El nuevo "Más de uno" (Onda Cero): Alsina el trapecista
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El director del nuevo programa matinal unificado presenta algunas propuestas sorprendentes, que deberá ratificar el EGM
Las mañanas de Onda Cero suenan más a radio
Ha comenzado el nuevo curso 18-19 y todos han enseñado sus principales armas, con las que pretenden competir. Siempre compitiendo. Es el sistema, y las servidumbres del Estudio General de Medios (EGM) las que han impuesto un modelo muy poco flexible, pero es lo que hay. Se prioriza lo cuantitativo frente a lo cualitativo, lo realmente trascendental en el escenario radiofónico español. No me interesa tanto cuántos oyentes tengo, cuanto qué oyentes tengo. Sobre todo, porque los primeros están envejeciendo y, por la lógica curva demográfica, muriendo y los segundos -y esto es lo grave- no renuevan generacionalmente la audiencia de los que se marchan. Los números se cantan, pero los perfiles no se refrescan.
Carlos Alsina visto por la cámara de @david_photo |
Por esto, y porque -ya lo he comentado- la audiencia de la radio está envejeciendo, sobre todo la hablada; me pregunto hasta qué punto esa audiencia tradicional, que lleva décadas acostumbrada a un tipo de producto determinado, clónico entre una cadena y otra, aceptará de buen grado las propuestas, algunas bastante rupturistas, como la recuperación de la ficción, o la inclusión de una “Cultureta”, en origen algo elitista, en horario de prime time matinal, que ha impulsado Carlos Alsina en su nuevo, y unificado, “Más de Uno”, en Onda Cero, la cadena más estable, la más rentable, y la que aspira a la tranquilidad, no tanto a plantar una batalla cruenta a la Cope, que la adelantó en el pódium, para ocupar el segundo puesto tras la tenaz Cadena SER.
Alsina está observando, midiendo, pulsando, con ese olfato de radio innato que tiene, este radiofonista, a punto de cumplir los 49 años: perfeccionista, analítico, lógico, trabajador y detallista
Alsina es, antes que periodista, un radiofonista. De hecho, tal y como me confesaba en la entrevista que tuve el gusto de realizarle hace unos meses, su llegada al periodismo fue de refilón, porque su objetivo era trabajar en la radio, que le apasiona. Y sus propuestas, que me gustan, porque están bien pensadas, y estructuradas, y suenan a radio; sin embargo, algunas no terminan de encarrilarse bien, porque aparte de faltarles rodaje -muy importante-, también les falta puesta en escena. Una de las aportaciones, valientes, es la inclusión de una ficción radiofónica, una sitcom, homenaje a la popularísima serie británica de los 70, protagonizada por Richard O’Sullivan, y que dobló en español el genial Luis Varela, hablo de “Un hombre en casa”. La aportación de Alsina, intuyo que como autor (o coautor) del guion, es hacer que el protagonista de su versión sea Íñigo Errejón, el líder de Podemos, de ahí el título “Un hombre de Podemos en casa”. Una parodia de un político. No me digan que no implica riesgo. Hombre, la elección de la ‘víctima’ implica posicionamiento, lo desvela; aunque en algunos pasajes se le apliquen dosis comedidas de ternura.
Pero la puesta en escena presenta lagunas inaceptables en una cadena nacional como Onda Cero. Al final, casi todo se reduce a dinero, a medios de producción. No estoy diciendo que su calidad interpretativa sea mala, pero sí que es mejorable y, sobre todo, dada la paternidad del invento, debería autoexigirse el mayor nivel en la ejecución. Hay momentos brillantes en los guiones, que hay que reescuchar, leer entre líneas, algo muy propio de Alsina, un irónico compulsivo, al que se le oye sonreír muy a menudo, aunque no siempre coincida con él en el motivo de la risa y su justificación. Ya lo decía el maestro Iñaki Gabilondo, “en España hay diecisiete sentidos del humor”. Y es complicado, mucho, hacer reír, al tiempo, a un andaluz y a un vasco. Entrevistar a un extraterrestre, “en exclusiva”, que se parece tanto al humorista Goyo Jiménez, y pretender contagiar las risas, que parecen enlatadas para quienes no captan la gracia de la propuesta, aleja a los oyentes insatisfechos, y les invita al zapping. Pero, insisto, es muy complicado. Y desde luego, hay otros momentos estelares en las propuestas de humor de este nuevo "Más de Uno", en que continúan el 'multivocéíco' Carlos Latre, la humorista, terapeuta y actriz Carolina Noriega y el siempre eficaz Leo Harlem. Al menos, Carlos Alsina lo está intentando, asumiendo el método prueba-error.
Carlos Alsina recogiendo en Barcelona el Premio Ondas, en el año 2015 |
Ya me adelantó Carlos Alsina, en esa entrevista, que “el magacine te permite inventar" y, la verdad, había expectación, y esperábamos mucho de este tipo al que siempre hay que seguir de cerca. No ha decepcionado, pero, como él mismo reconocía, en una espléndida pieza, que me atrevo a calificar de ‘histórica’, este nuevo “Más de uno” es (sic) “un programa en construcción”. Es lo inteligente. Avanzar, con precaución, que como “no sabemos” qué programar en la radio, lo suyo es ir probando, poco a poco, contenidos, para ver cómo quedan en la antena. Y eso es lo que está haciendo, con prudencia, este “Más de uno” de laboratorio, con Carlos Alsina, su progenitor sonoro, muy de cerca, observando, midiendo, pulsando, con ese olfato de radio innato que tiene, este radiofonista, de signo virgo, a punto de cumplir los 49 años: perfeccionista, analítico, muy lógico, trabajador, detallista y -dice, el zodíaco- algo tacaños.
Alsina es su consultor o, más bien, su anticonsultor. Y concluyo con una sentencia en la que creo: todo lo que haga Alsina, todo lo que imagine y cree para este nuevo “Más de uno”, le irá bien a la radio
Una de las exigencias del EGM, por posicionamiento entre los oyentes, guste o no, es la necesaria -más bien imprescindible- repetición incesante de indicativos de continuidad. Y aquí también han innovado, porque son muy ‘de casa’, muy familiares, y cercanos, algo a lo que la radio se adapta como ningún otro medio. Es el más cálido. “’Más de uno’ en Onda Cero, donde Alsina”. ¿Dónde? Donde Alsina. El apellido es el protagonista. Los encuestados por el EGM deberán priorizar ahora el nombre del conductor del programa, más fácil de retener que el título “Más de uno”.
Personalmente, celebré volver a oír la sintonía de “La Cultureta”, en este nuevo emplazamiento horario matinal; aunque continúo dudando de la oportunidad de su inclusión en un magacine matinal de la radio generalista española. Sigue Alsina bordeando el riesgo. Pese a las risas, a un envoltorio amable, que destila complicidad entre todos los participantes en la tertulia, dudo de que algunos de los temas, por sesudos, resulten atractivos para oyentes que estaban acostumbrados a contenidos más livianos. El propio Alsina, en el retorno de “La Cultureta” al “programa mayor”, explicaba qué era en su anterior etapa: “En ‘La Cultureta’ de los viernes de madrugada, hablábamos de cosas, lo mismo de una película, un libro o una serie de televisión. Hemos intentado ahora recuperarlo para la mañana”. El EGM confirmará, o no, también, si la duración de la tertulia, cerca de una hora, es apropiada. Acompañan en esta nueva etapa a Alsina, Rubén Amón, Rosa Belmonte, JF León, Rodrigo Cortés y Guillermo Altares.
Esta pieza magistral que marcaba las intenciones de este nuevo “Más de uno”, presentaba muchísimos vértices, incluso biográficos, entre los que destaco que una de las primeras voces de la radio que recuerda Carlos Alsina es la del genial Rafael Herrero Mingorance, en Radio Madrid (SER), a quien no solo conocí, sino con el que tuve el honor de trabajar, lo que me lleva irremediablemente a echar cuentas cronológicas de mi vida profesional, y destacar, a la vez, claro, lo afortunado que he sido al poder cruzarme con profesionales tan superlativos como Herrero Mingorance, un tipo auténtico, irrepetible, cuya biografía daría para una tragicomedia sorprendente.
El director de "Más de uno", en Onda Cero, visto por la cámara del fotógrafo Gonzalo Pérez, para este reportaje de La Razón |
En esa pieza, de más de veinte minutos, dramatizada, ambientada magníficamente con efectos especiales, como la visita a la peluquería para pulsar la opinión de su propietaria, sobre lo que le gustaría que le contara la radio a esa hora -“que la radio se desmelene de vez en cuando”- o la conversación con el camionero que también le da su opinión, y al que Alsina, siempre irónico (tal vez aquí caústico) le suelta que “debería ser consultor de radio”, el periodista madrileño brilla como en cada uno de sus monólogos. Hasta se permite autoparodiar la publicidad de un anunciante tan potente como Securitas Direct, cuyas campañas basadas en el miedo repelen. A Alsina siempre hay que leerle entre líneas. Nada de lo que dice, o hace, es gratuito.
Hay momentos brillantes en los guiones, que hay que reescuchar, leer entre líneas, algo muy propio de Alsina, un irónico compulsivo, al que se le oye sonreír muy a menudo, aunque no siempre coincida con él en el motivo de la risa y su justificación
Esta pieza de intenciones -que corresponde a la botadura del nuevo programa “Más de uno”, que autodefinen como “el primer programa anfibio de la radio europea”-, presenta más vértices de interés, como su reencuentro con un personaje que a unos cautiva y otros aborrecen, me refiero a Josemi Rodríguez-Sieiro, pero que forma parte del paisaje sonoro de las mañanas de Onda Cero, desde tiempos inmemoriales. “A esta botadura, le falta un poco de nivel. Empezamos mal, Alsina, empezamos mal”, comenta Josemi. Y es que la charla diaria de Carlos Alsina con Rodríguez-Sieiro constituía ya un reto para el presentador. Pensaba encontrarle más incómodo de lo previsto, y sin embargo, torea bien las embestidas verbales de este personaje tan histriónico. Otro de los retos de Alsina, a priori, eran los oyentes. Pero en este caso ha actuado con inteligencia, y también oportunidad, suprimiendo la hora de los oyentes que de 10 a 11 horas mantenían las mañanas de Onda Cero desde tiempos de Carlos Herrera, y antes de Luis del Olmo, aunque con fines diferentes. Herrera es mucho Herrera en la hora de “Los Fósforos” y no conviene entrar en su terreno, para salir trasquilado. Una decisión que los directivos de Onda Cero han permitido a Alsina, pero no a Juan Ramón Lucas que tuvo que hacer frente a este reto, con profesionalidad y oficio, sabiendo que el almeriense, en esto de los oyentes, y sus anécdotas varias, juega a ganador.
Este nuevo "Más de uno", extrae todos los recursos posibles de la radio, porque Alsina los conoce y le encanta recurrir a su lenguaje. Una entrevista a priori de simple promoción con el actor Luis Merlo, que protagoniza la obra "El Test", en la cartelera madrileña, puede convertirse en sus manos en toda una oportunidad. Para introducirlo, eligió la fórmula del 'reportero de la historia', viajó en el tiempo, al estreno de una obra de su abuelo, Ismael Merlo -se escuchó su voz-, e incluso charló con un niño que, supuestamente, era el propio Merlo 44 años atrás, y comenzó la entrevista. "Me habéis tocado la patata", confesó emocionado el actor, que visitaba el estudio, nada más saludar. El efecto emocional se había logrado. Con un invitado ganado, la entrevista se convierte en una dulce y atractiva charla entre amigos, como así fue. Me cuentan que la intrahistoria de esta entrevista tiene que ver con la realizada, antes, a otro actor, Carlos Hipólito. A Merlo le encantó, y decidió acudir a San Sebastián de los Reyes. Estas mañanas de Onda Cero suenan 'más' a radio. No es que con Juan Ramón Lucas no sonaran a radio, seguro que algún malpensante lo piensa al leer el titular, es que el uso de este radiofonista del lenguaje y los recursos radiofónicos les ha insuflado un valor añadido, suplementario al de Juanra.
Al final, la botadura del nuevo “Más de uno” se produjo sin novedad, según la narración, aunque la primera travesía presentaba, a lo lejos, en lontananza, una ballena a la vista y, detrás, lo que se podía intuir era un iceberg. “¿Y qué pasaría si aquello fuera un iceberg? -pregunta un Alsina preocupado al capitán del barco-. “¡Eso sería terrible, naufragaríamos un minuto después de la botadura!” -responde sin dudarlo el oficial-. “¡Qué desastre! ¿Qué pensarían de nosotros… los oyentes?” -concluye Alsina-. Naufragar, en esta metáfora tan mamífera y radiofónica, sería que el EGM no respondiera con sus apoyos al nuevo “Más de uno”. Es algo posible, aunque no deseable, claro. En cualquier caso, da la sensación de que Carlos Alsina está construyendo un programa a su gusto, prescindiendo del qué dirán, qué votarán, qué responderán en el EGM. Y esto le honra. Sabe que, desde los despachos de Onda Cero, se le auscultará el 29 de noviembre, fecha de la publicación de la tercera ola de la encuesta de la AIMC, y la primera de la nueva temporada 18-19. Pero, de entrada, Alsina se sabe arropado, seguro, apoyado por un contrato de media duración que le permite experimentar, y ajustar su propuesta. Pese a todo, Alsina no es de los que prioriza lo que presumiblemente demanda el público, sino lo que él cree que es un buen producto. Y hasta exige nivel a su público, implícitamente. Luego se testa y se recaban impresiones. ¡Y Dios dirá! Alsina es su consultor o, más bien, su anticonsultor. Y concluyo con una sentencia en la que creo: todo lo que haga Alsina, todo lo que imagine y cree para este nuevo “Más de uno”, le irá bien a la radio. La audiencia es otro tema.
Este nuevo "Más de uno", extrae todos los recursos posibles de la radio, porque Alsina los conoce y le encanta recurrir a su lenguaje. Una entrevista a priori de simple promoción con el actor Luis Merlo, que protagoniza la obra "El Test", en la cartelera madrileña, puede convertirse en sus manos en toda una oportunidad. Para introducirlo, eligió la fórmula del 'reportero de la historia', viajó en el tiempo, al estreno de una obra de su abuelo, Ismael Merlo -se escuchó su voz-, e incluso charló con un niño que, supuestamente, era el propio Merlo 44 años atrás, y comenzó la entrevista. "Me habéis tocado la patata", confesó emocionado el actor, que visitaba el estudio, nada más saludar. El efecto emocional se había logrado. Con un invitado ganado, la entrevista se convierte en una dulce y atractiva charla entre amigos, como así fue. Me cuentan que la intrahistoria de esta entrevista tiene que ver con la realizada, antes, a otro actor, Carlos Hipólito. A Merlo le encantó, y decidió acudir a San Sebastián de los Reyes. Estas mañanas de Onda Cero suenan 'más' a radio. No es que con Juan Ramón Lucas no sonaran a radio, seguro que algún malpensante lo piensa al leer el titular, es que el uso de este radiofonista del lenguaje y los recursos radiofónicos les ha insuflado un valor añadido, suplementario al de Juanra.
Carlos Alsina, en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, en la madrileña Carrera de San Jerónimo, en directo |