La SER despide a Gemma Nierga, los oyentes no
https://www.gorkazumeta.com/2017/06/la-ser-despide-gemma-nierga-los-oyentes.html?m=0
El despido de Gemma Nierga obliga a replantear la parrilla de la SER
El dilema de la SER, tras la era Nierga
El dilema de la SER, tras la era Nierga
- Pepa Bueno es corresponsable de los malos resultados junto con Nierga
- La primera opción es la de Javier del Pino, como cuando lo dejó Iñaki Gabilondo
Durante toda la tarde-noche de
ayer miércoles, último día de mayo, desde que se conoció el despido de Gemma Nierga en la SER, la noticia fue trending topic. Pocas veces la radio ocupa y preocupa tanto en esta
red social, en la que la dictadura de los 140 caracteres imprime un ritmo casi
trepidante de mensajes incesantes, muy parecido al compás que marca la propia
radio.
Gemma Nierga junto a Alejandro Sanz, en la terraza de la SER (Fotografía Juanma Ortega) |
La noticia sorprendió, en
diferentes grados e implicaciones. Unos la sentían como propia, como una voz
que formaba parte de su biografía personal que, como oyentes fieles de la SER, les había acompañado desde el “Hablar por Hablar”, pasando luego por “La Ventana”, hasta llegar al “Hoy por Hoy”. Otros, aun reconociendo
que no eran seguidores de sus programas, denunciaban, sin embargo,
solidariamente, las formas empleadas, tan poco amables, por ser eufemístico. Pero me quedo con la opinión de José Luis Sánchez, que recoge un
elemento tan consustancial a la radio como es la emoción:
Cómo lloré escuchando a Gemma Nierga intentando entre sollozos abrir La Ventana al siguiente del asesinato de Ernest Lluch. #memoriasonora— Juan Luis Sánchez (@juanlusanchez) 31 de mayo de 2017
Aquel programa, aquella primera
“Ventana” tras la muerte de Ernest Lluch,
nos sobrecogió a todos, no sólo a los oyentes, sino a todos los compañeros de
Gemma. La redacción de la SER se
emocionó con ella, y se quedó muda como ella. La mudez, en aquel trance, fue un
efecto de la profunda emoción que sentía Gemma hacia Ernest, asesinado por la
sinrazón de los hoy vencidos; pero la mudez -la física- fue uno de los efectos más
dolorosos que padeció Gemma en su casa, en su única casa, por la que, como tantos
otros, decidió hasta robarse tiempo de su vida personal, para regalársela a la
radio. Los nódulos en las cuerdas vocales le dieron problemas, con operaciones de por medio, hasta
llegar a una disfonía (una afonía crónica) que ha quedado como prueba evidente
de su esfuerzo y amor por la radio. Incondicional.
Gemma Nierga junto a Andreu Buenafuente, ambos pertenecientes a la Escuela de Radio catalana, si no la más, una de las de mayor calidad del país |
Treinta años de vocación. Treinta
años de servicio. Treinta años de compañía al oyente. En una ocasión, un
directivo de la SER, a propósito de
estos sobreesfuerzos, compromisos y excesos de tiempo dedicados a la empresa,
me dijo que todo estaba liquidado a final de mes. Pero, insisto, e insistiré,
en que eso no es cierto. Existen profesiones en las que la vocación nos juega
una mala pasada, en las que dedicamos más alma que cabeza a las compañías,
tanta que nos conduce a una irremisible lucha contra nosotros mismos,
determinada por la motivación que nos transmiten nuestros jefes. Sólo si
estamos a gusto, somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos, pero si el
ambiente es tenso y enrarecido, culposo, el ánimo, inevitablemente, se quiebra.
Esto es lo que ocurre en la SER desde
hace algunos años, desde que muchos compañeros la abandonamos por decreto-ley,
y nos dejamos olvidado, en algún rincón perdido de las dependencias, un jirón
del alma que esas siglas marcaron para toda la vida.
Muchos de esos oyentes, cientos,
que ayer expresaron su sorpresa ante lo ocurrido, en las redes sociales, no
daban crédito a la noticia que se filtró a un medio catalán. Pero yo no me
sorprendí. No sólo porque lo esperaba, sino porque la historia -¡ay, historia,
cuánto aprendemos contigo!- nos ha demostrado que si algo no han tenido nunca los
directivos de la Sociedad Española de
Radiodifusión, ha sido tacto y sensibilidad para, tomando esta decisión, a
la que tienen derecho, y poder para ejercerla, prescindir de los nombres que
han hecho grande la marca. Y lo he comentado en varias ocasiones. Bobby Deglané, José Luis Pécquer, Joaquín
Prat, el cuadro de actores, y muchos más nombres, con una popularidad
desatada en su tiempo, fueron ninguneados por la SER y puestos de patitas en la calle,
algunos con nocturnidad y alevosía. El caso de Paco González, Manolo Lama y Pepe
Domingo Castaño, muy reciente en el tiempo, es el heredero de una manera de
actuar deplorable.
Bobby Deglané fue más famoso que Ronaldo en su tiempo. Aquí, ya fuera de la SER, junto al actor mexicano Anthony Queen |
Sólo hay una excepción reciente,
que tiene padre. El caso de Iñaki
Gabilondo, verdadero Cartujo de la
Radio, al que Daniel Gavela, un
director general providencial para esa casa, buscó una salida digna y honrosa.
El resto siguen un camino de diatribas e indignidades, injusto con el trabajo
aportado, con el tiempo dedicado, y el alma volcada ante el micrófono. Gemma
Nierga, desgraciadamente, no ha formado parte de la excepción, pero la razón,
una vez más, hay que buscarla en los nombres, en la altura de miras, y en la
categoría de unos jefes que, ante todo, deben actuar como abogados defensores
de su gente, creyendo en ellos, confiando en la cantera, promoviéndola,
mimándola. Justo lo que no ha existido en estos últimos años y, claro, de
aquellos polvos vienen estos lodos…
La SER ha despedido a Gemma Nierga. Pero los
oyentes no lo han hecho. Una decisión de este calado, en la radio, es mucho más
traumática. Porque una voz que ha acompañado tanto a los oyentes, que en sí
misma forma parte de la marca, por su trayectoria, nacida de la cantera, y
aupada por la audiencia a las cotas históricas más altas de la cadena, que se
ha dejado la piel (¡y la voz, literalmente!) en la radio, que casi ha echado
los dientes en ella, no se merecía este final. Es cierto también que un puesto
en la primerísima fila no incluye la jubilación en él, pero deben ofrecerse
alternativas para que la salida sea formalmente impecable. Digna. Y no se ha
querido.
Javier del Pino |
Gemma Nierga no es la única
culpable del descenso de audiencia del “Hoy
por Hoy”. No puede obviarse que Pepa
Bueno codirige con ella el programa, en su primer tramo, el informativo, el
de mayor peso específico, por influencia, del tramo matinal de la SER. Y que el EGM mide audiencias de
oyentes, acumuladas en períodos horarios. Gemma depende de lo que dejan los
primeros tramos, con lo que ella no atrae tanta audiencia por sí misma, sino que
la hereda en su mayor parte. Si ella es responsable, tan responsable, o más que
ella, lo es Pepa. Pero su contrato no debe permitir una salida a tan corto
plazo, intuyo. Por costes e indemnizaciones...
Y un recuerdo muy especial a su
equipo que la ha acompañado en Radio Barcelona y desde Radio Madrid, Carles Peña, Olga Nebra y Anna Puigboltas, entre ellos, que se quedan en el aire -nunca mejor dicho
tratándose de radio- junto con el resto de productores y redactores, a la
espera de que les digan algo, si cuentan o no con ellos. Pero su capitana se
va. Esto me recuerda un símil futbolístico. Cuando el equipo no funciona, no
despiden al capitán, sino al entrenador. Y quien lo hace es el presidente. Aquí
los símiles futbolísticos los emplean
solo para “Carrusel Deportivo”, al
parecer, y así les va.
Carles Peña, mano derecha de Gemma desde hace muchos años |
En la SER tienen un problema. Bueno, mejor dicho,
varios. Tantos como cambalaches tengan que hacer para intercambiar fichas. “El
Español” cita expresamente la solución de Javier
del Pino como recambio. Su
labor al frente de “A vivir que son dos
días” ha resultado, sin duda, magnífica y su posición es relevante dentro
de la casa. José María García desveló hace un par
de meses que del Pino fue la primera opción para sustituir a Iñaki Gabilondo al
frente del “Hoy por Hoy”. Pero el
periodista madrileño, entonces, rechazó la oferta por causas personales. Ahora
le llega la segunda oportunidad (¡o la tercera!). Pero, conociendo a Javier del Pino, los
posibles escollos de la negociación, que los hay, no serán de índole económica,
sino de ‘áreas de decisión’. No olvidemos tampoco que su figura también ha sido
criticada internamente por actitudes que no han gustado dentro de la casa, como
desoír las directrices del presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, por las que se ordenó prescindir de los
colaboradores de La Sexta, a raíz de la implicación de su exmujer en los
‘papeles de Panamá’, o incluso el tono impuesto en la entrevista que le realizó
en su programa hace unos meses. Javier del Pino valora mucho dos aspectos: su
independencia y a su equipo. Y los antepone por encima de nóminas…
Pero, si esta opción triunfa y
finalmente se llega a un acuerdo, queda el hueco de “A Vivir que son dos días” y, en función del elegido -o elegida- la
estrategia puede derivar en otro error: desvestir a un santo para vestir a otro. Las piezas
hay que intercambiarlas bien. Y, si algo tiene la SER, son buenas piezas. Precisamente,
prescindir de Gemma suponía perder no sólo una magnífica pieza del engranaje,
sino también perder un elemento crucial, identificador, del ‘sonido SER’,
auténtico patrimonio de la casa, hoy en extinción, como apuntaba Iván en su
tuit:
...desde la marcha de Iñaki y la muerte de Carlos Llamas, es un barco a la deriva. Ya sólo del Pino, Marcos y Blanco mantienen su espíritu.— Iván (@damaged2010) 31 de mayo de 2017
Javier del Pino es periodista, y
como tal, y habiendo trabajado -y muy bien- la información, el tramo del
magacine se le queda muy corto. Pero la Temporada 2017-2018 podría convertirse
en un ‘puente’ en el que, al final, se recuperaría
la marca “Hoy por Hoy” para un solo
comunicador, con la salida de Pepa Bueno. Es decir, se volvería, unos cuantos
años más tarde, a la solución original que se pensó para sustituir a Iñaki. Por
tanto, la llegada de Pino al “Hoy por Hoy”
sería una ocasión única -tal vez la última- para recuperar el prestigio de la SER, tan vapuleado desde dentro.
Pero del Pino no es la única pieza de que dispone la cantera de la SER para resurgir de esta crisis. Hay otro gran periodista, provisto de una voz rotunda y personal, que bebió de las mismas fuentes que Javier del Pino, junto al inolvidable ‘Charly’ Llamas, que es Pedro Blanco, que ha demostrado -a lo largo de sus diferentes destinos- que es un todoterreno, que la información no tiene secretos para él, pero que el magacine también le cautivó, cuando tuvo oportunidad de hacerlo. Comparte sentido del humor, y hasta la ironía, con Llamas y lleva consigo la marca de la SER, porque la ha mamado desde bien joven. Suena a SER.
Pero del Pino no es la única pieza de que dispone la cantera de la SER para resurgir de esta crisis. Hay otro gran periodista, provisto de una voz rotunda y personal, que bebió de las mismas fuentes que Javier del Pino, junto al inolvidable ‘Charly’ Llamas, que es Pedro Blanco, que ha demostrado -a lo largo de sus diferentes destinos- que es un todoterreno, que la información no tiene secretos para él, pero que el magacine también le cautivó, cuando tuvo oportunidad de hacerlo. Comparte sentido del humor, y hasta la ironía, con Llamas y lleva consigo la marca de la SER, porque la ha mamado desde bien joven. Suena a SER.
Pedro Blanco, durante una conferencia en la UPSA |
Hay otras opciones. Empiezan a
circular los nombres, y no quiero entrar en ese juego de dimes y diretes, con
nombres de compañeros -profesionales- de por medio. Me parece una falta de
respeto. Pero sí puedo decir que la primera opción es -como lo fue con la
salida de Iñaki- la de Javier del Pino. En las actuales circunstancias de esa
casa, y con tanto encaje de bolillos ideológico del que son, de alguna manera,
víctimas, por la situación financiera que atraviesan, la independencia de un
profesional no es tan fácil de considerar en un contrato. El fin de semana es
una cosa, y el “Hoy por Hoy” otra
bien diferente.
La SER, otra vez, se juega el acierto en la
decisión. El recambio de piezas se antoja trascendental. El caso “Carrusel Deportivo” no ha dejado el
pabellón muy alto. Los cambios constantes, sin tiempo para probar las fórmulas
y los equipos, aireando impaciencias, y miedo al contrario, una Cope fortalecida por un error propio, han llevado
al desprestigio, por muchos argumentarios que se utilicen para explicar lo
inexplicable.
Y al fondo, como apuntaba, nubarrones en el horizonte, en forma de Junta General de Accionistas de Prisa, que podrían provocar la caída de Juan Luis Cebrián. Pero la situación, en la SER, no puede esperar más, después de haber tomado una decisión tan drástica como prescindir de Gemma Nierga. Hay que actuar. Tomar decisiones. Y las decisiones no deben tomarse en caliente. Los medios-largos plazos son los más adecuados, las previsiones, la visión a futuro. Justo lo que, una vez más, ha faltado, en una casa que camina, según apuntaban muchos de los oyentes, hacia su propia autodestrucción. ¡No, no es cierto! Hay SER para mucho rato. Por fortuna, la marca -y el equipo- han estado siempre muy por encima de sus directivos…
"Pero su contrato no debe permitir una salida a tan corto plazo, intuyo. Por costes e indemnizaciones".
ResponderEliminar(Sobre Pepa Bueno)
No obviemos los compromisos políticos. A lo mejor, lo que temen los directivos de PRISA a la hora de echar a esa verdadera incompetente en radio es la repercusión que pudiera tener entre los barones del PSOE, empezando por Felipe González.
Desde esta web , lider en info de radio .Se debiera tocar el nudo gordinao de la radio española El cuasi monopolio de la radio elpais -ser.- cuando la empresa nº 2ª compra la nº !ª , a 3 radio . Esto mató la radio Pues la concentración de postes .- y de dinero. frente a la famélica legión , tiene que dar rabia. y recuerda el vencerán , pero no convencerán.- Remember , la ser , estuvo de inquilino , con Polanco y su friendly Banesto -unión y feenix , compra G VIA 32 , y ahora están de inquilinos, .-¿ ver la lista de ivox ?.- en g via 32 , están en matrix, -hablan desde Pozuelo , para Usera , de Washington , Influencia = 0 .Ver votos, PSOE , PP vox , uPodemos . Ciudadanos. La planta noble de G Via 32 , están felices , ver el final -de the last laugh.crisi subprime. Viven en matrix.
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