"Radio Carlitos, edición Deluxe", Herrera en estado puro

El presentador de "Herrera en Cope" pone en marcha un programa musical en una hora golfa de la madrugada del sábado al domingo 

Carlos Herrera: "En otros tiempos, había discotecas en las radios, habitaciones con muchos estantes, llenos de vinilos" 

Me pongo de fondo “Radio Carlitos, Edición Deluxe”. ¡Y a disfrutar! “No es ninguna aparición”, comenta Carlos Herrera en su saludo inicial, con su sorna habitual, marca de la casa. Entre la una y las dos de la madrugada del sábado al domingo, en un hueco que han abierto en la parrilla de Cope, “estirando los codos”, el periodista almeriense oferta “pocas preocupaciones”. Y su cebo es bien sencillo: “Echar un buen rato”, ni más, ni menos. Herrera cuenta que el programa es producto de sus vinilos, CD’s y “demás archivos digitales”, y que ha conseguido abrirse un hueco entre los deportes y el Grupo Risa, colaboradores estelares de su “Herrera en Cope”, que le traen de cabeza...

Herrera, Carlos, artífice de esta "Radio Carlitos, edición Deluxe"

Esta “Radio Carlitos, Edición Deluxe, es la segunda gran delicatessen musical que nos dedica a los oyentes desde Cope. La primera, ya la comenté en su momento, es “La del Pulpo”, ese reducto musical que nos regala el periodista almeriense de 5:50 a 6:00 horas, de lunes a viernes, en “Poniendo las calles”, con Carlos Moreno, segundos antes de que se enfrasque con la farragosa actualidad del día, y trate de traducirla. No solo disfruta como un niño con micrófono nuevo “El Pulpo” -su felicidad se palpa-; sino que también los oyentes estamos deseando encontrarnos con el podcast.

Y digo bien, podcast. En realidad, Carlos Herrera está produciendo un delicioso podcast musical para bajarse el domingo por la mañana, tranquilamente (tardan mucho en subirlo). Y disponerlo en la lista de escuchas pendientes, en nuestra parrilla de programación personal e intransferible, con nuestras preferencias, algunas inconfesables… Pocos serán los oyentes que escuchen el programa en directo, intuyo, por la hora y por su situación entre semana. La noche de los sábados están más dedicadas al ocio. Pero el podcast, hoy en día, puede recogerse y escucharse a voluntad. Haría bien el Herrera en saludar a los ‘podcastianos’ que disfrutan con su rinconcito “The Music Luxury” y referirse menos al horario de emisión, que ya no es ni contingente ni imprescindible, tal vez (poco) necesario.

Herrera frente al micrófono, sonriente, el ánimo con que presenta esta "Radio Carlitos, edición Deluxe"

Y cómo no, recordar a ese viejo conocido que se llamaba Carlos Herrera que presentó en las noches de la Cadena SER, a fines de los 80, a horas menos intempestivas -allí le conocí- “Las Coplas de mi SER”, una cita ineludible para los aficionados a este género tan nuestro, que Herrera bordaba como nadie. Yo creo que fue la primera ocasión -que recuerde- en la que escuché a Carlitos tararear sus canciones favoritas, y los oyentes sonreían con él, con su cercanía, con su humor, con su complicidad, con su ironía, siempre despierta. En aquellas “Coplas” Herrera ya destacaba, y era una hora diaria, solo, no un gran magacine, como el que lleva ahora. Y sus comentarios y maneras ya destilaban comentarios políticamente incorrectos, diríamos hoy en día (¡quién no recuerda el Festival de Eurovisión con sus comentarios!). La misma escuela de esta Radio Carlitos”: “Los del Grupo Risa”, que vienen a joder todo el ambiente” que hemos logrado crear aquí… como si el Herrera creara atmósferas de cristal de bohemia, inestables, trémulas, a la manera de El Loco de la colina. En el fondo, Herrera envidió a Jesús Quintero, con el que mantiene una cordial amistad, porque al almeriense le hubiera gustado hacer sus entrevistas nocturnas, con las dosis necesarias, e imprescindibles, de demencia.

Este Herrera, Carlos, es un monstruo de la radio. De los pocos que quedan, cortados por un patrón que ha conseguido licuar la radio e introducírsela en las venas, deliberadamente. Y actúa así, hablando, y pensando en radio, con su espectacular timbre de voz, lo mismo entrevistando al presidente del Gobierno -Pedro Sánchez, o el que le toque-, que charlando y riéndose a mandíbula batiente con los “Fósforos”, o en este nuevo -viejo- programa que le ha dado por bautizar “Radio Carlitos, edición Deluxe” y cuyo principal y más sobresaliente contenido es la música pero, sobre ella, él, el Herrera… Carlorrera… su marca personal, ahora que el marketing se ha introducido en nuestras vidas hasta las cachas…

A veces me da hasta rabia escucharle porque su nivel de perfeccionismo innato, natural, no impostado, en el que desenvuelve como pez en el agua, le sitúa en el pedestal de la actual radio española. Y no le cuesta esfuerzo, le nace. Si presenta un tema de “Roxy Music”, habla hasta un segundo antes de que comience a cantar Brian Ferry, controlando los tiempos de la ‘intro’, como la vieja escuela de siempre, la de los prescriptores americanos, que nos llegó de aquellas latitudes en la lista de American Top Forty, que seguro conocería en sus orígenes otro DJ como Broadway Bill Lee, a quien verle trabajar -y les invito a hacerlo, si no lo han hecho ya- es todo un espectáculo.

Aquí estamos, "para echar un buen rato" en Radio Carlitos, edición Deluxe

No en vano, otro grande, Miguel de los Santos, que acaba de publicar un libro fundamentado en su memoria, no tiene duda en afirmar que “el liderazgo de la radio, ahora mismo, es de Carlos Herrera”. Claro, porque este viejo dinosaurio, en plena forma, practica la mejor radio que hemos escuchado durante décadas todos sus contemporáneos y coetáneos. Y Miguel de los Santos forma parte de los mayores que nos han precedido, y conocen el oficio como nadie. Les debemos respeto y admiración. Y a Miguel de los Santos, hablando de radio, no le podemos llevar la contraria. No me atrevería.

El programa de Cope

Carlos Herrera se pone delante del micrófono y da rienda suelta a sus gustos musicales, que inevitablemente, dejan fuera a quienes no forman parte de su universo -o no quieren, se niegan- entre ellos a los adolescentes y jóvenes endogámicos, que se niegan a degustar otras músicas que no sean las suyas. Precisamente, una de las delicias de esta “Radio Carlitos, edición Deluxe” es no solo el regusto por lo conocido y compartido con él, sino el placer de descubrir músicos y canciones no tan conocidos. Herrera nos regala una selección musical ecléctica, personal, de esas que nunca aparecerían, ni por despiste, en una radiofórmula musical y que de vez en cuando, muy de vez en cuando, podemos escuchar en la radio generalista, cuando se abren huecos en la programación (Navidad, verano) y utilizan la música como relleno. ¿Cómo relleno? Sí, sí, como un contenido chicle, que sirve igual para un roto que para un descosido.

Radio y música forman el maridaje perfecto, pero no sólo en las radiofórmulas. También en la generalista, pero aquí se han olvidado. Solo se oye música cuando algún cantante presenta disco nuevo, actividad ya cada vez más heróica. La música parece proscrita, cuando el soporte de la radio hablada es mayoritariamente la FM, y por tanto suena fabulosamente. Pero da la sensación de que la música -vuelvo al mismo argumento del párrafo anterior- es un relleno, con lo que hay que evitarlo. Ojalá la música estuviera más presente en la radio generalista. Pero, claro, están las sociedades de autores por detrás con la guadaña... ¡pues ellos se lo pierden! (aunque, en verdad, ya no necesitan a la radio para sus lanzamientos). 

Por eso, productos como estos, tan personales, marcados por el gusto de un profesional de la talla de Carlos Herrera, son tan bien recibidos, por bien construidos, bien armados en su selección musical, y por la particular visión/prescripción de quien lo presenta; es decir, el valor añadido de la música difundida a través de la radio. Hay quien ve en Herrera un tipo ególatra, al que le gusta escucharse, y de derechas (y por tanto excluyente para los de izquierdas). Yo les pido un ejercicio de objetividad, al margen de ideologías: que se acerquen a esta "Radio Carlitos, edición Deluxe" sin prejuicios, dispuestos, simplemente, a disfrutar de la música y la compaña. Aquí no hay más ideología que el gusto por la buena música. Por intentarlo, no pierden nada, y además, se lo aseguro, ganarán mucho.

La música sola no funcionaría en "Radio Carlitos, edición Deluxe", si no fuera por él y su prescripción

“En otro tiempo había discotecas en las radios, había habitaciones con estanterías y muchos vinilos y tú echabas una tarde prácticamente eligiendo, escuchando, pinchando en el tocadiscos de la discoteca, seleccionando, ésta pega, ésta no, ésta le gustará a mi público, ésta no tanto, y uno iba aprendiendo de los maestros, de Rafael Turia, de Jordi Estadella, de José María Pallardó, o de tantos otros, iba tomando nota, e iba guardando algunas canciones”. Así desvela Carlos Herrera en esta “Radio Carlitos, edición Deluxe”, el origen de este programa, de la selección que está utilizando.

Esta “Radio Carlitos, edición Deluxe” es un regalo que nos hace Carlos Herrera a los oyentes, y presumo algo más: también es un regalo que se hace a sí mismo el propio Herrera, porque para alguien que vive por la radio como él, disponer de una hora en directo (o en podcast) para pinchar la música que siempre te ha gustado, y tener la posibilidad de compartirla con tus oyentes, es un privilegio. ¡Y se nota! “Radio Carlitos edición Deluxe” ratifica una frase que siempre cito a mis alumnos: “sólo puedes hacérselo pasar bien a un oyente si tú, previamente, lo estás disfrutando”. La radio solo es el hilo conductor y, como el algodón, no engaña. Carlos es tal cual, un tipo con el que te irías de tapas por Sevilla y repetirías al día siguiente, y al siguiente...

Disfruta de “Radio Carlitos, edición Deluxe”