Carles Francino: “La revolución digital para la radio ha sido una aliada”
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Carles Francino realizó ‘La Ventana’ desde Tenerife el pasado viernes 17
"En la radio, a un tramposo lo pillas pronto"
Almudena
Cruz. Eldia.es, Santa Cruz de Tenerife, 18.05.2019. Carles Francino (Barcelona, 1958)
volvió ayer a Tenerife para celebrar el aniversario de Radio Club Tenerife
emitiendo ‘La Ventana’ desde Tenerife
Espacio de las Artes (TEA). Orgulloso de sus compañeros y del medio en el que
ha desarrollado más de la mitad de su carrera, habló sobre sus recuerdos en la
Isla y su profesión. "Si tienes
ganas de aprender todos los días, dedícate al periodismo", asegura.
Carles Francino está al frente de "La Ventana", después de suceder a Iñaki Gabilondo, al frente del "Hoy por hoy" |
-Radio Club Tenerife
celebra 85 años de historia. Eso, hoy en día, es todo un récord...
-Cierto. La radio ha superado los pronósticos apocalípticos
de que con internet y con las redes sociales iba a desaparecer. Tiene más fuerza
y más potencia que nunca. Lo que me viene a la cabeza es que la primera red
social hace mucho tiempo que existe: la radio. La radio es el contacto, es el
viaje de ida y vuelta con los oyentes, es lo que más se parece a la vida real.
Que haya emisoras en España que están acercándose al siglo es una señal
inequívoca de la salud de la que goza este medio. Lo más importante de este
aniversario es que confirma la salud y la fortaleza de un medio que en España
es un caso único. Somos el primer país consumidor de radio, solo nos supera
Colombia.
“En la SER o en TVE para que un canario o una canaria esté al frente de un informativo tiene que neutralizar su acento, pero el castellano no es forzosamente el que se habla en Valladolid”
-Se dijo que la
televisión acabaría con la radio y no fue así. Sin embargo, el medio que sí que
lo está pasando mal es la prensa.
-En el papel lo que pasa es que nadie ha acertado todavía en
descubrir dónde está el negocio y en responder a una pregunta fundamental: si
los lectores están dispuestos a pagar por algo que se les ha enseñado que es
gratis. En internet todo era gratis, todo lo bueno y lo malo. Y no, la
creatividad, el talento, la información y el valor añadido que tiene el
periodismo no debe ser gratis. Hay dos fórmulas, la de la publicidad en la vía
digital y que el periodismo se distinga de lo que es la simple circulación de
datos y que la gente esté dispuesta a pagar por ello. Lo comparo con el
nacimiento de Canal +. ¿Quién iba a pagar en España por ver un canal de
televisión? En cuanto se les ofreció un proyecto exclusivo que tenía un valor
respecto al resto de oferta la gente pagó. De hecho, se llegó a los dos
millones de abonados. En el papel, poco a poco, habrá que irlo introduciendo.
Creo que el futuro está ahí. El secreto es intentar que triunfe esto. Si
triunfa, el nuevo papel tendrá futuro; si no, lo tendrá jodido.
-¿Qué contenido ha
incluido en ‘La Ventana’ con motivo
del aniversario de sus compañeros tinerfeños?
-Lo que hacemos cada tarde en ‘La Ventana’ es contar historias y hemos encontrado aquí una
fantástica. Está con nosotros Nieves
Concostrina, que presenta su libro ‘El
pretérito imperfecto’. A través de ella hemos encontrado una de esas
historias de vida que sirven para ejemplificar muchas cosas: la historia de las
hermanas Marrero. Una de ellas trabaja en TEA, las dos fueron pioneras en el
deporte femenino con el Baloncesto y la otra fue la primera capitana de Marina
Mercante de España. Además, no queremos estar de espaldas a la actualidad. Por
ejemplo, creo que esta decisión de colocar a dos catalanes en el Congreso y en
el Senado tiene un valor notable. Hay ahí una parte a destacar que es la figura
de Manuel Cruz, que será presidente
del Senado. Es un filósofo al que conocemos mucho en ‘La Ventana’ porque ha colaborado con nosotros. A lo mejor es muy
optimista, pero su presencia en el Senado nos devuelve a la antigua Grecia. A
ver si es verdad que conseguimos sustituir los gritos, los insultos y los
eslóganes por debates más profundos a partir de argumentos y de ideas. Hoy
tenemos a un filósofo en el Senado y estamos abriendo ‘La Ventana’ desde un templo de la cultura. Es una mezcla fantástica
y lo vamos a contar para toda España.
“Si tienes ganas de aprender todos los días, dedícate a hacer periodismo sabiendo que no te vas a hacer millonario”
-Personalmente, ¿qué
recuerdos tiene vinculados a Radio Club y a la isla de Tenerife?
-Uno del Puerto de los Cristianos, en torno a 2006 o 2007.
Llevaba apenas un año haciendo ‘Hoy por
Hoy’. Hicimos un programa de ida y vuelta, estuvimos el viernes en Senegal
y emitimos desde allí en directo. El lunes siguiente estuvimos en Los
Cristianos. Tengo un gran recuerdo de aquello. Fue el primer contacto directo
con esa realidad. Pasando apenas 15 minutos en Senegal -yendo a una aldea, a la
costa, hablando con la gente, estando en la capital- entiendes perfectamente
por qué la gente se la juega metiéndose en una barcaza en mitad del mar y
tratando de llegar a Europa. Lo que más valoro de mi oficio es que aprendo
todos los días y eso supuso un impacto terrible. Es distinto que te cuenten las
cosas que tocarlo tú sobre el terreno. Esa experiencia me sirvió además para
articular una parte del discurso que utilizo siempre que abordo este asunto.
-¿Qué imagen se tiene
de Canarias en la radio nacional?
-Como en otros territorios, manda mucho el tópico y el estereotipo.
Yo tampoco sabría definirte qué supone la insularidad, pero esa imagen que
tenemos de que en Canarias todo va despacio, que siempre hace buen tiempo y que
la gente vive más o menos despreocupada y feliz es absurda. Es una de las
comunidades con más nivel de paro de toda España y con unos problemas
estructurales que no se acaban de resolver. Eso no siempre aparece en los
discursos que hacemos en los medios por comodidad o por ignorancia. Hay además
unos proyectos interesantísimos en sus universidades y una amplia actividad
cultural. Te voy a contar una cosa que tiene que ver con los estereotipos y el
modelo de país que queremos. Es el tema del acento. En la SER o en TVE para que
un canario o una canaria esté al frente de un informativo tiene que neutralizar
su acento, pero el castellano no es forzosamente el que se habla en Valladolid.
Carles Francino, ayer, en TEA (Fotografía de María Pisaca para ElDía.es) |
-¿Usted tuvo que
pulir su acento?
-No, yo estudié en castellano. En esa época estaba prohibido
estudiar en catalán en mi tierra. De hecho, alguna vez alguna persona me ha dicho
que le gusta mucho cómo hablo y me ha preguntado si soy de Valladolid. Casi
nadie se plantea que Nicolás Castellano
-que es un compañero nuestro de puta madre y uno los mayores expertos en
emigración que hay en nuestro país- se ponga al frente de un informativo. ¿Por
qué no? Esa discusión la hemos tenido en nuestra casa. Ese es un ejemplo de que
funcionamos demasiado por tópicos y nos cuesta aceptar que hay otras
realidades. Este ejemplo del acento me parece importantísimo. El acento
canario, el andaluz o el gallego forma parte del tronco común, si es que
queremos ese tronco. No es que haya una identidad y todo lo demás son
satélites. No, hay que mezclarlo, y todavía estamos en fase de conseguirlo.
-¿Cuál es el motivo
que hace que la radio sea un medio tan especial?
“La radio ha superado los pronósticos apocalípticos de que con internet y con las redes sociales iba a desaparecer"
-Admite pocas trampas. Llevo 40 años trabajando, estudié
para escribir y es lo que menos he hecho después. He hecho casi la mitad de mi
vida profesional en la radio y la otra mitad en la televisión. La tele es
acojonante, tiene una potencia con la imagen que es imbatible. Sin embargo, creo
que la radio es más de verdad. Es una relación más de piel, de poco a poco,
aflora todo lo que hay. No puedes hacer muchas trampas. En la radio, a un
tramposo le pillas muy pronto. La radio es muy de verdad y esa es la clave de
su éxito, además de su falta de complejidad. Para contar algo en la tele hace
falta un aparataje importante y en la radio en principio no, además ahora que
tenemos artilugios para mejorar el sonido y algo muy importante, que es la
radio en diferido, el podcast. La revolución digital para nosotros ha sido una
aliada.
-¿Qué consejo le
daría a un estudiante de periodismo?
-Consejo no, porque me parece un concepto muy pretencioso.
Lo que puedo contar es cómo me ha ido a mí y sobre todo que hay que tener un
punto de partida muy claro: saber exactamente qué es ser periodista. Que no se
confunda con otras cosas, con la fama, el poder o la notoriedad. El periodismo
es un oficio muy hermoso pero muy duro. Tiene unos niveles de gratificación
donde casi nunca manda lo económico sino otro tipo de cosas: el saberte útil al
poner a la gente en el contacto con el mundo que le rodea desde una perspectiva
honesta, ética y no sectaria. Eso es algo fantástico. Si te gusta eso y además
tienes ganas de aprender todos los días, dedícate a hacer periodismo sabiendo
que no te vas a hacer millonario. Tu función no es quitar o poner presidentes
de un club de fútbol o de un gobierno. No es eso, somos contadores de
historias. Aunque todos tengamos nuestra propia idea de todo -porque la
objetividad no existe- sí que existe la honestidad. Eso pasa en un periodista
por mostrar la realidad desde todos los ángulos posibles. Si quieres dejar
claro que de esas miradas hay una que te mola más, lo dices, lo dejas claro y
lo separas de la información. Si todo eso lo tienes claro, dedícate al
periodismo.