Álvaro Soto (RNE): “Para cualquier radiofonista es un sueño llegar a RNE”

Director de “Nómadas”, y periodista de “Documentos RNE” (I) 

“Llegué a montar mi propia emisora online en 2002, una experiencia que duró hasta que la SGAE se puso seria con la cuestión del streaming”  

• “Soy de la generación de McGyver”

Comenzaré por una pregunta: ¿todavía no ha escuchado “Nómadas”, en Radio Nacional, los domingos a las 7 de la mañana, también en Radio 5, y siempre en podcast? ¡Pues ya está tardando! No he conocido a nadie que no le guste viajar, como turista o como viajero, pero viajar. Y la propuesta de “Nómadas” es hacerlo a través de la radio, imaginando, creando constantes y ricas imágenes mentales del destino propuesto. Álvaro Soto es el periodista que creó este formato, hoy aplaudido, y que lo presenta junto con Esther García Tierno. Al equipo se suman también Lourdes Castro y Carmen Zujeros. “Nómadas” tiene varias utilidades, todas enriquecedoras. Se puede disfrutar, y seguir, cada semana; se puede escuchar cuando a uno le dé la gana (ahí están los podcast) y también se puede recurrir a él cuando tenemos planteado un destino y queremos viajar a él antes, gracias a la radio, para tomar contacto previo con nuestro destino elegido, a modo de documentación previa. Es más que posible que nuestro viaje ‘real’, luego, no resulte tan ‘redondo’ como el programa. Álvaro Soto compagina “Nómadas” con otro programa fetiche en RNE: “Documentos RNE”. La entrevista tiene mucho interés y les hará, estoy convencido, querer más, si cabe, a la radio. Es un placer conversar con Álvaro.

Parte del equipo de 'Nómadas' en RNE, con el globo terráqueo

-¿Cómo termina un joven de Burgos estudiando Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, y entrando en RNE, en Prado del Rey, en 2005?

-Supongo que fue un camino bastante natural para un chaval que se había pasado media infancia y adolescencia jugando a hacer radio y televisión, pidiendo a los Reyes extraños regalos como micrófonos, haciendo programas en casetes, montando "platós" en casa para horror de sus padres, engañando a amigos y primos como colaboradores... ¡incluso destripando el mando de un coche teledirigido con la esperanza de construir un emisor de FM! Soy de la generación de McGyver, no me juzgues.

-¿Eso es vocación oculta, Álvaro?

-No sé qué es la vocación, Gorka, sólo te puedo decir que cuando llegué a COU tuve que elegir entre las típicas carreras con salidas que me aconsejaba mi familia, o los cantos de sirena del proceloso e incierto mundo de la comunicación. Afortunadamente no me até al mástil del navío como Ulises (valga la metáfora viajera) y me fui directo contra las sirenas. Me matriculé en Comunicación Audiovisual porque me apasionaban −igual que ahora− todos los peldaños de la producción radiofónica y televisiva. Durante la carrera probé ambos mundos, no dejé de hacer prácticas en los cinco años, hice tele, pero sobre todo radio.

“De Federico Volpini aprendí que la radio no tiene nada que envidiar al cine cuando se trata de contar historias”

-Sobre todo, radio. ¿Por dónde pasaste?

-Pasé por un par de emisoras universitarias, fui becario en Onda Cero, la SER, Radio Nacional... Incluso llegué a montar mi propia emisora online en 2002, una experiencia que duró hasta que la SGAE se puso seria con la cuestión del streaming. También participé en un proyecto precioso de Rafael Revert…

-…el ‘padre’ de Los 40 Principales, todo un gurú de la radio musical en España…

-¡Exacto! Se llamó Emisión Digital, y fue una plataforma de radiofórmula multicanal asociada a la web de "El Mundo", donde me harté a hacer autocontrol. Al acabar la carrera, visto el panorama laboral, me pareció buena idea cursar el Máster de Radio Nacional, que me condujo paso a paso −y oposición mediante− hasta la Casa de la Radio, que es mi lugar de trabajo desde hace doce años.

-O sea que tu conducto para entrar en RNE, fue, en su principio, el Máster. ¿Trabajar en RNE cambia algo la actitud de un periodista, frente a la radio comercial: ¿existe un peldaño específico en la vocación, en el día a día, a la hora de afrontar el trabajo?

El trabajo en "Nómadas"
es enormemente enriquecedor

-Yo me tomo mi trabajo en Radio Nacional como un privilegio por el que me siento muy afortunado. Para cualquier radiofonista es un sueño desarrollarse en un gigante de este calibre, con seis cadenas, sin publicidad, con una red territorial y de corresponsales, una cobertura y una infraestructura técnica envidiables.

-Los medios son increíbles, desde luego, impresionantes.

-Pero, como dice Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", y los que hacemos la radio pública somos muy conscientes del compromiso que tenemos con nuestros legítimos jefes y patrones, que no son los políticos de turno sino los ciudadanos: tú, yo… todos. Los compañeros de informativos luchan por trabajar con la independencia, neutralidad y objetividad que exige la ley que nos regula...

-…No es ésta la percepción que rodea, hoy por hoy, a los medios públicos, en el tratamiento de la información.

-Claro que no, por eso es importante reconocer la actitud de los redactores y el trabajo del Consejo de Informativos. En la redacción de programas tampoco perdemos de vista la utilidad social que se espera de nuestros productos. Es un lujo no tener que servir a intereses económicos sino a ciudadanos de toda edad, origen y condición; sin una obsesión furibunda por la audiencia, que hay que buscarla por honestidad y rentabilidad, pero no a cualquier precio. Como empleados públicos −que no funcionarios, como creen muchos− nuestro objetivo y compromiso se resume en dos palabras: servicio público.

“La radio pública no puede estar obsesionada con la audiencia, tiene que buscarla por honestidad y rentabilidad, pero no a cualquier precio”

-Has trabajado con Juanra Lucas ("En días como hoy"), Toni Garrido ("Asuntos Propios") y Manolo HH ("El día menos pensado"). Tres estilos completamente diferentes, pero la radio como nexo de unión entre ellos. ¿Reconoces influencias de ellos, o de otros profesionales de la casa?

-Los tres programas me han aportado bastante, sobre todo porque me han permitido tocar géneros muy distintos. De Lucas me encanta la confianza que deposita en su equipo; es un buen tipo, cariñoso…

-…doy fe! La radio no engaña, Álvaro, es como el algodón…

-Me gusta su cercanía con el oyente y su esfuerzo por hacer brillar en antena el trabajo ajeno. Durante un tiempo me dediqué a montar monográficos de actualidad en el tramo de las 9 de la mañana de "En días como hoy"; disfrutábamos mucho preparando esos castillos de fuegos artificiales: un día traíamos al estudio a un liquidador de Chernóbil y otro me iba a Argelia con un satélite para entrar en directo con los saharauis desde el desierto.

-Con Toni Garrido, ¿cómo fue la experiencia? ¿Llegaste a coincidir con él en el micro?

-No, pero sí heredé su formato durante un verano en que copresenté "Asuntos propios" junto a la gran Paula Aller. De Toni me gustaba su empeño por dar siempre una vuelta de tuerca más a los temas; tiene buena cabeza como director, una fuerte personalidad y sobre todo contaba con un equipo de primera división, leal y entregadísimo, compuesto mayoritariamente por trabajadores de Radio Nacional. Ese programa demostró que, aunque la improvisación está muy bien y es necesaria en ciertos tramos, la radio de calidad es artesanal y se hace con guion y mucho esfuerzo.

El primer estudio de RNE donde se grabó "Nómadas"

-¿Y con qué te quedas de tu tiempo con Manolo HH?

-De Manolo me llama la atención precisamente esa capacidad de repentización, el arte de descolocar por completo al entrevistado, a veces con esas simpáticas "manoladas" que nos hacen reír a todos.

-Pero tu experiencia en la Casa de la Radio te ha llevado a conocer a enormes profesionales, con nombres, apellidos y trayectorias…

-Desde luego, Gorka. Hay nombres de Radio Nacional con los que me identifico mucho. De mis años en informativos, sobre todo en ese sufrido turno de noche que prepara el matinal, tengo que destacar al enorme Julián Salgado al frente de "España a las 8", un periodista como la copa de un pino, radio pública con mayúsculas, un gran referente que por desgracia se marchó con el ERE. De Marc Sala –sustituto y segundo de Lucas, actualmente en TVE Catalunya− me admiraba su capacidad para adaptarse al registro de cada una de las seis horas de "En días como hoy", desde la información pura y dura hasta las partes más desenfadadas. Tampoco puedo dejar de mencionar a Juan Carlos Soriano –mi jefe en "Documentos RNE" hasta la temporada pasada, una mente privilegiada− ni a Federico Volpini, con quien aprendí que la radio no tiene nada que envidiar al cine cuando se trata de contar historias.

“Muchos invidentes encuentran en “Nómadas” una forma de conocer y sentir el mundo con la que se identifican”

-Dentro de los premios que has cosechado, imagino que tendrás especial cariño por la Mención Especial de los Ondas Internacionales de radio por "Darwin: un viaje en el tiempo", que os dieron en 2010 a ti, Mayca Aguilera e Ignacio Elguero (¡el jefe!). Ciencia y ficción se unían para explicar el pensamiento darwiniano. ¿La radio puede -y debe- contarlo todo, utilizando todos sus recursos? Algo que no abunda…

-Sin duda, y creo que esa es la tabla de salvación a la que debe aferrarse este medio para seguir siendo relevante en la era de la saturación de estímulos y la multipantalla. La radio que engancha es la que emociona y sí, nuestro deber es experimentar, como hicimos en ese programa al que aludes. Un especial loquísimo que se encajó en el contenedor de "Documentos RNE" −porque en algún sitio había que emitirlo− y que si logró esa mención especial fue, supongo, porque el jurado internacional se quedó cazando grillos, sin saber muy bien cómo interpretar aquel curioso engendro. Fue divertido.

-Y, puestos a recordar, y a subrayar, sé que hay un reconocimiento a tu programa “Nómadas”, por el que te sientes muy satisfecho.

Álvaro Soto

-¡Aciertas! Es el premio que concedió la ONCE a "Nómadas" en 2012 por un programa en el que describimos la ciudad de Venecia con tres viajeras ciegas, todas oyentes nuestras. Lo más gratificante fue descubrir que muchos invidentes encuentran en este espacio una forma de conocer y sentir el mundo con la que se identifican, porque sin pretenderlo construimos el tipo de relato que ellos necesitan.

-Enhorabuena! Los ciegos -grandísimos oyentes de radio, tradicionalmente- viajan gracias a la seducción sonora que empleáis en “Nómadas”.

-Sí, Gorka. Es un orgullo que la radio pública sirva para cosas así.

Continúa...