La nueva etapa en la Prisa post Cebrián
https://www.gorkazumeta.com/2018/02/la-nueva-etapa-en-la-prisa-post-cebrian.html
La ‘herencia Cebrián’: bajo su mandato, Prisa ha perdido
3.753 millones de euros, y la empresa se ha descapitalizado en Bolsa en más de
3.500 millones
Manuel Mirat, el nuevo CEO de Prisa, quiere retomar la paz
social para afrontar un nuevo tiempo
- El nuevo CEO ha enviado una carta a todos los trabajadores del grupo pidiéndoles confianza
- La decisión de recuperar a Daniel Gavela en Prisa Radio persigue motivar a una plantilla muy maltratada
- El nombramiento de Javier Monzón como vicepresidente no ejecutivo, otra afrenta para Cebrián
Va a resultar muy difícil. Harto
difícil. Pero no imposible. El nuevo consejero delegado, Manuel Mirat, ha pedido (debería rogarles…) a los trabajadores del
Grupo Prisa que le ayuden, con el mejor de los ánimos, y las disposiciones, a
afrontar “un nuevo tiempo” (textual)
que se pone en marcha tras la ampliación de capital del todavía primer grupo de
comunicación del país. Un nuevo tiempo que nace sin la presencia arrogante de Juan Luis Cebrián, quien se resiste a
abandonar sus prebendas en el grupo que dirigió con tan poco acierto, tras la
muerte de su fundador, Jesús de Polanco.
Manuel Mirat personaliza el cambio en Prisa |
De nuevo los Polanco, en este
caso Manuel, vuelven a tomar el control de la presidencia de la empresa
paterna, aunque sin poder ejecutivo, como simple florero. Pero es un Polanco.
Por debajo, manteniendo el pulso a los accionistas -que observarán con lupa su
gestión, sobre todo después de aportar más dinero a la última -y vital-
ampliación de capital- el primer ejecutivo de Prisa, Manuel Mirat, al que tuve la suerte de conocer en 2002, en el IESE,
en el transcurso de un Programa de
Desarrollo Directivo (PDD) impartido entre profesionales del Grupo “con proyección directiva”. Me pareció
una persona capaz, cabal y con la cabeza bien amueblada. Creo, sinceramente,
que puede ser la persona que necesita el Grupo en este momento.
Quiero pensar que Manuel Mirat es el hombre que necesita Prisa, igual que Pedro García Guillén lo es en Prisa Radio
Pero la herida no está
cicatrizada. Han sido muchas las barbaridades cometidas, no sólo me refiero a
los Expedientes de Regulación de Empleo
interpuestos en las diferentes empresas del Grupo, y a las salidas masivas de
trabajadores por la puerta de atrás; sino también a los modos y formas en la
gestión. Cebrián ha enconado los problemas, en plural. Su manera de proceder,
sin preocuparle lo más mínimo el ir dejando un reguero de víctimas, incluso
entre su propio equipo directivo -el último José Luis Sáinz- le ha hecho acreedor de numerosas enemistades y,
seguramente, odios viscerales.
Los últimos diez años en la vida
del Grupo Prisa, desde la muerte de Jesús de Polanco, su fundador, han sido un vía crucis para los trabajadores, que
han vivido en una tensión permanente, en un miedo ancestral al despido. Cebrián
promovió el imperio del terror en Prisa, el mejor
de los ambientes para crear una atmósfera irrespirable, y permanentemente
desmotivadora. El principio que mantenía las posiciones del Grupo, en todas sus
compañías, era la profesionalidad incuestionable de su personal. Pero ninguno
podía llevar la camiseta encima con Cebrián a la cabeza de Prisa, porque sus colores
estaban diluidos por la incompetencia y la arrogancia.
Restañar estas heridas, liberar
del miedo los pasillos de las diferentes sedes del Grupo, no es tarea sencilla.
Tiene que transcurrir tiempo, y avanzar la gestión de Mirat. Por sus hechos los conoceréis… El nuevo
CEO debe mostrar nuevos hábitos, nuevas -y mejores- formas, nuevos modos en la
gestión de un Grupo que, desde Jesús de Polanco, no ha conocido un momento de
tranquilidad, con una compañía acuciada por una deuda galopante, a la que
Cebrián no sabía hacer frente más que retrasando los compromisos y aumentando
los intereses. Es lo que tiene poner al frente de un grupo empresarial de este
tenor a un periodista, académico de la Lengua. Zapatero a tus zapatos.
Manuel Polanco, el hijo del fundador, asume la presidencia de Prisa, con carácter no ejecutivo, pero es un hombre de consenso en el Consejo de Administración |
El curriculum de Cebrián al
frente de Prisa no tiene desperdicio. Seguramente se acogerá al manual de los
políticos, que tanto ha criticado a lo largo de su trayectoria periodística,
para maquillar de la mejor manera posible su herencia; pero nadie le quita el mérito de haber perdido 3.753 millones de euros, y haber descapitalizado la compañía en Bolsa en más de 3.500 millones de euros. Un portento de gestión. Nunca ha corrido más entre los
trabajadores de Prisa un video como éste, en el que Joseph Oughourlian, del fondo Amber
Capital, el segundo accionista de Prisa que, sin ser tampoco una hermanita de
la caridad, planteaba abiertamente su hostilidad a la gestión del presidente,
en términos absolutamente rotundos: “su
gestión no ha sido mala, sino lo siguiente”. Y otras ‘perlas’ como
(Cebrián) “es el cáncer de esta compañía” y “Hoy voy a votar en contra del paquete
de acciones de Juan Luis, porque seis millones de euros son bastantes para un
gestor que fracasa y, como accionista que he perdido más del treinta por ciento
del valor de mis acciones, pagarle a él acciones gratuitas, si se cumple la
ampliación de capital, cuando he pedido que se vaya para suscribir esa
ampliación sería ridículo” Y, por último, vaticinó, “esta compañía tiene gran futuro y activos increíbles porque han
sobrevivido a diez años de gestión pésima, pero eso se acaba”.
Cebrián promovió el imperio del terror en Prisa, el mejor de los ambientes para crear una atmósfera irrespirable, y permanentemente desmotivadora
Aun siguen en sus puestos muchos
nombres pertenecientes a la guardia pretoriana de Cebrián, a la espera de su
continuidad o de su decapitación. No hay más alternativa. Pero, en “un nuevo tiempo” no debería haber
espacio para quienes han marcado posiciones muy concretas, teledirigidas por el
antiguo CEO, y mantenidas a sangre y fuego. El club de hoolingans de Cebrián ya debería estar haciendo las maletas.
Pero ya ha habido movimientos. Pedro
García Guillén es, desde el pasado mes de
enero, el nuevo CEO de Prisa Radio, con responsabilidad directa
sobre toda la unidad de radio de Prisa, que abarca España y América, la
poderosa Cadena SER entre los activos.
He pulsado opiniones sobre él en diferentes foros que le conocen, algunos de
alto nivel ejecutivo en otras etapas, y todos, unánimemente, han confirmado sus
excelentes cualidades, profesionales y personales, para asumir la
responsabilidad. García Guillén es un ejecutivo ‘marca Prisa’, pero no tanto
‘marca Cebrián’. En 2009 abandonó El País para meterse, cuando la crisis
empezaba a amenazar el sector, en la boca del lobo de Sogecable, que arrastraba
los 5.000 funestos millones de deuda que lastraron el futuro del Grupo
(evidentemente, no pudo hacer nada) y negoció la venta de Cuatro a Mediaset en
2010 para aliviar las cuentas de la compañía. Finalmente, liquidó Sogecable
para venderla a Telefónica, que le fichó en 2015 como consejero delegado de Movistar+,
empresa resultante de la fusión. Ahora es el que tiene que liderar ese “nuevo tiempo” en la división de radio. Y
desde luego posee los mimbres para serlo. Su decisión de recuperar a Daniel Gavela va en ese camino.
Joseph Oughourlian, CEO de Amber Capital, segundo accionista de Prisa; el hombre que paró los pies a Juan Luis Cebrián |
Joseph Oughourlian afirmó
textualmente que Prisa cuenta con unos “activos
increíbles”, entre los que no solo se cuentan las empresas, sino, sobre
todo, quiénes las hacen grandes: su personal, sus profesionales. Y es a ellos a
quienes se ha dirigido por carta -no suele ser muy habitual esta modalidad de
comunicación interna- el CEO Manuel Mirat. La dependencia financiera de Prisa
se ha relajado un poco. "El Grupo ha logrado entrar en un periodo de estabilización financiera -escribe el máximo responsable ejecutivo de
Prisa- que nos permitirá afrontar con una mayor serenidad los inmensos retos
de desarrollo de los negocios". Mirat apunta también a las
tímidas subidas del valor de Prisa en Bolsa, lo que se sobreentiende como una
renovación de la confianza de los inversores en la compañía. Al tiempo...
He pulsado opiniones sobre Pedro García Guillén (CEO Prisa Radio) y todos, unánimemente, han confirmado sus excelentes cualidades, profesionales y personales
Tampoco Mirat pretende, con
realismo, vender en su carta “un nuevo
tiempo” edulcorado gratuitamente por un nuevo entorno de fantasías de ayer y de hoy. "Queda una dura travesía que
afrontar", afirma, pero el
objetivo principal pasa por "poner el foco en el
desarrollo de todos y cada uno de los negocios en los que estamos presentes".
Y, en cuanto a la metodología, anuncia Mirat que todo movimiento se hará
con "prudencia, rigor y
austeridad".
El
caso es que Prisa ha ampliado su capital en 563 millones de euros (a la que
ha accedido Amber Capital, previo cese como presidente de Juan Luis Cebrián),
parte de ellos servirá para amortizar deuda y ha refinanciado el resto en
plazos más laxos, lo que permitirá relajar la cuerda que tira de la compañía y generar
valor, tarea casi olvidada en Prisa, que se dedicaba a sobrevivir bajo el
asedio de los bancos.
Este nuevo paisaje financiero
permite a Mirat ser más optimista de cara al futuro, de ahí la elección de la
carta personal dirigida a todos los trabajadores de Prisa en la que les pide su
ayuda: "Sin vuestro apoyo, sin vuestro esfuerzo, sin vuestro compromiso
y sin vuestra profesionalidad nada
será posible". Y concluye: "Por eso os animo a que como
siempre ha ocurrido, incluso en los momentos más difíciles, os suméis a esta ilusionante etapa que se abre en Prisa".
La noticia con la que nos sorprendimos todos ayer tarde fue el nombramiento, por segunda vez, de Daniel Gavela como Director General de la SER. No voy a insistir en los argumentos que ya expuse en mi crónica de urgencia, pero sí quiero subrayar que recuperarle implica desprenderse del yugo de Juan Luis Cebrián, en un grupo que ha dependido en exceso de su personalismo petulante. La llegada de Javier Monzón, expresidente de Indra, al Consejo de Prisa, como vicepresidente no ejecutivo, tiene también carácter de afrenta, incluso provocación, hacia Cebrián, toda vez que éste se opuso frontalmente a su nombramiento como presidente y recurrió a sus influencias en Moncloa y Zarzuela para impedirlo. Finalmente, Monzón, sin apoyos, prefirió renunciar al cargo. Ahora ha regresado, con Cebrián fuera. Y con el apoyo del Santander y del acérrimo enemigo del expresidente Joseph Oughourlian, CEO de Amber Capital, segundo accionista de Prisa (26 por ciento), después de los Polanco.
Quiero pensar que Manuel Mirat es el hombre que necesita Prisa, igual que Pedro García Guillén lo es en Prisa Radio y Daniel Gavela, estoy convencido, lo será en la SER, y que este nuevo equipo, alejado Juan Luis Cebrián de las tareas ejecutivas, será capaz de reencauzar una gran compañía como Prisa que sucumbió a las peleas de poder, incluso en vida de su fundador, y terminó arruinada por la ineptitud de quien ansiaba dirigirla a cualquier precio. Será difícil, insisto, dar el giro, pero los nombres elegidos para pilotarlo gozan a priori de la confianza necesaria para acometer esta ilusionante nueva etapa.
Daniel Gavela, de nuevo director general de la SER, recogiendo el Ondas 2017 por el programa "Ochéntame otra vez", de TVE, del que es productor ejecutivo |
Quiero pensar que Manuel Mirat es el hombre que necesita Prisa, igual que Pedro García Guillén lo es en Prisa Radio y Daniel Gavela, estoy convencido, lo será en la SER, y que este nuevo equipo, alejado Juan Luis Cebrián de las tareas ejecutivas, será capaz de reencauzar una gran compañía como Prisa que sucumbió a las peleas de poder, incluso en vida de su fundador, y terminó arruinada por la ineptitud de quien ansiaba dirigirla a cualquier precio. Será difícil, insisto, dar el giro, pero los nombres elegidos para pilotarlo gozan a priori de la confianza necesaria para acometer esta ilusionante nueva etapa.
Completamente de acuerdo con tu análisis. Esperemos mejores tiempos para la cadena SER y, sobre todo, para sus maltratados trabajadores, que han sabido mantener el listón durante todos estos años de desgobierno en los que la radio poco importaba. Sólo se pedía, y aún se pide, facturar y facturar de la forma que fuera. Claro, había que quitar deuda... Va a ser difícil el cambio porque quedan dentro muchos acólitos de esa política destructora (en puestos de alta decisión).
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