¿Se avecina ciclón sobre Prisa?
https://www.gorkazumeta.com/2017/05/se-avecina-ciclon-sobre-prisa.html?m=0
La próxima Junta General de Accionistas puede incluir la salida de Cebrián del Grupo
La SER respira impase
- Alierta (Telefónica) lidera el grupo de accionistas que quiere prescindir de Cebrián
- El accionista mayoritario, Amber Capital (19,2%), está buscando el apoyo definitivo de Telefónica y CaixaBank para dar un vuelco a la cúpula de Prisa
Juan Luis Cebrián, actual presidente ejecutivo del otrora poderoso Grupo Prisa, fundado por Jesús de Polanco, ha hecho de la capilaridad su estrategia para gobernar este imperio venido a menos por culpa de una desatada ambición de poder, que don Jesús, en sus inicios, trató de domesticar, no sin esfuerzos ni víctimas de por medio, portadoras en su dni, increíblemente, del apellido Polanco, hoy venido a menos. Esa capilaridad se dejaba sentir en todos y cada uno de los cargos decisivos, con altas responsabilidades, que dirigían cada una de las unidades que integraban Prisa que, poco a poco, se ha ido desmantelando.
No es extraño que la gestión de
Cebrián, autorretratado en el programa
de “Salvados”, de Jordi Évole, y en las recientes entrevistas de Carlos Alsina (Onda Cero), e
incluso de Javier del Pino (SER), donde
confesó abiertamente no tener “muchos
amigos”, haya dejado muchos cadáveres por el camino. Directivos mutilados
por no plegarse a las políticas del zar
que tanto poder acumuló en el pasado, y en parte sigue detentando. El poder
mediático de “El País” ha sido proverbial, pero ahora no vive sus mejores
tiempos, asediado por la crisis, pertinaz y permanente crisis del periodismo
mundial tras la irrupción de internet, sumada a la propia incompetencia en la
gestión de un grupo, en el que la pérdida de Jesús de Polanco y, sobre todo, de
su hija, Isabel de Polanco, provocó
el principio de la decadencia.
El Grupo Prisa perdió 68 millones de euros en 2016 e ingresó un 1,2% menos. Es un titular, llamativo, rotundo, incontestable, publicado, en este caso, en ElEconomista.es. Y en muchos medios más. La expectación de las cuentas del gigante Prisa es permanente, no en vano sigue siendo el primer grupo mediático en español del mundo, aunque hoy tocado en su línea de flotación. Estas pérdidas, cuantiosas, y la deuda acumulada por la malograda OPA sobre Sogecable, a la que decidió acudir Telefónica finalmente, han convertido los últimos ejercicios del Grupo en un auténtico vía crucis, con recortes y ERE’s de por medio, amenazas y huelgas desconocidas entre los trabajadores. Un ambiente tenso, y tensado, al que Cebrián, desde su atalaya de poder, miraba casi de reojo, y contestaba con más dureza, convencido de que las medidas aplacarían la disconformidad manifiesta de los trabajadores de un grupo que, en tiempos del jefe, llevábamos orgullosos la camiseta de cada una de sus marcas. Ese tiempo caducó.
La búsqueda permanente de árnica
financiera para el Grupo Prisa, condujo a Cebrián a buscar “socios por el
mundo” que aportaran capital a sus debilitadas cuentas. La refinanciación de la
deuda millonaria, el deporte preferido del presidente ejecutivo, convirtió a
los bancos en auténticos perros de presa, que vigilaban -y exigían- el
cumplimiento de sus condiciones, y no sólo económicas. Las vinculaciones de los
poderes económico y político también se dejaron sentir. Los nuevos repartos
accionariales dentro de Prisa, en un reequilibrio de fuerzas e influencias
provocado por las necesidades financieras de un grupo dirigido por un
periodista, arruinaron el poder omnímodo de los Polanco, hasta sumirlos en uno
más, accionistas casi minoritarios, con necesidad de buscar socios que aplaudieran
las correrías de su delfín, para poder seguir administrándolo. Pero con escaso
interés, o apego, de Ignacio y de Manuel Polanco, por las siglas que construyó
su padre, con tanto sudor, vendiendo libros, desde abajo.
Juan Luis Cebrián durante la entrevista de Jordi Évole en La Sexta TV |
Hay previstos cambios en la Temporada 2017-2018 que afectarán al prime time de la primera cadena de emisoras del país
El Grupo Prisa perdió 68 millones de euros en 2016 e ingresó un 1,2% menos. Es un titular, llamativo, rotundo, incontestable, publicado, en este caso, en ElEconomista.es. Y en muchos medios más. La expectación de las cuentas del gigante Prisa es permanente, no en vano sigue siendo el primer grupo mediático en español del mundo, aunque hoy tocado en su línea de flotación. Estas pérdidas, cuantiosas, y la deuda acumulada por la malograda OPA sobre Sogecable, a la que decidió acudir Telefónica finalmente, han convertido los últimos ejercicios del Grupo en un auténtico vía crucis, con recortes y ERE’s de por medio, amenazas y huelgas desconocidas entre los trabajadores. Un ambiente tenso, y tensado, al que Cebrián, desde su atalaya de poder, miraba casi de reojo, y contestaba con más dureza, convencido de que las medidas aplacarían la disconformidad manifiesta de los trabajadores de un grupo que, en tiempos del jefe, llevábamos orgullosos la camiseta de cada una de sus marcas. Ese tiempo caducó.
Gráfico elaborado por El Español |
Juan Luis Cebrián se ha autorretratado en sus recientes comparecencias en radio y televisión y no ha quedado nada bien
Y parece que hemos llegado al
fin. Dentro de todas las empresas del Grupo Prisa se palpa la tensión. Hay una
calma tensa, un impase de decisiones, provocado por la incertidumbre ante la
próxima Junta General, en la que varios accionistas, que pueden sumar la
mayoría, podrían obtener la cabeza de Juan Luis Cebrián como trofeo de caza. La
tropa de gestores ‘cebrianistas’ vive temeroso de la suerte de su líder, porque
saben que, si finalmente sale del Grupo (por supuesto con su
indemnización-jubilación millonaria y obscena) a ellos también les aguardan las
filas del paro.
“El hedge fund Amber Capital, liderado por el empresario francés de
origen armenio Joseph Oughourlian,
actual principal accionista de Prisa con un 19,2% del capital, está buscando el
apoyo definitivo de Telefónica y CaixaBank a través de César Alierta. Junto a Cebrián, el objetivo es que saliera José Luis Sáinz, consejero delegado,
según fuentes cercanas al plan”, según ElEconomista.es. No sería de
extrañar, conociendo a Cebrián, que dejara ‘caer’ a Sainz, para aplacar la
rebelión o intentar reconciliarse con los críticos, al frente de los cuales se
sitúa un César Alierta que, ahora desocupado, tras su salida
del Consejo de Telefónica, busca un nuevo reacomodo. Sainz no es el
problema, por más que se pretenda extender esta imagen de él. En todo caso, Alierta
está resuelto a echar a Cebrián de Prisa, según Bloomberg.
Por eso “El Confidencial”, va más allá, y no sólo
apunta al descalabro de Sainz, sino al nombre de su sustituto: Manuel Mirat, un ejecutivo de Prisa
de nueva hornada, a quien tuve el gusto de conocer en el IESE, durante un curso
de formación para directivos. La información de “El Confidencial” apunta a que se trata de un hombre de Cebrián. ¿Y
quién no lo es si quiere progresar en Prisa? Pero ninguno lleva grabado a
sangre en su piel la ‘C’ de Cebrián, que yo sepa. Los habrá convencidos del
liderazgo de su presidente; pero otros, doy fe, no tanto. Y Sainz no es,
precisamente, miembro de su club de fans.
Cebrián, entre otros muchos objetivos, ha logrado desvalorizar un 41 por ciento el valor de la acción de Prisa, el segundo peor de toda la bolsa española, solo superado por Abengoa. Y recuerdo cómo muchos compañeros de la SER, entre ellos grandes nombres por todos conocidos -y reconocidos- se metieron en créditos bancarios para acudir a la salida a bolsa de nuestro querido grupo (entonces), con inversiones considerables. Las pérdidas ingentes les pusieron luego en serio compromiso para amortizar el crédito.
Cebrián, entre otros muchos objetivos, ha logrado desvalorizar un 41 por ciento el valor de la acción de Prisa, el segundo peor de toda la bolsa española, solo superado por Abengoa. Y recuerdo cómo muchos compañeros de la SER, entre ellos grandes nombres por todos conocidos -y reconocidos- se metieron en créditos bancarios para acudir a la salida a bolsa de nuestro querido grupo (entonces), con inversiones considerables. Las pérdidas ingentes les pusieron luego en serio compromiso para amortizar el crédito.
¿Cuáles son los logros de Cebrián
al frente del Grupo Prisa? Alguno tendrá, no seré yo quien quiera verlo todo
negro. Siempre hay matices. Pero otro periodista, que en el fondo siempre quiso
ser como el presidente de Prisa, Pedro
J. Ramírez, en “El Español”,
eligió un titular con dos cifras para definir su legado: “La gestión de Cebrián: 3.753 millones de
pérdidas y 26,3 millones de sueldo en siete años”. Y el subtítulo: “El
presidente del grupo Prisa resiste las presiones de los accionistas que desean
que deje el cargo”. No creo que sean necesarias muchas explicaciones a la
contundencia de las cifras apuntadas. Pero tampoco hay que obviar la
animadversión entre ambos colegas.
Cebrián, así, vive ya en medio de
la debilidad de su posición al frente del Grupo. Y, si antes nadie cuestionaba
sus poderes, y razones, ahora hay más voces discordantes, inquietas por su
gestión en Prisa. “De hecho, en febrero
pasado, Amber
votó en contra del paquete de retribución del presidente, lo que provocó
que por primera vez no fuera aprobado por unanimidad. Es más, otros cuatro consejeros se abstuvieron,
visibilizando la debilidad de otrora intocable Cebrián”. La caída de Cebrián es sólo cuestión
de tiempo. Pero hay muchos boletos para que el mes que viene Cebrián cierre
página en Prisa y, con él, cambie de aires toda la cohorte que le sigue, si no
a pies juntillas, sí al menos por ¿miedo? Y es que los directivos del Grupo
Prisa han sido siempre de los mejor retribuidos.
Gráfico elaborado por El Español |
La búsqueda permanente de árnica financiera para el Grupo Prisa, condujo a Cebrián a buscar “socios por el mundo” que aportaran capital a sus debilitadas cuentas
En la SER, como una empresa más
del Grupo, se vive una calma tensa inusitada, un paréntesis en el que se evita
tomar decisiones que puedan condicionar el futuro. Pero hay previstos cambios
en la Temporada 2017-2018 que afectarán al prime
time de la primera cadena de emisoras del país. Los malos resultados
obtenidos en las últimas oleadas del EGM, la impaciencia, y la presión de una
Cope crecida, parecen aconsejar cambios de rumbo. Pero las cifras no son buenas
en el “Hoy por Hoy” y los ejecutivos
de la cadena radiofónica de Prisa viven alterados porque la tendencia a la baja
recogida por el EGM continúe. Y la presión es mucha. Pero las manos están
atadas… de momento, hasta que se despeje el panorama. A pesar de lo cual, ya
hay algunas decisiones tomadas…
Los dos flancos con más problemas
de la programación son el mencionado “Hoy
por Hoy” y “Carrusel Deportivo” que -oficialmente- ha sido superado por “Tiempo de Juego”, de Cope en el EGM. El antiguo equipo de deportes de la SER ha
tardado siete temporadas en superar las cifras de “Carrusel”, donde se han producido cambios continuos de personal,
que han puesto de manifiesto la inseguridad en que se mueven, la falta de
paciencia y la escasa confianza en el equipo elegido, del que no se duda en
prescindir, pese a la mala imagen derivada de estos constante relevos.
En la novena planta de Gran Vía
32 -la ‘noble’- huelen el drama, atisban los cambios que pueden derivarse de
una salida de tanta repercusión en el universo mediático español de las últimas
décadas y actúan con extrema precaución. Inevitablemente, los dirigentes de más
alta responsabilidad saben que están marcados por el ‘cebrianismo’, sin cuya
aquiescencia no ocuparían el despacho desde el que deciden.
Cebrián en el 'A vivir' de la SER, otra entrevista que varios dirigentes del Grupo que le acompañaban calificaron de 'poco adecuada' o poco dada a la lisonja |
En alguna ocasión escribí que lo
mejor que le puede pasar a la SER, es que Cebrián se marchara. Pero su
persistente voluntad de permanecer al frente del Grupo, al que tanto ha
perjudicado, no dice nada bueno de su actitud. No es, desde luego, la humildad
su rasgo más destacado de personalidad. Lástima que Prisa cayera en manos de quien la condenó.
Y la deriva ideológica de PRISA hacia la derecha es exerimentada por su público como una traición a la línea progresista del grupo. Además de sufrur los efectos de la crísis mediática, PRISA hace huir a su público progresista (a los que solo quedan los medios digotales) sin poder captar oyentes y lectores conservadores.
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