Carlos Alsina: “Yo llego al periodismo de rebote de querer llegar a la radio”
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Entrevista al codirector de “Más de Uno”, Onda Cero (y II)
“La invasión informativa que nos llega con la Transición tiene una contraindicación evidente: el destierro del resto de géneros de la radio"
- “La radio se dejó robar la ficción o los concursos por la televisión”
- “A mí me interesaba el periodismo, pero me interesaba más la radio”
Continúa...
-¡Cómo te puso Guillermo Fesser hace unas semanas en ElConfidencial.com, “me gusta tanto Carlos Alsina, porque creo que él entiende la radio en el sentido de que la radio es sonido, es sugerencia, y que es mucho más que la opinión de una persona”.
-¡Cómo te puso Guillermo Fesser hace unas semanas en ElConfidencial.com, “me gusta tanto Carlos Alsina, porque creo que él entiende la radio en el sentido de que la radio es sonido, es sugerencia, y que es mucho más que la opinión de una persona”.
-Pero es que Guillermo es amigo…
Carlos Alsina en los estudios de Onda Cero, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), en un reportaje fotográfico firmado por Alberto Espada |
-¡Ya! ¡Pero tú eres un radiofonista, antes que periodista!
-Es que yo creo que hay dos modos
de plantearse este oficio nuestro: uno, es el estrictamente periodístico, o
informativo, en el que todo lo que valoras es lo que decimos, lo que opinamos,
y si estamos cubriendo adecuadamente las cosas que pasan. Y hasta ahí llegas, y
es un planteamiento.
“La llegada de la televisión descapitalizó de talento y de medios la radio”
-O sea, que te da lo mismo si ejerces el periodismo en un digital, en
una televisión, o en una radio… priorizas el periodismo, lo que cuentas.
-¡Exacto! Claro, porque a ti lo
que te preocupa es eso: el ejercicio del periodismo.
-¿Y la otra manera de enfocarlo?
-Pues priorizando el medio en el
que ejerces el periodismo. Yo suelo decir que lo que hago son programas de
radio. A mí me ha tocado, por razones, en los inicios, seguramente azarosas y
luego porque tal vez no lo haya hecho mal del todo, la especialización en
actualidad o información. Y a mí me ha tocado hacer programas de información,
que yo llamo ‘de actualidad’, por darle un abanico más amplio que la pura
noticia de cada día. La actualidad te permite interpretarlo de una manera más
amplia.
-¿Y ése es el mismo camino de tu llegada a la profesión?
-¡Pues sí! Yo llego al periodismo
de rebote de querer llegar a la radio. Yo quería trabajar en eso (la radio),
porque hay una gente que se lo pasa muy bien todos los días, diciendo cosas, y
además son interesantes. Y encima me he enterado de que les pagan por decirlas
y pasárselo bien. Pues esto… me dije, para mí. Yo lo que quería era dedicarme a
hacer radio.
Un momento de la entrevista para esta web, con Carlos Alsina, un radiofonista militante |
-¿Y enfocaste tus estudios de acuerdo con esas preferencias?
-Sí, luego tienes que decidir qué
estudias, y te dicen: pues si a ti te interesa la radio, te interesará el
periodismo y haz por tanto Ciencias de la Información. ¡Vale! A mí me
interesaba el periodismo, pero me interesaba más la radio. Como no hay que
elegir entre una cosa y otra, porque son compatibles, las puedes desarrollar a
la vez. La diferencia es a veces dónde pones el acento o dónde priorizas. Para
mí lo primero es que hacemos programas de radio. Y entonces sí tengo más
interés por el medio, y por todas las posibilidades que ofrece.
“Me encantaría asistir a una “Ficción Sonora” de RNE, en directo, pero ¡me daría tanta envidia! Para mí, lo más sería poder hacer las mías cara al público”
-¿Ves, como no iba mal encaminado Guillermo Fesser?
-¡Para nada! Yo, en mi
adolescencia, era fan de “Gomaespuma”.
Me preguntaba el otro día precisamente Guillermo (Fesser), a propósito de las “Ficciones Sonoras” que en mis ratos
libres me dedico a escribir, que si eran una apuesta de la casa, y le decía que
no, que eran cosa mía… aunque luego te das cuenta de que a la gente, a los
compañeros de la casa, les apasionan. Y le decía: fíjate, yo creo que el último
gran programa que era de ficción, en la radio española, fue “Gomaespuma”, la anterior a M80, la de
Antena 3 Radio…
-…O “El Flexo”, que nació
antes, en Radio Madrid.
-¡Sí, sí! Piensas, y qué era en
realidad: pues unos tipos que se inventaban unas historias muy divertidas, y en
las que ellos interpretaban a todos los personajes. La diferencia sustancial de
aquello con lo que intento recuperar, es que “Gomaespuma” se hacía en directo. Para mí lo más sería poder hacer
una ficción en directo.
-Como lo hace en Radio Nacional de España el equipo de Benigno
Moreno con sus “Ficciones Sonoras”.
Compartir una conversación sobra la radio con Carlos Alsina es un regalo para quien comparte su ideario radiofónico |
-¡Exacto! Me lo pasaría muy bien,
pero ¡me daría tanta envidia! Porque luego te dicen que ese formato es más caro
que el que hacemos nosotros todos los días. Las ‘Ficciones Sonoras” que hemos ido haciendo, aquí, en Onda Cero, no han costado un euro.
-Me suena… Pero es que la información manda…
-Creo que la invasión informativa
que se produce en España en los años de la Transición política tiene un efecto
fantástico, que es la revitalización del medio, su influencia y su presencia
social; pero nos trajo, a modo de contraindicación de los fármacos, el
destierro del resto de géneros que no eran puramente información. Y son géneros
que siguen existiendo, aunque no los frecuentemos.
El origen del ‘Serial catalán’
Carlos Alsina leyendo su monólogo |
-Por tomarle un poco la temperatura a la actualidad, estamos ya lo
suficientemente desquiciados o la cosa puede empeorar.
-Puede empeorar. No paran
de suceder cosas que pensábamos que eran impensables que sucedieran. Desde que
empezó la temporada, la actualidad está copada por el tema catalán.
-Pero a la hora de escribir tu monólogo, de volver a retomar el temita cada día, ¿tú eres consciente de
que el oyente tiene la misma sensación de cansancio, y de hastío, que tú
tienes?
-Todavía no he resuelto
este debate, te lo reconozco. No sé si hacemos bien, o hacemos mal en hablar
tanto de lo mismo. Porque, al final, es inevitable una cierta reiteración. Tú
mismo te dices cada mañana, creo que esto ya lo he contado diez o doce veces;
pero luego hablas con mucha gente y por lo que te preguntan es por este tema,
el catalán. Antes de que se celebrara el referéndum y de que el Estado
interviniera Cataluña con el 155 el problema catalán provocaba desinterés,
seguramente porque no había nada muy potente informativamente hablando. Pero
llega un momento en que se parece a un serial en el que el oyente, se va
metiendo, se va metiendo en la historia, y quiere saber cómo sigue, y cómo
termina. Tenemos un debate no resuelto sobre si nos pasamos o si, no te digo
que nos quedemos cortos, pero creo que, como la radio es un hábito, esta
información tiene su parte de serial, de continuidad de la película de lo que
ocurre.
-¿Queda mucho que contar de este asunto?
-Pues, fíjate, yo creo que
hay algo que, a pesar de la reiteración, no hemos hecho bien, porque detectas
lagunas en los oyentes, y no hablo de los fanáticos, de los que cantan todos
los días el estribillo del argumentario oficial. Hablo de personas normales,
que intentan explicarse razonablemente lo que ocurre, con respecto, por
ejemplo, a ¿por qué no pueden votar en referéndum su desanexión de España?
¡Porque es ilegal! -te responden-. Y yo les repregunto: ¿y por qué es ilegal? Y
no me saben responder. Y ahí me encuentro con la posibilidad de explicar más
tranquilamente las cosas, igual me pongo muy pesado…
-También la televisión, cuando llegó, nos robó los concursos, los
dramáticos, los documentales…
-…sí, Gorka, pero en realidad nos
los dejamos robar.
-Ves, ¡cómo eres un enamorado de la radio!
-Y hay una época de la historia
del medio, en los Estados Unidos, que es donde nacieron todos los géneros que
hoy conocemos. Después de una lógica etapa técnica de la radio, en la que se
investigaba una transmisión de voz con más calidad, y de una desorientada etapa
que consistía en difundir discursos, conciertos de piano y poco más, surgió la
explosión de creatividad. Estamos hablando de la radio americana en la década
de 1925 a 1935.
-Que culmina con “La Guerra de
los Mundos”, de H.G.Wells, dirigida por Orson Welles en 1938.
-¡Claro! Es que es una época,
como te digo, en la que nacen todos los géneros que hoy conocemos en la radio,
menos el ‘reality’, que creo es el
único que se ha inventado la televisión. Y entonces descubres que en aquella
época ya hay programas como “El
Hormiguero”, pero en la radio, de entretenimiento: con artista, con
invitado famoso, y que va allí a promocionar lo suyo, descubres que hay
seriales, concursos, informativos por supuesto…
Carlos Alsina delante de su micro verde |
-Luego llegó la televisión…
-…¡que es hija nuestra, de la radio! Y piensa: ¡andá, si le podemos poner imagen! Y se dedica a vampirizar todo lo que ya había aportado la radio. Y en Estados Unidos, la CBS Radio, que era un portaviones, trasladó sus principales activos a su naciente CBS Televisión, y descapitalizó la radio, y se quedó algo vacía, desasistida. Y yo creo que en España nos pasó algo parecido. Nos entusiasmamos tanto con la información, que desterramos todo lo demás. Y, sobre todo, desterramos la ficción, que yo creo que fue un grave error.
-Cambiamos un poco de tercio, ¿cómo trasladasteis “La Brújula” a las mañanas de Onda Cero?
"Con el paso a la mañana, yo preferí mantener el monólogo, porque lo que para algunos puede suponer una pérdida de tiempo, para mí no lo es"
-Tuvimos el debate de trasladar toda la estructura de “La Brújula”, o dejarnos llevar por lo que “se debía” hacer en la mañana: entrada, batería de titulares, y luego informaciones de 45 segundos, que incluyeran un corte. Y yo preferí mantener el monólogo, porque lo que para algunos puede suponer una pérdida de tiempo, para mí no lo es.
-¿De dónde nace el monólogo, Carlos? Tengo curiosidad…
-Pues, de hecho, el monólogo
surgió de una encuesta que realicé entre mi equipo de entonces. La actualidad
se movía en torno a un asunto relativo al Consejo General del Poder Judicial, y
les pregunté si alguno era capaz de explicar en una línea y media qué es lo que
hacía esta institución del Estado, y fracasé, no porque no supieran explicarlo,
sino porque no sabían muy bien qué era el CGPJ. Y entonces, claro, concluí:
¿cómo vamos a explicarle a la gente qué es lo que hace, si no lo sabemos
nosotros mismos?
-Y de ahí surgió el Carlos Alsina más didáctico.
-Es que, como éste, hay mil
ejemplos. Y entonces decidimos que antes de contar qué es lo que había ocurrido
referido al CGPJ, había que explicar qué es esta institución.
Alsina no es una estrella rebotada de la tele (aunque tengo curiosidad por saber si fue guionista de "El rival más débil" tras la salida de Onda Cero). Es un tipo que adora la radio y la conoce a la perfección, por eso todo lo que hace con ella lo hace tan bien. Eso sí, echo de menos "Las noticias que a nadie le importan".
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