¿Podcast versus radio? (y II) Cambio de hábitos
https://www.gorkazumeta.com/2018/04/podcast-versus-radio-y-ii.html
El autor reflexiona en torno al futuro del audio de contenidos hablados
Los altavoces inteligentes comienzan a modificar hábitos de consumo de audio en EE.UU.
Donde fueron más cautos los miembros de la mesa redonda, organizada por la Fundación Cope y la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad San Pablo CEU, es en avanzar proyectos que se perfilan en el ámbito de los altavoces inteligentes. Aparte del secreto profesional, todos coincidieron en señalar que faltan experiencias para definir mejor el escenario y, por tanto, situarnos mejor en él de cara a completarlo con más oferta, y mejor encajada. En el Laboratorio de Vocento, donde no disponen todavía de los altavoces que hablen español para interactuar con ellos, y aprender; siguen en fase de I+D con ingenieros especializados en inteligencia artificial, diseñando nuevos entornos de consumo de contenidos editoriales.
Los altavoces inteligentes comienzan a modificar hábitos de consumo de audio en EE.UU.
- ¿El futuro provocará un enfrentamiento de intereses y demanda entre podcast y radio?
- Una reflexión basada en las II Jornadas de Innovación Audiovisual, organizadas el pasado 22 de marzo en Madrid, por la Fundación Cope y el CEU
Continúa…
Seguimos repasando lo que dio de sí una de las mesas redondas de las II Jornadas de Innovación Radiofónica, organizadas, el pasado 22 de marzo, por la Fundación Cope en la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, en la que participaron Fran Izuzquiza, podcaster; Ángel Jiménez, Cuonda y María Sáinz, de Laboratorio de Vocento, moderados por el profesor de la UPSA, Luis Miguel Pedrero.
En Estados Unidos, la llegada de los altavoces inteligentes ya está modificando hábitos. Uno de ellos, muy familiar, es el que tiene que ver con la lectura de cuentos a los más pequeños de la casa. Antiguamente, eran los padres los que se ocupaban de esta tarea, pero desde la llegada de Alexa, los niños prefieren que sea ella la que se los cuente. Algo que no deja de producir, al menos a quien esto suscribe, un cierto vértigo, que en este caso tiene que ver con la suplantación de este rol familiar que corresponde a los padres, y a la, a mi modo de ver, una cierta dejación de responsabilidades por parte de estos.
En Estados Unidos, la llegada de los altavoces inteligentes ya está modificando hábitos. Uno de ellos, muy familiar, es el que tiene que ver con la lectura de cuentos a los más pequeños de la casa. Antiguamente, eran los padres los que se ocupaban de esta tarea, pero desde la llegada de Alexa, los niños prefieren que sea ella la que se los cuente. Algo que no deja de producir, al menos a quien esto suscribe, un cierto vértigo, que en este caso tiene que ver con la suplantación de este rol familiar que corresponde a los padres, y a la, a mi modo de ver, una cierta dejación de responsabilidades por parte de estos.
Podcast y radio van a ser competidores, porque ambos aspirarán a ocupar el reducido tiempo de ocio del que disponemos diariamente
Fran Izuzquiza abundó en los errores de directorio y de reconocimiento de voz. A su altavoz de Google le pidió que hiciera sonar la Cadena Cope, pero pronunciando ‘Cope’ en inglés, para que Google reconociera la petición más fácilmente; y, sin embargo, lo que reprodujo fue Cadena 100. De nuevo surgieron en la mesa redonda estos problemas que sin duda se convierten en prioritarios a la hora de buscarles una solución. Es de prever que, una vez que los altavoces inteligentes se defiendan en español, la identificación de las solicitudes será más fácil e intuitiva y que estos errores, al menos en el caso español, se reducirán.
Pero, independientemente de la resolución de las casuísticas negativas, el altavoz inteligente ha llegado para quedarse, y competir. Y, al tiempo, facilitar la accesibilidad a los contenidos. Es incuestionable que resulta mucho más cómodo de operar que a través de clics. El simple uso de la voz para la solicitud de acciones a un dispositivo va a redundar en beneficio, como ya está ocurriendo, de un mayor consumo de radio. Como hemos visto, el contenido más demandado a estos altavoces sigue siendo la radio; es decir, la radio -lejos de morir como vaticinan los apocalípticos- se refuerza con la llegada de nuevos dispositivos, cuyo límite está muy lejos del actual.
Antes de la llegada del cine, algunos visionarios como el escritor francés Julio Verne, o el británico Herbert George Wells, se dedicaron a adelantar el futuro. Con la llegada del artilugio inventado por los hermanos Lumière, desde Georges Méliès hasta nuestros días, el cine adelanta el que será el futuro del mundo, incluido el tecnológico. Podría decirse que la ciencia camina a remolque de la portentosa imaginación, siempre desbordante, de los guionistas de cine, y en el caso de los altavoces inteligentes, no iba a ser menos. Está claro que el futuro del 'clic' será la voz humana. A través de ella se activará nuestra vida, para facilitarnos todo tipo de acciones, incluida, por ejemplo, la domótica. Todos recordamos películas en las que las luces de la casa se activan por una invocación o el aire acondicionado se activa por el mismo procedimiento.
Este asunto plantea, como también abordaba María Sainz, del Laboratorio de Vocento, algunas reflexiones de tipo deontológico. El siguiente paso, la siguiente generación de los altavoces inteligentes -y no creo que tarde-, incorporará no solo ‘inteligencia’, sino ‘inteligencia artificial’; quiere decirse que el altavoz aprenderá de nosotros, podrá establecer diálogos más ‘emocionales’ y hasta, para algunos tal vez, intrusivos. Y quién dice que, en el caso de la radio, o el podcast, los sintetizadores de voz, a la vista de lo logrado, por ejemplo, con Alexa, no podrán sintetizar una voz ‘perfecta’, partiendo de los timbres de Luis del Olmo, Carlos Herrera, Iñaki Gabilondo y Carlos Alsina y, a partir de esta insuperable materia prima, lograr una voz que pueda prescindir de cualquier otra humana… Alguien, sin duda optimista, podría argumentar que las noticias debería seleccionarlas, y valorarlas, una persona, un profesional, y yo le replico: no lo creo imprescindible, en la medida en que se pueden introducir una serie de algoritmos que prioricen unos temas sobre otros, incluso unas plantillas de estructuración y presentación de la noticia, que hagan prescindibles a los profesionales de la información. El futuro no deja de ser imprevisible, incluso para el cine.
Los altavoces inteligentes formarán parte de nuestro paisaje doméstico, integrándose perfectamente en su decoración |
El contenido más demandado a estos altavoces sigue siendo ¡la radio!; es decir, la radio -lejos de morir como vaticinan los apocalípticos- se refuerza con la llegada de estos nuevos dispositivos
Donde fueron más cautos los miembros de la mesa redonda, organizada por la Fundación Cope y la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad San Pablo CEU, es en avanzar proyectos que se perfilan en el ámbito de los altavoces inteligentes. Aparte del secreto profesional, todos coincidieron en señalar que faltan experiencias para definir mejor el escenario y, por tanto, situarnos mejor en él de cara a completarlo con más oferta, y mejor encajada. En el Laboratorio de Vocento, donde no disponen todavía de los altavoces que hablen español para interactuar con ellos, y aprender; siguen en fase de I+D con ingenieros especializados en inteligencia artificial, diseñando nuevos entornos de consumo de contenidos editoriales.
Izuzquiza, rotundo, avanzó que los altavoces inteligentes están protagonizando una segunda revolución, tras la llegada de los smartphones, “y es el audio el que está protagonizándola”, señalaba. Aportaba otro dato de interés, y es que la tecnología inteligente, como apuntaba en este mismo post, está desplazando en los hogares estadounidenses a las tecnologías analógicas, de manera que el equipamiento del hogar está prescindiendo de los viejos receptores de radio de sobremesa, ante una tecnología ‘más inteligente’, que permite la interacción con ella. “Cuando este nuevo escenario se extienda, a través de los smartphones, los altavoces inteligentes y, no lo olvidemos, los coches, la oferta de contenidos disponible será casi infinita”.
El escenario de acceso de contenidos sincrónicos (radio) y asincrónicos (podcast) está cambiando a marchas forzadas. Las redes IP, muy pronto en su quinta generación (¡y posteriores!) y la DAB (también tecnología digital, y por tanto metadatable), si llega, van a ser (¡ya lo son!) los nuevos canales de distribución de estos dispositivos que nos harán mucho más fácil la vida y en las que -una vez subsanados los problemas de acceso al directorio de contenidos mediante invocación con voz humana- el podcast dispondrá de las mismas oportunidades que la radio.
María Jesús Espinosa de los Monteros, jefe de proyectos de Podium Podcast, la primera plataforma de podcast española, impulsada por Prisa Radio, es una convencida, como manifestó en estas mismas jornadas, y en otras en las que he tenido la suerte de escucharla, que el podcast es complementario de la radio. Pero yo albergo mis dudas. Las personas no disponemos de tiempo ilimitado para consumir contenidos. Ese tiempo está condicionado, lógicamente, por el trabajo. Establecida la prioridad, el espacio de ocio resultante es bastante reducido, y las marcas aspiran a que sus productos sean los elegidos. Pero es materialmente imposible que consumamos, no sé, me atrevo a cuantificarlo y tal vez cometa una imprudencia, ¿el 10 por ciento, el 15? de la oferta existente.
Fran Izuzquiza, podcaster, durante su intervención, interactuando con Google Home |
Se llega a establecer, progresivamente, un vínculo emocional entre el altavoz y el usuario, que aumentará en la siguiente fase con la incorporación de la inteligencia artificial
Con ese límite marcado por nuestro tiempo laboral, es evidente que podcast y radio van a ser competidores, porque ambos aspirarán a ocupar el reducido tiempo de ocio del que disponemos diariamente. Y hay otro punto a favor del podcast, o varios, y es que forma parte, como veíamos anteriormente, de la “radio a la carta”, y que, por tanto, se acerca más al cada vez más interiorizado consumo que desarrollamos los oyentes, y es que preferimos escuchar lo que elegimos, en lugar de que otros elijan por nosotros. Si queremos optimizar al máximo nuestro reducido tiempo de ocio, y por tanto de consumo de contenidos editoriales (sean vídeo, audio o texto) elegiremos nosotros (podcast), salvo que exista un acontecimiento puntual de una gran repercusión mediática que nos conduzca a recurrir al directo (radio). Creo, sinceramente, que radio y podcast, desde este punto de vista de rentabilización del tiempo de ocio, se van a convertir en competidores.
Y apunto una cuestión que sin duda muchos de los que, como un servidor, somos consumidores compulsivos de radio y ahora hemos pasado a serlo, también, de podcast, hemos sufrido; y es cuando el podcast concluye y se hace el silencio. A su término, estamos esperando unas señales horarias, una autopromoción, que dé continuidad a la emisión, como parte de un todo. Pero no. El podcast es independiente o, mejor dicho, es ‘dependiente del oyente’. En este sentido, las programaciones ‘a la carta’, metadatadas, nos permitirán crear nuestras propias parrillas de programación a partir de la suma de podcast, por ejemplo, para un viaje largo en el coche, que nos lleve a completar un espacio de dos o tres horas de camino. ¿Para qué queremos la radio en estos casos, salvo para hacer seguimiento de la actualidad, a las horas en punto, o a las medias?
Las plataformas de video, tipo Netflix, Amazon Prime o similares, se están convirtiendo ya en el enemigo público número uno de la televisión tradicional sincrónica. Tanto amenaza el sector que socios a priori imposibles e irreconciliables, como RTVE, Atresmedia y Mediaset, se han lanzado a la creación de una plataforma conjunta de contenidos audiovisuales, para competir con las plataformas de pago apuntadas. Y el profesor de la UPSA, y moderador de esta mesa que estoy comentando, Luis Miguel Pedrero, se preguntaba en Twitter, ¿por qué las radios no toman buena nota de lo ocurrido?
En el infinito entorno digital la unión ¡refuerza a todos! @rtve, @atresmediacom y @mediasetcom preparan plataforma conjunta de contenidos audiovisuales en #TDT (en un futuro también vía #OTT): ¿cuándo planteará algo similar la #radio? https://t.co/KE5zwXqO1F pic.twitter.com/xvAueCZgiQ— Luis Miguel Pedrero (@luismipedrero) 24 de marzo de 2018
Aunque no hay datos, ni suficientemente presentes, ni fidedignos, ni siquiera en Estados Unidos, como apuntaba Ángel Jiménez, de Cuonda, sí parece que existen impresiones en torno a que el target del consumidor de podcast rejuvenece bastante la media de edad -muy alta- de la radio hablada, en general. Y añado: si la radio recupera posiciones en lo que a su consumo se refiere entre las nuevas generaciones, será en gran parte, gracias al universo podcast. No tengo la menor duda. Pero eso no quiere decir que debamos volcarnos en el podcast. Pero sí tomárnoslos más en serio.
El hábito de escucha se refuerza si la accesibilidad es rápida, y cómoda. Si podemos evitarnos los clics, y sustituirlos por la voz humana, el proceso de acceso a los contenidos será sin duda más cómodo. Y situémonos en los coches, el lugar donde más radio/audio se consume. No hablamos de ciencia ficción cuando, como se ofreció el dato en la mesa redonda comentada, la marca de origen español SEAT ha sido la primera que ha llegado a un acuerdo con Amazon para que Alexa esté presente, como asistente personal, en sus modelos León, Ateca e Ibiza y esto, insisto, es solo el principio de una gran revolución en la que la voz va a marcar el acceso a contenidos y acciones.
La presencia del altavoz en el salón de la casa está devolviendo a los hogares la escucha colectiva en familia, hábito en decadencia con la llegada de los transistores |
A continuación, voy a recrear un posible diálogo con Alexa, la asistente personal de Echo, el altavoz inteligente de Amazon:
-Hola Alexa.
-Hola Gorka. Anoche terminaste tarde de trabajar.
-Sí, tenía trabajo. ¿Qué me pongo hoy, chaqueta o abrigo?
-Va a hacer frío. Las temperaturas van a bajar. Y llévate también el paraguas porque hay un 80 por ciento de probabilidades de lluvia.
-Dame los titulares del día de El País.
-Ya hay nuevo president en Cataluña.
-Correo, ¿algo urgente?
-Urgente no hay ningún correo, pero sí te han escrito Martín Gómez y Charo Gutiérrez, que te hacen una pregunta sobre el proyecto de InnovaAudio.
-Gracias Alexa, hasta luego.
-Buen día Gorka.
Se llega a establecer, progresivamente, un vínculo no sé si emocional, tal vez, entre el asistente y el usuario. Izuzquiza señalaba el caso de una estudiante americana que, desplazada a su centro universitario, lejos de sus padres, les decía que su ‘compañera de piso’ era Alexa. Y está anunciado que la implicación entre ambos, asistente y usuario, será cada vez mayor, porque Alexa, en próximas generaciones, aprenderá de y con nosotros.
Por último, la barrera del precio. Se apuntaba en la mesa que tampoco existe. El modelo más sencillo de Amazon vale treinta dólares (unos veintiocho euros). Se trata de la versión más básica del altavoz inteligente, que hay que conectar a un altavoz exterior, pero que cumple perfectamente con las mismas funcionalidades de sus hermanos mayores.
Facebook plantará cara a las grandes marcas en la fabricación de otro altavoz inteligente, en este caso con una pequeña pantalla táctil |
Y me gustaría concluir con la colaboración de un grande de la radio en España, como es Carlos López Tapia que, el pasado año 17, a modo de Julio Verne del siglo XXI, cuando le invitamos a participar en la iniciativa ‘La Radio que Queremos’, aportó este audio, absolutamente visionario sobre el futuro de este medio:
Sobre los altavoces inteligentes, quisiera saber si se tendrá en cuenta la accesibilidad tanto para las personas con discapacidad visual (Siri y Talckback cada vez están mucho más desarrollados) y las radios que lleven la banda DAB o DAB +. ¿posrán verbalizar los RDS y mensajes que puedan incluir en la pantalla? Esto mismo también debería ser accesible al colectivo de las personas mayores o sin demasiado conocimiento de la nueva tecnología.
ResponderEliminarpor otro lado y aún siendo muy partidario del podcat, ¿no podrá significar esto un empobrecimiento y o abandono de la antena a medio largo plazo? La SER, sin ir más lejos,tanto en navidades como los fines de semana de verano, se tira un montón de horas rellenando las horas con contenidos de Podium podcat. Es cierto que puede ser un aliciente para que algún oyente despistado pueda descubrilo y, porqué no decirlo, una manera de abaratar costos, creo que es un golpe a la posibilidad de apostar por una radio en directo, fresca y creativa, tal y como demostraron íker jiménez en su momento o fran Izuzquiza en punto Radio hace algunos años. Igual es nostalgia, pero echo de menos esos programas en directo.
por último, es una muy buena noticia que operadores como la COPE apuesten por estos foros, pero me llama la atención que, también en el invertir en una plataforma podcaster, haya sido la SER quien fuera la primera en abrir camino de los 4 operadores, mientras el resto ha quedado muy rezagado. podríamos achacarlo a la crisis, pero a pesar de todo el temporal que está sufriendo PRISA, han querido realizar una apuesta muy decidida con podiumppodcast, con series tan atrayentes como el gran apagaón y más o menos caras como La vida peligrosa. ¿Ahora onda Cero recupera el radioteatro de la mano de Alsina y la COPE trata de competir con una muy buena app de Tiempo de juego, pero ambos nada que ver con la otra plataforma que dicho sea de paso, hacen un magnífico trabajo para recuperar partes de su archivo sonoro.