Giro total en Prisa: Monzón se retira, Cebrián se mantiene de presidente
https://www.gorkazumeta.com/2017/10/giro-total-en-prisa-monzon-se-retira.html?m=0
Una información elaborada entre Merca2 y ElMundo.es
Ahora queda en el aire la ampliación de capital en 500 millones de euros, condicionada a la llegada de Monzón a la presidencia
- Hay una Junta General Extraordinaria de Prisa prevista para finales de este mes donde tienen que volver a dirimirse las fuerzas entre los accionistas, muy divididos
- Monzón ha renunciado porque el acuerdo del Consejo de Administración le dejaba bajo la tutela de un Cebrián con poderes ejecutivos
Carlos
Ribagorda Merca2. La batalla continúa. El primer grupo de medios de
comunicación de España mantiene las espadas en alto entre los accionistas y el
consejo de este viernes se ha cerrado de una manera no prevista. Lo esperado es
que Santander, Telefónica y Caixabank hubieran impuesto a su candidato a la
presidencia, Javier Monzón, ex de Indra, y que Juan Luis Cebrián hubiese salido
de la compañía.Sin embargo, un vuelco de última hora ha provocado que
Monzón haya renunciado a entrar en la compañía, dejando vía libre de momento a
Cebrián -y a su aliado César Alierta y el fondo Amber, que tiene el 19% de la
empresa- para continuar al frente de la empresa al menos hasta diciembre
próximo. El problema es que la pretendida ampliación de capital de 500 millones
de euros para dar aire a la endeudada compañía ahora queda en el aire porque
situar a Monzón al frente de Prisa era la condición de los bancos para seguir
en la empresa.
César Alierta, expresidente de Telefónica y uno de los muñidores de este proceso de sustitución de Cebrián al frente de la presidencia (Fotografía Wikipedia, CC, 2011) |
Hasta este viernes, la pelea en Prisa tenía a Monzón como
claro ganador. Ex presidente de Indra durante más de veinte años, desde 1993,
sobreviviendo a gobiernos tanto del PP como del PSOE al frente de esta empresa
estratégica y pública, tiene una magnífica relación con Ana Botín, presidenta
del Santander, con Isidre Fainé, de Caixabank, y con el rey emérito, don Juan
Carlos I.
Monzón fue despedido de Indra en enero de 2015 después
que la Telefónica presidida por César Alierta se hiciera con
un porcentaje en la empresa. La polémica figura del empresario, señalado en
varios casos de corrupción como Lezo o el asunto de la compra de un avión
privado desde Indra, obligó a Alierta y al Gobierno de Mariano Rajoy a
sustituir a Monzón por Fernando Abril-Martorell, a quién Alierta situó como
número dos cuando accedió a la presidencia de Telefónica en 2000.
Botín y Fainé
Abril-Martorell fue despedido tres años después pero quedó
como asesor externo y luego fue rescatado por Alierta para presidir Indra. De
esta forma, el aragonés se tomaba cumplida venganza de Monzón, que había
tratado de descabalgarlo de Telefónica tras la victoria del PSOE en 2004.
Pero la salida de Monzón de Indra no supuso su
‘entierro’ profesional. Dos pesos pesados del empresario patrio, Ana Botín,
Santander, e Isidro Fainé, Caixabank, siguieron apoyándolo en público y en
privado. Botín le nombró consejero de Santander España y Fainé le daba cancha
en desayunos de directivos. Tampoco perdió el favor del rey emérito. Además,
Monzón siguió cultivando sus excelentes relaciones políticas
con los dos grandes partidos. Hay testigos de sus encuentros con José Enrique
Serrano, fontanero del PSOE.
Ana Botín e Isidro Fainé apoyaron a Monzón tras su despido de Indra, y tampoco perdió el favor del rey emérito
Con esas amistades, Monzón se ha llevado el gato al agua en
Prisa. Santander y Caixabank son los dueños de la deuda de la compañía y la
decisión de aceptar una ampliación de capital y refinanciar la deuda se ha
hecho gracias a la salida de Cebrián y el nombramiento de Monzón. A ello ha
ayudado sin duda otro enemigo de Alierta, el nuevo presidente de Telefónica,
José María Álvarez Pallete (posee el 13% de Prisa) y el rey emérito.
Alierta
La batalla tenía hasta ayer un perdedor: César Alierta. El
ex presidente de Telefónica, ahora presidente de la Fundación, ha ido perdiendo
cargos y apoyos en la operadora a favor del nuevo regidor, Pallete.
El empresario aragonés entró en la batalla por Prisa e
incluso -según se ha publicado- llegó a ofrecerle a Telefónica la compra de su
13% en el grupo de medios. También ha estado el run run de que
quería pujar por Prisa a través de Grupo Henneo, ex Heraldo, de donde es
consejero, que se encuentra en plena expansión.
Nada de esto ha llegado a buen puerto. Tampoco su apuesta
por Manuel Pizarro, ex Endesa, actualmente en El Corte Inglés y también
consejero de Henneo, para la presidencia de Prisa.
Carlos
Segovia | Eduardo Fernández. El Mundo. La gestión de Cebrián viene
condicionada por la OPA lanzada en 2007 para controlar Sogecable, un desarrollo
en el sector audiovisual que no ha funcionado como se quisiera -lo corrobora la
venta de Canal+ a Telefónica en 2015- y que ha provocado un pronunciado
endeudamiento en el grupo de medios -hasta rondar los 5.000 millones-.
Esto ha obligado a Cebrián a encomendarse a abrir lo que era
una compañía familiar en manos de los Polanco a los bancos que vienen
financiando la deuda y a los fondos de capital. Además, ha tenido que liderar
un proceso de desapalancamiento que ha implicado la venta
de la filial portuguesa Media Capital, comprada por Altice por un total de
440 millones, otra amarra que se suelta con respecto al sector televisivo.
Esa venta, que se debería votar en la junta extraordinaria
de accionistas programada para finales de este mes, no ha sido el último
intento de desinversiónpara Prisa. Santillana, considerada joya de la
corona por su impacto positivo en los resultados, también se puso a la venta,
pero la oferta del fondo Rhône Capital no alcanzó las expectativas. Que esa
operación no fructificara llevó a algunos de los accionistas a poner en
entredicho la labor de Cebrián.
Acecha Prisa un pago de 956,5 millones de euros, con
vencimiento en 2018. En el primer trimestre del año, la deuda del grupo se
cifraba en 1.481 millones de euros, a pesar de haber amortizado ya 3.435
millones. De ahí su inquietud económica, que ha llevado a discutir en el
consejo de este viernes una nueva ampliación de capital, en esta ocasión de aproximadamente
500 millones de euros. Los resultados del grupo tampoco respaldan la gestión
reciente de Cebrián: Prisa
perdió 67,9 millones de euros en 2016, frente a los beneficios del
ejercicio previo -5,7 millones-.