Manolo Fernández (Radio 3): “La radio fomenta la imaginación”
https://www.gorkazumeta.com/2018/09/manolo-fernandez-radio-3-la-radio.html?m=0
Entrevista en la sección "Patio de Vecinos", en El País.com
El locutor celebra 45 años de su programa musical 'Toma Uno'
El locutor celebra 45 años de su programa musical 'Toma Uno'
Fernando
Navarro. El País.com. 25.09.2018. Comenzó hace 45 años en un pequeño estudio de la calle Manuel
Silvela de la desaparecida Onda 2. Desde entonces, Manolo Fernández (Madrid, 1952) no ha parado de hacer Toma Uno, el
programa musical radiofónico —referente en España del country y
demás derivados de la música norteamericana de raíces— que dirige ahora en Radio 3 (RNE) con la voz templada y las
botas puestas. Ayer, varias bandas le homenajearon en el Bogui Jazz. Hoy, en la
misma sala otro puñado de grupos repite tributo a este forajido de las ondas.
Manolo Fernández, en el bar Legend, en Madrid, en una fotografía de Álvaro García, para esta entrevista, en ElPaís.com |
-¿Qué te ha dado la radio que te ha enganchado tanto?
-Quiero creer que la radio fomenta la imaginación. Al menos
eso ocurría antes que metiéramos una webcam en un estudio y jugáramos a hacer
televisión estática, viendo a alguien delante de un micrófono, con los
auriculares puestos utilizando el lenguaje gestual propio de un medio como éste. La voz era el único nexo de unión con los oyentes. Eso es magia.
"Durante el franquismo, nos cerraron la emisión varias veces, pero siempre salimos adelante. Fue un tiempo irrepetible. Teníamos una cierta sensación de ser pioneros en un cambio que se iba a producir irremediablemente"
-¿Qué piensas cada vez que aparece la lucecita roja en el
estudio y tienes el micro delante?
-Que ahí están “los míos”. Cada vez que se enciende esa
lucecita roja sigo sintiendo un cierto cosquilleo que tiene un enorme tinte de
responsabilidad. Con el paso del tiempo no se me ha pasado.
-¿Qué te llevó a hacer radio?
-Sobre todo, el transistor que mi madre, una mujer sabia,
tenía siempre encendido en la cocina de casa. Y un programa de Ángel Álvarez,
amparado siempre por los guiones maestros de Charlie Domínguez, llamado Caravana
Musical. Yo quería ser médico, pero por culpa de aquella pareja
maravillosa he terminado siendo “radiólogo”.
-¿Escuchabas mucha radio de niño?
-Antes de que la televisión llegara a mi hogar, fue la radio
la que reunía a la familia. Además del pequeño transistor de la cocina había un
enorme aparato de radio de válvulas en el comedor de casa que permitía mostrar
la habilidad de cada uno de nosotros para sintonizar una emisora audible. Solía
ser más reconfortante escuchar las de Onda Corta que las oficiales de la época.
-¿Cómo era hacer radio en Madrid en aquellos tiempos con
el franquismo?
-Como mínimo era arriesgado. Todas las emisoras teníamos que
conectar a las dos del mediodía y a las diez de la noche con el Diario
Hablado de Radio Nacional de España. Además, Popular FM tenía
dependencia directa de la Iglesia y a las doce del mediodía era La Hora
del Angelus y a las ocho de la tarde se transmitía el rosario, al
margen de la misa de los fines de semana y “fiestas de guardar”. Por otra
parte, la censura era constante. Había que entregar un listado de las canciones
emitidas, que casi nunca se ajustaban a la realidad. Nos cerraron la emisión
varias veces, pero siempre salimos adelante. Fue un tiempo irrepetible.
Teníamos una cierta sensación de ser pioneros en un cambio que se iba a
producir irremediablemente.