Ondas de Radio 18: "Ha sido un buen 'Gordo', porque ha estado "muy repartido"
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Celebrada esta noche en el Liceu de Barcelona la Gala de entrega de los Premios Ondas de Prisa Radio
Basté ha regalado un recorrido sentimental por los nombres que componen el paisaje biográfico de los españoles
Con todo, la fiesta de la radio quedó asegurada. Con los protagonistas que eligió el jurado para completar el Palmarés 65 bastaba y sobraba. El agradecimiento más original fue el de Jordi Basté, que construyó su propio ‘tren de voces’ a modo de homenaje a sus grandes referentes. Minutos antes de entrar en el Liceu, en la alfombra roja, respondía a las preguntas de un colega de la SER, micrófono amarillo en ristre, confesándose “un copiota”, y añadiendo: “yo he copiado a Iñaki Gabilondo, a Luis del Olmo, a Carlos Herrera…”, y la relación ha sido más breve que la defendida desde el escenario, porque no había tiempo; si no, lo hubiera hecho. Porque Basté es un ‘alma de radio’, un ‘animal de radio’, que ha recordado a todos, o a casi todos. Incluso nombres de la radio catalana que yo no conocí, y que me hubiera gustado escucharles, porque si los cita Basté, es que merecieron la pena. De la Escuela de Radio catalana me quedo, y perdón por mi decisión, absolutamente subjetiva por otra parte, con el gran Luis Arribas Castro, alias ‘don Pollo’. No era de extrañar que después de esta emocionante retahíla de nombres ilustres del parnaso de las ondas en español y catalán, el padre de ”El Mundo”, en RAC1, terminara gritando: “Libertad de expresión y visca la ràdio”, con el público aplaudiendo, cómplice de su recorrido sentimental por la historia reciente de la radio de la que ha bebido el periodista catalán.
Basté ha regalado un recorrido sentimental por los nombres que componen el paisaje biográfico de los españoles
- Ha sido una gala muy radiofónica y poco visual
14.11.2018. Barcelona. Durante 65 años ininterrumpidos, los Premios Ondas, constituidos por Radio Barcelona, la emisora decana, que cumplirá dentro de seis años su Centenario, han premiado a los mejores profesionales de la radio. Su origen, marcado a sangre y fuego, en su propia denominación, está en la radio, una verdadera e incomparable inspiradora. La nueva Gala, la 65, la ha presentado un hombre de radio, que piensa en ella, que la ama y que la hace grande con su talento, cada vez que abre la boca: Juan Carlos Ortega, pluriempleado en la Cadena SER, la patrocinadora de los galardones y RNE, la radio pública, donde cada fin de semana le espera Pepa Fernández.
Broncano, Quequé e Ignatius, de "La Vida Moderna" recogiendo su premio Ondas (Fotografía José Irún, Cadenaser.com) |
Precisamente, por ser un hombre de radio, la gala ha sido menos espectacular, menos visual, porque, como ocurrió en el célebre debate Nixon-Kennedy, histórico, en 1960, el resultado fue diferente según el medio a través del que se siguió: a Nixon se le dio por ganador en la radio, y a Kennedy por la televisión. Fueron por tanto dos impresiones antagónicas las que se produjeron en el público. Juan Carlos Ortega presentó una brillante gala para los oyentes de la SER que disfrutaron de la retransmisión a través de la radio, porque, insisto, ES radio; pero los que lo hicimos también por Cadenaser.com solo vimos una radio, encima antigua (existe una clara tendencia a personalizar la radio en receptores clásicos, vetustos, con su punto decadente, y no hacemos más que impulsar la idea, desde luego equivocada, de que vive en la obsolescencia, algo completamente desajustado), que iba marcando el ritmo de entrega de los premios. Personalmente, me quedo (como siempre, por otra parte) con la opción radio, frente a la inevitable televisión.
Con todo, la fiesta de la radio quedó asegurada. Con los protagonistas que eligió el jurado para completar el Palmarés 65 bastaba y sobraba. El agradecimiento más original fue el de Jordi Basté, que construyó su propio ‘tren de voces’ a modo de homenaje a sus grandes referentes. Minutos antes de entrar en el Liceu, en la alfombra roja, respondía a las preguntas de un colega de la SER, micrófono amarillo en ristre, confesándose “un copiota”, y añadiendo: “yo he copiado a Iñaki Gabilondo, a Luis del Olmo, a Carlos Herrera…”, y la relación ha sido más breve que la defendida desde el escenario, porque no había tiempo; si no, lo hubiera hecho. Porque Basté es un ‘alma de radio’, un ‘animal de radio’, que ha recordado a todos, o a casi todos. Incluso nombres de la radio catalana que yo no conocí, y que me hubiera gustado escucharles, porque si los cita Basté, es que merecieron la pena. De la Escuela de Radio catalana me quedo, y perdón por mi decisión, absolutamente subjetiva por otra parte, con el gran Luis Arribas Castro, alias ‘don Pollo’. No era de extrañar que después de esta emocionante retahíla de nombres ilustres del parnaso de las ondas en español y catalán, el padre de ”El Mundo”, en RAC1, terminara gritando: “Libertad de expresión y visca la ràdio”, con el público aplaudiendo, cómplice de su recorrido sentimental por la historia reciente de la radio de la que ha bebido el periodista catalán.
Jordi Basté y su Ondas (Fotografía José Irún, Cadenaser.com) |
Pero si el discurso más original fue el de Basté, el de mayor enjundia fue el de Isaías Lafuente. De alguna manera, estaba obligado por ser el responsable de esa simpática “Unidad lingüística” que lidera en “La Ventana” de Carles Francino. “Después de haber premiado a una estrella (se refería a Julia Otero) yo recojo el Ondas en nombre de todos los secundarios de la radio. Las ondas siempre nos han querido un poquito más que los Ondas. Detrás de cada micrófono se esconde mucha gente, los oyentes y todos los compañeros. Nosotros, en la radio, no somos más que un seudónimo”. Y ha concluido, rotundo, solemne, con un auditorio entregado a la causa: “Somos unos privilegiados, tenemos derecho a usar y modificar la palabra, pero tenemos el deber de cuidarla. Por respeto a nosotros mismos y a los que nos escuchan, y por aquellos que no pudieron pronunciar ninguna palabra”.
Julia Otero estaba exultante, “me gusta este premio porque ha caído como un buen ‘Gordo’, muy bien repartido”. La presentadora de ‘JELO’ es veterana ya en estos Premios, porque acumula ya cinco (Luis del Olmo le saca tres más). ‘El Gabinete’ es uno de los espacios más longevos de la radio española -comentaba desde el escenario- y la razón del éxito, para la gallega, está muy clara: “solvencia intelectual, brillantez dialéctica, saber hablar y escuchar, y rigor”.
Juan Carlos Ortega y la radio (antigua) que dirigió y marcó el ritmo de la Gala, con una preproducción del propio Ortega desbordante (Fotografía José Irún, Cadenaser.com) |
Pablo Romero, recogía el Ondas al mejor Podcast (¡Los Premios Ondas se fijan también en los podcasts!) por “Las Tres muertes de mi padre”, una investigación muy emocional desarrollada por el hijo de un asesinado por ETA. Cinco entregas cargadas de tensión narrativa, producidas por Cuonda, una empresa de jóvenes luchadores por el podcast, que han logrado, gracias a esta producción y sobre todo al Premio Ondas, la mayor visibilidad que podían encontrarse. El Ondas les ha puesto en el mapa. Pablo Romero ha dedicado el premio de esta manera: “se lo quiero dedicar a los periodistas de base, los que cobran poquito, los que nos firman casi nunca. Yo soy uno de vosotros y estoy aquí, y se puede”. Y no ha querido olvidarse de las mujeres que, víctimas de la violencia, de cualquier tipo, “no solo terrorista”, han luchado por sacar adelante a sus hijos, “porque pensaban más en ellos, que en sí mismas”, y ha personalizado la dedicatoria en su madre. “Esto es para todas las mujeres que hacen el mundo mejor”, ha concluido.
Tomás Fernando Flores, director de Radio 3 y Radio 3 Extra, de RNE, que a punto estuvo de ser presidente de la Corporación, recogía su Premio Ondas a la trayectoria profesional, subrayando que están cambiando muchas cosas en la radio, “Yo creo que estamos viviendo un momento de cambios drásticos en la radio, porque nuestros nuevos oyentes han cambiado sus hábitos. Nuestros nuevos oyentes, muchos de ellos no tienen aparato de radio, pero aman también los contenidos que hacemos en la radio”.
Julia Otero e Isaías Lafuente, Ondas exaequo (Fotografía José Irún, Cadenaser.com) |
Y los últimos ‘chicos de la radio’ que han recogido su Premio Ondas han sido los irreverentes, los eclécticos de “La Vida Moderna”, que provocaron una nota oficial de disculpa de la dirección de la Cadena SER por haberse pasado en un comentario no hace muchos meses. A pesar de eso, Daniel Gavela, el nuevo -viejo- director general de la SER, les ha promocionado, consciente de que este programa es mucho más que un espacio de radio, es un elemento de conexión con las nuevas generaciones que lo siguen casi como a una religión. El propio Gavela desvelaba en una entrevista, por la mañana, que “en el último mes ‘La Vida Moderna’ ha tenido 26 millones de descargas”, lo que no decía es que las descargas eran en Youtube, porque la radio que hacen Broncano, Quequé e Ignatius es una radio visual, o un producto televisivo que se produce desde la radio. Son los nuevos tiempos, el carácter multicanal de la nueva radio, fusionada con los nuevos modos de consumo de las generaciones recién llegadas. Por eso, porque el movimiento se demuestra andando, Broncano le reconocía a Juan Carlos Ortega que ellos no iban a “reivindicar la comedia, la libertad de expresión, ni nada, porque creemos que la mejor forma de hacerlo es hacer mil chistes cada día”. Y Broncano, antes de la intervención alocada de Quequé e Ignatius, ha agradecido a la SER que les permitan hacer ese humor. “La comedia nos ha salvado la vida”.
En definitiva, los Premios Ondas han estado, como destacaba Julia Otero, “muy repartidos”. En sentido estricto, de las grandes cadenas, solo la Cope se quedaba sin Ondas en esta edición. Ya se ha llevado otros en ediciones anteriores. Pero tampoco seré yo quien defienda un sistema de cuotas de mínimos en el palmarés, aunque sí que critico, con fuerza, un sistema de cuotas de máximos en el palmarés de color amarillo, que da el cante, excesivo y desde luego, demasiado evidente, de conchaveo en la concesión de los Ondas entre los propios, ninguneando innecesaria e injustamente la radio -la buena radio- que también producen los ajenos...
Tomás Fernando Flores, Premio Ondas a la 'Trayectoria profesional' (Fotografía José Irún, Cadenaser.com) |
Dicho lo cual, todos los premiados en la modalidad de radio se merecen un Ondas, porque no solo hacen buena radio, sino que viven intensamente la radio, con sus respectivos equipos y, sobre todo, con sus oyentes. Pero, debo insistir, el mayor valor que deben propiciar los Ondas del siglo XXI es premiar a los originales, a los valientes, a los iconoclastas, y en este sentido, celebro especialmente el Ondas a Pablo Romero y, por extensión, a Cuonda, la plataforma de podcasts que lideran, entre otros, Ana Ormaechea (ha pronunciado mal el apellido Ortega), Ángel Jiménez de Luis y Pablo Juanarena.
Gracias a todos los premiados, por la radio, la buena radio, que nos regaláis… GZ