Las 7 vidas del podcast (I)
https://www.gorkazumeta.com/2018/09/las-7-vidas-del-podcast.html
Reflexión en torno a la vigencia de un podcast como soporte sonoro en su consumo diario
Tipología de los consumidores de podcasts: adictos, medioadictos y no adictos
El primer grupo se refiere a
aquellos que, convencidos de las excelencias y bondades de los podcasts, los
consumen con mucha frecuencia, y en número muy destacado. Son muy tecnológicos,
se suscriben al podcast vía RSS, y están perfectamente al corriente de todo
cuanto se publica, en el mismo momento en que se publica, y los consumen, casi,
compulsivamente. Prefieren, frente al consumo pasivo de contenidos que nos
ofrece la radio, elegir sus propios contenidos, y en este sentido, su adicción
les lleva a elegir muy bien lo que escuchan, con criterio, con sentido crítico.
Son consumidores de podcast, por vocación y ejercen su militancia allá donde se
requiere hacerlo. Son firmes defensores de este nuevo formato de consumo de
audio empaquetado y con frecuencia practican el boca oreja en sus recomendaciones. Forman parte, además, de chats sobre
podcast, y en redes sociales son especialmente sensibles a todo lo que huela a
podcasts. Pueden ser oyentes de radio, pero no todos lo son. Hay quienes han
descubierto el podcast y se han enganchado, pero no han oído radio. Son,
mayoritariamente jóvenes. Son, está claro, adictos. Y se extienden, pero poco a
poco.
Ante esta tipología de
consumidores de podcasts, podría concluirse que el segmento que más interesa
desarrollar, para aumentar la demanda, es el de los medioadictos, aquellos que se muestran cada vez más curiosos por
los podcasts nativos, aunque su principal dieta
sigue procediendo de la radio. En este sentido, el escaparate que poseen la Cadena SER, Cope, u Onda Cero, incluso RNE, a la
hora de promocionar sus contenidos -me refiero a la antena- se me antoja
fundamental para promocionar -también- podcasts. Así, la cadena generalista de Prisa Radio
debe autopromocionar (ya lo hace...) los contenidos de su plataforma Podium Podcast, e incluso
debería aprovechar el período veraniego para emitir algunas de sus
producciones, por qué no, para crear hábito entre sus oyentes medioadictos. Versiones reducidas,
contenidos exclusivos que avancen ampliaciones, cualquier estrategia sinérgica
resulta positiva para lograr extender el hábito, la necesidad, de consumo de
contenidos sonoros.
Si atendemos a los consumos de los podcasts de origen radiofónico, y a los podcast nativos, existe una enorme diferencia entre los primeros -muchísimo más demandados- que los segundos. La Cadena SER multiplica el consumo de sus podcasts frente a los de su propia plataforma de podcast, Podium Podcast. Sus datos no son comparables. Pero la razón hay que buscarla, precisamente, en la base mayoritaria de la audiencia: los mediadictos, oyentes habituales de radio que ya consumen ‘radio a la carta’, y comienzan a sentirse atraídos por el escenario podcast. Pero los avances, en este caso, son más bien lentos. No obstante, la ‘radio a la carta’ está introduciendo el hábito de escucha de podcast. Derivar en podcasts nativos es solo cuestión de tiempo, y de superar posibles barreras tecnológicas. En este sentido, la aportación de los altavoces inteligentes, donde la facilidad de acceso a los contenidos se realiza gracias al concurso de la voz, que gestiona las peticiones, servirá para agilizar el acercamiento al mundo de los contenidos sonoros.
Tipología de los consumidores de podcasts: adictos, medioadictos y no adictos
Cada vez hay mayor oferta, incalculable, millones de horas, en formato podcast. Algunos creen que el podcast lo invade todo, pero estamos muy lejos de esta situación, por más que los productores de podcast deseen lo contrario. Es cierto que nos encontramos, fundamentalmente, ante tres tipos de consumidores: los adictos, los medioadictos y los no adictos en esto de los podcasts.
El podcast está ampliando audiencia de contenidos sonoros |
Queda un largo trecho por recorrer y, en este sentido, llevan ventaja las empresas que forman parte de la industria radiofónica, cuya ocupación es, precisamente, la producción de contenidos sonoros
El caso
del ingeniero Daniel Grifol sirve muy bien de ejemplificación de este perfil. Grifol publica un blog
en el que ofrece reflexiones sobre motivación, y aprovechamiento del tiempo.
Defiende la “Efectividad 10”, y
regala una guía titulada “Guía gratuita
para mejorar tu productividad personal”. Uno de sus post revela su reciente
adicción al podcast: “El día
que un podcast me cambió la vida”. En él, Grifol, un joven que
se define como “padre, friki”, y
deportista, reconoce que este nuevo formato de audio le ha conducido a
aprovechar mejor su tiempo. “Los podcast
han hecho que pueda aprovechar el doble los momentos en los que realizo
habilidades que no requieren ninguna atención intelectual por mi parte”,
escribe.
La confesión de este ingeniero, que trabaja como growth hacker, va más allá cuando reconoce que un amigo le comentó
que “para aprender idiomas, el solía
escuchar podcast en el coche de camino al trabajo. Se lo descargaba al móvil y
lo conectaba a la radio del coche. Existen aplicaciones excelentes para
descargar y organizar los podcasts que sigues”. Y así, animado por
los resultados de su amigo, Grifol se decidió a suscribirse a varios podcasts
de idiomas (inglés y francés) y mejorar sus conocimientos. “Entusiasmado, incorporé esta rutina a mi
vida. Al principio escuchaba podcast de media hora en inglés de camino al
trabajo (English Cafe de ESLPOD). Como ya no usaba el inglés habitualmente en
mi trabajo y quería practicar, esta práctica era perfecta para ampliar un poco
mi vocabulario todos los días”.
Grifol ha descubierto una de las aplicaciones más prácticas de cuantas
ofrece el universo podcast: el e-learning
(el aprendizaje digital), en este caso en soporte de audio. “Estoy seguro de que se os ocurren un montón
de situaciones en las que tenéis la sensación de perder el tiempo, pero no
podéis hacer otra cosa más que estar donde estáis. Quizás suscribirse a algún
podcast sea una buena forma de ocupar ese vacío para aprender. Os animo a
probarlo. A mí, desde luego, me ha cambiado la vida”, concluye.
Si atendemos a los consumos de los podcasts de origen radiofónico, y a los podcast nativos, existe una enorme diferencia entre los primeros -muchísimo más demandados- que los segundos
Los medioadictos descienden un grado su atracción por el formato
podcast. Son oyentes de radio, siempre lo han sido. Están acostumbrados a
consumir contenidos de audio, pero la mayor parte de su vida los han canalizado
a través de la radio. Son consumidores de podcast producidos por la radio, y
tímidos consumidores, iniciales, de otros tipos de podcasts. Les gusta la
radio, siempre les ha gustado, y se sienten atraídos por los contenidos
sonoros, y han descubierto ahora la posibilidad de escuchar ‘radio a la carta’,
no tanto podcasts de producción propia, aunque también los consumen, pero sin
tanto hábito como escuchan la radio. No están tan tecnologizados como los adictos, pero aprenden en función de sus
intereses. La radio sigue conformando prioritariamente su dieta mediática y los
podcasts emanan de ésta. Son menos jóvenes que los adictos y sufren más barreras tecnológicas. Es el perfil que hay
que atacar a la hora de promover el consumo de podcasts. De los dos grandes
sacos de podcasts -el nacido de la radio y el podcast nativo- el medioadicto consume más el primero, y se
acerca al segundo. Este perfil explica por qué el liderazgo en las listas de
los podcasts más consumidos recae en los producidos por las grandes cadenas: la
radio arrastra al consumo ‘a la carta’, y la Cadena SER es sin duda la líder: “Nadie sabe Nada” (SER), “La Vida Moderna” (SER), “SER Historia” (SER) o “El Larguero” (SER). Pero también, entre
los adictos y medioadictos las listas de podcasts más escuchados comienzan a
incluir títulos de podcast nativos: “Días
extraños”, de Santiago Camacho,
“La Escóbula de la Brújula” (Podium
Podcast) o “Aquí hay dragones”
(Podium Podcast).
Por último, los no adictos son consumidores de podcasts
esporádicos, con preferencia de los podcasts producidos por la radio, de
contenido no nativo. Son, también, oyentes de radio, pero su entusiasmo por los
contenidos sonoros es más comedido. Han descubierto la posibilidad de consumir
‘radio a la carta’, y lo hacen, pero sin ningún hábito, ni por supuesto
militancia activa en su comportamiento. Siguen siendo oyentes más pasivos que
proactivos y prefieren escuchar lo que la radio les ofrece en directo. Son los
que no tenían inconveniente, si les coincidía, en escuchar “El Larguero” en la redifusión de la madrugada en la Cadena SER, ahora felizmente superada, y
les cuesta activar el protocolo de
los podcasts para escuchar o descargarse uno. En este sentido, prefieren el streaming a la descarga.
La escucha de podcast es muy personal, pero los altavoces inteligentes están devolviendo al podcast el carácter grupal de la radio clásica, cuando la familia se reunía en torno a ella |
“Los podcast han hecho que pueda aprovechar el doble los momentos en los que realizo habilidades que no requieren ninguna atención intelectual por mi parte. Los podcast han cambiado mi vida" (Daniel Grifol)
Si atendemos a los consumos de los podcasts de origen radiofónico, y a los podcast nativos, existe una enorme diferencia entre los primeros -muchísimo más demandados- que los segundos. La Cadena SER multiplica el consumo de sus podcasts frente a los de su propia plataforma de podcast, Podium Podcast. Sus datos no son comparables. Pero la razón hay que buscarla, precisamente, en la base mayoritaria de la audiencia: los mediadictos, oyentes habituales de radio que ya consumen ‘radio a la carta’, y comienzan a sentirse atraídos por el escenario podcast. Pero los avances, en este caso, son más bien lentos. No obstante, la ‘radio a la carta’ está introduciendo el hábito de escucha de podcast. Derivar en podcasts nativos es solo cuestión de tiempo, y de superar posibles barreras tecnológicas. En este sentido, la aportación de los altavoces inteligentes, donde la facilidad de acceso a los contenidos se realiza gracias al concurso de la voz, que gestiona las peticiones, servirá para agilizar el acercamiento al mundo de los contenidos sonoros.
Queda un largo trecho por
recorrer y, en este sentido, llevan ventaja las empresas que forman parte de la
industria radiofónica, cuya ocupación es, precisamente, la producción de
contenidos sonoros. El objetivo es que los consumidores que forman parte del target de los medioadictos, avancen hacia el perfil de adictos, pero para ello les falta información. Desconocen la
auténtica oferta que tienen, más allá de los podcasts con origen radiofónico,
de sus cadenas favoritas. Harían bien la SER o la Cope, las cadenas privadas que producen
más contenidos, en crear microespacios basados en avances, bien realizados, de
sus podcast nativos, distribuidos a través de su antena.
La cadena pública, RNE, con una
producción ingente de contenidos, de lo más variopinta, procedente de sus cinco
cadenas, necesita urgentemente visibilidad, un rediseño de su plataforma web,
para hacerla más atractiva, actual y operativa/intuitiva. Y todo esto requiere,
como siempre, personal, que es lo que falta. Profesionales que se dediquen
realmente a darle una segunda, tercera y cuarta vida a los contenidos sonoros
producidos en el directo. De esto hablaremos en la segunda parte de este post,
la dedicada a reflexionar en torno a la
vida de los podcasts, sus características, debilidades y fortalezas.
Continúa…