Sira Fernández: "La radio musical se tiene que reinventar"

Exlocutora de Los 40 Principales, y directiva en su última etapa en la Cadena SER 

"El elemento diferencial de la radio musical es el locutor. Si lo arrinconas, lo estandarizas y solo te da la hora, no te aporta nada" 

La chica del radiocasete amarillo. Así podría llamarse a Sira Fernández. De muy niña se enamoró de la radio, aunque no tenía a nadie en su familia que la arrastrase a hacerlo. Pero la vocación surgió muy temprana en ella. Lo considera ‘un regalo’. Ya como jovencita se compró un radiocasete amarillo y siguió haciendo radio, y soñando con ella, hasta que ganó un concurso de DJ de Los 40 Principales. Otro sueño, éste cumplido. Traía mucha práctica hecha de casa. Y de ahí al estrellato, de cuando los DJ’s de Los 40 tenían nombre, apellidos y personalidad en antena. A Sira le tocó heredar esa radio musical de Fernandisco, Abellán, Yolanda Valencia, Juanma Ortega… y recibir luego a los consultores, que caparon cualquier rasgo emocional, y dejaron la radio musical pelada, pero con millones de oyentes. "Pan para hoy y hambre para mañana", a la vista de las plataformas musicales online que están condenando a las radiofórmulas a cambiar, adaptarse, o morir en el intento. Sira sufrió esa mutación. Y no le gustó. Y pidió cambio. Pasó a la Cadena SER, y volvió a disfrutar con la radio. Hasta que alguien se interpuso en su camino, y cortó de raíz su placer de acudir cada día a disfrutar, que no a trabajar. Pero Sira es una mujer valiente. Siempre había entendido cada nuevo día de radio como una experiencia “especial”. Y cuando dejó de serlo, se marchó. Ahora sigue escuchándola, viviéndola, ilusionada; ¡y pensando en el regreso!

Sira Fernández

-En tu perfil de Twitter, solo te defines como ‘comunicadora’. ¿No te hace falta más? 

-Creo que ese término resume lo que soy, así que no me he complicado más. 

"Yo no escucho “A Vivir”, yo lo abro en canal y lo disecciono durante la semana, porque no tengo bastante con el fin de semana"

-Con ocho años dormías con una radio bajo la almohada, escuchando "Barras y Estrellas" de (José Antonio) Abellán. Los sábados no había quien te sacara de casa hasta que acabara "Del 40 al 1". Con 12 viniste a Madrid con tu familia y les obligaste a pasar por Los 40 Principales... ¿la radio la tenías muy dentro? 

-Sí. Estoy enamorada de la radio desde que tengo uso de razón. Con el tiempo me he dado cuenta de que es un regalo tener una vocación tan clara desde niña. Es un medio que te permite estar, informarte e imaginar. La radio es maravillosa. 

-Ganaste el concurso de DJ de Los 40 Valencia, tu tierra, cuando tenías 17 años, estuviste allí dos años, hasta que te trasladaste a Los 40 Madrid, con 19. ¿Cómo recuerdas esta etapa? Imagino que ganar el concurso fue el sueño de aquella niña de 8 años que se escondía de su madre para que no se diera cuenta de que escuchaba la radio todo el rato… 

-Totalmente, estuve en una nube durante mucho tiempo. Era muy joven, vivía sola, viajaba, entrevistaba a artistas a los que admiraba mucho, y estaba deseando llegar a la radio cada día, porque cada día era distinto y especial. Al mismo tiempo todo era nuevo, no conocía a mucha gente en Madrid, me sentía sola y era tremendamente perfeccionista. Recuerdo sufrir mucho porque quería hacerlo todo perfecto, hasta que con el tiempo me di cuenta de que la perfección no existe, y que el oficio se consigue con el tiempo y trabajando duro. 

"Sufrí desprecios de todo tipo. Acoso y derribo. Querían que me marchara. Y me marché"

-Tu vida profesional ha estado siempre vinculada a la radio musical. Ahí quedaron, ‘Órbita Pop’, ‘Fórmula Weekend’, ‘Lo + 40’, con Frank… hasta que te incorporaste al ‘A Vivir que son dos días”… ¿Cómo y por qué se produce este salto? Porque parece que el camino natural de un locutor de Los 40 que va cumpliendo años tiene que ser pasar necesariamente a la convencional, y no ocurre como en la radio americana, que se consolidan como grandes estrellas… 

-Bueno, yo quería hacer radio hablada, porque después de dieciocho años haciendo radio musical sentía que ya había cubierto esa etapa y lo había hecho prácticamente todo. Además, hacía tiempo que me sentía poco conectada al oyente de 40. Yo me estaba haciendo mayor, hablaba a gente muy joven y tenía que seguir unas pautas (turnos completamente estereotipados, intervenciones muy marcadas…) con las que no me sentía cómoda. No me parecía honesto seguir. Ahora ese cambio quizá se vea más lógico, pero entonces pasar de la radio musical a la hablada era muy difícil. 

-¿Qué hiciste? 

-Hice pico y pala, Gorka, presenté proyectos, grabé programas, pedí una oportunidad y pasado un tiempo llegó con “A vivir”. 

Sira Fernández, la radio vivida con intensidad (Fotografía Instagram)

-¡Me alegro! Pero en tu última etapa en la SER, te pasaste ‘al lado oscuro’… a la gestión, como Adjunta a la dirección de Programas, con Lluís Rodríguez Pí. Becarios, parrillas, puesta en marcha de programas… presupuestos… ¿Cómo fue la experiencia de trabajar detrás del micrófono, para que otros se luzcan? 

-Cuando Lluís me lo propuso no podía imaginar todo lo que aprendería en esa etapa. La radio la conocía porque era mi casa, porque la escuchaba y la analizaba, como siempre había hecho, pero la entendí de otra manera. Arrancar proyectos, descubrir talento, trabajar con gente tan potente, pensar y pensar, escuchar otras radios… fue muy bonito, pero también difícil. Viví una época dura en la compañía. 

"Frank Blanco y yo nos complementamos bastante bien porque nos respetamos mucho, aunque veamos las cosas de forma distinta"

-La SER es un enorme trasatlántico… ¿por qué decidiste -con una valentía que no abunda- decir adiós a lo que más te ha gustado -y te sigue gustando, me consta- en la vida? 

-Pues si quieres que te sea sincera, me fui porque me lo pusieron muy difícil. Trabajar con Lluís, que es uno de los grandes conocedores de la radio en este país y una persona estupenda, fue un regalo, pero la dirección de la SER en ese momento era terrible, tanto que incumplieron su contrato con mi pareja (Frank Blanco) y él se vio obligado a demandarles. Frank ganó el pleito y todo esto me pasó factura a mí. Me di cuenta de que me sacaban de reuniones a las que tenía que asistir para transmitir esa información a los equipos de programas, me pidieron una colaboración en “Hoy por Hoy” y al día siguiente ya no podía volver a hacer antena, pero no me dieron ninguna explicación. Cada día me enfrentaba a una cosa distinta, desprecios de todo tipo. Acoso y derribo. Hicieron todo lo que pudieron para que me marchara. Y lo hice. Me di cuenta, por primera vez en mi vida, de que no quería ir a la radio. 

-Desde tus comienzos, ir a la radio significaba disfrutar de tu trabajo, como si no lo fuera… Aquí habría que recordar esa frase de Confucio, tan conocida: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. ¿Dejaste de escuchar la radio? 

-¡Qué va! La sigo escuchando, porque me gusta la SER, y que haya vuelto (Daniel) Gavela es lo mejor que le podía pasar a la radio y a la gente que sigue ahí. 

Sira Fernández, voz de Los 40, y de la SER

-Tras tu salida de Prisa Radio te reencuentras con Frank en ‘Las Mañanas Kiss’, los dos juntos de nuevo delante de un mismo micrófono. Duró poco. Te marchaste tú primero, y luego Frank… ¿Cómo fue la experiencia de trabajar juntos y luego veros otra vez juntos en casa? ¿Tenéis ideas de radio parecidas, diferentes, complementarias? 

-En realidad lo de Kiss fue algo anecdótico. Frank estaba montando secciones para el programa y surgió que hiciera algo pequeñito, tres minutos a la semana. No tuvo ninguna importancia, pero fue bonito, porque desde el programa de televisión en Cuatro no habíamos hecho nada juntos, y fue divertido porque era la primera vez que hacíamos algo siendo pareja. Hemos pasado por todas las etapas, pero creo que nos complementamos bastante bien porque nos respetamos mucho, aunque veamos las cosas de forma distinta. 

-Has tenido la suerte de trabajar con los más grandes de la radio musical española, empezando tal vez por la generación anterior a la tuya: Fernandisco, Juanma Ortega, pero también Mario Pérez, Guillem Caballé… por supuesto Tony Aguilar, Frank, Julián Ruiz… el maestro (Joaquín) Luqui… y en convencional… trabajaste hasta con Iñaki Gabilondo, Miguel Ángel Oliver, Javier del Pino, Gemma Nierga, Carles Francino… ¡Menudo Máster te has hecho en todos estos años, Sira! ¿De todos te llevas algo? ¿A cuál elegirías para hacer un tándem ante el micrófono? 

-Soy muy afortunada, he tenido mucha suerte por haberme cruzado en la vida con gente tan brillante. Por supuesto que de todos me llevo algo, de todos he aprendido, pero realmente cuando escucho la radio y siento una punzada de… no sé, nostalgia, ganas, nervio… es con Francino, que es maravilloso, y un gran jefe, y un tío estupendo y que da los mejores abrazos, y le echo mucho de menos, aunque le escuche cada día; y Javier del Pino. A Javier le admiro profundamente. Yo no escucho “A Vivir”, yo lo abro en canal y lo disecciono durante la semana, porque no tengo bastante con el fin de semana. Cómo plantea los temas, cómo los envuelve, su ironía, su lógica… en fin, que siempre que lo escucho quiero trabajar con él. 

"Francino es maravilloso, un gran jefe, y un tío estupendo, y da los mejores abrazos"

-Ahora, como oyente, ¿qué escuchas más: radiofórmula musical o generalista? ¿Te gustan otros comunicadores de otras cadenas? ¿Nombres? 

-En este momento, escucho radio hablada. Mucho la SER, Onda Cero, y algo de Radio Nacional. Radio 3, “Cuando los Elefantes sueñan con la música!”, Carlos Galilea me encanta, y Virginia Díaz. ¡Y mi chico, por supuesto! 

-¿Qué piensas cuando escuchas 45 minutos sin publicidad en una radio musical, y luego se echan las manos a la cabeza de la competencia de Spotify o Apple music? ¿Cuando ves que han dejado perder el oficio de DJ con personalidad y prescripción? 

-En mis últimos años de 40 Principales ya ocurría esto, con el agravante de no poder ser tú mismo, porque hubo un momento en el que tampoco gustaba que dieras ninguna opinión, como te decía antes. Lo único que diferencia la radio musical de estos soportes es el alma del comunicador, la emoción que te puede transmitir, porque hoy en día la radio no te va a adelantar algo imposible de descubrir de otra manera o te va a sorprender con una selección de canciones especial, cuando tú mismo te puedes hacer una playlist. En mi opinión el elemento diferencial de la radio musical es el locutor. Si lo arrinconas, lo estandarizas y solo te da la hora y el nombre del artista, no te aporta nada. Eso sí, deja que sea creativo, que te sorprenda, que conecte contigo, que sea tu cómplice, parte de ti. Será diferente, porque la radio es cálida, es compañía, es mucho más que Spotify. 

Sira fue abducida por la radio desde los ocho años (Fotografía Instagram)

-Ahora todo el mundo está preocupado por lo digital, pero ¿no nos estamos olvidando de hacer buena radio, de los contenidos…? 

-Yo creo que no, lo digital ha abierto nuevos canales de comunicación que nutren todavía más a la radio. Escuchar radio a la carta es una maravilla, descargarte un podcast, volver a escuchar algo que te gustó… yo creo que lo digital suma siempre. 

-¿Hacia dónde crees que va la radio musical? 

-Hacia la transformación. Se tiene que reinventar, sí o sí.

-¿Tu regreso a la radio, para cuándo? 

-De momento, no puedo contar nada… ¡¡¡Espero poder hacerlo pronto!!!!

-Completa la frase, por favor: “La radio es para mí…” 

-¿Lo puedo cambiar? 

-¡Por supuesto! 

-¡LA RADIO ES PARTE DE MI!