Obituario. Pedro Roncal: “Hay que preservar la radio pública”
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El periodista navarro falleció el domingo 19 de agosto, en su Pamplona natal, como consecuencia de un infarto fulminante
Escribo estas líneas profundamente conmocionado. Desde que recibí la noticia, no he querido hacerme a la idea de que nunca más compartiré una comida con él, con sus sensatos comentarios sobre la profesión, con sus atinados y equilibrados análisis de la actualidad. Desde su carácter navarro, tan noble, y tan sincero. Pedro Roncal se hacía querer. Era de esas personas de las que uno se quiere rodear siempre. Y desde luego, sus alumnos tuvieron la enorme suerte de conocerle, y de aprender con él. Pero no solo de periodismo -su gran pasión- vive el hombre. Con él se aprendía de la vida. Se aprendía, como bien apuntaba siempre Ryszard Kapuściński, que solo podía ejercerse un buen periodismo, si previamente se cumplía con otra condición: ser buena persona. Y él lo era. ¡Vaya si lo era!
El que se lo trajo de Pamplona, allá por 1996, fue Javier González Ferrari, en sus tiempos de presidente del entonces ente RTVE. “Yo no quería ir a Madrid a trabajar, llegué a la capital como Paco Martínez Soria, con una maleta pequeña, porque pensaba quedarme poco tiempo”, confesaba en la entrevista mencionada. Pero su tiempo se alargó más de lo necesario. Ferrari le nombró director de Radio 5 Todo Noticias, sustituyendo a Jesús Vivanco, que le dio forma. Con él, la nueva cadena all news obtuvo un enorme impulso. Ahí están los datos de audiencia: Radio 5 Todo Noticias llegó a situarse cerca de un millón de oyentes.
A mediados de 1999, cambió de destino, se le encomendó la Dirección del Canal 24 horas de TVE, y en julio de 2000 fue nombrado Director Adjunto de los Servicios Informativos de TVE, en los tiempos -difíciles tiempos- de Alfredo Urdaci, otro navarro, como director. No fue nada fácil superar el “Cecé OO” (CC.OO.). En mayo de 2004, alejado de la primera línea de fuego, pudo encauzar su vena docente, tan arraigada, en el Instituto Oficial de RTVE.
Los recuerdos afloran a borbotones y, con escasa pericia, trato de darles forma. Las clases de Pedro Roncal, que llevaba consigo en su apellido su querida Navarra, eran tan apreciadas por sus alumnos porque solo los grandes maestros son los que aportan las preguntas más punzantes, no por ingeniosas, sino por oportunas. Pedro provocaba el debate, desde su prisma crítico con lo que está ocurriendo en el mundo del periodismo. “La profesión está en un momento en que debería replantearse muchas cosas, y una de ellas es el tipo de periodismo que estamos haciendo: ¿qué pretendemos con este modo de ofrecer información?”. Pedro era ferviente defensor de la frase: “no hay que correr para dar una información, hay que darla bien”. Y a los tiempos en que vivimos les sobra prisa y les falta capacidad reflexiva. Solo así se entiende la retahíla de equivocaciones que los políticos acumulan cada día y de las que luego tienen que arrepentirse. Pedro compartía estas preguntas con sus alumnos. Y con sus amigos…
“Echo en falta referencias morales dentro del periodismo”
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| El periodista navarro Pedro Roncal |
Los alumnos del Máster de Radio Nacional de España comentaban esta pasada primavera, en las instalaciones de la Casa de la Radio, en Prado del Rey:
-Entre las prácticas, y las clases, los horarios son muy intensos...
-Pero no podemos perdernos la clase de Pedro Roncal, es buenísimo.
-El mejor, el más exigente, pero el que más aporta.
Así era Pedro Guillermo Roncal Ciriaco, más conocido como ‘Perico’ entre sus amigos. Exigente. Autoexigente. Querido. Apreciado. Admirado. Comenzamos juntos en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra, en su Pamplona natal, donde se ha despedido de todo, en el Edificio Central, casi -dirán los más jóvenes- en la prehistoria de la FCom. Pero no nos graduamos juntos, porque a él el trabajo, en Radiocadena Española, ¡qué curioso: el germen de la Radio 5 Todo Noticias que él dirigió y potenció!, le retrasó un año la foto de la orla.
“La profesión está en un momento en que debería replantearse muchas cosas, y una de ellas es el tipo de periodismo que estamos haciendo"
Escribo estas líneas profundamente conmocionado. Desde que recibí la noticia, no he querido hacerme a la idea de que nunca más compartiré una comida con él, con sus sensatos comentarios sobre la profesión, con sus atinados y equilibrados análisis de la actualidad. Desde su carácter navarro, tan noble, y tan sincero. Pedro Roncal se hacía querer. Era de esas personas de las que uno se quiere rodear siempre. Y desde luego, sus alumnos tuvieron la enorme suerte de conocerle, y de aprender con él. Pero no solo de periodismo -su gran pasión- vive el hombre. Con él se aprendía de la vida. Se aprendía, como bien apuntaba siempre Ryszard Kapuściński, que solo podía ejercerse un buen periodismo, si previamente se cumplía con otra condición: ser buena persona. Y él lo era. ¡Vaya si lo era!
Nunca fue hombre de oropeles. Se encontraba mejor en la segunda fila, empujando, animando. Su trabajo de profesor en el Máster de TVE, y en el de RNE, en el Instituto de Radio Televisión Española, le hacía muy feliz, disfrutaba de la enseñanza. Compartía principios como docente vocacional con el gran Yeyo, Eugenio González Ladrón de Guevara, a quien despedimos, también conmocionados por un brusco desenlace, en 2016. Perico y Yeyo eran muy parecidos. Dos diamantes del Instituto de RTVE, que se ha vuelto a quedar huérfano de talento. La última vez que nos vimos, allá por julio, compartimos preocupaciones en torno al Máster de RNE, en el que me he estrenado este año como profesor. Me felicitó por ello, y la conversación surgió fluida sin mirar el reloj.
Sin embargo, Pedro sufría en silencio los tejemanejes y componendas que se vivían internamente en la Corporación. Consciente de que sus fuerzas eran insuficientes para poner blanco sobre negro, fue uno de los más entusiastas defensores, siempre desde la sombra, de la nueva RTVE que se abría paso gracias a las protestas de los propios periodistas, de los viernes negros, que permanecen hoy silentes, expectantes ante el desarrollo de los acontecimientos.
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| Una fotografía histórica, lograda en la FCom de la Universidad de Navarra, de izquierda a derecha, Pedro Roncal (profesor durante muchos años de radio en la Facultad), Javier González Ferrari, José Antonio Araquistain y Pedro Blanco. Y, al fondo, en la pecera, Ángel Faus, profesor de radio de todos ellos |
Ya en esta entrevista en Radio 5 Todo Noticias, fechada en 2012, en la que se recordaban los 75 años de la radio pública en España, Pedro Roncal prefirió no airear su opinión sobre el futuro de la radio pública “para no aguar la mañana a nadie”. Pero sobre el presente, sí añadió: “Mi mayor preocupación es que los gestores de RTVE tengan muy claro que hay que preservar la radio pública, y dentro de la radio pública, es crucial que tengamos clara esa vocación de dar la mejor información”. Pedro era un periodista convencido del papel social de los medios públicos. Creía, en su yo más profundo, en la necesidad de una radio, y una televisión, independientes del Gobierno de turno, y odiaba que RTVE fuera moneda de cambio, juguete caprichoso de unos y de otros.
Yo no quería ir a Madrid a trabajar, llegué a la capital como Paco Martínez Soria, con una maleta pequeña, porque pensaba quedarme poco tiempo”
El que se lo trajo de Pamplona, allá por 1996, fue Javier González Ferrari, en sus tiempos de presidente del entonces ente RTVE. “Yo no quería ir a Madrid a trabajar, llegué a la capital como Paco Martínez Soria, con una maleta pequeña, porque pensaba quedarme poco tiempo”, confesaba en la entrevista mencionada. Pero su tiempo se alargó más de lo necesario. Ferrari le nombró director de Radio 5 Todo Noticias, sustituyendo a Jesús Vivanco, que le dio forma. Con él, la nueva cadena all news obtuvo un enorme impulso. Ahí están los datos de audiencia: Radio 5 Todo Noticias llegó a situarse cerca de un millón de oyentes.
A mediados de 1999, cambió de destino, se le encomendó la Dirección del Canal 24 horas de TVE, y en julio de 2000 fue nombrado Director Adjunto de los Servicios Informativos de TVE, en los tiempos -difíciles tiempos- de Alfredo Urdaci, otro navarro, como director. No fue nada fácil superar el “Cecé OO” (CC.OO.). En mayo de 2004, alejado de la primera línea de fuego, pudo encauzar su vena docente, tan arraigada, en el Instituto Oficial de RTVE.
En ese periplo profesional, tan intenso, difícil y fructífero a un tiempo, llegó Pilar García Muñiz, compañera de la vida, y también de profesión. Ambos trabajadores de la Corporación RTVE. Compartían por tanto preocupaciones y esperanzas. Pedro, más experimentado en el desarrollo de cargos de responsabilidad y mayor repercusión, actuaba a menudo de confesor de Pilar, que ahora se ve rota y desamparada de su sabio consejo. Queda un hijo, preadolescente, coetáneo de mi hija. De ambos hablábamos a menudo, inquietos por su evolución académica y el mundo que les íbamos a dejar. Las conversaciones con él siempre resultaban apasionantes.
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| Fotografía de Pedro Roncal (en el centro) en la ceremonia de Graduación de la última promoción del Máster de TVE (Fotografía publicada en Twitter por Carlos del Amor) |
Todavía hoy recuerdo, como si fuera ayer mismo, cómo me acercó en su coche a la boca del metro, y nos despedimos, hablando de periodismo, de radio, de todo lo que nos apasionaba. Recuerdo viva su sonrisa, y esos ojos avispados, antes de cerrar la puerta y despedirnos. No perderé nunca este recuerdo. Seguro que, por allá arriba, ya se habrá juntado con Yeyo, y estarán hablando de radio... Adiós, querido Pedro. Dejaste grandes amigos, y magníficos discípulos.
No tengo palabras para agradecer tantas y tantas muestras de cariño y el retrato que alumnos y compañeros de RTVE habéis hecho de Pedro Roncal. Un hombre íntegro, un periodista honesto, un profesor exigente, perfeccionista y apasionado y para mí, el mejor padre del mundo. Gracias— Pilar García Muñiz (@pilargmuniz) 25 de agosto de 2018
Todo lo bueno que digamos de Pedro Roncal sus alumnos es poco. Él fue la persona a la que acudí pidiendo consejo cuando más falta hace: cuando empiezas. Estuvo siempre. Acertado siempre.Hasta la palabra maestro se queda pequeña. Un abrazo enorme a @pilargmuniz y toda su familia. https://t.co/m1Qboko1IJ— José Luis Pérez (@Perez_go) 20 de agosto de 2018
Mes devastador para el periodismo navarro. Si hace unos días fue Manolo Erice, ahora ha sido Pedro Roncal. ¿Que les unía más allá de la simple coincidencia de haber sido paridos en el mismo lugar? Su respeto reverencial al periodismo con mayúsculas, a la profesión. D.E.P. pic.twitter.com/S3BV92G4Yu— Guillermo Nagore (@gnagore) 20 de agosto de 2018
Qué alegría ver que Pedro Roncal es TT. Por buena gente. Por excelente profesional. Por gran profesor. Por buen compañero. Por sembrador. Por apasionado. Por trabajador. Por alegre. pic.twitter.com/btZKSXBN4N— MAJ (@majimeno) 20 de agosto de 2018
Se ensalza más de la cuenta a quien fallece. No es el caso de Pedro Roncal. Antes de su pérdida ya decíamos que era el mejor profesor del #MasterRNE con diferencia. Nadie nos apretaba las tuercas como él. Qué suerte haber sido su alumna. Con este mail se despidió de mi promoción: pic.twitter.com/D2ASLeWZsb— Irene Vaquero (@Irene_Vaquero) 20 de agosto de 2018
Se ha ido muy pronto y nos ha roto el corazón. Pero ha dejado una profunda huella en decenas de jóvenes periodistas, que fueron sus alumn@s y que hoy muestran su dolor. Era pasión y rigor. Y un buen hombre. Hasta siempre, y gracias, Pedro Roncal. https://t.co/vt4P8ezI0t— Almudena Ariza (@almuariza) 20 de agosto de 2018
Muere el periodista y profesor Pedro Roncal. Con él di primeros pasos. Gracias, Pedro, por tus clases, tus buenos consejos y por ser así https://t.co/gm4ayx4ca3— Jesús Cintora (@JesusCintora) 20 de agosto de 2018
Acabo de enterarme y no doy crédito. Fue mi profesor. La persona que nos dió alas. La que nos hizo soñar y amar estar profesión. Te has ido demasiado pronto. Un beso enorme a su mujer y a su familia. https://t.co/0dpSurLx2W— Helena Resano (@helenaresano) 20 de agosto de 2018
Gracias Gorka, qué buen recuerdo de nuestro compañero!
ResponderEliminarTrabajé con él en R5. En la radio tuve muchos jefes pero sólo respeté a dos, Clara Isabel Francia Somalo en RadioCadena Española y Pedro Roncal en RNE. Fue el más exigente pero a la vez el más cumplidor. Siempre estuvo pendiente. También siempre estuvo abierto a escuchar y aceptar opiniones. Un lujo.
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