El adiós de Gemma Nierga: golpe a la cantera de la SER
https://www.gorkazumeta.com/2017/07/el-adios-de-gemma-nierga-golpe-la.html?m=0
La periodista se ha despedido esta mañana de los micrófonos de la SER, en la que permaneció 30 años
"Seguiré siendo feliz allá donde vaya, no lo duden"
Gemma Nierga, en los estudios de Radio Barcelona, esta mañana, durante su despedida (Foto Cadena SER) |
El golpe en las redacciones, y entre el resto de directores de programas, ha sido brutal
Tampoco la SER podía permitirse el lujo de no saber qué iba a contar Gemma en su despedida. En una época en la que los miedos se extienden como una epidemia entre los despachos y todos se afanan por controlarlo todo, el texto del adiós de Gemma Nierga también ha sido producto de un pacto. Se negoció la puesta en escena, la forma. El cuándo, y cómo. Pero el qué lo decidió Gemma. La dirección de la casa estaba al corriente, sin más; aunque tenían la tranquilidad de conocer bien a quien se despedía. Todo estaba convenientemente planificado. Incluso la aparente frialdad que Gemma -una persona muy emocional- ha puesto de por medio en esta difícil circunstancia, como coraza ante lo que veía como su último compromiso con la antena de la SER. Pero que no se me malinterprete. Coraza no con los oyentes, sino con quienes le habían cerrado la puerta de la casa que la vio nacer profesionalmente, crecer, y arrasar. Para David Cano, un influencer de los medios de comunicación, "el discurso de Gemma me ha parecido breve y desangelado", escribió en Twitter.
‘Breve’ sí, para ella la despedida no ha sido fácil, pese a la sonrisa que ha mantenido en todo momento, y que puede verse en el video grabado en Radio Barcelona. Lógico. ‘Desangelado’, no tanto; aunque ésta ha sido la sensación no sólo de David, sino de otros muchos, pero sí algo descentrada, descolocada. En su interior, Gemma sabía que no iba a volver a hablar más por ese mismo micrófono que tenía delante, que perdía los colores, y las siglas de la SER. Pero, a todo esto, se ha sumado un ‘regalo’ que le ha hecho su compañera de reparto Pepa Bueno, que no le ha gustado una pizca, y se ha notado. No sólo basta con escuchar su tono cortés, pero contrariado, ante el inesperado detalle; es que el video -a través de su comunicación no verbal- certifica este malestar que, definitivamente, creo, descoloca más a Gemma (ver fotografía inferior).
‘Breve’ sí, para ella la despedida no ha sido fácil, pese a la sonrisa que ha mantenido en todo momento, y que puede verse en el video grabado en Radio Barcelona. Lógico. ‘Desangelado’, no tanto; aunque ésta ha sido la sensación no sólo de David, sino de otros muchos, pero sí algo descentrada, descolocada. En su interior, Gemma sabía que no iba a volver a hablar más por ese mismo micrófono que tenía delante, que perdía los colores, y las siglas de la SER. Pero, a todo esto, se ha sumado un ‘regalo’ que le ha hecho su compañera de reparto Pepa Bueno, que no le ha gustado una pizca, y se ha notado. No sólo basta con escuchar su tono cortés, pero contrariado, ante el inesperado detalle; es que el video -a través de su comunicación no verbal- certifica este malestar que, definitivamente, creo, descoloca más a Gemma (ver fotografía inferior).
Momento en que Gemma Nierga escucha que el regalo de Pepa Bueno es una llamada de una oyente que perdió a su hijo (Captura video Cadena SER) |
“Dejo la Cadena SER no por decisión mía, eso ya lo saben; sino por decisión de quienes dirigen la emisora, que son quienes saben gestionar el medio y quienes entienden de radio”. La frase es demoledora, por su enorme carga irónica (o caústica), y eso que tal y como la ha leído -bastante plana- no se entreveían dobles intenciones. Se presume que quienes han tomado la decisión de prescindir de sus servicios “entienden de radio”. Esto, desde luego, es mucho presumir, dada la trascendencia de la decisión, que ha revolucionado las redes sociales, y lleva haciéndolo, con desigual intensidad, desde que se conoció la noticia. No voy a volver a incidir en este aspecto, sobre todo cuando está reciente mi reflexión personal en torno al período histórico que atraviesa la SER en esta última década, y que me he atrevido a calificar de “errático”.
Fotografía de familia, de la despedida de Gemma Nierga, en Radio Barcelona, con su equipo y compañeros. A la derecha, Josep María Martí, su principal valedor, directivo histórico de la SER |
"Es como si hubieran despedido a Carlos Llamas"
La despedida de Gemma Nierga
En otro tiempo, una de las caras más amables de la SER |
Hoy soy yo la que tengo que contarles algo personal. No voy a poner ninguna distancia entre ustedes y yo. Después de muchos años trabajando en esta empresa, hoy dejo la Cadena SER. No por decisión mía, eso ya lo saben; sino por decisión de quienes dirigen la emisora, que son quienes saben gestionar el medio y quienes entienden de radio.
Por mi parte, sepan que les voy a echar mucho de menos. Echaré de menos nuestra relación. Hace años, en la época de “Hablar por hablar”, recuerdo que un día dije en antena que “Sentado en el muelle de la bahía” era una mala canción. Al cabo de unos días, un taxista de Madrid me dijo que nunca más escucharía un programa mío, porque había herido sus sentimientos al criticar el tema de Otis Redding. Al llegar a destino, paró el taxímetro y mantuvimos una larga conversación sobre música, que a mí me sirvió para cambiar mi opinión acerca de esta canción.
Así ha sido nuestra relación de tantos años: aprendiendo unos de otros. Sin duda mucho más yo de ustedes que ustedes de mí. Las últimas semanas, desde que me anunciaron que mi tiempo en la SER había terminado, han sido muy intensas, pero déjenme decirles que he encontrado tantas sonrisas cómplices por el camino, tantos abrazos, tantos mensajes de amigos que me han ayudado a superar el mal momento. Carles Capdevilla decía que “en tiempos difíciles la actitud marca la diferencia” Dedicado a Carles, mi actitud en este momento es de enorme agradecimiento a todos ustedes, a mi gran equipo, a los colaboradores, a los compañeros de la radio.
He sido muy feliz todos estos años frente al micrófono y lo seguiré siendo, no lo duden, allá donde vaya. Porque esto de ser feliz es una cuestión de orden personal. Gracias por la compañía de estos años, gracias por el cariño de estos días y la aventura continúa.
El golpe en las redacciones, y entre el resto de directores de programas (el año que viene vencen más contratos, que hay que renovar), ha sido brutal. Es, me decía un periodista de la casa hace unos días, como si hubieran despedido a Carlos Llamas. Y nada más pensarlo se me revolvían las tripas, las mismas que se les han revuelto a cientos de oyentes que, a través de Twitter o Facebook, se han sentido traicionados y han prometido abandonar la SER, buscar otras alternativas o, sencillamente, apagar la radio. Estaba prevista esta ‘tormenta’, hoy viernes, y siempre tras las tormentas, llega la calma. El verano está de por medio, para que se calmen las aguas y Toni Garrido, sin culpa ninguna, salude a los oyentes del segundo tramo del “Hoy por Hoy”, exoyentes de Gemma Nierga. Duro. Muy duro. También para Toni.
La redacción ha quedado, una vez más, muy tocada por esta salida. ¿Y van… cuántas veces? Hace muchos años -demasiados- que la redacción vive atenazada por una inestabilidad laboral que no se merece (porque lo han dado todo por completar el trabajo, con menos personal), y que no hace más que minar su ánimo y motivación. Pero esto no les importa. Deben de pensar que la radio es como una fábrica de churros donde si algo no funciona se cambia a su responsable por otro y santas Pascuas. Pero no, la radio es el medio de comunicación que establece con sus oyentes el mayor vínculo posible, hasta el punto de que el éxito sólo se produce si ese vínculo se traduce en fidelidad al comunicador y a la marca. A veces el nombre del comunicador está muy por encima de la marca, y pienso en del Olmo, Herrera, García, etc.
Momento en que Gemma Nierga hablaba con los personajes de Juan Carlos Ortega, que han querido despedirse de ella, en una amable y divertida alegoría de sus oyentes |
Por todo esto, por lo que ha significado el trabajo de Gemma Nierga a lo largo de estos treinta años, por lo que ha sumado a la SER, por lo que representa -la última representante de la cantera promocionada-, por su equipo -¡tantas horas compartidas, más que con la familia de verdad!- y, sobre todo, por sus oyentes, esta mañana, cuando se ha despedido Gemma, faltaba el SONIDO DE LA SER, su marca sonora más solemne, la partitura del maestro Mompou, ante la que se me sigue erizando el vello, que conocemos como la “Sinfonía Azul”, reservada a las grandes ocasiones (triste, en este caso, pero trascendental), que hoy hubiera interpretado bajo ‘tempo moderato’, porque ha sido una mañana triste, que no se merecía, al menos no así, ni Gemma ni la radio. Por eso, en este podcast, lo he subsanado. Volveremos a oír a Gemma pronto.
¡¡Muy bueno el artículo!! ¡¡Enhorabuena!! Una pena su marcha de la Cadena Ser, es un gran profesional que no han estado a la altura con ella. Me gustaría que fichara por Onda Cero, pero no sé si al final esa cadena lo hará, aunque he oído algunos rumores de que le han hecho una oferta.
ResponderEliminar