"Escucho, luego pienso", por Pepe Rubio (SER)
https://www.gorkazumeta.com/2018/02/escucho-luego-pienso.html
El redactor de “La
Ventana” responde a la pregunta de cómo se acierta en los contenidos elegidos de los programas
La magia de la radio está en la calle
La radio está llena de misterios,
de ahí que la magia siempre esté presente. De niño, como tantos otros, no soy
una excepción, creía que los que hablaban y cantaban a través de aquel pequeño
transistor del abuelo eran unos seres diminutos que habían sido introducidos
allí por un mago. Pasados los años, no sé si demasiados, me he ido convirtiendo
en uno de esos gnomos del sonido. Incluso he sido objeto de curiosidad y
sometido a preguntas infinitamente complicadas e incontestables. La última me
la hizo recientemente otro de aquellos niños del pasado que se quedó atrapado
en un encantamiento de ondas ¿Cómo conseguís los de la radio saber qué interesa
a los oyentes?
Imagen de un programa de "La Ventana" (SER) realizado cara al público, en "Euskalduna" (Bilbao) |
En la respuesta está el gran
secreto, que por definición es algo que solamente es conocido por un número
limitado de personas y yo no sé si estoy entre ellas, pero intentaré
aproximarme a través de mi experiencia.
La radio se oye, y el primer paso
para saber lo que un oyente quiere oír, es escuchar. Poner el oído en el mercado,
el metro, el autobús, el área se servicio, la sala de espera del médico, el
gimnasio, la reunión del AMPA, la terraza del bar, el parque, la urbanización,
el quiosco, la comisaría, el juzgado, la rueda de prensa, la conferencia, el
debate parlamentario... las palabras antes de ser escritas, leídas o locutadas,
pasan por una vida que es líquida y empapa nuestros oídos convirtiéndolos en
conductores de información.
El equipo de 'La Ventana" (Pepe Rubio al fondo) reunido en la redacción. No hay buen programa de radio sin una trastienda bien engrasada |
Pero todo lo que se oye hay que
verlo y tocarlo para creerlo. Hay que contrastarlo, y aun así, no es seguro que
sea un buen tema para contarlo y que interese. Nos quedan dos sentidos claves.
El gusto que no siempre tiene que ser compartido entre el que habla y el que
escucha, y el olfato que es el último filtro y el más particular de cada uno. Es
la capacidad de descubrir, de encontrar. En la mayoría de profesiones el éxito
pasa por tenerlo todo controlado, en el periodismo por sorprendernos cada día.
Una vez aplicados los cinco
sentidos a los temas que pueden interesar, debes reconocer que en tu medio y en
otros hay miles de oídos, ojos, manos, lenguas y narices que han procesado
otros asuntos de interés que pueden sumar o restar a los propios. Ha llegado el
momento de seleccionar entre el todo, el material que has filtrado y el que te
llega a través de la prensa, las redes sociales, la televisión u otras radios
(nunca hay que dejar de escuchar a la competencia) o lo oyentes que te
retroalimentan a través de comentarios, propuestas o “me gusta” a través de la
web, la redes sociales o la llamada a redacción o en directo.
Carles Francino, la actriz y cantante Ana Belén y Roberto Sánchez, al fondo. Para que esta reunión funcione es imprescindible un buen trabajo previo |
Ya has seleccionado los temas,
toca pensar, darle la vuelta que suele ser la frase favorita de los jefes,
enfocar, buscar, hacer que un dato, un evento, una presentación, un debate, una
decisión, una votación o un incidente se puedan convertir en una buena
historia. Podemos contar que el paro se ha incrementado un 1% en el último mes,
pero si profundizamos un poco más, igual descubrimos que de ese aumento, un 96%
son mujeres, un 30% camareros, un 20% empleados de banca y un 15% obreros de la
construcción. Cada dato tiene unos rostros y detrás de cada rostro un nombre
propio a entrevistar o reportear. El oyente quiere información, pero también
necesita historias, explicaciones y debate de ideas. Identificarse, empatizar,
entender y sacar conclusiones.
Llega el momento de exponer los
temas. A las reuniones de un programa de radio hay que llegar escuchado, leído,
contrastado, seleccionado, pensado y enfocado. Tus primeros oyentes serán tus
compañeros y el director del programa o el editor del informativo. No te lo van
a poner fácil, pero si el tema viene bien trabajado será comprado o en el peor
de los casos quedará en bandeja de salida para otro día.
Y la importancia de las autopromociones... Pepe Rubio, al fondo, junto al locutor Julio López |
La magia, el secreto de acertar
con un tema, por tanto, no es la incógnita de una fórmula ni ningún misterio.
Es cuestión de sentir y pensar. Tener curiosidad y ponerte en el lugar de los
oyentes de verdad, esos gigantes a los que hablamos los diminutos seres que
hacemos la radio. A los que debemos sorprender, porque darles sólo lo que
creemos que quieren oír es condenarnos a una rutina que les aburrirá y nos convertirá
en malos y acomodados profesionales. Es importante tener presente el perfil, el
target de oyentes que nos marcan los estudios, pero para crecer hay que salir
del centro de la campana de Gauss, de la normalidad, de lo previsible. El
oyente siempre va por delante y no acepta que lo infravalores. Los tiempos
cambian y lo que hace 20 años asustaba a una persona mayor hoy le es
indiferente. Los que tienen más de 60 años han vivido el hippismo, el
nacimiento de rock y del pop, los nuevos modelos de familia, se han enganchado
a las redes y nuevas tecnologías. No se van a asustar si les pones un tema de
Vetusta Morla, Love of Lesbian o Los Planetas. Les puede gustar o no, pero lo
tienen asimilado.
Pienso luego existo era una
consecuencia que planteaba René Descartes. Escucho, luego pienso, es una
continuidad temporal que no asegura el éxito, pero que te acerca a la realidad
de los que oyen.
Retrato de un periodista cartesiano
Pepe Rubio |
Pepe Rubio, José Rubio Miguel, es un periodista malagueño al que
conocí hace muchos años en la SER. Observador silencioso, y discreto de la
realidad, no es un andaluz dicharachero y verborreico (el tópico fácil al que nos han acostumbrado); sino más
bien lo contrario. Su humor, irónico, sarcástico, también es más propio de
otros lares que los adjudicados a su tierra. Y doy fe de que le encanta
escuchar. Su rostro se apresta a mostrar interés a su interlocutor y le invita
a que se confiese (gran valor de un profesional de la información). Pero, ante
todo, es un periodista que piensa en radio: lo más difícil en este oficio, y
que tanto cuesta a las nuevas generaciones, y a las viejas, no suficientemente
recicladas. Cuando escribe, que lo hace desde una aguda sensibilidad de curioso
impenitente y una habilidad envidiable, está oyéndolo en su cabeza. Es un
puntal de ‘La Ventana’, pero antes lo
fue en decenas de otros programas, y en todos dejó su impronta: discreta,
eficaz, aguda, sensible, irónica, y todo el resto de epítetos relacionados con
inteligente. Tenerlo aquí es para mí un motivo de orgullo y para mis lectores,
sin duda, un regalazo. Gorka
Zumeta, editor.