Javier Tolentino: “Disculpen que les hable de la radio”
https://www.gorkazumeta.com/2017/05/javier-tolentino-disculpen-que-les.html
El periodista de Radio 3 (RNE) presentó su último libro en la Universitat de València
"En la radio se abusa de la dictadura de la actualidad y apenas hay ficción sonora”
- “Aspiro a la radio creativa e independiente de los reporteros brasileños”
- "Radio 3 es posiblemente uno de los medios de comunicación más libres e independientes del universo radiofónico"
Un artículo de Enric Llopis para Rebelión. Se presenta en su cuenta de
twitter como “un cronista cinematográfico
que ama la radio”. Y se le puede seguir en @Radio3Tolentino. Ésta es una
manera sencilla de caracterizar a Javier
Tolentino, comunicador y crítico cinematográfico que empezó como estudiante
en prácticas en Radio 3, en 1982, y ha desarrollado toda su carrera vinculado a
la radio pública. En Radio Nacional de España ha impulsado programas como “El Ciempiés”, “Viernes Rojo”, “Informe
Abierto”, “Siete Días”, “De Cine” y “El
árbol de las palabras”. Tal vez su creación más celebrada sea el programa
cinematográfico “El séptimo vicio”,
actualmente en las ondas y con antecedentes muy lejanos: le encargó el proyecto
en 1998 Federico Volpini, director de Radio 3, y empezó a emitirse
un año después. La idea era trasladar a la audiencia un programa que difundiera
el cine de autor. Pese a las
contradicciones y reivindicaciones de pureza por parte de los más críticos, “Radio 3 es posiblemente uno de los medios de
comunicación más libres e independientes del universo radiofónico”, afirma
Tolentino. Lo dice en el libro “Disculpen
que les hable de la radio”, publicado en abril de 2017 por Ediciones
Canibaal y por Ocho y Medio. Y lo ratifica en la presentación celebrada el 28
de abril en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València.
Imagen de la presentación del libro en Valencia (Fotografía UVAL) |
Define a la emisora como la radio
cultural de los fanáticos por la música, en una amplísima variedad de estilos
que pasa por el jazz, el rock, el pop, la música electrónica, el “music new age” y alcanza hasta las “Melodías Pizarras”, el flamenco o la
música francesa. Pero también la audiencia -o puede que mejor dicho, la
militancia- se mantiene fiel a los llamados “programas de contenido”, que a lo largo de los años han dado forma
a la parrilla de Radio 3: “Caravana de
hormigas”, “Tiempos Modernos”, “Hoy empieza todo”, “180 grados”, “El ojo
crítico”, “Carne Cruda”, “Tres en la carretera”, “La libélula” o “Mundo babel”, entre una extensa lista.
Incluso la información deportiva se abordó desde otra perspectiva, en espacios
como “Tirando a dar” o “Deportes en la 3”. Por el programa
cultural “Ateneo”, dirigido por Alfonso Gil y Aurora de Andrés, pasaron en los años 80 los pensadores, artistas y
poetas que inauguraban caminos en el mundo de las ideas. “Hicieron el mejor programa cultural de una cadena de radio”.
"La radio en Europa está excesivamente burocratizada y comercializada, cada vez mantiene más abúlicas programaciones"
¿Por qué se disculpa Tolentino
antes de dedicar 240 páginas a escribir sobre la radio? “Porque el periodismo es el oficio, tal vez junto al de actor, que más
se mira el ombligo; siempre con debates sobre la televisión, la veracidad de
las informaciones…”, responde a un periodista durante la presentación del
libro en la Universitat de València. El director de “El séptimo vicio” comparte sus impresiones sobre el oficio
periodístico. Afirma que hay profesores de Ciencias de la Información que
demandan una estricta neutralidad, equidistancia y asepsia en todos los casos;
que defienden el uso de un lenguaje plano y no creativo. “Pero esto puede suponer una extirpación del estilo: me gusta ‘mojarme’
y tener una mirada propia sobre por ejemplo un conflicto”. Con más de tres
décadas de experiencia radiofónica, reivindica un estilo propio que no sea el
de la mera agencia informativa que difunde hechos y datos “en bruto”. ¿Significa esto, en el ámbito de la noticia y la
información, ceder ante los embates de la posverdad? El autor del ensayo “El cine que me importa” lo niega: “Deberíamos guardar un escrupuloso sentido de
la austeridad, del rigor, y no aportar un solo dato que no haya sido
contrastado”.
Portada y contraportada del nuevo libro de Javier Tolentino |
En el prólogo el coeditor del
libro Jesús García Cívico resume la
manera de hacer, muy personal, de Tolentino. Para ello se remite a uno de los
libros, “La Lentitud”, del escritor Milan Kundera, un “nostálgico del tiempo de la charla” que se pregunta “dónde estarán los paseantes de antaño, esos
que caminan agarrados por el brazo”. Aunque la expresión íntima, cálida y
cercana a una poética de la radio, no hace concesiones cuando se refiere a la
precarización del periodismo. “Estamos
perdiendo la batalla del trabajo realizado con sus tiempos y especialistas”,
afirma el crítico de Radio 3. Define esta tendencia como la del “hombre orquesta”. Aquél que en la radio
idea un programa, escribe el guion diario, gestiona y localiza a los invitados,
se encarga de la edición y la realización, presenta y entrevista, difunde
informaciones por las redes sociales, se hace cargo de la burocracia interna, y
tanto de la promoción del programa como de sus contenidos. Sin embargo, no es
sólo una cuestión de periodistas y comunicadores. “El sistema está logrando convertirnos en héroes, en supervivientes; a
unos les quitan sus casas, a otros los despiden con 50 años y, aún peor, a
otros los hacinan en campos de refugiados”.
“Deberíamos guardar un escrupuloso sentido de la austeridad, del rigor, y no aportar un solo dato que no haya sido contrastado”
“Disculpen que les hable de la radio” critica la pobreza del lenguaje radiofónico actual. Está en crisis la creación de imágenes mediante el lenguaje, que puede llegar a tener más fuerza que la fotografía. “Se echa de menos una radio con más riesgo y atrevimiento”. En los magacines y programas de entretenimiento falta creatividad, “se abusa de la dictadura de la actualidad y apenas hay ficción sonora”, lamenta Javier Tolentino, quien añora en cierto modo los seriales, la radio romántica de Carlos Faraco o la radio bufa de Federico Volpini.
Las críticas a la homogeneización
de contenidos, las presiones de los anunciantes y los intereses empresariales
no eximen de un necesario autoexamen. El exdirector de “Informe Abierto” y “Siete
Días” advierte de las enfermedades de la comodidad y el apoltronamiento en
el periodista, también señaladas por Ryszard
Kapuscinski (“los cínicos no sirven
para este oficio”). Y por García
Márquez: “El reportero, el
periodista, el noticiero es un hombre muerto si está atado a su mesa”. A
pesar de los riesgos y advertencias, el punto de vista de Javier Tolentino no
incurre en el pesimismo. Por ejemplo, Internet y las nuevas tecnologías ofrecen
oportunidades: “Una pequeña emisora del
barrio de Vallecas o una radio independiente de la barriada porteña de San
Telmo pueden alcanzar una dimensión global”.
Tolentino representa a una generación de profesionales que nacieron y crecieron con la idea de una radio siempre 'bien hecha' |
No está de sobra, en ocasiones,
el recuerdo de los principios más básicos. Como que la radio es un servicio
público, con independencia de que revista titularidad pública o privada, ya que
a éstas últimas se les otorga una licencia estatal para funcionar. Así pues, “no debería existir diferencias entre los dos
modelos”, concluye el autor de “Disculpen
que les hable de la radio”. A diferencia de Estados Unidos, en Europa
operan emisoras públicas con fuerte potencial y arraigo. La BBC en Gran
Bretaña, la holandesa NOS, la RAI italiana, RTP en Portugal o Radiodifusión
Internacional de Alemania (ARD) y ZDF en el país germano.
"El periodismo es el oficio, tal vez junto al de actor, que más se mira el ombligo"
En el caso de la radio pública en
el estado español, Tolentino afila la crítica: “Han ido sucediéndose gestiones embrutecidas, perversamente gestionadas,
que permiten a las empresas públicas de radio y televisión que acumulen deudas
con el único objetivo de que la manipulación sea más fácil”. Aunque no
faltan excepciones a este principio general de manipulación gubernativa, como
Radio Clásica, Radio Tres o los programas musicales y culturales de Eusko
Irratia, Catalunya Ràdio, Radio Centro y algunos ejemplos en Canarias. Además,
la ordenación y “normalización” del
dial radiofónico –justificado con argumentos técnicos- generó enormes
dificultades a las radios libres, que habían florecido con ejemplos tan
destacados como Radio Klara en Valencia, Radio del Water en el barrio de
Vallecas y una pluralidad de emisoras en el País Vasco y Cataluña. “Fue un movimiento que llenó de frescura el
dial”, sostiene el periodista de la radio pública.
Sin embargo, la descarnada
realidad se impuso a la explosión de radios “alternativas”: “Las nuevas
normas barrieron las radios libres y concedieron licencias a los poderes
económicos”. Actualmente, subraya Javier Tolentino, “la radio en Europa está excesivamente burocratizada y comercializada,
cada vez mantiene más abúlicas programaciones”. Urge, así pues, recuperar
la creatividad. Y arrumbar los gritos de los programas deportivos, la
exageración del show radiofónico y la
proliferación a toda hora de las tertulias. “La radio necesita una revolución total”.
Javier Tolentino con su nuevo 'hijo editorial' |
¿Dónde halla el comunicador de
Radio 3 el contraejemplo a lo existente? Dice que la radio más auténtica se
emplaza en América Latina. En la isla de Chiloé (Chile), en los programas
llenos de color, debate y servicio público; en Radio Savana de Mozambique y las
emisoras libres y piratas de Guinea Ecuatorial; o en esa otra radio francesa,
social y vinculada a los sindicatos, “muy
distinta de la estatal y organizada de forma asamblearia”. Y en la que
participan los movimientos sociales. En una de ellas, Radio Mon Païs de
Toulouse, el autor del texto de Canibaal ha realizado diferentes programas.
Quizá sean las fuentes de las que beba su periodismo: “Siempre he buscado hacer esa radio sonora, independiente, creativa,
arriesgada y comprometida de los reporteros brasileños”.