Íñigo Alfonso: “La radio tiene un futuro muy prometedor”
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Entrevista al director del tramo informativo de “Las Mañanas de RNE”, de 6:00 a 10:00 horas
“Si no me sintiera profesional e independiente, por respeto a RNE y a sus oyentes, no habría aceptado este reto”
No es la primera vez que le toca la responsabilidad de dirigir un informativo. Lo hizo, durante los tiempos de la Corporación RTVE dirigida por Luis Fernández y Alberto Oliart elegida por consenso en el Parlamento, algo inaudito. E hizo un magnífico trabajo. En aquel tiempo, TVE y RNE fueron independientes del control del Gobierno, y ambos presidentes lucharon por la independencia de los medios de comunicación públicos. Ahora vuelve a asumir la responsabilidad de dirigir un informativo, pero en prime time, el tramo de mayor audiencia de la radio española, el matinal; y además uno de los programas de mayor tradición y calado de la radio pública: "las Españas", "España a las 7, a las 8...". Y lo está haciendo con profesionalidad y máximo cuidado para no caer, ni en el protagonismo, ni en el adoctrinamiento, que odia, como reconoce en esta entrevista. Cree en un RTVE independiente, profesional. Es un convencido de la labor y la responsabilidad de los medios públicos. Y trabaja, cada día, para demostrárnoslo. Este pamplonés de 40 años, que estudió periodismo y la radio le descubrió a él, al revés de lo que piensa, es un buen tipo, querido por sus compañeros, admirado, y cercano. "Intento aprender rápido, y especialmente de los errores".
Íñigo Alfonso, director de 'Las Mañanas' de RNE (Fotografía Mónica Sáinz) |
-Terminaste la carrera en la Facultad de Comunicación de la Universidad
de Navarra con el reconocimiento del Premio
Extraordinario Fin de Carrera, en 2001. ¿Tu vocación tiene su origen en el
periodismo o en la radio, o en ambos? ¿Tenías claro tu camino?
-Estudié periodismo porque quería
dedicarme a escribir pero, al final de la carrera, se cruzó en mis planes la
radio. No fue algo premeditado. Surgió de forma muy natural. Siempre la radio
había estado ahí, desde pequeño. Mis padres son grandes oyentes de radio. Creo
que tenía una vocación por comunicar. ¿Cómo hacerlo...? ¿De qué manera? Eso vino
después. Especialmente me acerqué a ella cuando echó a andar Radio Universidad
de Navarra y este medio me picó la curiosidad.
“Me gusta la idea de una voz que informa, que acompaña, que respeta la autonomía de los oyentes”
-El apartado de tu ‘biografía’ en Facebook está vacío. ¿Qué dos-tres
hitos señalas en ella, de los que estás más orgulloso?
-No me extraña que no hayas leído
nada de mi biografía, porque no soy usuario de Facebook. Tengo una cuenta que
cualquier día desaparecerá por inactividad (risas). Sin duda, lo más importante
que me ha pasado es conocer a una mujer increíble y ser padre de dos niñas que
me tienen totalmente loco. Es lo mejor que me ha pasado.
-¿Cómo llegas a los Servicios Informativos de RNE?
-En RNE, los miércoles, a las
tres de la tarde, en el año 2000 creo recordar, sonaba un programa de
información internacional que dirigía Aurora
Mínguez. Me encantaba. Llegó el verano, me acababa de licenciar, quería
tener la experiencia de vivir fuera de casa... viajar a Madrid. Escribí a
Aurora por si tenían un hueco en el área y aceptó. Esa oportunidad me cambió la
vida. Trabajé con ellos los meses de julio y agosto. Un día después del 11-S,
estrenaba mi primer contrato en RNE, en los informativos de fin de semana.
Aprendí mucho en ese tiempo. Recuerdo a una compañera especialmente: Rosa Jiménez. Tengo el mejor recuerdo
de esta etapa.
“La radio es el sonido que me acompaña, y el medio para acompañar a otros. Una suerte, este cruce de caminos”
-En los SS.II. has trabajado en las áreas de economía, nacional, has
sido editor adjunto del Telediario-1 de TVE, dirigiste el informativo nocturno
“24 Horas”, en tiempos de Alberto Oliart como presidente de la Corporación, y
Benigno Moreno como director de RNE, después te ocupaste de liderar la
redacción de RNE en el Parlamento y ahora afrontas ‘Las Mañanas de RNE”, las “Españas’…
a las 7, a las 8.. . que en 2017 cumplieron 50 años de vida… ¿Una
trayectoria cargada de responsabilidad?
-Esta radio me ha tratado tan
bien que sólo puedo decir gracias. Ahora tengo 40 años. Entré con 22 y, en este
tiempo, he hecho de todo: desde grandes coberturas políticas a crisis
agrícolas. Y esta perspectiva creo que es muy útil para editar: es bueno haber
vivido la experiencia de informar en la calle (como decimos los periodistas)
antes de dirigir un informativo. En esta radio, he aprendido el oficio, he
aprendido de los mejores. Me han enseñado a creer en la radio pública, en su
misión, en su estilo, en su vocación. Cuando Paloma Zuriaga y Raúl Heitzmann
me propusieron dirigir ‘las Españas’
creí que se habían vuelto locos, literalmente. He trabajado con Raúl en los
últimos años. Me parece un profesional tan serio, honesto e íntegro que no le
iba a decir no. Y aquí estoy. Todavía impresionado con el encargo, emocionado
cada día cuando se enciende la luz roja del estudio. Y con un gran equipo sin
el que ‘Las Mañanas’ no serían
realidad.
-Por tu labor en el Parlamento, precisamente, te concedieron el premio
‘Cronista Parlamentario del año en 2015’,
que otorga la Asociación de Periodistas
Parlamentarios. De alguna manera, la complejidad de la información que
tienes que ‘traducir’, me recuerda al esfuerzo de otro de tus compañeros
actuales, ahora en ’24 Horas’, cuando
tenía que ‘traducir’ los acuerdos y decisiones del Parlamento Europeo, cuando
era corresponsal en Bruselas. Hablo de Antonio Delgado, claro. ¿Cómo se puede
hacer ‘digerible’ (¡y además por la radio!) una información tan compleja, sin
caer en el riesgo de convertirse en un periodista leguleyo?
Íñigo Alfonso pertenece a una nueva generación de periodistas que entraron en el siglo XXI en los Servicios Informativos de RNE |
-El Congreso y el Senado son un
gran lugar para forjar la mirada y el criterio periodístico. Allí, estás en
contacto con todos los partidos. Acabas teniendo una idea muy completa y plural
de la política, de los procedimientos, de las leyes y sus mecanismos. Conoces
cómo funciona la democracia. Si todo esto lo vas incorporando al criterio
profesional, y además te fijas y conversas con grandes compañeros que siguen
hoy día en el pasillo del Congreso, hacer información parlamentaria es un
privilegio. Te enseña a mirar, observar, a componer cuadros. Y cuando
comprendes lo que ves, no es difícil contarlo de manera que se entienda.
“La gente cuando me escucha, quiero pensar, conoce al periodista, pero también a la persona. Está delante de Íñigo”
-Tú participaste en los ‘viernes negros’, que pedíais que RTVE fuera
realmente independiente del poder, y que el presidente fuera elegido por
consenso, igual que lo fue Luis Fernández.
-Sí. Exactamente lo que pedimos
es que el concurso público que ha comenzado en el Parlamento finalice, y elija
un nuevo consejo de RTVE por consenso. Si este mecanismo parlamentario consigue
triunfar, estoy seguro de que contribuirá a una RTVE más estable, alejada de la
batalla partidista que tanto daño nos hace, y ganaremos en crédito de los
ciudadanos. Los partidos tienen que concebir RTVE como una institución
independiente. Si ese clima se instala, si los partidos en este país respetan
las instituciones estoy seguro de que nuestra democracia mejorará.
-¿Trabajar en la radio pública exige una actitud diferente a los
profesionales que trabajan en una radio privada?
-Absolutamente. Nuestros jefes
son los ciudadanos. Tenemos que garantizar que RTVE es un lugar de encuentro de
la sociedad, no de enfrentamiento. Tienen que estar representadas las
diferentes opciones políticas, garantizar la pluralidad política. También las
instituciones del país. Y en mi opinión, además debemos cambiar una inercia de
años. No debemos pensar en los políticos y en los temas que interesan a los
políticos. Nuestro verdadero marco está en los ciudadanos: qué les pasa, cómo
evoluciona esta sociedad, y poner en su justo término el papel que los
políticos juegan en ella. Hacer buen periodismo.
“Me preocupa cómo incorporar en el futuro oyentes que ahora mismo parecen muy alejados de las maneras más convencionales de relacionarse con la información”
-Creo que la objetividad es una entelequia, pero -como suele defender Iñaki
Gabilondo- sí hay que reivindicar,
aparte de la independencia del periodista, su honestidad. ¿Crees que haces un
informativo ‘independiente’, Íñigo? De Walter Conkrite se cuenta una anécdota curiosa: cuando se jubiló, después de hacer 20
años el informativo más visto en USA, le preguntaron: “si usted fuera político, ¿de qué partido sería?”. Y él contestó: “Me enorgullece su pregunta, porque si
después de 20 años no sabe cómo pienso, es que lo he hecho bien”. ¿Te
gustaría parecerte a Conkrite en este sentido?
-¡Cómo me estimula esto que
preguntas, Gorka! Esto es exactamente lo que me gustaría desarrollar y ojalá lo
podamos alcanzar. Soy independiente porque no tengo dependencia de ningún
partido, y sí autonomía, mirada crítica. Y porque si no me sintiera así, por
respeto a RNE y a sus oyentes, no habría aceptado este reto. Me ha propuesto
asumirlo un equipo en la radio de personas moderadas e independientes a las que
respeto profesionalmente y que me encargaron esto: haz el mejor informativo que
puedas, y sé honesto. Esto no significa que no me equivoque. ¡Imagínate qué son
cuatro horas de radio cada jornada! Pero intento aprender rápido, y
especialmente de los errores.
-Y sobre esto hay otra pregunta clave: ¿esto vende en España, o aquí
buscamos etiquetas?
-En España, hoy vivimos tiempos
de una excesiva polarización política. Y esto se traslada a los medios de
comunicación. Creo que nosotros tenemos que jugar en otra liga. No me interesa
que los oyentes sientan que estamos en un púlpito. A mí lo que me gustaría es
que les ayudáramos a hacerse mejores preguntas, a comprender mejor el entorno,
a reflexionar sobre valores importantes... a estar mejor informados.
Contribuir, humildemente, a una mejor conversación en el país. Y esto es lo que
estoy intentando poner en marcha cada mañana.
-¿Eres consciente de que, de todos tus colegas competidores de la
mañana, eres el periodista más joven, y el que se dirige a una audiencia más
envejecida? ¿Cómo influyen estos factores generacionales en tu concepción de un
informativo de radio nacional?
-¡Claro que soy consciente de
esto! No sabes qué vértigo, qué respeto me da el hecho de convivir en las ondas
con profesionales de esta talla. Soy el periodista más
‘joven’ de la mañana, pero no estoy seguro de que esto tenga que ser ni una
ventaja, ni un problema. Es la realidad. Y, seguramente, en lo que se
traduce es en otro tipo de mirada sobre la actualidad. No la escondo, ni quiero
hacerlo. Desde el primer momento me propuse ser genuino. No aparentar otra
cosa. Quiero que los oyentes me vean cómo soy. Y esta radio será mejor y más
útil si incorpora a nuevos oyentes más jóvenes, al mismo tiempo que suma más
oyentes mayores. Si quiero que ‘Las
Mañanas’ contribuyan a mejorar la conversación del país, ¿qué mejor forma
que esa conversación incluya a varias generaciones?
“Soy el periodista más joven de la mañana, pero no estoy seguro de que esto tenga que ser ni una ventaja, ni un problema”
-¿Te puedo preguntar cuáles son tus referentes en el periodismo
radiofónico, porque cuando estabas en la Facultad escuchabas a Luis del
Olmo, a Iñaki Gabilondo y a Carlos
Herrera, pero también estaban Pepa
Bueno, Juan Ramón Lucas (que trabajó en
esta casa, en ‘Las Mañanas’) o Carlos
Alsina…
-El único inconveniente que tiene
hacer este programa es que no les puedo escuchar en directo, ¡así que me tengo
que conformar con rescatar los podcast! Las grandes voces del periodismo
radiofónico pertenecen, te diría, a una parte más afectiva, sentimental casi,
de mi relación con la radio. Además de los que mencionas, sin duda, están
clásicos como Gabilondo, Del Olmo, Guillermo
Orduna... y grandes voces de la radio de hoy: mujeres como Pepa Fernández, Julia Otero, Angels Barceló...
y también Alfredo Ménendez (con el
que tengo el lujo de compartir proyecto en ‘Las
Mañanas’ de RNE), Juan Ramón Lucas, Félix
Madero, o Juan Pablo Colmenarejo...
Podría seguir añadiendo porque la lista es larga. Y ya que mencionas a los
referentes: hay un equipo en RNE que es digno de aplauso. La ficción sonora que
dirige Benigno Moreno. Su trabajo es
muy valioso para los que amamos la radio.
¿Cómo ves el papel de la radio hoy día, amenazada por el descenso de
las audiencias, el reto de internet; y en concreto el papel de la radio
pública?
-La radio no va a desaparecer.
Soy optimista. Encuentra en los podcast, en la combinación de servicios online,
en apps, en Internet un futuro muy prometedor. Estoy seguro de que la
tecnología va a permitir a este medio seguir cerca del oyente, esté donde esté.
Lo que nos debe preocupar es cómo hacerlo: con qué contenidos, cómo seguir
siendo útil, y sobre todo, cómo incorporar en el futuro oyentes que ahora mismo
parecen muy alejados de las maneras más convencionales de relacionarse con la
información. La radio pública se enfrenta a un gran futuro, si como he dicho,
consigue sintonizar bien con nuestro tiempo.
Íñigo Alfonso durante una de las ediciones de "Las Mañanas de RNE" (Fotografía RNE) |
-Eres padre de dos niñas de 9 y 6 años. ¿Escuchan la radio, ves que se
interesan por tu trabajo, por el medio?
-Sí. La radio forma parte del
sonido de la casa y del coche desde siempre. Como me ocurrió a mí. Ellas han
jugado con el micrófono, han grabado sus voces... ¡Es lo que tiene tener padres
periodistas!
"No me interesa que los oyentes sientan que estamos en un púlpito. A mí lo que me gustaría es que les ayudáramos a hacerse mejores preguntas, a comprender mejor el entorno, a reflexionar sobre valores importantes... a estar mejor informados"
-¿Es difícil innovar en RNE donde se miden muy mucho las salidas de las
coordenadas habituales? Porque yo sí veo que hay secciones en las que tratas de
romper el hieratismo propio de un informativo de radio al uso. Sin embargo, tu
tono es mesurado, circunspecto, si me permites, más cercano a una voz
informativa, que a una persona que informa, confío en que captes la diferencia…
-Encontrar el registro en el que
quieres moverte en el micrófono no es sencillo. Uno está en evolución... en
movimiento como dice Jorge Drexler.
Es una mezcla entre lo que eres y cómo quieres que te escuchen. Me gustaría que
mi voz transmitiera credibilidad. Y sí, intento ser mesurado, reflexivo y
alejado de un exceso de personalismo. Me gusta la idea de una voz que informa,
que acompaña, que respeta la autonomía de los oyentes... pero no creo que sea
posible separar del todo la voz de la persona. La gente cuando me escucha,
quiero pensar, conoce al periodista, pero también a la persona. Está delante de
Íñigo.
-¿Diriges un informativo de ‘corte clásico’?
-El informativo podría
denominarse clásico, porque tiene un gran tramo dedicado a contar noticias y a buscar
el análisis... alejado de la prescripción, y sobre todo del adoctrinamiento.
Creo que sobre esa base tenemos que perfeccionar el relato que emitimos
diariamente. Estamos en ese camino. Pero también detectas, como comentas, ese
espíritu por innovar, que espero, no nos abandone nunca.
-Por último, completa la frase: “La
radio es para mí…”
-Afortunadamente, algo muy
importante en mi vida. Es el sonido que me acompaña, y el medio para acompañar
a otros. Una suerte, este cruce de caminos.