El Gobierno socialista seguirá sin apostar por la DAB, por omisión
https://www.gorkazumeta.com/2018/10/el-gobierno-socialista-seguira-sin.html?m=0
Comparecencia del secretario de Estado para el Avance Digital en Santander
Francisco Polo aspira a que las tecnológicas hagan de "rompehielos de la economía", pero la radio, otra vez, se queda fuera
Polo, eso sí, tenía un objetivo: tranquilizar a la industria. Dejó claro
a los periodistas que su prioridad es generar seguridad y confianza en el
sector, y que mantiene el compromiso del gobierno al que representa de dar
continuidad a los planes que ya estaban establecidos por el anterior ejecutivo.
Es decir, que, trasladando lo que ha ocurrido con los Presupuestos Generales del
Estado, que el PSOE ha hecho suyos los diseñados por el Partido Popular, Polo continúa la misma línea política de su antecesor en el cargo, José María
Lasalle. Esta web denunció
en su día “la inhibición del Gobierno de Mariano Rajoy en el desarrollo de la
DAB (radio digital terrestre) en España. En definitiva, y por
deducción, salvo declaraciones expresas en contra que no se han producido, que
yo conozca, el Gobierno de Pedro Sánchez opina lo mismo que el anterior
respecto a la necesaria modernización y digitalización de la radio en España, a
través de la tecnología DAB, desoyendo los pasos del resto de países de nuestro
entorno, donde la apuesta es firme y continuada: o sea, quieto parao. Lo peor que podíamos escuchar.
Polo se cansó de defender en su intervención, muy esperada, que la innovación digital es su gran prioridad. Y que se impone buscar respuestas viables al reto de la tecnología. Y se preguntó “¿Cómo es la España que queremos, qué vamos a construir y qué podemos hacer?”. Sin duda, ésta es la gran pregunta, no solo, desde luego, desde el punto de vista tecnológico, sino política, social, sanitaria, culturalmente. Son retos que hay que acometer. Pero las palabras vacías de los políticos, sobre todo de los que no dominan en profundidad el campo que les ha tocado abonar, se quedan a menudo en la primera fase, en la más superficial de todas, en la que no se concreta nada, ni se presentan compromisos serios que la industria aguarda, insisto. Y también, por qué no apuntarlo, los oyentes de la radio de este país, auténticamente retrasado respecto a lo que se está desarrollando en Europa. Un proceso, el de la introducción de la tecnología DAB, que está liderando la radio pública, con reticencias -siempre, son habituales- de la industria privada. Aquí, debería ser Radio Nacional de España, el ente que siempre ha asumido los progresos tecnológicos del sector, la que se ocupara de potenciar su implementación, coordinando los esfuerzos con las cadenas comerciales. Insisto, nada de esto va a ocurrir a corto plazo, si atendemos a lo comentado por el principal responsable de la agenda digital en España, porque ha hecho el doble de lo que declaró su antecesor. Lacalle no hizo nada, y Polo -el doble- nada de nada.
Francisco Polo: "La transformación digital de la economía se presenta hoy como uno de los retos más importantes que afrontamos".
Las 5 respuestas tecnológicas que debe dar Francisco Polo, por Raúl Masa, en el digital Merca2.com
Francisco Polo aspira a que las tecnológicas hagan de "rompehielos de la economía", pero la radio, otra vez, se queda fuera
No adelantó nada. No avanzó líneas concretas de su actuación al frente de la Secretaría de Estado para el Avance Digital. Francisco Polo participó con un discurso tan generalista como vago en XXXII Encuentro de la Economía Digital y de las Telecomunicaciones, que organizó en Santander la patronal AMETIC a comienzos de septiembre. Había expectación en el sector porque al fondo, y no tan lejos, está el segundo dividendo digital, que obligará a los usuarios a modificar sus televisores para seguir disfrutando de los servicios de la TDT, ya se sabe que la televisión es mucho más importante que la radio, ¡dónde va a parar! Se liberará la banda de frecuencias de 700 MHZ que ocupa en la actualidad, para dedicarla al 5G, o sea, a la telefonía móvil, lo que supondrá -otra vez- que la TDT tendrá que trasladarse a un nuevo emplazamiento, y esto se producirá, según lo previsto, entre enero de 2019 y marzo de 2020. O sea, a la vuelta de la esquina.
Francisco Polo ha asumido la Secretaría de Estado para la Agenda Digital con la llegada del PSOE al Gobierno (Fotografía Gobierno de España) |
Hubiera desactivado de inmediato la desconfianza si él, motu proprio, hubiera adelantado alguna línea de actuación, siquiera somera, respecto de la DAB en España
Francisco Polo, que mantiene una estrecha relación con el mundo del emprendimiento,
insistió en aquel foro en la necesidad de hacer de España una “nación emprendedora”, una idea que ha
repetido en diferentes ocasiones, desde que accedió al cargo. "El Estado no puede ser un simple espectador
porque hay demasiado en juego". Cierto, hay mucho que está en juego.
Pero no solo referido a la televisión, al traslado de la TDT, y a la imposición
de los operadores de comunicaciones móviles de introducir la tecnología 5G causando víctimas entre millones de televidentes
españoles. También está la radio de por medio, un proyecto que lleva almacenado
en algún cuartucho del ministerio lustros, olvidado, deliberadamente olvidado:
la modernización de un sector que necesita un revolcón, no solo tecnológico,
también es verdad, pero tal vez esto, avanzar en este proyecto, sirva de
revulsivo a la industria para reinventarse y regenerarse. No tiene pinta de
nada de esto.
Está muy bien, la insistencia del secretario de estado en Santander de promover
"nuevas medidas donde la igualdad
tendrá un espacio destacado", un asunto, el de la brecha de género, con el que el
secretario de Estado se mostró especialmente sensibilizado. Es lo
políticamente correcto, pero perfectamente compatible con otras decisiones que
aguardan respuesta desde hace demasiado tiempo. Demasiado.
Podemos apostó por la DAB
en 2016
Tal y como recogimos en
esta web, a través de un artículo
de opinión de John Müller, de Unidad Editorial, Podemos apostó por la
digitalización en España, y lo hizo a través de una proposición 'no de ley'
sobre la democratización del espectro radioeléctrico, que presentó en el Congreso de los Diputados, en la que, entre otras cosas,
afirmaba: “se hace necesario (sic) una
modernización en el uso del espectro, sobre todo en el sector radiofónico, con
la introducción y el desarrollo de la radio digital en la línea de diferentes
países europeos que se dirigen hacia el desarrollo de la tecnología en la
búsqueda de un mejor aprovechamiento del espectro, la reordenación y la
seguridad jurídica, la calidad de las emisiones, la diversidad de actores y la
reducción de emisiones contaminantes”. La diferencia sustancial es que la
formación de Pablo Iglesias no ejercía ninguna fuerza parlamentaria en 2016, en
que gobernaba el Partido Popular; pero ahora son socios estratégicos del PSOE
de Pedro Sánchez. Desconocemos si la formación morada seguirá manteniendo esta
misma postura dos años después, o también se habrá relajado en sus pretensiones de implantar la DAB en España.
Polo se cansó de defender en su intervención, muy esperada, que la innovación digital es su gran prioridad. Y que se impone buscar respuestas viables al reto de la tecnología. Y se preguntó “¿Cómo es la España que queremos, qué vamos a construir y qué podemos hacer?”. Sin duda, ésta es la gran pregunta, no solo, desde luego, desde el punto de vista tecnológico, sino política, social, sanitaria, culturalmente. Son retos que hay que acometer. Pero las palabras vacías de los políticos, sobre todo de los que no dominan en profundidad el campo que les ha tocado abonar, se quedan a menudo en la primera fase, en la más superficial de todas, en la que no se concreta nada, ni se presentan compromisos serios que la industria aguarda, insisto. Y también, por qué no apuntarlo, los oyentes de la radio de este país, auténticamente retrasado respecto a lo que se está desarrollando en Europa. Un proceso, el de la introducción de la tecnología DAB, que está liderando la radio pública, con reticencias -siempre, son habituales- de la industria privada. Aquí, debería ser Radio Nacional de España, el ente que siempre ha asumido los progresos tecnológicos del sector, la que se ocupara de potenciar su implementación, coordinando los esfuerzos con las cadenas comerciales. Insisto, nada de esto va a ocurrir a corto plazo, si atendemos a lo comentado por el principal responsable de la agenda digital en España, porque ha hecho el doble de lo que declaró su antecesor. Lacalle no hizo nada, y Polo -el doble- nada de nada.
Cuando cambia un Gobierno, aunque el camino no haya pasado por las urnas,
sino por una moción de censura, lo primero que pensamos quienes amamos la radio
-ante la congelación a la que sometió el Partido Popular a la digitalización
del medio- es que el siguiente mejorará
la gestión del primero y, si bien no somos tan ingenuos de creer que tomará
decisiones arriesgadas -tampoco es ni el momento ni cuentan con los apoyos
necesarios-, sí al menos tiene bastante sentido pensar en que al menos desbloqueará
el tema, y añadirá alguna luz en un asunto como éste de la DAB en España en el
que solo hay sombras, desde hace décadas. Pero no, tampoco. Francisco Polo no
ha adelantado nada referido a la radio, en una comparecencia en la que había
mucha expectación del sector. Hubiera desactivado de inmediato la desconfianza si él, motu proprio, hubiera
adelantado alguna línea de actuación, siquiera somera, respecto de la DAB en España.
Seguiremos esperando.
Decía Francisco Polo que su interés principal era tranquilizar a la industria. Estupendo. ¿Y por qué no, también, a la industria que se ocupa de la radio? Tienen el mismo derecho a saber qué ocurrirá en España con la DAB
Y reconoció otro aspecto que sorprende en el caso de un político de esta
responsabilidad normativa: "No
sabemos qué va a hacer el 5G, pero sabemos que será la base del nuevo salto
tecnológico". Polo no concretó
cuándo se producirá la liberación de las frecuencias. Para el desarrollo masivo
del 5G será clave el segundo dividendo digital. Y en este sentido Francisco
Polo se ha comprometido a publicar su hoja de ruta “en tiempo”, cumpliendo con los compromisos adquiridos con la Unión
Europea. Dentro de esta hoja que se desplegará "a partir del año que viene" habrá ayudas para que los
cambios en las emisiones no afecten a los usuarios.
La televisión siempre en el punto
de mira: para priorizarla, para tratar de controlarla. La radio, marginada, en
ese proceso de mejoras, de modernización tecnológica, al que tiene tanto
derecho como su hermana pequeña catódica.
Polo avanzó ‘ayudas’ para que los costes de los cambios se amortigüen, por
supuesto refiriéndose a la televisión. Plantear ayudas públicas para
subvencionar receptores de radio DAB, para fomentar su introducción en España,
en una operación conjunta con los operadores, sería ciencia ficción.
La
introducción del 5G en España obligará a resintonizar antenas en casi un 90 por
ciento de los hogares españoles. Antes, con la llegada de la TDT los españoles
nos tuvimos que comprar el famoso decodificador, por narices, o lanzarte a
comprar los primeros -y carísimos- televisores planos. La radio sigue esperando
décadas a que nuestros políticos se decidan a apostar por ella. Resulta
paradójico reivindicar aquí la figura de Manuel
Fraga Iribarne, ministro del Gobierno franquista, quien el 18 de julio de
1965, obligó en España a que todos los nuevos receptores de radio que se ponían
a la venta, incorporaran sintonizador de frecuencia modulada. Desde luego,
fue un visionario.
Decía
Francisco Polo que su interés principal era tranquilizar a la industria.
Estupendo. La idea nos parece fantástica, y siempre oportuna. ¿Y por qué no,
también, a la industria que se ocupa de la radio? Tienen el mismo derecho a
saber qué ocurrirá en España con la DAB, si nuestro país seguirá los pasos de
sus vecinos Francia o Italia, si nos quedamos fuera -sería otra opción- o si
nuestros planes contemplan plazos más laxos que los europeos. Algo. Una
palabra: DAB, sí; DAB, no.
"La radio en FM no puede converger con el 5G, por ser analógica; mientras que la DAB garantiza la complementariedad"
Desde luego, al paso que vamos, y
la lentitud implementada en este asunto, cuando la DAB se establezca en España,
si es que esto ocurre -cuestión que ya pongo en duda- ya estará desarrollado el
6G o el 7G (aún ni en la imaginación) y con esto la radio ya dispondrá de autopistas de ocho carriles para extenderse. Lo que no dicen es que la radio no necesita esa superautopista, que ni siquiera puede pagar, porque con una autobahn como el DAB+ tiene más que suficiente para garantizar su actual statu quo: la distribución masiva de radio lineal a grandes audiencias en abierto y sin pago por conexión de los oyentes. También olvidan añadir que los ciudadanos normales carecen de superdeportivos para circular por esas superautopistas y que no están dispuestos a empezar a pagar peajes, cuando hasta ahora iban por la autovía de la FM de manera gratuita con vehículos convencionales.
Si no se adopta el DAB, el argumento de los agoreros de la DAB se hará fuerte e incontestable, pero la inacción habrá colocado a España en una situación sumamente delicada con respecto al resto de sus vecinos europeos que, ellos sí, afrontarán en el futuro una segunda transición de la radio hacia el 5G partiendo de una red digital en DAB, compatible, que se ajusta perfectamente a las necesidades esenciales de la radio. Y no de una autopista de ocho carriles, tan cara como disparatada, que tampoco serviría para alcanzar las enormes coberturas de las que hoy disponen los radiodifusores y por la que los ciudadanos tendrían que empezar a pagar caros peajes. También resulta increíble que esos mismos agoreros olviden algo tan básico como obvio: que la FM es analógica y que no podrá quedar, de ninguna manera, bajo el paraguas de 5G.
Si no se adopta el DAB, el argumento de los agoreros de la DAB se hará fuerte e incontestable, pero la inacción habrá colocado a España en una situación sumamente delicada con respecto al resto de sus vecinos europeos que, ellos sí, afrontarán en el futuro una segunda transición de la radio hacia el 5G partiendo de una red digital en DAB, compatible, que se ajusta perfectamente a las necesidades esenciales de la radio. Y no de una autopista de ocho carriles, tan cara como disparatada, que tampoco serviría para alcanzar las enormes coberturas de las que hoy disponen los radiodifusores y por la que los ciudadanos tendrían que empezar a pagar caros peajes. También resulta increíble que esos mismos agoreros olviden algo tan básico como obvio: que la FM es analógica y que no podrá quedar, de ninguna manera, bajo el paraguas de 5G.
Y mientras, los frikis que nos hemos comprado receptores de DAB creyendo en España, que fue líder en este proceso de su implantación, pero fracasó
estrepitosamente en un empeño en el que nadie se ponía de acuerdo, nos quedaremos con reliquias inservibles. Pero los políticos, con el freno de la industria privada presionando, no
han hecho absolutamente nada. Bueno, sí, miento: obstaculizar el proceso de
convergencia con Europa desde la Administración. ¡País, que diría Forges!
Hola totalmente de acuerdo con lo que dices. Como país vamos a quedar a la cola de la radio digital europea si no se implementa el DAB+ en todo el territorio. Mi pequeño granito de arena en esta materia es hablar en mis colaboraciones en el programa L'Altra radio" en R.4 de RNE Catalunya. Soy un defensor del DAB+ y como fundador de la Asociación de Radioescuchas de Barcelona publicamos info para su aplicación. Una pregunta: ¿No sería posible pedir una reunión con el Secretario de Estado, por parte de los especialistas en radio y entidades? Nos ofrecemos a explicarle la situación del DAB+ en todo el mundo. Gracias, y Viva la radio,y si es DAB+ mejor.
ResponderEliminar