El EGM sin prisas: El filón de Herrera y la estrategia de Cope

Los datos del EGM analizados con mayor detenimiento, sin la presión del ‘Día D’ (II)   

Carlos Herrera, el ‘pastor de oyentes’ 

La inversión realizada en Carlos Herrera Crusset por la Cadena de Ondas Populares Españolas (Cope) puede afirmarse, sin temor a caer en imprecisiones, que ha resultado un rotundo éxito. Acercar la impronta herrerista a los oyentes de la cadena azul, que coinciden con su ideario ideológico, más exacerbado y vehemente en estos últimos años, ha logrado resultados históricos, sin parangón en la reciente historia de esta cadena radiofónica. Desde que en su primer EGM, allá por diciembre de 2015 (3ª ola) logró migrar a cerca de un millón de oyentes de Onda Cero, su anterior destino, a las mañanas de Cope, el balance se ha saldado con un aumento, muy significativo, tanto de oyentes (audiencia) como de ingresos (resultados económicos).

Carlos Herrera, en su mejor momento profesional

La primera proeza, a la que antes me refería, se saldó con un aumento, de una oleada a otra, de la 2ª de 2015 a la 3ª de 2015, con un verano de por medio, de 817.000 oyentes, que perdió, de golpe y porrazo, Onda Cero. La cadena de los obispos se encontró de repente con 2.671.000 oyentes, y pasaron del tercer puesto del ranquin al segundo. Los más despistados, que le seguían en la cadena de radio de Atresmedia, se incorporaron más tarde. Observemos la evolución de Cope, tras la incorporación del periodista almeriense:

1ª 16	2ª 16	3ª 16	1ª 17	2ª 17	3ª 17	1ª 18	2ª 18	3ª 18	1ª 19
2.835	2.666	2.631	2.824	2.708	2.824	2.909	2.686	2.716	3.303
+164.000	-169.000	-35.000	+193.000	-116.000	+116.000	+85.000	-223.000	+30.000	+587.000

Fuente: EGM (AIMC), 1ª ola 2019, de lunes a viernes – Datos audiencia en millones

Carlos Herrera fichó en 2015 por Cope cuando esta cadena contaba con 1.854.000 oyentes. Ni más, ni menos. Y en la última ola de la encuesta realizada trimestralmente por la AIMC, de la que, por cierto, el comunicador se reconoce agnóstico, la cifra neta de oyentes con que cuenta es de 3.303.000, o sea, 1.449.000 oyentes más. Sería exagerado atribuir la totalidad de esta espectacular subida únicamente a Herrera. Pero nadie discutirá que se ha llegado a ella tras su incorporación. En qué medida, o porcentaje, es atribuible a él, no lo sé con precisión; pero yo no dudo por otra parte de la existencia del efecto arrastre, también conocido como “Efecto Herrera”. Sea como sea, el resultado está ahí, y la posibilidad de batir y superar al líder -la Cadena SER- está mucho más cerca, si las tendencias se confirman.

Herrera ha realizado una auténtica proeza, y tiene enfrente a una Cadena SER debilitada, pero sigue siendo el buque insignia de la radio española todavía

La estrategia que ha utilizado la cadena de los obispos, muy bien orquestada, se sustenta en dos actores y en un hábito. Los actores son, cómo no, Carlos Herrera y el equipo de deportes con Paco González a la cabeza. Se trata de dos propulsores de audiencias inimitables, con costes altos, pero, al fin y al cabo, para la cuenta de resultados, rentables, porque atraen oyentes y publicidad, ¿qué más se puede pedir? Como tándem, conforman el imán perfecto para los intereses de Cope, y les ha ido muy bien. Por supuesto, sin desmerecer al resto del equipo, tan solo subrayando los grandes inspiradores de la nueva etapa del ‘aspirante’ al liderazgo. Está claro que sin Herrera no se podría haber conseguido esta marca.

Pero no me olvido del hábito. Cope es la cadena generalista con mayor fidelización de sus oyentes. Quiere decirse que los seguidores de la cadena azul permanecen más tiempo expuestos a sus emisiones y son más fieles a sus comunicadores. Hay una continuidad, y un arrastre, más continuado, y por tanto, más eficaz, en la gestión de sus oyentes. El oyente de Herrera lo es también, después, de Fernando de Haro y Pilar Cisneros, y con toda probabilidad terminará el día con Ángel Expósito y, si le gusta el deporte, con “El Partidazo” de Juanma Castaño. Los oyentes del resto de cadenas son más ‘infieles’, en comparación con Cope. Éste ha sido el gran asidero del éxito de Herrera: el hacer de sus oyentes, casi, ‘un club de fans’, donde “Los Fosfonautas” (31.000 seguidores en Twitter), que tienen vida propia, son la expresión material de esta realidad. Carlos Herrera se ha convertido en un pastor de oyentes, que utiliza su flauta (voz) para atraerles, e hipnotizarles. Es el comunicador que más seguidores tiene en Twitter (527.000), seguido de Carlos Alsina (267.500). Éste no es un dato decisivo en el EGM, pero sí significativo.

Algún día Herrera se marchará a vivir la vida; aunque hay quien cree, y se atreve a apostar por ello, que no está del todo claro que quiera abandonar tan pronto como defiende en público

Como apuntaba en mi primer post, provocado por la inmediatez requerida por el día de la publicación del EGM, “el escenario preelectoral provoca un aumento del consumo de radio y beneficia a las opciones más claramente posicionadas”. Herrera ha cargado de ideología antisocialista su programa y ha logrado rentabilizar mejor que ningún otro el descontento social en torno a esta opción política que, finalmente, ha sido la ganadora de las Elecciones Generales, del pasado 28 de abril. Su discurso, vehemente, provocador, irónico siempre, caustico en ocasiones, radical, ha calado entre sus oyentes y le ha hecho crecer como nunca. Pero también ha crecido de la misma manera en el tramo de magacine, del entretenimiento, donde la carga vital supera a la ideológica. Herrera desborda personalidad y energía positiva, y gracejo. Sólo en el tramo de 8:00 a 9:00 horas ha sumado 208.000 oyentes; pero es que en el tramo de 10:00 a 11:00 horas, en el de ‘Los Fósforos’, cuando convierte la mesa del locutorio en una mesa camilla, con su braserito en el centro, calentando y animando el ambiente, y el buen rollo, ha crecido 258.000 oyentes, un 37,4 por ciento más. La proeza ha sido total. Pero no es líder. Todavía. Aunque en Márketing de Cope tienen mucha prisa por encumbrarle como tal.  

Herrera tiene enfrente a una Cadena SER debilitada, pero que no deja de ser la SER, si se me permite el juego de palabras. La cadena radiofónica de Prisa es un trasatlántico muy difícil de hundir, aunque Antena 3 de Radio logró superarla. Existe el precedente. ¿Por qué no puede repetirse? De momento, en los despachos de la planta noble de la cadena de los obispos están tranquilos hasta 2021, fecha en que expira el contrato firmado por Herrera, que avanzó hace algún tiempo que no estaba dispuesto, de ninguna manera, a perpetuarse en la radio sine die imitando el modelo Luis del Olmo, por ejemplo. Llegado ese año, habrá que convencer de nuevo al almeriense, que está deseando vivir la vida, e irse a la playita, como me confesó en una entrevista. Algún día se marchará. Aunque hay quien cree, y se atreve a apostar por ello, que no está del todo claro que quiera abandonar tan pronto como defiende en público. 

Herrera ha creado una comunidad de
 oyentes que le siguen
como un profeta de la radio

Y, cuando se marche, ¿qué será de Cope? ¿Cuál será la salud de la radio entonces? ¿Quién quedará como líder? Hay un nombre que se está forjando, paso a paso, sin prisa, como los buenos guisos, una imagen de excelencia profesional, probada capacidad y simpatía algo contenida, que se llama Carlos Alsina, que se perfila como el gran comunicador de la radio española. El paso que ha dado esta temporada de asumir toda la mañana es estratégico para seguir dibujando esa marca personal construida alrededor de su figura. En San Sebastián de los Reyes saben lo que tienen, y por eso lo han blindado en el último contrato, no vaya a ser que le tienten desde algún despacho (no sería la primera vez). Lo más fácil, en lugar de apostar por la cantera y apoyarla, algo que hacía antes la SER, y que le fue tan bien, es tirar de talonario y fichar al mejor de la competencia. Pero, ya se sabe, cada maestrillo tiene su librillo…

Cambiemos de escenario, y cojamos el balón. Los deportes de Cope también han plantado cara al líder. Y han obtenido buenos resultados. “El Partidazo” de Juanma Castaño, ha logrado recortar distancias con “El Larguero” de la Cadena SER (se ha quedado a 110.000 oyentes), y ya atisba que el ‘SERpaso’ puede no ser un sueño. Pero, cuidado, el recorte de distancias suma el mérito del propio Castaño, y el demérito de Manu Carreño, al que ya echaron de “Carrusel”, por sus malos resultados. Esto de los gráficos es sencillo: si uno mantiene una tendencia al alza, y sube en cada ola, termina por encontrarse, tarde o temprano, con aquella otra opción que mantiene una tendencia a la baja. Pero en esto, como en todo, cabe una reacción de la Cadena SER, que frene la sangría y evite entrar en barrena. La solución: en la 2ª ola, allá por el 26 de junio. Pero ya se oyen voces que apuntan al abandono de Carreño del barco amarillo, decisión que, de seguir así las cosas, aplaudirán en Gran Vía 32.

En el fin de semana, en la recurrente batalla trimestral que disputan “Carrusel Deportivo” y “Tiempo de Juego”, se han producido trasvases importantes de liderazgos. Mejor recurramos a un recuadro, para visualizar los resultados:

Programa	Horario SÁBADOS	Audiencia ola	Diferencia	Líder
Carrusel Deportivo (SER)	15:00-1:30 horas	1.476.000	-122.000
Tiempo de Juego (Cope)	13:00 a 1:00 horas	1.490.000	+191.000	TDJ
Radioestadio (Onda Cero)	15:00-23:30 horas	402.000	+56.000
Tablero Deportivo (RNE)	16:00-23:00 horas	272.000	-77.000

Fuente: EGM (AIMC), 1ª ola 2019, fines de semana

Programa	Horario DOMINGOS	Audiencia ola	Diferencia	Líder
Carrusel Deportivo (SER)	15:00-1:30 horas	1.715.000	+88.000	CARRUSEL
Tiempo de Juego (Cope)	12:00 a 1:30 horas	1.710.000	+216.000
Radioestadio (Onda Cero)	15:00-23:00 horas	459.000	-44.000
Tablero Deportivo (RNE)	16:00-23:00 horas	249.000	-82.000

Fuente: EGM (AIMC), 1ª ola 2019, fines de semana

Atendiendo a los datos del EGM, los sábados son para “Tiempo de Juego” y los domingos para “Carrusel Deportivo”. Pero ¿dónde está el ‘pero’, que lo hay? El director general de la SER, Daniel Gavela, denunció a través de su cuenta de Twitter que Cope estaba haciendo trampas:

Cómo me gusta ver tan felices a mis amigos por ser segundos. La Ser felicitó en antena a sus competidores por sus buenos resultados. Sabemos ganar (sin necesidad de doping horario). Liderazgo obliga.

— Daniel Gavela (@gavela_daniel) April 11, 2019

¿A qué se refiere Gavela con esa expresión de 'doping horario'? A los diferentes horarios de “Tiempo de Juego” y “Carrusel Deportivo”. Primero el equipo de Paco González empezó suprimiendo “El Partido de las 12” e integrándolo en el ómnibus, para sumar audiencia. La SER lo criticó, pero terminó haciendo lo mismo, suprimió en este caso “El Larguero”. Onda Cero todavía no ha tomado este camino, y mantiene así “El Transistor” de De la Morena, que ha perdido, por cierto, esta ola, 92.000 oyentes, y se ha situado en 262.000. 

Si estableciéramos el mismo horario, para compararlos en igualdad de oportunidades, ¿cómo quedarían los resultados? Veámoslo:

DÍA/HORARIO	‘Tiempo de Juego’ (Cope)	‘Carrusel Deportivo’ (SER)	Líder
Sábados, 15:00 a 1:30 h.	1.417.000	1.476.000	SER
Domingos, 15:00 a 1:30 h.	1.490.000	1.715.000	SER

Fuente: EGM (AIMC), 1ª ola 2019, fines de semana

Los sábados, según esta comparativa, la SER mantendría el liderato, por muy poco; pero lo mantendría. En definitiva, es una práctica habitual que consiste en acumular audiencia sumando horas de emisión, una estratagema que inventó, precisamente, la Cadena SER, cuando Paco González no había llegado aún de becario a Gran Vía 32.

No puede haber un equipo más ensamblado en la radio deportiva española que el "tiempo de Juego", en Cope, "el original"

Es cierto que “Tiempo de Juego” empieza los sábados a las 13:00 horas, dos horas antes que “Carrusel Deportivo” y que los domingos lo hace a mediodía (tres horas antes). El objetivo: trabajar, cubrir los partidos, que la Liga de Fútbol Profesional ha repartido por doquier, pero también sumar audiencia y tratar de superar al competidor. Lo mismo hacen con “Herrera en Cope”, que suma una hora más, de 12:00 a 13:00 horas, y en este caso en ausencia del titular en plaza, que hace mutis por el foro. La respuesta de AIMC es clara, en este sentido: el EGM mide tramos horarios, no mide programas. Así, si “Tiempo de Juego” comenzara a las 9:00 de la mañana, habría que sumar todas sus horas de emisión. 

A mí, independientemente, de la guerra de las audiencias, lo que me parece es un horario inhumano en todos los casos, me da igual Cope que SER, que Onda Cero, que RNE. No se puede mantener la capacidad de respuesta y de reacción ante el micrófono durante 12 ó 13 horas seguidas, por no hablar de lo que constituye una jornada laboral legal de 8 horas, ampliamente superada los fines de seman en el caso del personal de deportes.