Iñaki Gabilondo: "Lo mejor que me ha ocurrido es la radio"
https://www.gorkazumeta.com/2017/09/inaki-gabilondo-lo-mejor-que-me-ha.html?m=0
Extracto de la entrevista de Emma
Prieto López en Vozpopuli.com al periodista vasco
“El periodismo es un regalo. Y el periodismo en la radio es un regalo máximo”
- “Ahora se vive como en ataque de hipo. Uno detrás de otro. Solo importa el golpe de impacto para volver inmediatamente la atención. Nada dura nada”
- “Esto es una especie de competición, de ver quién avanza un metro sobre la cabeza de los demás”
- “Formamos parte y estamos dentro de una olla que está hirviendo para vivir un cambio muy grande”
- "Vivimos de susto en susto"
www.vozpopuli.com.
Emma Prieto López.
3.09.2017. Iñaki Gabilondo tiene una
personalidad compleja y una gran sencillez profesional. Él dice que no es una
estrella, sino un artesano del periodismo. Y es verdad. Cuando te habla
y te mira, sus ojos brillan con una necesidad primeriza de contar las cosas, de
explicar sus inquietudes y de compartir los problemas que observa. Sabe que
nuestro oficio, el de los periodistas, "no pretende contar audiencias, sino contar las vidas y las realidades
de la gente".
Iñaki Gabilondo en una imagen de Javier Martínez que completa esta entrevista de Vozpopuli.com |
Su carrera siempre ha estado
marcada por los sueños y los retos. Empezó a ejercer de periodista en los años
70, cuando en la radio había muchos locutores y una censura previa agobiante.
Por eso sabe manejar un código de conducta básico en el ejercicio de su
trabajo al que no ha renunciado nunca. Busca la verdad de lo que cuenta
todos los días y sabe tomar la distancia necesaria de los hechos para informar
manteniendo siempre el respeto necesario con los oyentes y los espectadores.
Se siente un hombre afortunado
porque el periodismo le ha permitido vivir -y contar- algunos de los hechos más
convulsos de nuestro país. Sabe que con el periodismo se pueden
construir los días minuto a minuto, "al mismo ritmo que late el corazón de la gente".
Y, aunque es consciente de
que el periodismo está sometido a las severas leyes del tiempo, no
quiere perderse nada. Por eso aprende todos los días. Por eso enseña cada vez
que te habla.
“Impera la lucha por la audiencia, por el éxito, por la notoriedad. Es un combate a última sangre, una guerra a muerte”
-Vives con un pie en el
periodismo de otra época y otro en el que está por venir. ¿Cómo ha cambiado la
profesión durante tus 50 años de carrera?
-Cuando yo empecé no había
libertad de información. Ese era el gran problema de entonces. La comparación
entre épocas es complicada, porque el periodismo de entonces y el de ahora ya
son dos oficios diferentes. En los años 70 había una esperanza y un deseo de
espera, de ver y hacer una información libre. Ahora, el periodismo -como la
sociedad en general- está atrapado por la lógica de la economía y de las
realidades financieras. Las empresas, los medios, viven preocupados por los
combates de supervivencia financiera y sueltan en ellos gran parte de su
energía.
-El periodismo siempre será un
oficio, el de contar las cosas. Parece que la problemática económica y la lucha
por la audiencia oscurecen el objetivo clave de esta profesión.
-La competencia en la
economía y la audiencia forman parte de lo mismo. De la lucha por sobrevivir en
una sociedad que se ha convertido en una especie de jungla competitiva y feroz.
Mucho más de lo que fue en el pasado. Ahora impera la lucha por la
audiencia, por el éxito, por la notoriedad. Es un combate a última sangre, una
guerra a muerte. Y esto es nuevo. Forma parte de la nueva sociedad. Los EGM,
las audiencias, los datos de share,
se han convertido en los nuevos dioses a adorar. Son un factor muy excitador e
histerizador para la actividad profesional.
Gabilondo mirando a la cámara de Javier Martínez, de Vozpopuli |
-Parece que algunos medios
buscan "estrellas" que sean la imagen y la marca del programa. ¿Se
olvida en ese caso el periodismo?
-En este momento la sociedad de
la imagen está presente en nuestra vida. Todo está lleno de señales y de
referencias icónicas. Ahora el espectáculo se impone.
-Todo radica en el flash, en
el destello.
-Ahora se vive como en ataque de
hipo. Uno detrás de otro. Solo importa el golpe de impacto para volver
inmediatamente la atención. Nada dura nada. Ni siquiera los escándalos, ni las
buenas o las malas noticias. Al cabo de muy poco tiempo son sustituidas por
otras mejores o peores. Y así se vive. De susto en susto.
-Una de las cosas para
triunfar es saber trabajar en equipo ¿Crees que existe eso que llaman
compañerismo en el periodismo?
“Se olvida el periodismo puro y se buscan señales que impacten, aunque duren poco. Es un juego de bengalas”
-Sí, existe. Pero está amenazado
también. Porque la misma competitividad de la que antes hablábamos, convierte a
cada uno en enemigo de sus iguales. Es una especie de competición, de ver quién
avanza un metro sobre la cabeza de los demás. Pero sí existe. Además el
periodismo tarda muy poco tiempo en descubrir que es una tarea de equipo. Y el
compañerismo que se crea es verdadero. El periodismo crea relaciones de
amistad, de afecto muy fuertes que duran mucho tiempo. Y además se exhiben con
orgullo al decir, por ejemplo, "yo
fui del equipo de Hermida”.
-Tú has sido testigo de las
etapas más convulsas de la historia de España y de los cambios en esta profesión.
Desde la censura hasta la bajada a las trincheras del periodismo de tertuliano
y charlatanes. ¿Qué ha sido lo peor?
-Lo que recuerdo con más amargura
han sido las guerras entre medios. Y las guerras entre compañeros. Este oficio
es muy difícil. Yo he tenido mucho éxito, me ha ido bien, soy un hombre
afortunado. Pero he tenido que trabajar mucho. Me he levantado a las cuatro de
la mañana durante 25 años. Me ha ido bien, sí. Pero nadie lo ha regalado. En
cualquier caso, las dificultades de ese estilo no tienen importancia, porque
haces algo que te gusta. Aunque ahora se ha suavizado, ha habido años muy fuertes y con guerras entre
compañeros muy potentes. Hay personas que en ese tipo de junglas, se manejan. Y
otros no. Yo en esos escenarios me descoloco.
-¿Y lo mejor?
Gabilondo en una captura del video de la entrevista del periodista vasco con Vozpópuli |
-Dicen que el periódico de
ayer solo sirve para envolver pescado. Y en esta profesión, lo que haces ayer,
hoy no importa. ¿Cuál es la clave para mantenerse durante 50 años a flote?
-En este oficio la clave es que
confíen en ti. Y que te ofrezcan cosas. Aunque ahora a través de internet
puedes construir tus propios caminos. Pero lo primero que hace falta es que
alguien confíe en ti y te ofrezca un soporte a través del cual avanzar. Yo he
tenido la suerte enorme de tener regularmente una oferta detrás de otra. Y
luego, también es importante tener la sensación de que todo día es nuevo.
-El médico salva vidas. Pero
el periodista, al contar historias ¿qué satisfacción encuentra en su trabajo?
-El periodista no sólo cuenta
historias. El periodista es un historiador contemporáneo que vive la vida en
horas, minutos y segundos al mismo ritmo del corazón de la gente. Vivimos con
la gente un día que nunca ha existido y que nunca volverá a existir. Este hoy
es nuevo. Irrepetible. Está siendo contado y vivido en horas, minutos y
segundos al mismo tiempo que lo está viviendo el que lo oye contigo (en la radio).
“Lo que recuerdo con más amargura han sido las guerras entre medios. Y las guerras entre compañeros”
-Entonces es cierto aquello
que decía García Márquez, "el periodismo es el mejor oficio del
mundo".
-El periodismo es un regalo. Y el
periodismo en la radio es un regalo máximo. Te permite ver desde un balcón el
cambio de la sociedad española en todos estos años, es una vida regalada. Yo
tengo la impresión de que he sido un hombre bendecido, que he tenido la suerte
infinita de poder vivir cada día con conciencia y con consciencia de estar
asistiendo a un fenómeno cambiante, espectacular, brillante y maravilloso.
-¿Y esa extraña pareja que
forman el periodismo y la política?
Pues están llamadas a vivir en
tensión. El periodismo trata de desvelar y la política de velar. La política y
el periodismo están condenados a vivir juntos, pero en una relación de
antagonismo. Tienen que aprender a vivir manteniendo las distancias. Y el mayor
pecado que ha cometido el periodismo y la política en España, como consecuencia
de todo lo vivido en la transición que fue una etapa especial y extraordinaria
después de 40 años de dictadura, ha sido vivir más cerca de lo debido. Estaban
experimentando juntos aquella aventura. Y de eso se desprendió algo que con el
paso del tiempo se descubrió que era un inconveniente: que es que el periodismo
y la política han vivido demasiado cerca.
-Es necesario una distancia de
seguridad, entonces.
Emma Prieto López, la autora de esta entrevista |
-El periodismo y la política
deben vivir suficientemente cerca porque comparten la interpretación de las
cosas y suficientemente lejos para mantener la distancia. Yo creo que el
periodismo español está ahora alejándose cada vez un poco más de la política
para mantener la distancia adecuada. Además, su cercanía había estado vinculada
por intereses muy variados. Por ejemplo, antes la política
adjudicaba licencias de radio o televisión y eso otorgaba a la política
una autoridad y a los medios unas vinculaciones totalmente insanas. A pesar de
todo, el periodismo y la política tienen que entenderse como cómplices en una
determinada aventura y en posiciones condenadas a vivir un cierto antagonismo.
-Decía Juan Antonio Cebrián en
su programa “La Rosa de los Vientos”
(Onda Cero) que el Siglo XXI, "ofrecía
muchas cualidades", pero que la que debía imperar "era la cordura" porque "sólo así podría reconducirse la
situación". ¿Qué esperas tú para los próximos años en lo que a periodismo
se refiere?
-El periodismo tiene que
entenderse dentro de una realidad social que está viviendo un cambio
vertiginoso. El mundo actual está desmoronándose y está naciendo otra nueva
realidad. Y ahí hay un periodismo que muere y otro que nace. Estamos en el
medio de este formidable terremoto. Esta conversación está en el medio de ese
cambio. Todo está en ebullición. Formamos parte y estamos dentro de una olla
que está hirviendo para vivir un cambio muy grande. Para la gente de tu edad,
por ejemplo, es el mundo en el que vives. Para mí es el mundo que vivo después
de conocer otra realidad que se cae. Lo inteligente es no quedarse
anclado, no pensar que lo que viene es un horror. Algunos intentamos, con mayor
esfuerzo, entender que no pasa nada, salvo que el tiempo está cambiando a una
extraordinaria velocidad. Eso nos sume en el más absoluto estupor, pero hay que
entender que forma parte de la ley del tiempo.
Extracto de la entrevista a Iñaki Gabilondo, realizada por Emma Prieto
López, de Vozpopuli.com