“Urgente a por el oyente joven”
https://www.gorkazumeta.com/2018/04/urgente-por-el-oyente-joven.html?m=0
Un reportaje firmado por Francisco Rouco, para la revista “Periodistas”
En cinco años la radio en España ha perdido en número
1.300.000 oyentes
La radio, al igual que la prensa escrita y la televisión, también ha sufrido el envite de la tecnología. Pero si ésta zarandeó al papel y la pequeña pantalla hasta hacerles ver que debían reinventarse si querían seguir despertando interés, especialmente el de los jóvenes, en el caso de la radio no se puede decir que la fórmula haya cambiado mucho. Sí se han añadido detalles aquí y allá. Detalles como fichar a colaboradores con legiones de seguidores en las redes sociales, filmar entrevistas y editoriales y subirlos a Internet o comentar en directo las impresiones que los oyentes envían a través de Twitter y WhatsApp.
Son remiendos porque la esencia
de la radio –sus programas, sus formatos, sus presentadores– apenas ha variado
en lustros. Esta resistencia parece una apuesta arriesgada en un momento en que
las cifras de audiencia muestran que los oyentes están envejeciendo y que los
jóvenes no terminan de llegar.
“La radio es un medio bastante estático”, cuenta Carlos Zúmer, redactor y guionista de “Más de uno”, de Onda Cero. “Los programas siguen pivotando sobre
noticias y tertulias, que son llenatiempos; con hora y media o dos ya tienes un
programa hecho. La radio que mueve dinero no ha cambiado ni cambiará a corto
plazo en la medida en que se apoya en los mismos géneros y piezas radiofónicas”.
Lo que preocupa no son tantos los que se van como los que no llegan
Mientras la radio se resiste a
cambios drásticos, las cifras de consumo de radio en España sí están cambiando.
El 2012 fue, según el EGM (año móvil 2012 febrero a noviembre), un año de
récords. Se estableció uno de penetración (61,1%) y otro de oyentes: casi 12 millones
de personas escuchaban la radio generalista cada día (la musical alcanzaba unos
14,7 millones). Cinco años después, la penetración ha bajado hasta el 59,3%
(una reducción del 4%) y también han bajado los oyentes: de los 11,9 millones
de hace 5 años se ha pasado a 11,1, una pérdida del 6,7%; en el caso de la
radio musical, se ha pasado de 14,7 millones a 14,4 millones, lo que supone una
pérdida del 2%.
Pero más allá de las cifras, lo
que preocupa a los directivos de la radio generalista en España no son tanto
los oyentes que se van como los que no llegan. Lo dijo Pepa Bueno, copresentadora de “Hoy
por Hoy”, en la SER, en el pasado Congreso
de Periodismo Digital de Huesca: “Para
la radio hablada es estratégico llegar a los jóvenes”. El EGM antes citado
explica por qué: en 2012, el porcentaje de oyentes menores de 35 años era el
33% y el de oyentes de entre 35 y 64 años, el 52%. Cinco años después, el
porcentaje de menores de 35 años ha bajado al 26% mientras que el de 35-64 años
ha subido al 57%.
Para Gorka Zumeta, profesor de
comunicación en ESIC, la radio debe reaccionar. De no hacerlo, “continuará la sangría de oyentes que
desaparecen por simple descenso vegetativo, sin la necesaria renovación. Porque
los jóvenes no se ven atraídos por la radio, básicamente porque la radio no se
preocupa por ellos y sus contenidos”. Para Zumeta, la radio de la última década
ha pecado de “falta de valentía, de
arrojo, para evitar la rutina en la que ha caído”.
Recursos para atraer a los jóvenes
Probablemente el programa actual
que mejor encaja entre los jóvenes sea “La
Vida Moderna”, que se emite en la SER. Presentado por David Broncano (32 años), “La
Vida Moderna” combina humor –a varios niveles: hay surrealismo, humor
negro, cáustico y también chistes de pedos-, un seguimiento muy desenfadado de
la actualidad y una buena dosis de espontaneidad y experimentación (se pregunta
al público presente sobre sus impresiones sobre determinados temas, se
improvisan llamadas telefónicas a empresas y organismos públicos para
consultarles dudas, normalmente con dobles sentidos). Su vinculación con la
cultura milenial es tal que el programa
no sólo está repleto de referencias juveniles, sino que incluso Broncano y sus
dos colaboradores (los cómicos Quequé
e Ignatius Farray) inventan términos
que luego son repetidos por sus oyentes. O por sus espectadores. Porque aquí
está el ‘pero’ de “La Vida Moderna” en cuanto a su éxito en
las ondas: ¿un programa que se filma y cuyo público masivo lo ve a través de
YouTube es un programa de radio o es otra cosa? Esta misma reserva aparece
cuando se habla de otros programas de emisoras musicales que también se filman,
como “Yu”, de Los40.
La industria debería pensar en el medio-largo plazo, y poner los medios para mantener el medio (Fotografía Pixabay) |
La radio musical siempre ha sido
la puerta de entrada para los jóvenes a la radio generalista, y es ahí, entre
las radiofórmulas y los magazines cargados de canciones, donde mejor se pueden
comprobar los guiños a los jóvenes. Rejuvenecen los presentadores, se recorta
espacio a la información y se ficha a youtubers y tuiteros como colaboradores.
Si la idea es que los jóvenes están en las redes sociales, los mandamases radiofónicos
reclutan a celebridades con la intención de que sus seguidores los acompañen
también a la radio.
En la radio generalista pasa algo
parecido, pero sólo en lo que se refiere a fichar a celebridades de las redes
sociales. Son varios los programas insignia de la radio generalista que tienen
una minisección presentada por un icono mediático con miles de seguidores en
Twitter o en YouTube. (El propio David Broncano, ídolo en redes sociales,
colabora los domingos en “A vivir que son
dos días”, de la SER, y no son pocas las veces que su presentador, Javier Del Pino, ha comentado que la
presencia de Broncano se debe a un intento de rejuvenecer a la audiencia de la
SER.)
Filmación de algunas secciones
Otro recurso que salta de la
radio musical a la generalista es filmar algunas secciones del programa, como
las entrevistas o los editoriales de los presentadores estrella. Para Gorka
Zumeta, “el nuevo escenario virtual está
hiperdesarrollando el contenido transmedia, y llegará un momento (ya está aquí
prácticamente) en que interiorizaremos que los medios se van a ir
desnaturalizando, y nutriéndose de todo tipo de contenidos, de audio, video, imagen
o texto. Todo lo necesario para que el consumidor final elija lo que más se
adapte a sus necesidades y circunstancias”.
“La Vida Moderna" (en la SER, por David Broncano, 32 años) quizás sea el programa que mejor encaja entre los jóvenes”
¿Añaden algo al
oyente/lector/espectador los contenidos como los editoriales o las entrevistas
en vídeo? Carlos Zúmer opina que sí, si bien los define como una “guarnición de la radio que consumen los
nativos digitales, pero que consumen junto a la radio y que no es especialmente
relevante”.
Otro cambio estético de la radio
generalista ha sido incluir las aportaciones que los oyentes mandan a través de
las redes sociales. Muchos programas añaden en directo los comentarios que se
publican en redes sociales y los mensajes y grabaciones sonoras que llegan
desde WhatsApp. “La radio siempre ha tenido
una idea de acercar al oyente, pero con la explosión de la bomba de Internet y
de las redes sociales, los programas se ven con galimatías para tratar de
integrar esta nueva forma de expresión del oyente”, cuenta Zúmer. Para el
guionista de “Más de uno” y de “La Cultureta”, “ahora tienes más
información y, aunque la cantidad de ruido también ha aumentado, creo que el
saldo es claramente positivo”.
Estas novedades (colaboradores
mediáticos, secciones radiofónicas filmadas y colgadas en YouTube, opiniones en
redes sociales que se cuelan en los programas…) han actualizado la radio, especialmente
la musical, si bien no a todos lo niveles. “Me
desagrada la idea de que en la radio pasen los años y no se inmute en términos
de contenidos y estructura. Qué más da que se lean los tuits si al final hay
tertulia y monólogos”, concluye Carlos Zúmer.
Para el experto en radio Gorka
Zumeta, “la tendencia online, el escenario
digital, terminará por romper el statu quo tarde o temprano. En cinco años la
radio en España ha perdido 1.300.000 oyentes. Como dejemos que esto siga por
inercia, perderemos otros cinco, o más, en los próximos cinco, y así
sucesivamente. La sangría puede ser espectacular de no hacer algo en un corto espacio
de tiempo”.