Íñigo nos hizo a todos ponernos las pilas, por José Ramón Pardo

El periodista musical, compañero de fatigas, y de RNE, recuerda al periodista bilbaíno que falleció el pasado 5 de mayo en Madrid

"Después de su muerte seguirá siendo una referencia cuando se hable de este último medio siglo"

Qué difícil es sintetizar en pocas palabras todo lo que José María Íñigo ha sido para mí. Nos conocimos hace unos 50 años cuando él regresaba de su meritoriaje en Londres y yo empezaba a escribir de discos en los periódicos. Podríamos haber sido rivales pero nos hicimos amigos. Y durante cinco décadas hemos trabajado en el mismo campo sin estorbarnos el uno al otro, a veces compitiendo, y otras, las más, colaborando.

José María Íñigo, pionero en tantos formatos

Siempre admiré el valor que demostró yéndose a Londres en plena adolescencia sin tener contacto alguno, y mucho más cuando se construyó como personaje y regresó a España convertido en un icono de la música pop que nos hizo a todos ponernos las pilas. Y con Estudio abierto modernizó la programación de nuestra televisión y nos hizo conocer personajes y músicas de todo el mundo que hasta entonces habíamos admirado desde lejos.

En los últimos 20 años comenzamos a colaborar, a escribir juntos libros y seleccionar canciones, primero con RNE y luego en Ramalama. Han sido 21 volúmenes en los que hemos intentado reflejar nuestros favoritos en todos los campos de la música.

Hace tan solo doce años tuve que sustituirle en el programa No es un día cualquiera de Pepa Fernández mientras él pastoreaba a los Supervivientes en una isla remota. Desde entonces hemos trabajado juntos en el programa de radio y hemos hecho más de 300 viajes recorriendo toda España y algunos escenarios fuera de nuestras fronteras. Incluso tuvimos la osadía de grabar algunas canciones y publicarlas conociendo nuestras limitaciones en ese campo... y en muchos otros.

José María Íñigo y josé Ramón Pardo, en una imagen de Isabel Permuy (ABC), que puede verse aquí

Hoy, en Tarragona, tan solo diez minutos antes de comenzar el programa, la noticia de su muerte nos cayó como un mazazo. Pepa Fernández abrió con la triste noticia y desde entonces miles de españoles se han solidarizado con su familia y con los compañeros de Radio Nacional de España. En sus 50 años de carrera derrochó sabiduría y fue una guía para muchos de los que le siguieron después. Todavía a sus 75 años seguía al pie del cañón, incluso conocedor de la maldita enfermedad que se le ha llevado.

Por fortuna, un comunicador tan popular como él ha dejado miles de documentos audiovisuales, con los que le seguiremos recordando, porque si en vida supo superar modas y cambios de gustos, estoy seguro que después de su muerte seguirá siendo una referencia cuando se hable de este último medio siglo.

Este obituario en El Mundo.es