Iker Jiménez: “No es tele, ni radio, es otra cosa, es… comunicación”

Esta temporada ha puesto en marcha “Milenio Live”, la evolución de ‘Universo Iker’  

El periodista indaga en nuevas fórmulas de comunicación con su comunidad de seguidores  

• La radio evoluciona, pero el relato sigue siendo el corazón del programa 

Es imposible no dejarse contagiar por la pasión que le echa cuando se pone delante de un micrófono o de una cámara. Es imposible no quedarse ensimismado en su voz, y en su forma de contar las historias a las que nos tiene acostumbrados. Pero es que, también es cierto, seguiríamos ensimismados si nos hablara de fútbol, otra de sus grandes pasiones confesables (como ahora hace en ‘Retrofútbol’, un programa dedicado al fútbol ochentero, que recuerda con precisión meridiana). Este hombre es pura comunicación. Él es comunicación. Y pasión. Un tipo que nació ‘profesionalmente’ grabándose programas de radio en su casete de los 70, en su Vitoria natal, y que no ha perdido -y esto es lo más importante en su caso- ni una pizca de curiosidad y afán por entenderlo todo, incluso lo inexplicable.

Iker Jiménez, junto a Carmen Porter, en el "Estudio Alma", situado en el sótano de su casa, realizando en directo 'Milenio Live'

A Iker Jiménez se le quiere. Se le aprecia, porque él valora mucho a sus oyentes, a su ‘parroquia’, a su ’comunidad’, les mima, se preocupa por ellos, se interesa siempre, desde que se ganó el primero. Y es consciente de lo mucho que cuesta ganarse un oyente, y está dispuesto -y trabaja por ello- a no perderlo, y su trabajo le cuesta. Intenso. Tiene una capacidad de trabajo envidiable. Pero él tampoco le da mucho mérito, porque le gusta lo que hace. “Elige una profesión que te atraiga, y no volverás a trabajar nunca” (Confucio).

Iker Jiménez se empeña en ir a contracorriente, demoliendo zonas de confort y peleándose para abrirse huecos en nuevos escenarios como Youtube

‘Milenio 3’, en la Cadena SER, devolvió la tradición y el gusto por lo enigmático en las madrugadas de la radio. Un gran referente de Iker, antes, Antonio José Alés, llenaba con su voz, y sus historias, la antena de la cadena de Prisa Radio. Y un jovencito Iker Jiménez ya le escuchaba. Como también admiraba a otro enorme comunicador: Félix Rodríguez de la Fuente, del que no se cree que su muerte fuera accidental…

Iker Jiménez se marchó de la Cadena SER, no por gusto; para recalar en la televisión, en Mediaset. Él mismo, en un ejercicio de transparencia que le honra, reconoció las razones, en este caso personales, que le llevaron a abandonar su querida SER, por Cuatro, y por una nueva radio que nadie sabía que existía, bautizada, bastante más tarde de su puesta en marcha, como Radioset (que servidor puso en marcha en sus inicios, apasionantes). En el origen de su trepidante actividad (repartirse entre ‘Milenio 3’, en la radio y “Cuarto Milenio” en Cuatro) estaba la búsqueda del equilibrio, laboral y personal, porque había nacido ‘Alma’, la hija de Carmen Porter e Iker, y la recién llegada exigía sus atenciones. Pero el ritmo de trabajo -radio-tele-, llegó un momento en que era imposible de conciliar.

Iker Jiménez siempre ha sido una persona -y priorizo en este caso lo personal frente a lo profesional- muy agradecida. Siempre que tiene oportunidad reconoce su gratitud hacia Daniel Gavela, director general de la Cadena SER y por Mariano Revilla, exdirector de programas y operaciones de la misma casa. Ambos creyeron en él a pies juntillas, y le acompañaron en los casi 15 años que estuvo al frente de ese “Milenio 3”, que llegó a reunir en octubre de 2010 a 750.000 oyentes, el registro de audiencia más alto alcanzado en la franja horaria de madrugada del fin de semana que ocupaba el programa. Su última medición (2ª ola 2015) registró 536.000 oyentes. Pero luego el éxito se repetía en su formato podcast. “Milenio 3” copaba los primeros puestos de los ránquines de audiencia de las principales plataformas distribuidoras de podcasts, y los siguió ocupando mucho después de marcharse de la Cadena SER.  

Su inquietud innata le ha conducido a explorar nuevos territorios en el mundo de la comunicación

En el capítulo de agradecimientos de Iker Jiménez, Paolo Vasile ocupa un puesto de honor, siempre lo ha hecho: "Paolo Vasile tiene mucho que ver" en el doloroso adiós del periodista alavés de la SER. Y es que el italiano, mandamás de Mediaset, y nuevo propietario del Canal Cuatro, cuando se lo compró a una Prisa que estaba ‘en oferta’, por culpa de la crisis de deuda galopante que atravesaba, quería a Iker en exclusiva, porque tenía proyectos para él, entre ellos los nuevos formatos derivados de los desconocidos escenarios que iba a poner en marcha desde Mediaset, como su radio online. “Radioset es un proyecto ilusionante, donde hablaré libremente de mi día a día”, reconoció, nuevamente apasionado, un Iker Jiménez siempre inquieto, y curioso. “Doy mi palabra de que Vasile no me dijo que me fuera de la SER. Yo estaba muy cansado. No podía dedicar el sábado entero a ‘Milenio 3’, más la preparación. Muchos temas de la tele habían salido antes en radio. Mi impresión es que no estaba trabajando bien”, se confiesa Jiménez en El Mundo. Lo cierto es que las relaciones entre Mediaset y Prisa, con Juan Luis Cebrián a la cabeza, no eran buenas. Y este capítulo no contribuyó a mejorar la situación. Pero Iker Jiménez, una vez más, sorprendió. Sorprendió en la SER, donde no se creían que fuera a abandonar un programa que le estaba reportando tanto éxito, “en la SER no se lo creían y pensaban que me iba por una oferta mayor. Pensaban que me iba a Onda Cero o a la Cope inmediatamente. Esta decisión es personal. No gano un duro más”, confiesa Iker.

Iker Jiménez es consciente de lo mucho que cuesta ganarse un oyente, y está dispuesto a no perderlo. Su trabajo le cuesta. Intenso. Tiene una capacidad de trabajo envidiable. Pero él tampoco le da mucho mérito, porque le gusta lo que hace

El caso es que Iker y Carmen, que se mueven, según reconoce la propia Carmen, por las “señales” percibidas, decidieron abandonar su zona de confort en Gran Vía 32, por la incertidumbre de Mediaset, apadrinados directamente por Paolo Vasile. No era mala puerta de entrada, pero implicaba un cierto riesgo. En la SER le habían tratado estupendamente, pero Mediaset le ofrecía un paquete diferente, mejor adaptado a su nueva condición de padres: televisión (el decorado de “Cuarto Milenio” de Tres Cantos se trasladó, pieza a pieza, a los nuevos estudios de Villaviciosa de Odón) y radio en Radioset, pero desde la casa del periodista vitoriano. Había que equipar el estudio y, ni corto ni perezoso, Iker se puso en marcha: “Me he ido a la calle Barquillo (la llamada ‘calle del sonido’ de la capital, especialista en tiendas dedicadas al audio) a comprar una mesa de mezclas. La gente alucinaba en la tienda. Vasile me decía: 'Tú estás loco, Iker'.

Paolo Vasile necesitaba un zambombazo mediático con Radioset. Los inicios con “MorninGlory”, el magacine que dirigí, en una época feliz para mí, en 2014, como operación transmedia de la serie de Cuatro “Ciega a Citas”, tuvo un éxito relativo en sus comienzos, pero la apuesta de la casa por ella era sincera. Vasile sabe que la radio es una carrera de fondo. Y apostó. La llegada de Iker Jiménez y su ‘Universo Iker’, puso en el mapa Radioset. Hoy, ‘MorninGlory’, la evolución del original, que presentó mi querido Álvaro de la Lama, está presentado por dos jovencísimos profesionales, David Moreno y Rebeca Terán, y se dirigen a un público millenial y a la denominada 'Generación Z' y la imagen está muy presente, aunque el sonido sigue inspirando la esencia del espacio. La visibilidad de Radioset no hubiera sido tan rotunda de no llegar Iker Jiménez.

Con esa mesa de mezclas que se compró personalmente en la calle Barquillo, Iker Jiménez realizó “Universo Iker” y “Dos en la noche”, un programa mucho más íntimo, y personal, donde Iker y Carmen daban rienda suelta a sus reflexiones. Pero, desde septiembre de 2018, Iker Jiménez ha vuelto a salirse de la zona de confort y se ha lanzado a otra aventura que, como él mismo me decía, y le percibía de nuevo -y siempre- ilusionado: “es que esto, Gorka, no es ni tele ni radio, es otra cosa”. Habla de “Milenio Live”, la evolución de “Universo Iker”.

El nuevo 'retoño' de Iker Jiménez: 'Milenio Live', evolución de 'Milenio 3' y 'Universo Iker'

Con los temas que aborda Iker Jiménez los oyentes, o los televidentes, suelen, a menudo, alucinar. Pero es que también con el propio comunicador, con Iker, hay que alucinar a veces. Porque se empeña en ir a contracorriente, demoliendo zonas de confort y peleándose para abrirse huecos en nuevos escenarios como en este caso, en Youtube. El “Estudio Alma” (nombre que hereda de la hija de ambos) está situado en el sótano de la casa de Iker Jiménez, que el periodista ha equipado con tres cámaras, ordenadores, micrófonos, la mesa de mezclas de Barquillo, y sobre todo, la opción de conectar con lugares, personas y oyentes. El propio Iker se ocupa, en directo, de la realización de este “Milenio Live”, que también difunden los canales de Mediaset, Radioset incluida. Y el resultado, que puede verse en Mtmad, el canal de contenidos de Mediaset, es, como me lo calificaba el propio Iker, que está disfrutando como un niño con zapatos nuevos, “asombroso”. “Se me ocurrió la idea”, asegura el director de “La Nave del Misterio”, “tras ir explorando diferentes opciones que da la tecnología del streaming, y comprobando que todos, la audiencia y nosotros, necesitábamos la adrenalina del directo”. 

Lo que más me atrae de Iker es su pasión por todo lo que le rodea, inagotable, permanentemente cargada de optimismo, y siempre con la imagen de una sonrisa delante. Es un alma inquieta en búsqueda permanente de la verdad. Un periodista

Iker Jiménez reconoce varios hechos, que no es muy ducho en el manejo de la tecnología, pero que aprende, y que este ‘Milenio Live’ no hubiera existido, de no ser por ese invento previo que se llama “Retrofútbol”. Y más:  tengo “un sinfín de cosas que ahora mismo bullen en mi cerebro y con las que quiero seguir sorprendiendo”. Y cuando le ves a Iker hablando de su nuevo retoño mediático le brillan los ojos: “En este campo todo está por hacer. Todo por crear. Eso es lo emocionante y lo inesperado. Es la pura vida. Sin filtro. La conexión total y absoluta. Aquí nada está preparado. Podemos sentir todos juntos, como una gran comunidad, la emoción, la aventura, la alegría o el más absoluto miedo”.

A menudo, he escrito que, si a la radio le añaden cámaras, eso se llama televisión. Pero, buceando entre mis propias contradicciones, y superando mis prejuicios y hasta mi propio histórico, he de reconocer que no podemos seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora, porque los resultados nos demuestran el desapego generacional de los jóvenes por esto que nosotros hemos llamado radio durante casi cien años. Y también he escrito que no nos debe conducir al desasosiego el pensar que la radio puede perder su propio nombre, para englobarse (que no disolverse) dentro de otros soportes más amplios, como el audio, en los que se puedan seguir contando historias que enganchen a los oyentes. El caso de Iker Jiménez y este su ‘Milenio Live’ me parece una aportación. Pero, como en las buenas películas, en las que la banda sonora, el audio por tanto, es la que aporta la enjundia, este programa, por mucha cámara HD que tenga, y la interacción que logra entre colaboradores y oyentes/espectadores, sin la fuerza de la narración de Iker Jiménez no tendría ningún sentido, ni atractivo.

Esto es lo que más me atrae de Iker: su pasión por todo lo que le rodea, inagotable, permanentemente cargada de optimismo, y siempre con la imagen de una sonrisa delante. Ahora es “Milenio Live”, y antes fue, ‘Universo Iker’, “Dos en la noche”, “Milenio 3”, y sus programas grabados en casete en su Vitoria adolescente. ¿Qué será mañana? Seguro que se le ocurrirá. Una vez que tenga dominado su ‘Milenio Live’, buscará nuevos territorios donde introducirse, para seguir aportando, como si tiene que hacer el programa cada semana desde casa de uno de sus seguidores. Iker Jiménez es un alma inquieta en búsqueda permanente de la verdad. Un periodista.