Iñaki Gabilondo: "La radio se adapta como un guante a los cambios sociales"
https://www.gorkazumeta.com/2018/11/inaki-gabilondo-la-radio-se-adapta-como.html
Dircomfidencial entrevista a Iñaki Gabilondo, al término de una conferencia pronunciada en el XII Encuentro de Tendencias Omnicom, en Madrid
"La radio se está transformando muy despacio y quizás más de lo que yo quisiera"
Dircomfidencial.com,
Telmo Avalle, 19 de noviembre de 2018. Hace tiempo que Iñaki
Gabilondo escudriña el mundo para tratar de contar en primera persona lo que se
viene. Cuanto más pregunta, más dudas le surgen. Pero si hay algo que tiene
claro a estas alturas de la historia es que el cambio por venir ya está pasando,
pese a quien pese. El periodista continúa con su serie de reportajes en ‘Cuando ya no esté’, o el recién
estrenado ‘La vida atrás’, ambos en
Movistar +. Entretanto, conversamos con él tras la celebración del XII Encuentro de Tendencias Omnicom acerca
de la realidad del periodismo y la firmeza de sus estructuras.
Iñaki Gabilondo durante su conferencia en el XII Encuentro de Tendencias Omnicom, en una fotografía de Marketingdirecto.com de este artículo |
-Es de sobra conocido que la prensa ha perdido a la mitad
de sus lectores en la última década, pero en los últimos años también asistimos
a una desbandada de los oyentes en radio y de los espectadores en televisión.
Está claro que aquí está pasando algo.
-Está pasando en todo el mundo, donde no hay ningún sector
que no esté temblando. Lo que pasa es que es muy difícil interpretar esta
brecha cuando estamos en medio del terremoto. Todos sabemos que el mundo está
viviendo una fortísima convulsión, pero es muy complicado diagnosticar casi
nada, salvo el propio movimiento del terremoto. Hay un mundo que se está
muriendo y otro que está naciendo, y lo estamos viendo en el estertor con todas
estas sacudidas.
“Los directores de comunicación no pueden ser solo unas personas que reciban unas instrucciones predeterminadas con unos mensajes predeterminados para que ellos lo conviertan en ese alimento digerible”
-¿Resistirá el periodismo las exigencias de la
readaptación continua?
-Sin duda. No sé si resistirán las estructuras empresariales
que lo han sostenido hasta ahora; es probable que se fabriquen unas nuevas.
Dependerán de su capacidad para transformarse. No sé si en un futuro existirán
The New York Times, Le Monde o El País, pero nacerán otras realidades que a lo
mejor están construyendo ahora tres chicos en Alabama o en Burgos. Pero
indistintamente el periodismo será una nave que seguirá navegando, lo que no sé
es por dónde.
-Pero para construir estas estructuras hace falta
inversión, algo que choca con la decisión de muchos medios de mantenerse en el
cuartel de invierno.
-Pues tendrán que ir saliendo del cuartel de invierno,
porque si no algunos morirán y otros sobrevivirán. Es como lo que está pasando
con la industria de automóvil. Es evidente que está llamada a vivir una fuerte
sacudida, pero lo que vaya a pasar no lo sabemos.
-Quizá también influya el haber logrado que la idea de
pagar por el contenido cale.
-Eso está fuera de toda duda. El que no lo ha hecho lo
tendrá que hacer, porque no se puede no pagar por la información. La
información es un producto caro, y la buena lo es aún más.
-Cuando hoy por hoy sintoniza la radio, ¿cree que se está
transformando correctamente?
Como todo, muy despacio y quizás más de lo que yo quisiera.
Creo que no estamos a la altura del desafío. Estamos oliéndolo pero no vamos en
la línea. Pero como en todos los casos, no está más retrasada que el resto de
la sociedad.
“Los medios de comunicación y las fake news están contribuyendo a crear un grado de escepticismo grande en la sociedad. Y en todo esto tiene mucho que ver ese juego de ofrecer productos de mucha superficialidad sin contenido alguno”
-¿Por dónde van los tiros de la reconversión
radiofónica?
Suelo decir “dime cómo va a ser la sociedad y dame cinco
minutos, entonces te diré cómo será la radio”. La radio se adapta como un
guante a los cambios sociales. No sé como va a cambiarlo, pero se adaptará.
-¿Hasta qué punto debe preocuparnos el cariz que está
tomando el fenómeno de las fake news?
-Bastante. Sobre todo porque se ha convertido en una
industria. No es solo un efecto indeseable en medio de todo el barullo. Hay
gente que ya ha descubierto que las nuevas posibilidades que brinda Internet
son imponentes para colar mercancía averiada.