Sara Infante: “La radio es la imaginación de todo lo que nos rodea”

Autora del libro “Vivir la radio, empresa, tecnología y audiencia” (Editorial UOC)   

La radio multiplataforma y su audiencia multiactiva 

Nuestros caminos se cruzaron, por fortuna, en la tristemente extinta Punto Radio. Sara Infante Pineda, en su salida del ejercicio activo de la profesión, decidió orientar sus pasos a la enseñanza. E hizo bien, a juzgar por el primero de los resultados de su nueva faceta docente: el libro “Vivir la Radio, empresa, tecnología y audiencia”, editado por UOC. Sara Infante superó con éxito su doctorado en Comunicación, Educación y Sociedad, y hoy es directora del Grado en Periodismo en la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Antonio de Nebrija, y profesora asociada de la Universidad de Alcalá de Henares.

Portada del libro de Sara Infante, analizado en este post

Este libro “Vivir la Radio” resume de alguna manera su vida (me atrevería a decir que personal y profesional, porque al final ambas se realimentan), y cierra el círculo de una tautología perfecta. Sara Infante pasó por los micrófonos de Onda Cero, su cuna, por la emisora que puso en marcha en Madrid un siempre apasionado por la radio Luis del Olmo, Cibeles FM, y el micrófono se le cerró en Punto Radio, evolucionada en su última etapa en ABC Radio, tras catorce años de feliz ejercicio profesional. Por tanto, sabe de lo que habla.

Ante el evidente parón que sufre la radio digital terrestre en España, Sara Infante se pregunta: "¿Llegaremos a tiempo de la DAB+ en España?”

Este mismo argumento, el del conocimiento y la experiencia previa, lo percibimos de nuevo cuando nos adentramos en las páginas de este libro blanco sobre la radio, y leemos a Pilar Lacasa, catedrática del Departamento de Filología, Comunicación y Documentación de la Universidad de Alcalá de Henares, invitada a escribir el prólogo: “La autora del libro se introduce en la radio desde una doble mirada, la de una profesional de la radio que la conoce y la vive, y la de un enfoque crítico que contribuye a explicar el panorama radiofónico de nuestro país”. Esto último es lo que me interesa recoger para mis ávidos lectores: “el enfoque crítico”. Pero de ninguna manera gratuito, sino basado en una sólida preparación y documentación. El libro es una joya para estudiosos de la radio, que quieran ponerse al día del sector y tratar de escudriñar el futuro.  

Sara Infante

Ya en su introducción, Sara Infante deja claro que su trabajo en estas páginas se realiza desde la “humildad, el compromiso y las propuestas”. El libro comienza justo por lo que yo menos preveía, conociendo el espíritu y la procedencia de su autora: por la identificación de la radio como negocio. Ciertamente lo es. ¡Cómo no va a serlo! Si no concurriera este aspecto tan materialista, el romanticismo de la radio como medio no tendría hueco en el dial. Sara Infante subraya que el negocio de la radio está integrado por cuatro grandes elementos, a saber, la tecnología, el contenido, la audiencia y la gestión (negocio).

Pero, y también lo constata desde el principio, el escenario ha cambiado. La llegada de internet ha trastocado el área de confort de la radio tradicional, y le ha obligado a mover ficha, mediante el método ensayo-error. Sara Infante va más allá cuando afirma que “internet es más que un soporte para el medio radiofónico”. Y adelanta: “Nuestra intención es descubrir cuáles son las características del nuevo modelo de radio emergente, y valorar si las cadenas de radio españolas se están adaptando a estos cambios o si prefieren seguir ancladas a un modelo centrado en la explotación de emisoras y en una programación sin apenas variaciones”. Desgraciadamente, la interrogante incluye la respuesta: la industria prefiere vivir el presente y remolonear ante el futuro, con escasas excepciones.

La llegada de la radio online ha expulsado a la radio tradicional de su zona de confort

Sara Infante no pierde el tiempo y, desde las primeras páginas, a modo de base teórica para construir su tesis, ya avanza: “La radio española, tal y como se entiende hoy, necesita nuevas estrategias para seguir evolucionando, para no quedarse anclada a un modelo más propio del siglo pasado. Está emergiendo un nuevo concepto de radio por varias razones: el oyente poco a poco abandona la radio tradicional y sus nuevos hábitos sugieren cambios. Internet y sus herramientas han originado una nueva manera de hacer y sentir el sonido; en la red afloran nuevos contenidos y formatos mientras la radio convencional no se renueva”.

“La radio comercializa tirando los precios y haciendo descuentos, el líder (la SER) tira los precios. Así hay más ocupación de espacio en radio, pero menos ingresos desde hace diez años” (Francisco Gandoy, Kiss FM)

“Vivir la Radio” no oculta su sabor universitario. La obra surge de una versión más reducida de su Tesis Doctoral. Estas adaptaciones, no obstante, adolecen de una estructura bastante rígida, heredada de la tradición de los libros de texto, y bastante alejada de lo que es la pura creación literaria. A pesar de todo ello, se sigue con interés.

“Desde que empezó a dar sus primeros pasos, este medio de comunicación, de los más cercanos, más inmediatos, más certeros, está sometido a los intereses políticos, económicos y sociales del momento. Ha superado varias crisis a lo largo de su historia, pero siempre ha estado ahí: en directo”. Cierto. Y, no sé si me mueve la pasión, pero yo habría apostado por mayor rotundidad, y vehemencia, afirmando que, para mí, sin duda, es “el más cercano”, sin más generalizaciones.

Precisamente ese aspecto que rodea al libro, surgido de una Tesis Doctoral, y fruto de una sesuda investigación de años, hace que las partes que Sara Infante dedica a documentar sus afirmaciones resulten de un gran interés, como los capítulos dedicados a abundar en la historia del medio, en EE.UU. y en España. El paralelismo indirecto y exhaustivo que realiza entre la historia de la radio americana, y la propia, presenta datos esenciales, que marcaron, en ambas latitudes, la evolución de sus respectivos modelos industriales.  

Un retrato de la autora del libro

A partir de aquí, presentadas las bases y la historia, me gusta detenerme en la Sara Infante que concluye, que afirma, a partir de los datos investigados previamente, como es el caso de la radio digital terrestre, la DAB, y su evolución la DAB+. “Si hasta ahora ni Gobierno, ni operadoras, ni industria se han puesto de acuerdo ¿por qué tendrían que hacerlo en el futuro? Nuestra codiciada FM sigue siendo la reina de las ondas y, hoy por hoy, no hay nadie dispuesto a apagar su luz. Y si ese día llegara, para entonces posiblemente internet sea una opción mucho más rentable para los usuarios, que disfrutarán de mejores tarifas de datos para escuchar radio o audio online. Luego, es lícito cerrar este apartado con esta pregunta en el aire: ¿llegaremos a tiempo de la DAB+ en España?”. No le falta razón, ni coherencia, al argumento y a la pregunta final. El escenario es tan triste, sobre todo en comparación con lo que está ocurriendo en el panorama internacional, que no podemos por menos que sentir vergüenza como españoles de que la modernización tecnológica de la radio impulsada entre nuestros vecinos aquí esté congelada, por puros intereses económicos y quién sabe si también políticos.

Las pautas de realización de radio están modificando sus narrativas con los nuevos tiempos

“Vivir la Radio”, de Sara Infante, dedica mucha atención a los cambios de paradigma introducidos por la nueva radio soportada en internet. Cambios que han facilitado nuevas actitudes de la audiencia, desconocidas e impracticables hasta ahora. “Se está produciendo un relevo generacional en la audiencia de la radio; una revolución que han emprendido los propios oyentes, hartos del inmovilismo de las radios”. Infante explica esta revolución aportando nuevas coordenadas tecnológicas. “El desarrollo tecnológico en la radio ha propiciado esa revolución en la que los oyentes han tomado las riendas, para decidir cómo quieren consumir. Cambio de hábitos en el cómo, cuándo y dónde escuchar, y en el qué, pues el oyente se ha cansado de escuchar siempre lo mismo, y a los mismos interlocutores, encontrando otros sitios y otros contenidos de interés”.

“La radio española, tal y como se entiende hoy, necesita nuevas estrategias para seguir evolucionando, para no quedarse anclada a un modelo más propio del siglo pasado"

Me atrevo a poner sordina a alguna de las afirmaciones de Sara Infante, desde la cordialidad. Afirma que el oyente “se ha cansado de escuchar siempre lo mismo”. Difiero de esa generalización referida ‘al oyente’. ¿Qué oyente? ¿El jubilado que lleva cuatro décadas pegado a la radio desde por la mañana, y que sigue disfrutando con ella? ¿La madre de familia que lleva todos los días a sus hijos al colegio en coche, escuchando la radio? ¿O el joven veinteañero que no encuentra en la radio hablada ningún aliciente, y opta por otro tipo de ofertas de audio online, alejadas de la radio? En todo esto hay destacados matices. Probablemente, quienes dedicamos nuestro tiempo a analizar la radio, y a preocuparnos por sus aportaciones y evolución, no tenemos la misma sensibilidad que un oyente de toda la vida que sigue escuchándola sin hacerse preguntas en torno a la reiteración de su fórmula y formatos, no sabe de qué hablamos, y no entiende nuestro descontento con la actual situación. A la industria, lógicamente, le interesan más estos oyentes acríticos que nuestras voces, aunque haría bien en escucharnos un poco más y ser un poco más cigarras, y menos hormigas.

Sara Infante dirigiendo
 un programa en Punto Radio

Internet ha llegado, entre otras muchas consecuencias, para remover las estructuras de la industria radiofónica, pero también la de los oyentes. El profesor Ignacio Gallego, de la Universidad Carlos III, citado por Sara Infante, establece una ajustada clasificación de la nueva audiencia, establecida en función de sus nuevas actitudes:

En primer lugar, la audiencia crea contenidos (los guioniza, los graba, los edita y los publica en plataformas como Ivoox, por ejemplo). En segundo lugar, la audiencia programa (la tecnología le permite construir sus propias ‘parrillas’ de programación, tanto en la radio hablada -podcast- como en la musical -playlist-). Más: la audiencia financia (fenómenos como el micromecenazgo, o crowdfunding están mostrando también un cambio de hábitos de las nuevas generaciones sobre todo, que están dispuestas a pagar por escuchar un buen producto, en el que creen). Seguimos: La audiencia remezcla (toman audios de aquí y de allá y confecciona/edita sus propios audios, y participa con ellos en comunidades con intereses similares. Y por último: la audiencia participa (siempre lo ha hecho, a través del correo o del teléfono, pero ahora las redes sociales -Twitter, Facebook y también ahora Instagram- han convertido el proceso en más inmediato).

Sara Infante, junto a la portada de su libro "Vivir la Radio"

Internet está en la causa de origen, según la autora de este “Vivir la Radio”, del cambio de actitud del oyente hacia la radio. La audiencia ha sufrido una clara evolución: ha realizado un viaje desde la práctica inactividad, o actividad reducida o mediatizada, a través de canales tradicionales (correo y teléfono, principalmente) a una multiactividad desarrollada en diferentes frentes: plataformas webs de radio, escucha del directo, las Apps, participación simultánea a través de Twitter o Facebook, consumo de radio visual, selección de podcasts, etc.  A algunos la audiencia podría parecerles, en su nueva relación con la radio, hiperactiva. Pero este gran error sería el mismo que considerar que toda la audiencia se encuentra alojada en Twitter y Facebook y debemos orientar los contenidos hacia lo comentado en estas redes. Realizando programas locales aprendí hace años que los oyentes que llaman y participan son casi siempre los mismos. En redes sociales ocurre algo similar, con un universo mayor, claro. Frente a la audiencia pasiva de la radio analógica, esto es cierto, nos hemos dado de bruces con una audiencia mucho más participativa, y desde luego crítica, que se manifiesta a través de nuevos canales digitales.

“El sistema radiofónico español está basado en un oligopolio de un triunvirato de empresas que controla el mercado y que, con el tiempo, se han integrado en grandes grupos de comunicación multimedia”

Para esta investigación, Sara Infante realizó varias entrevistas a nombres destacados del sector radiofónico, entre ellos Francisco Sierra, director de contenidos digitales de Atresmedia; Mónica Muñoz, editora web de Onda Cero; Francisco Gandoy, director de Emisoras de Kiss FM; Carmen Cruz, responsable de Top Radio en Madrid; Javier Gayoso, entonces director de Spotify España, hoy ya no; Javier Gallego, director y presentador del programa de radio online “Carne Cruda” y servidor, lo que consideré un auténtico honor.

De entre los entrevistados destaco a Francisco Gandoy, y sus sinceros comentarios sobre Kiss FM: “Con un solo locutor hemos tenido muy buenas cifras. Pero la gente pide más. Somos la única emisora musical con informativo horario. Incorporamos tarde el morning para ver qué pasaba en los competidores, y eso nos ha perjudicado. La mañana es complicada”. Hoy el morning de la cadena rosa, dirigido por Xavi Rodríguez, ha reforzado su audiencia neta.

El mismo invitado, a propósito de la presencia de la publicidad en la cadena propiedad de Blas Herrero, desvela una práctica demasiado habitual en el mercado radiofónico, que está perjudicando al sector: los descuentos en las tarifas publicitarias. “La radio comercializa tirando los precios y haciendo descuentos, el líder (la SER) tira los precios. Así hay más ocupación de espacio en radio, pero menos ingresos desde hace diez años”. Y, claro, recuperar los precios de hace una década ahora se convierte en un objetivo inalcanzable, sobre todo después de la ingente pérdida de audiencia del último EGM. La radio se ha vuelto un poco menos atractiva. Pero es que además, la antena está saturada de publicidad poco rentable.

“La radio generalista sigue llevando puesto el corsé del modelo “media”, definido por el profesor Josep María Martí, basado en el intercambio comercial de oyentes por ingresos publicitarios. Y creemos -afirma Sara Infante- que ya es hora de que abandone esta postura conservadora para centrarse en el nuevo escenario surgido en internet y en los dispositivos móviles”. Este modelo de momento, y hasta que la industria diga lo contrario, sigue significando la supervivencia para la industria, con descuentos incluidos. Y no se atisba en lontananza ningún cambio a corto o a medio plazo, de ahí la obsesión de las grandes cadenas por abultar cuanto más sea posible la cuantificación de su audiencia en el Estudio General de Medios, que elabora trimestralmente la AIMC.

Los altavoces inteligentes también suponen un nuevo soporte difusor y una nueva oportunidad para la radio

Este “Vivir la Radio”, de Sara Infante, encierra aspectos que ningún profesional del sector debería ignorar, y mucho más si pretende entender algunas de las líneas maestras que van a condicionar sus futuros pasos. “Ya no se puede mirar atrás, pues es necesario un plan que desbloquee el sistema actual para que el medio pueda encontrar una salida a esta situación de colapso. De un lado, mejorar la oferta de contenidos, que garantice la pluralidad en el dial, y de otro, que esos contenidos puedan disfrutarse desde diferentes plataformas y soportes”.

“La radio generalista sigue llevando puesto el corsé del modelo de intercambio comercial de oyentes por ingresos publicitarios"

El modelo español está claro, para la profesora Sara Infante. “El sistema radiofónico español está basado en un oligopolio de unas cuantas empresas que controlan el mercado de la radio: Cadena SER, Cope y Onda Cero constituyen ese triunvirato de grupos radiofónicos que, con el tiempo, se han integrado en grandes grupos de comunicación multimedia”.

Por último, dentro del capítulo final de las conclusiones de este “Vivir la Radio”, Sara Infante Pineda subraya: “Observamos una tendencia a “rellenar la programación” con más contenido de palabra, lo que nos hace pensar que la radio musical pueda estar intentando tomar el relevo a la radio generalista, con una oferta de música y contenido que se extienda por las distintas franjas horarias del día. Hemos constatado el traslado de un público joven/adulto (22-45 años) de la radio tradicional a la radio musical”. El futuro inevitablemente conducirá a la radio española a readaptarse en el nuevo escenario provocado por internet. La red no solo ha provocado un cambio de paradigma en su propio escenario. También ha afectado a los modos y maneras de actuar en el entorno tradicional o analógico. En cualquier caso, este “Vivir la Radio” nos deja con un buen sabor de boca, deseosos de más entregas, que seguro que llegan.