La radio dentro de la radio: "Esperando a Garci" (RNE)
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Se trata de una sección dedicada a la radio, en “No es un día cualquiera”
Un mano a mano entre José Luis Garci, y Juan Carlos Ortega
“No es un día Cualquiera”, el programa de Pepa Fernández de los fines de semana en la radio pública, ha incorporado esta temporada una sección, también en tono revival, cuyo objetivo es hablar de la radio dentro de la radio. Sin duda, un encomiable y plausible objetivo el que propone este programa de RNE. Para liderarla, Pepa ha elegido a dos profesionales, generacionalmente bastante lejanos, pero unidos por su incuestionable amor por el medio: el director de cine José Luis Garci (Madrid, 1944) y el humorista Juan Carlos Ortega (Barcelona, 1968).
José Luis Garci, en los estudios de RNE en la Casa de la Radio, Prado del Rey (Madrid) |
Así, entre los dos, mano a mano, cada domingo (sección semanal), “Esperando a Garci”, que así se llama la sección y se inicia con música de Cole Porter, el “Begin the Beguine”, uno de los nombres míticos del imaginario musical del director de cine madrileño, se desgrana con detalle el pasado de la radio, y la radio en sí, con aportaciones personales de cada uno de sus dos titulares. Con el comienzo de la nueva Temporada, se puso en marcha esta sección, sin José Luis Garci, a modo de un remedo de la obra de Samuel Beckett, ‘Esperando a Godot’, en la que Godot nunca termina de llegar.
En ocasiones se hace trabajar más de la cuenta a los oyentes, “y sin cobrar”, apostillaba Ortega
Y transcurrieron varios domingos de “Esperando a Garci”, Pepa y Ortega charlaban con diferentes invitados, y Garci no aparecía, hasta que, en la edición del 24 de septiembre pasado, el director de cine madrileño intervino por teléfono en su sección y Juan Carlos Ortega pudo presentarla ante los oyentes. Por fin su titular, el que daba nombre a la sección, había aparecido. De él, el humorista catalán dijo “Garci es una de las personas que más saben y sienten la radio”. Y el propio Garci corroboró sus palabras, subrayando que “la radio me ha acompañado siempre, tal vez porque mi generación nació sin televisión, y la radio era nuestra televisión, porque la veíamos”.
La sección tiene su punto de delicatessen, porque el sonido de la voz de José Luis Garci, nos retrotrae a tiempos pretéritos en los que la radio estuvo muy presente. En aquella Antena 3 Radio parida por Manuel Martín Ferrand, que reunió tanto talento en la calle Oquendo de Madrid. Pero no sólo en sus colaboraciones en este medio, sino en la presencia que la radio ha tenido en su cine, en películas como “Solos en la madrugada” y “Asignatura Aprobada”, dos títulos con gran presencia de la radio, la primera más intensa, colateral la segunda. Visionando la primera, el espectador se da cuenta de inmediato del regusto de Garci por la radio nocturna, que fue, por cierto, tema principal de una de las secciones, que duran en torno a diez minutos.
Pepa Fernández comentándole algo al oído a Ortega en "No es un día cualquiera" |
En Radio Madrid, de la Cadena SER, se recuerda cómo Garci intentó rodar la película ‘Solos en la madrugada’, protagonizada por José Sacristán, en el estudio principal que esta emisora tenía en la segunda planta de Gran Vía 32, donde se realizaron en directo programas históricos como “Hora 25” o “Matinal Cadena SER”, pero era tal el lío que suponía hacerlo que, finalmente, Garci optó por reproducirlo como decorado, pero respetando su diseño original. Por eso, la película hoy se ha enriquecido con un valor documental añadido, al ser testimonio de una época de hacer radio en la España de fines de los años 70 (1978).
Juan Carlos Ortega no deja de aportar y de demostrar su profundo conocimiento de la radio, no sólo a través de sus comentarios, sino también con sus escenas cómicas, recogidas del día a día con los oyentes. Destaca su magnífico trabajo de compilación de las once frases de los oyentes, más escuchadas en la reciente historia de la radio.
Garci es un libro abierto hablando de radio, y su memoria portentosa es capaz de redibujar un nombre, un programa, una descripción, un oyente y, por supuesto, decenas de compañeros, como Carlos Pumares, al que dedicaron una sección (que recogemos aquí), como el profesional tan peculiar que fue en las madrugadas de Antena 3 de Radio, cuando, sin ningún pudor, abroncaba a sus oyentes, y a éstos les iba la marcha… Pumares nos dejó páginas, y hasta capítulos enteros, inolvidables en la historia de la relación de la radio con sus oyentes.
“Garci es una de las personas que más saben y sienten la radio”
La intención de Pepa Fernández, la jefa, otra enamorada de la radio, a la que ha dedicado toda su vida profesional, es, intuyo, invitar a grandes nombres de la historia reciente de la radio para charlar con Garci. En el tú a tú, Garci es imbatible. Logra trasladar la intimidad de la radio nocturna a cualquier momento del día, logra crear la atmósfera ideal para que la conversación discurra con absoluta normalidad, en torno a una mesa camilla virtual, con hornillo entre sus faldas, en invierno. Esto es la radio: alguien que dé confianza a alguien para que cuente historias que interesan al público. Y, a poder ser, que las cuente bien, y con gracia.
Carlos Pumares |
La elección de Garci y Ortega no podía estar más acertada, y qué voy a decir de la razón última que los une: la radio. En muy pocas ocasiones -por no decir contadas, por el Día Mundial de la Radio, el 13 de febrero, por ejemplo…- se habla en la radio de la radio. Es una rara avis. Y es más, en este “Esperando a Garci”, según anunciaba el propio Juan Carlos Ortega, se pretende que los oyentes llamen al programa, recuerden sus programas preferidos de la historia de la radio para que sirvan de pretexto para desarrollar la sección. Da igual que los programas sean de otras cadenas, la intención de Pepa Fernández es hablar de todos los que sean recordados.
Es cierto que, si nos remontamos más allá de veinte años, que será fácil con el perfil de edad de los oyentes mayoritarios de “No es un día cualquiera”, de la radio pública, sólo existen recuerdos de programas y nombres de la Cadena SER y de la propia Radio Nacional de España. La Cadena Cope, nació, como cadena, en 1983, cuando Luis del Olmo llegó (procedente de RNE), la unió y la potenció. Y Onda Cero no tiene aún 30 años de vida, que cumplirá en 2020. Pero esa voluntad de recordar la historia de la radio a través de los recuerdos de los oyentes es encomiable, y más que sea la radio pública la que recoja este guante.
La propia Pepa Fernández comentaba en una de las secciones que en ocasiones se hace trabajar más de la cuenta a los oyentes, “y sin cobrar” -apostillaba Ortega-. Y tiene toda la razón: a menudo la “radio de los oyentes” se convierte en una dejación de funciones. Quien tiene que hacer la radio es el profesional. ¿Ayudado por los oyentes? ¡Por supuesto! Pero nunca estos exclusivamente. Al final, la radio la hacen los oyentes, y cobran los profesionales. Es muy importante su participación, ¡cómo no! Y más en estos tiempos en que existen tantos canales de comunicación, o intercomunicación, porque existe bilateralidad. Por eso Pepa predica con el ejemplo, y en “No es un día cualquiera” los oyentes participan indirectamente, filtrados por las voces del equipo, y -la última novedad- también a través de las notas de audio de WhatsApp que tanto están colaborando a enriquecer la radio (no solo la que parte de los oyentes).
Jesús Quintero |
Y así, poco a poco, avanzando estos diez minutos de regalo de “No es un día cualquiera”, de RNE, los oyentes van escuchando hablar de su radio, en su programa favorito; o sea, van realimentando su fidelidad al programa de los fines de semana en la radio pública que está próximo a cumplir los 20 años en antena. Así, José Luis Garcí recuerda que antes de “El Loco de la colina”, encarnado por Jesús Quintero, otro grande de la historia reciente de la radio, Joaquín Prat, presentó “Radio Madrid, madrugada”, en la SER, y comenzó a hacer -a investigar- la radio nocturna. Aberasturi añade: “Es que habría que explicar aquí que la radio se terminaba a la una de la madrugada, a partir de esa hora no había radio, en ninguna emisora”.
Se me ocurre que también, desde este pequeño púlpito que Pepa Fernández ha dedicado (¡regalado!) a la radio, podía reflexionar un poco en torno a su presente y futuro, donde no están escritas aún las páginas de su historia, pero hay sobreimpresionadas algunas cuadrículas en la que escribirlas. De lo contrario, la sección se quedará en una mera -aunque atractiva, y entretenida, sin duda- referencia nostálgica. Y ya de por sí “No es un día cualquiera” suena, inevitablemente, demasiado nostálgico. Personalmente, este cariz no me molesta; al contrario, lo siento relativamente cercano, puesto que la nostalgia es recurrente con el paso de los años. Pero si RNE persigue -que creo que debería- atraer a nuevos oyentes, a la radio hay que cambiarle un poco la cara, y refrescar la nómina de colaboradores, para que no solo se sientan como en casa los cincuentones y sesentones, ¡con todo el respeto del mundo, porque yo formo parte de este colectivo! Pero no solo hay que programar lo que a uno le gusta, sino también lo que atrae a otros colectivos, a los que pretendes ganarte.