Héctor Fernández: “Necesito retarme constantemente”
https://www.gorkazumeta.com/2017/12/hector-fernandez-necesito-retarme.html?m=0
Director de “Radioestadio”, en Onda Cero, Atresmedia (y II)
“El EGM es un
sistema imperfecto que te alegra un día si te da bien y te arruina meses si te
da mal”
- “Nunca puedo dejar de pensar en cómo darle vuelta a las cosas para hacer que suenen mejor”
- “Soy un convencido de la labor social que hace el fútbol, el deporte en general”
Héctor Fernández dirigiendo "Radioestadio", la fiesta del fútbol de la radio |
-Cuando llega José Ramón de la Morena a Onda Cero, ¿le confesaste que tú ‘eras de García’?
-Hablamos de ello en aquella comida cuando yo presentaba “Al Primer Toque” y él estaba en la SER. Se lo dije casi como confesión y
acordándome de aquellos momentos en que, al llegar al instituto, discutíamos
unos y otros sobre lo que habían dicho en sus programas y quién lo hacía mejor.
Eso derivó en una conversación sobre lo que fue la radio y lo que es ahora, un
espacio algo más sano que lo que fue entonces por aquella competitividad feroz
de los programas deportivos nocturnos.
“En “Radioestadio” echamos muchas horas pensando en el cómo, para que los oyentes nos elijan a nosotros”
-Has pasado de presentar un programa hasta cierto punto ‘de autor’, como “Al primer toque’, con mucha carga de opinión, a “Radioestadio” donde hay que ejercer de director de orquesta para que el concierto suene bien… ¿dónde te sientes más cómodo: con la información, o con la opinión? ¿El peso de la información es el mismo que el de la opinión?
-Me siento muchísimo más cómodo contando lo que está pasando
que especulando sobre ello. Siempre que me había visualizado en un programa de
radio era en uno como “Radioestadio”.
Fundamentalmente por el formato, por el directo, por la acción, pero también
por poder ser parte de un equipo con tanto talento. De lo que hicimos en el
“Toque” estoy tan orgulloso como convencido de que era un ciclo terminado. Unas
veces lo eliges tú y otras por ti, pero es cierto que yo ahora me siento como
un rookie que acaba de llegar a un
equipo de la NBA. Sobre información u opinión yo pienso que el peso lo elige el
momento. Ahora mismo en “Radioestadio”
hay momentos para la opinión, pero no tanto para emitirla con esa pausa que si
te da la noche. Es cierto que para el periodismo deportivo la información se
está viendo sometida por gente a la que le gusta opinar con muy poco rigor.
-¿La información deportiva es algo más que entrenamiento, bajas, alineaciones y resultados? ¿Dónde cabe la innovación y la creatividad aquí, en este marco?
-¿La información deportiva es algo más que entrenamiento, bajas, alineaciones y resultados? ¿Dónde cabe la innovación y la creatividad aquí, en este marco?
Héctor Fernández, junto a Javier Ruiz Taboada, animador de "Radioestadio", periodista y poeta |
-Nos has
cumplido todavía 40 años, los jóvenes se alejan de la radio porque la radio no
se preocupa por ellos, y el deporte siempre ha sido, como sabes, un contenido
imantado para las nuevas generaciones, puente entre la radio musical y la radio
hablada… En este sentido, “Al Primer Toque” tenía el mayor porcentaje de
oyentes menores de 35 años de todos los programas deportivos nocturnos. ¿A qué
crees que era debido?
"Cuando creo que domino algo tengo la necesidad de complicarme un poco más la vida”
-Elegimos sembrar a medio plazo pensando en mucha gente que se había desenganchado o que ni tan siquiera había sintonizado alguna vez un programa deportivo. Triunfamos de manera arrolladora en ese segmento y sé que el envoltorio del programa fue clave para ello. Estábamos muy en la calle y despertamos el interés de mucha gente joven. Nos ganamos la credibilidad dando noticias clave para el panorama deportivo, conseguimos exclusivas como aquella de Anna Tarrés, que fue un exitazo, y sobre todo accedimos a cambiar las reglas del juego. Yo no tenía personalidad suficiente para decir a los oyentes cómo eran las cosas, sino que eran ellos los que tenían que establecer el escenario con las herramientas informativas que les dábamos. La música era clave y el lenguaje también. Hicimos entrevistas muy buenas y los personajes nos elegían por el tono agradable de aquellas charlas. Todo sumó, pero la juventud del equipo fue esencialmente la bandera del programa.
-Te he oído
decir en varias ocasiones que no quieres acomodarte. ¿Éste es el principal
problema de la radio española en los últimos 30 años, que se ha acomodado?
-No puedo decirlo a nivel general, pero tengo clarísimo que
para mí sería un problema. Nunca me ha gustado sentirme acomodado porque las
veces que me ha pasado han sido momentos previos a cambios drásticos. Necesito
retarme constantemente y cuando creo que domino algo tengo la necesidad de
complicarme un poco más la vida. Creo que gracias a eso he llegado a saber que
nunca se deja de aprender y que eso es lo que puede hacernos mejores. Si hay
algo en lo que la radio se ha acomodado es en entender que internet es el
futuro y que debemos prepararnos para ello.
Héctor Fernández y Rafa Fernández cubriendo el España-Italia en la Eurocopa 2012 en Kiev (Ucrania) |
-He llegado a “Radioestadio”
porque Onda Cero ha pensado que puedo
aportar algo al equipo. Tengo clarísimo que hay margen porque nunca puedo dejar
de pensar en cómo darle vuelta a las cosas para hacer que suenen mejor. Quiero
aportar ideas y quiero hacer evolucionar al programa y eso incluye pensamientos
a corto, medio y a largo plazo. Tengo ideas que debatir con el resto del equipo
y que poco a poco irán entrando en la antena. Fundamental me parece que el
lenguaje se adapte a los tiempos, que dejemos de lado ese machismo intrínseco
que aparece con regularidad en las retransmisiones y que avancemos al mismo
ritmo que la sociedad. Voy a incidir en esto para evitar confusiones: no digo
que sea por una actitud machista exclusivamente, digo que el lenguaje que se
usa es anticuado e incluye matices que son absurdos e impropios de una sociedad
igualitaria como la nuestra. En eso hemos avanzado pero muy poco. Respecto a la libertad es absoluta. Hacemos lo que creemos
que debemos hacer.
“Si hay algo en lo que la radio se ha acomodado es en entender que internet es el futuro y que debemos prepararnos para ello”
-¿Por qué mantienes que “la radio es “el último reducto romántico del periodismo”?
-Porque en la radio un insulto sigue sonando mal. También
añado que lo es porque ahí puedes encontrar relatos únicos, porque la
comunicación, gracias a la voz, despierta la imaginación como ningún otro
medio.
-Vamos con otra
de tus confesiones: ¿por qué dices ser un “desengañado del EGM”?
-Primero porque decía que no me lo creía, luego porque dije
que no me afectaba y ahora porque no le hago mucho caso. Sé que no hay otra
herramienta, pero debería ser hora de ir buscándola. Sinceramente el EGM es un
sistema imperfecto que te alegra un día si te da bien y te arruina meses si te
da mal. Desengañado total.
-Los ‘programas
deportivos’ son sinónimos en España de ‘programas
de fútbol’… es cierto que es lo que más se demanda… y por tanto es lo que
más se ofrece. Y todos los programas que se venden con vocación polideportiva,
terminan por caer en la trampa del fútbol omnipresente. ¿Eres consciente de que
llega un punto en que la saturación es muy negativa, y no me refiero solo a los
que no nos gusta el fútbol?
"Radioestadio", un programa coral que intenta diferenciarse del resto de la oferta trabajando su propia personalidad |
-Si no hicieras
un programa deportivo, ¿qué te gustaría hacer en la radio?
-Nada convencional, Gorka. ¡Seguramente, “La Rosa de los Vientos”, “Gente Viajera” (ambos de Onda Cero), “Espacio en blanco” (de RNE),
“Negra y Criminal” (una perdida para
la radio) o sentarme en el estudio de “La
Vida Moderna” (estos últimos de la SER)
a decir barbaridades! (sonríe). Admiro mucho a Iker Jiménez, que además de paisano es, para mí, uno de los tres
mejores comunicadores de este país. Me gustaría hacer algo como lo que hace él,
con su tono y con su pausa, pero hablando de historia. Me apasiona ese campo y
le dedico incluso más tiempo que al deporte.
-Completa la
frase: “la radio es para mí…”
-El presente que alimenta mi futuro.