño y Ponseti de 2011 a 2014 porque dirigían ellos mientras que él simplemente se dejaba llevar. Gallego es mucho Gallego y dejó huella en ‘Carrusel’, ergo debería haber seguido al mando; como eso no fue posible por disparidad de criterios con la dirección, en el momento que la SER recuperó sorprendentemente a Manu Carreño para la causa, deberían haber fiado a Carreño el reto de volver a ponerse al mando del decano y tratar de rearmar el puzzle de 2014. No fue así, Carreño pasó a hacer el programa de De la Morena y, ahora mismo, roza la pérdida del liderato frente a ‘El Partidazo’ de Juanma Castaño.
Este año se publicó que Daniel Gavela había tanteado a Paco González para ofrecerle la dirección de ‘Carrusel Deportivo’ a partir de la temporada 2019-20, teniendo en cuenta que concluye en Eurocopa y Juegos Olímpicos, dos acontecimientos que González no ha cubierto en COPE (solo cubrió la Eurocopa 2012 y fue porque la narró también para Mediaset).) Justo después de que Rober Marbán lo publicara en su digital, dos mazazos para la SER: ‘El Partidazo’ de Juanma Castaño se emitirá por Radio Marca y sorpasso en el EGM, con intercambio dialéctico incluido entre González y Gavela (“a mamar”, “te aguantas”, horario homogéneo y “felicidades a Herrera por ser tan buen segundo”). El propio González y su equipo han dejado claro que son felices en COPE y no tienen ninguna intención de irse; no hay más que seguir en Twitter a Juan Antonio Alcalá.
EliminarCon este panorama, la SER debería dejarse ya de experimentos y, tal y como publicó Fernando Cano hace unos días en El Español, tienen que trasladar de nuevo a Manu Carreño a ‘Carrusel’. Cano dice que el traslado se hará efectivo en la temporada 2020-21, pero yo no esperaría a entonces y lo haría efectivo ya en la 2019-20 para que Carreño lidere las coberturas de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos como en 2012. ‘El larguero’ tendrían que conducirlo Jesús Gallego o Laura Martínez, lo cual supondría un puntazo y todo un golpe de efecto, mientras que Dani Garrido podría seguir en ‘Carrusel’ echándole una mano a Carreño, esperemos que también a Ponseti y dirigiendo la edición nocturna. Y así se rearmaría el equipo que cubrió los Juegos de Londres en una cobertura digna de Premio Ondas. Sin falta de recuperar a golpe de talonario a un grupo de ‘individuos’ a los que se echó a manifiesto limpio en 2010 o intentando provocar un cisma en su grupo ofreciéndole a González su regreso en solitario, una posibilidad inviable.
Poza Vega .-Comparto el amor por la radio con el director de este blog.( Gran , gran periodista de radio ) .Hay más radio que la gran vía.- Me agota la memoria histórica de la gran vía.-Y digo bravo por la radio de Jaume Segalés.- titán de la radio en ESRADIO .- auténtica radio pirenáica en este 98 que estamos viviendo -. Por favor.- sis plau . -este parto permanent de cataluña e incentivado y promovido desde el casero de un pseudo Primar Madrid -
ResponderEliminarQue vuelva Cita a las 5 .- no se puede hablar en un micro diciendo tacos y poniendo canciones en catalán .- y luego raca raca indepe .....
Cuanto falta hace una dirección de radio con estilo " GZ " .-