Carlos Alsina: "Me grababa fingiendo informativos"
https://www.gorkazumeta.com/2017/08/carlos-alsina-me-grababa-mi-mismo.html?m=0
Entrevista en La Razón, firmada por Ángeles López
"Cumplo 20 años de relación estable con Onda Cero"
Luis del Olmo dijo que era su
sucesor natural y también Gabilondo le ha ponderado, aunque, a sus 47 años,
asegura que no es ninguna esperanza blanca del nuevo periodismo radiofónico.
Carlos Alsina en una imagen promocional de Onda Cero |
El programa matinal más personal
de todo el dial radiofónico se llama «Más de uno». No en vano, el presentador
del primer tramo no solo es un profesional multipremiado (Antena de Oro,
Micrófono de Oro, Premio Ondas...), sino también uno de los mejores periodistas
que, quien esto escribe, ha conocido. Ácido, crítico, inteligente, ponderado
cuando es menester; con el verbo adecuado, la palabra precisa y la respuesta
correcta. El político que se siente frente a él en su estudio de Onda Cero debe
llevar la lección bien aprendida o corre el riesgo de salir escaldado. Con el
auténtico «Anchorman» de la radio española, despojado de toda épica, pasamos
una hora intentando que se rompa la camisa como Camarón. Tarea tan ardua como
placentera, que redime a esta periodista de la insignificancia de muchas
charlas frente a una grabadora. No hay ateos en la trinchera de su audiencia
porque es de los pocos compañeros que merece ese levantamiento de cráneo del
que hablaba Valle-Inclán en «Luces de Bohemia».
–¡Vaya añito! ¡No ha dejado a un entrevistado vivo! Eso sí, todo con
mucha elegancia y mucha templanza...
–Le agradezco el comentario.
Mucho.
–¿Es consciente de que Rajoy debe tener pesadillas con usted?
–En absoluto. A Rajoy solo le
quita el sueño Bárcenas. Antes de que éste se rajara...
–En realidad, a casi todos los políticos, ahora que lo pienso, usted
les mira con «cara de nada», pero les va arrinconando poco a poco, con
periodismo a la americana... ¡Es Ana Pastor pero en persuasivo!
–Trato de poner a prueba la
solvencia de sus argumentos a medida que los manifiestan. No hay trampas.
–¿Alguno se ha negado a ir o ha jurado no volver?
–Pedro y Susana hace tiempo que
no vienen. Pero hay campaña electoral en 2019, quizá para entonces, ¿no cree?
–La enganchada con Pablo Iglesias también fue memorable. ¿Se le empieza
a ver la mala uva al señor que besa a todo el mundo?
–Abusa del truco de atribuirle al
entrevistador una opinión contraria a la suya, aunque éste no la haya
manifestado o no la tenga. Tongo.
–Un poco «heavy», oiga, aunque, tal vez, debería hacérmelo mirar.
–Yo en su lugar lo haría (risas).
–También ha tenido para Pedro Sánchez. ¿Usted, de pequeño, no sería de
los que ahorcaban lentamente a los Madelman?
–Yo era de Geyperman. Era el
doble de alto. Y se liberaba con una soltura pasmosa de la soga, créame.
–También tuvo palabras para Quintero en el Congreso Internacional de
Periodismo celebrado en Málaga. ¿Mucha tensión o se acabaron dando la mano?
–La mano, un abrazo y estuvimos
comiendo juntos. «Cualquier tiempo pasado fue distinto, Jesús». Eso es todo lo
que dije.
–Por no hablar de la entrevista con Cebrián. ¿Es verdad que luego
recibió una misteriosa llamada o son leyendas urbanas?
–¿Sólo una? Hubo decenas, pero
ninguna misteriosa. La primera fue de Raúl del Pozo. Quería saber cómo le había
visto.
–De las «guerras carlistas» con Herrera (su competencia matutina en
COPE), ni hablamos... ¿Dígame que se llaman con cierta frecuencia?
–No somos íntimos, pero nos
tenemos gran aprecio. ¿De dónde ha sacado que haya guerras? ¿Qué digitales lee
usted?
–¿Le hace vudú a la competencia para arañarle algún oyente?
–(Risas) ¿Me está diciendo que
funcionaría?
–Y lo que es más importante, ¿cree que le hace vudú a usted Rubén Amón
para quedarse con su silla?
–Aptitudes tiene. Para la silla,
no para el vudú. Que yo sepa.
–Sr. Alsina, ¿hay «sangre opinológica» fresca?
–Sí, claro, escuche la radio,
ponga la tele, lea la Prensa...
–Si un día le dice uno de sus tertulianos «de ese tema no tengo ni
idea», ¿le pone un piso?
–Siempre que pruebe que de los
demás asuntos sí tiene, me declaro dispuesto.
–Era seguidor de «Gomaespuma» y ahora tiene de colaborador a Fésser,
¿todo círculo se cierra?
–Las generaciones se solapan. Yo
soy un fan con privilegios, ¿no se ha dado cuenta?
–¿A quién le gustaría tener como colaborador y no se deja?
–Se lo digo el día que se deje.
Aún no me he dado por vencido. Contiene la letra erre, pero no me sacará ni una
palabra más.
–Yo tendría cuidado. Rodríguez Braun está a un paso de cantar, después
de explicar su «buenííííísima» viñeta diaria. Queda advertido.
Alsina, micrófono en mano, en una imagen de Gonzalo Pérez para el diario 'La Razón', que ilustra esta entrevista |
–No lo hará, créame. Es un
colaborador disciplinado, receptivo, leal. Sin oído.
–Profesionalmente todos somos «singles». ¿Nadie se casa con nadie, ni
con cadena, ni con horarios...?
–Está hablando con uno que cumple
ya 20 años de relación estable con su cadena.
–¿Planea muchos cambios para la temporada próxima?
–Evolución, más que cambios. «Y
ahí lo dejo», que es lo que diría un tertuliano.
–Luis del Olmo dijo que era su sucesor natural y también he oído a
Gabilondo ponderarle. ¿Es usted la esperanza blanca del nuevo periodismo
radiofónico?
–A ver, tengo 47 años y 27 de
oficio. La esperanza blanca está entre quienes han empezado este año sus
prácticas.
–¿A quién, como Bartleby, «preferiría no hacerlo» (entrevistarle, me
refiero)?
–Pasopalabra.
–Su programa de los viernes por la noche en Onda Cero «La Cultureta»,
¿seguirá viviendo la próxima temporada?
–Me temo que no es posible
saberlo todavía.
–Seguro que su infancia son recuerdos de radio, de programas, de
locutores... ¿Cuál es el primero que tiene?
–Fernando Onega. Los Porretas.
Herrero Mingorance a la hora de comer. Una cuña de la época: «Destape,
destape... ¡boom!». No me diga a qué se refería.
–¿Qué es lo más raro que llegó a grabar en aquellas famosas cintas TDK?
–A mí mismo presentando canciones
o fingiendo informativos. Siendo muy enano ya estaba en la senda. Imitaciones
también grababa y se me daban bastante bien. Sobre todo, las de los profesores.
–¿Alguna vez aprenderá a decir la hora o se confabulan todos para
taparle los relojes? Tiene que haber una explicación para que se equivoque,
aunque sea paranormal o por coquetería.
–Le daré una noticia: doy bien la
hora el 97,3 por ciento de las veces. Lo hemos auditado.
–Parece que usted nunca se altere... ¿Qué logra sacarle de sus
casillas?
–La mezquindad.
–Le gustaría entrevistar al Rey, imagino que a Juan Carlos I, pero ¿es
consciente de que no podría salirse de un guion? Gabilondo y Del Olmo arañaban
algún mensaje de su majestad cuando yo era una cría.
–Probemos a ver qué pasa, aunque
le confieso que mejor el Rey ejerciente.
–Muchos dormimos con auriculares. ¿A quién oye usted?
–Soy muy de alternar antes de
dormir. No me comprometa.
–Dice que sueña con que vuela. ¿No será un mensaje de su subconsciente?
–Del consciente seguro que no es
porque me estrellaría.
–¿Su resumen de este curso 2016- 2017?
–Informativamente, redundante.
Radiofónicamente, prometedor. Personalmente, bueno.
–Ya que ejerce de «cultureta», al menos como presentador de la misma en
Onda Cero, recomiéndeme un libro, una peli y una serie.
–«La mirada de los peces», de
Sergio del Molino (en cuanto salga). Una película, «Bajo la arena», de Martin
Zandvliet. Y en cuanto a serie, «Fargo» en cualquier temporada.
–¿Dónde se retirará estas vacaciones? ¿Es de los que hacen deportes de
riesgo, se decanta por playa y tumbona o se embarca en viajes exóticos?
–Deporte de riesgo, no. Lo otro,
sí. Pero no me sonsaque. No voy a darle más pistas.
–Sus oyentes se lo preguntarán: ¿cómo es sin un micrófono delante?
–Escucho más y hablo menos. El
resto, igual. Creo.
–Creo que hace una brandada muy aceptable. ¿Para quién la cocinaría?
–La brandada bien entendida
empieza por uno mismo.
–Siempre quiero preguntárselo: ¿tiene algún trauma con la fruta escarchada?
–Claro, ¿y quién no?
–Yo, y no he hecho una cruzada contra ella, aunque la deteste.
–Dejémoslo correr, que me toca un
punto sensible.
–El tiempo corre y no hemos hablado de Trump. ¿Tiene alguna opinión que
quiera compartir?
–Es un frívolo.
–Tampoco hemos tocado el «procés». ¿Cómo lo ha vivido como periodista y
cómo se nos avecina a la vuelta del «curso»?
–Dando la batalla diaria contra
la burda distorsión de los hechos de un gobierno autonómico irresponsable. A la
vuelta habrá follón. Ruido, ruido y más ruido.
–Se va a reír de mí, ¿pero sigue la Prensa del corazón? No conozco a
ningún periodista que no la siga...
–No. Espero que se lo crea. Me
interesa poco. ¿Debería?
–¿Qué Alsina hay detrás del
Alsina que nadie llega a conocer, ni siquiera a intuir?
–Otros Alsina. Tenga en cuenta que somos mucha familia.
–Le agradezco su tiempo, con el
poco libre que tiene, la mala calidad de mis preguntas y su paciencia para con
mi «tonito» al apremiarle para esta charla.
–No sé por qué me dice lo que me dice, pero le agradezco las
explicaciones. Mucho (risas).