En recuerdo de José Luis Velasco, el Mr. Scroog de la Cadena SER
https://www.gorkazumeta.com/2017/03/en-recuerdo-de-jose-luis-velasco-el-mr.html
Por Juan de Dios Rodríguez Pariente
José Luis Velasco, los otros nombres de la radio
2005 parecía el año en el que se marchaba una parte vital de la historia de la radio. Llegaba el cambio de nombres, contenidos y conductores; ya se había producido el de la gestión y las nuevas herramientas, ahora se desarrollaba una nueva forma de comunicar, y como si hicieran un guiño a su propia historia personal y profesional nos iban dejando leyendas de la radio, ya inmortales. Unos por la edad o ley de vida como los Herrero Mingorance, Ángel Álvarez o Raúl Matas, pero otros mucho antes de “lo debido” como Joaquín Luqui, y ahora se unía José Luis Velasco, un hombre que además se llevaba consigo una marca esencial de ser y de hacer, se llevaba parte del estilo de la casa, y no solo el estilo profesional, se llevaba parte del sonido personal.
José Luis Velasco, los otros nombres de la radio
2005 parecía el año en el que se marchaba una parte vital de la historia de la radio. Llegaba el cambio de nombres, contenidos y conductores; ya se había producido el de la gestión y las nuevas herramientas, ahora se desarrollaba una nueva forma de comunicar, y como si hicieran un guiño a su propia historia personal y profesional nos iban dejando leyendas de la radio, ya inmortales. Unos por la edad o ley de vida como los Herrero Mingorance, Ángel Álvarez o Raúl Matas, pero otros mucho antes de “lo debido” como Joaquín Luqui, y ahora se unía José Luis Velasco, un hombre que además se llevaba consigo una marca esencial de ser y de hacer, se llevaba parte del estilo de la casa, y no solo el estilo profesional, se llevaba parte del sonido personal.
José Luis Velasco, tan grande, tan sensible |
La mañana del 14 de septiembre de
2005 se levantaba sin uno de nosotros; nos enterábamos que nos había dejado
José Luis Velasco, y con él un nexo de unión de diferentes generaciones de la
SER. Cuando me dispuse a elaborar la nota necrológica que enviaría a los medios
le veía como uno mas de los elementos que fueron engranando los eslabones de la
cadena de la SER entre diferentes generaciones. Era ese tipo de profesional que
tras acercarse a la radio como oyente desde niño, su inquietud por conocer el
mundo del medio de la imaginación le llevó al periodismo, pasó por ABC,
revistas como Mundo Hispano y Tauta, para finalmente recalar en la que sería su
casa, Radio Madrid, la Cadena SER.
Cuando me refiero a Velasco como
uno de los eslabones de la cadena de continuidad de una forma de ser y trabajar
lo hago en toda la extensión del término y significado. Su espíritu encajaba
los nombres históricos de la radio mas conocidos, pero también de aquellos
nombres que quedaban en los oídos de los mas fieles seguidores de la SER, y de
Radio Madrid, que habían ido conformando generación tras generación la marca
indeleble de la cadena como los técnicos de sonido, guionistas, redactores de
programas, auxiliares, etc. Velasco era uno de ellos porque cuando en 1983
entró en la Ser empezó a trabajar con Joaquín
Prat y Pepe Domingo Castaño. El
primero ya era una leyenda histórica enraizada en la propia naturaleza de la
cadena y Castaño llevaba mas de diez años convirtiéndose ya en un icono de la
SER. A través de ellos conoció la historia y personajes de la familia mas y
menos conocida de la emisora de la Gran Vía madrileña.
Foto histórica del equipo del 'Hoy por Hoy', con José Luis Velasco, al fondo a la izquierda. También faltan Mariano de la Banda y Luis Figuerola Ferretti (Años 90) |
Su rigor e inquietud cultural le
llevaron en 1986 al equipo de ‘Hoy por
Hoy’, en el que permaneció durante trece años ejerciendo la labor del
“Portavoz del oyente”, una de las secciones más significativas del programa y
de las labores profesionales que más le había producido reconocimiento y
satisfacción profesional. Todos los directores de la cadena Ser contaron con su
entrega y profesionalidad encargándole programas diarios, semanales, nocturnos,
de fin de semana o de verano, de hecho, llegó a ser el perfecto comodín.
Dirigió y presentó ‘El Club de la tarde’
y ‘Tarde de domingo’, así como ‘Hoy por Hoy en verano’, ‘A vivir que son dos días’, ‘Carrusel del Domingo’, ‘Carrusel de Verano’, ‘Rompeolas’, y ‘Por fin Madrid’. Sabía adaptarse a todo tipo de profesionales, de
ahí que además de trabajar con Iñaki
Gabilondo en la radio lo hiciera con Prat en programas de televisión como ‘El Precio Justo’ y ‘Noches de Gala’. En 1998 le fue concedida la Antena de Plata a toda
su trayectoria profesional. Los dos últimos años había venido realizando el
programa ‘Clave de SER’ en la
madrugada de los viernes, en el que se manifestaba su preocupación por llevar
el mundo de la cultura a los oyentes. Lo que le hizo implicar a algunos de sus
amigos de mayor prestigio en calidad de colaboradores desinteresados, de ahí
que personalidades como Cristóbal
Halffter, Rosa Regás, José Luis Garci, Ros Marbá, Odón Alonso, José Mª Pou,
Tito Valverde, Lorenzo Silva o Mercedes
Salisachs tuvieran apariciones habituales en su programa. Su pasión por la
radio le hizo vivir en ‘Clave de SER’.
Dos amigas y compañeras de la
radio, Pilar Falagán y Ángeles Afuera se despidieron de José
Luis aquél día escribiendo dos notas que nacían del corazón. Falagán
destacaba las tres pasiones de Velasco: la radio, Alfredo Kraus y Galicia.
Velasco sustituía a Iñaki en el programa, en el tramo de magacine, y no se le echaba en falta al donostiarra |
“José Luis Velasco era el talento
encerrado en el cuerpo de un antiguo jugador de Rugby que sufría las secuelas
de las “melés”. Sus compañeros, sus amigos de la radio, le recordamos
refunfuñando desde que su humanidad entraba por la redacción o por la puerta
del estudio, siempre al límite de la hora, para disimular con máscara de ogro lo
inmenso de su ternura y su generosidad sin límite. Su aparente despego por “lo
establecido” como la vida en pareja, las fiestas familiares, enmascaraba sus
flaquezas, que quedaban al descubierto en los programas especiales que
realizaba en Nochebuena y Navidad. Aquí “Velasco-Mr. Scroog” quedaba al descubierto con unos maravillosos cuentos
escritos cada año para esas fechas. Su forma de entrevistar sorprendía al
invitado por el cariño y el conocimiento que demostraba hacia el personaje. Las
preguntas eran siempre “a favor”. La ironía la dejaba para la crítica. Dos
pasiones latían permanentemente en el corazón de José Luis: Kraus y Galicia,
una tierra que adoptó como propia y que no perdía ocasión de añorar. “Galicia era el paraíso y Kraus era Dios,
todo los demás era accesorio”.
Ángeles
Afuera resaltó la personalidad de Velasco y “sus oyentes lo saben
porque cada madrugada de los sábados le escuchaban abrir el programa ‘Clave de SER’ con una sorna ya bien
conocida: “¡Bienvenidos al mejor programa de la historia de la radio!”. Fieles
hasta el fin, conocían su voz grave y modulada, su vastísima cultura,
especialmente en música clásica, su adoración -por ejemplo- por el tenor Alfredo
Kraus, o por la escritora Mercedes Salisachs. Su aspecto de ogro bueno, ni su
escepticismo como consigna, ni su melancolía como forma de vivir... Emboscada
en todo eso, se coló en los últimos tiempos una honda tristeza que quizá no
supimos distinguir. El último sábado, a las seis menos un minuto, José Luis
Velasco remató el programa: “Nos vemos el
próximo… ¿miércoles, jueves, viernes?”. Pasó las imaginarias hojas de un
calendario y añadió: “Hasta el próximo
programa”. Fue su última despedida.
Juan de Dios Rodriguez (Foto Periodista Digital) |
He querido personalizar en
Velasco, más allá de su personalidad, carácter, humanidad o aficiones al hombre
de Radio Madrid y la Cadena SER. Ese tipo de profesional que podía ser la
imagen de tantos y tantos que entregaron –y siguen haciéndolo- su amor y pasión
a la radio, y que como en todas las ciudades traspasaron el receptor para
formar parte de la familia de la audiencia; ellos eran, son la SER, la Radio.
Me vienen a la memoria los nombres de Carlos Mendo (padre), siempre tras una máquina
de escribir, que entregó su vida en la radio en forma de guiones y críticas
cinematográficas para que su hijo realizara sus estudios de periodismo en la
vieja Escuela Oficial y desarrollara una enorme y brillante carrera, los
hermanos Rodríguez (Julio, Arturo y
Manolo), Arturo de la Vega, Mariví Fernández-Palacios, Maruchi Arenaz, María
Jesús Prieto, Luis Rodríguez Olivares, Marta García, Arturo Calderón de la
Barca y Bertot, Mari Ángeles Juez, Jesús Alarcos, Carmina Pérez de Lama,
Marisol Álvarez, Manu Zoco, Rafael Sánchez, José Luis Espinosa, Pepe Rubio,
Luis Pinar, Juan Aranaz, Alfonso Hernández, Carlos Nicolás, Jesús Soria,
Antonio Romero, Rosa Rosado, Nuría Serena, María José Casado, Juan Vives, Pepe
Machado, Carlos Blanco, Ángel Jiménez, Fé Romero, Javier Torres, Gema Carrasco,
José Joaquín Iriarte, Bárbara Marraco, Juan Ángel Hinarejos, Jorge Alcover,
Juan Luis Iglesias, Ángel de la Vega, Paloma Varela, Manolo González, Marce
Rodríguez, Ángel López, Paloma Tortajada, Juan José Botija, Gerardo González,
Rocío Sanjurjo, Carlos González y Carlos G. Llanos, Paloma Hernán, Ana
Borderas, Eduardo Martín, Rosa Márquez, Francisco Javier Renes, Ángel
Carbajo, Javier Astasio, Antonio Martín Valbuena, Mari Carmen Losada, Hélène
Puech, Conchita Migoya, José María Alfageme, Nieves Goicoechea, Jean Michel
Bamberger, Ernesto Estévez, Gorka Zumeta, José Luis Arriaza, Pablo Quintana,
Sandro D'Angeli, Olimpia Torres, Benjamín Llorens, Goyo González, David Alonso,
José Miguel Jaúregui, María Dolores Catoira, Willy González, Cristina Lasvignes,
José María García-Lastra, Pedro Collado, Margit Martín, Esther Minguito, Luis
del Amo,…
Foto de Familia de la Temporada 2001-2002. La 'familia' de la radio. Para que ellos brillaran hacia falta un equipo por detrás (Foto Pedro Menéndez) |
…Marisol Tomás, Amparo Alsina, Marta González Novo, Marisa Gallego,
Mary Garijo, Elicio Dómbriz, José Fernando Dicenta, Arturo de Blas, José
Antonio Marcos, Maribel Pérez Barrios, Javier Ayuso, José María Patiño, Clara
María, Ángel Cabrera, Esther Bazán, Carlos Bustillo, Silvia Ortega, Alberto,
Jorge y Mari Ángeles Ruano, Alfonso Ojea, Javier Álvarez, Pepe Fernández,
Joaquín Guzmán, Carlos Gómez Amat, Ángel Ferreiro, Manu Martín, Tino Rebollo,
Pepe Balado, Ana Londaiz, Javier Lobo, Isaías Lafuente, Javier Gregori, Esteban
Cavadas, Carlos Cala, Vicente Bañuls, Anabel Padilla, Rafael Manzano, Paloma
Delgado, Francisco Quiroga, Elena Fernández, Fernando Vega, Miguel Ángel
Oliver, Juan Carlos Sicilia, Marta Gómez Montero, Javier Casal, Curro Serrano y
los Oñate, Augusto Molina, Francisco José Tomillo, Jesús Gallego, Susana
Moreno, Jesús Mejuto, Nuria Prieto, Elvira Cordero, Toñi Fernández, Vanesa
Rivas, Francisco José Delgado, Eduard Navarro, Paloma Martín, Lucía Moreno,
Mamen Mendizábal, Pilar Velasco, José Conchillo, Teresa Rubio, Javier Suárez,
Eva Cuesta, Alberto Granados, Olga Rodríguez, Pedro Blanco, Javier Manzano,
Pablo Morán, Carles Peña, Ana Terradillos, Javier Ruiz, Jesús, Andrés y Mario
(los de la cafetería)…
Son, han sido miles de hombres y
mujeres, pero he querido mencionar a algunos que me han venido a la memoria de
aquellos a los que conoció Velasco cuando llegó a la Ser o con los que fue
trabajando a lo largo de sus 22 años, y otros que antes y después de él no
quiero olvidar porque son y han sido leyendas de la radio y eslabones de la
cadena… y me faltan muchos miles más... Disculpar los ausentes, pero la
fragilidad de mi memoria no debería ser injusta con los mencionados.
La radio, una forma de entender la vida. La familia de
ResponderEliminarLa radio que ya tanto echo de menos. No quiero que se me olvide la gran riqueza humana que conseguí asimilar de tanto talento y que he tenido la suerte de compartir. Mi paso por la radio, a la que he querido tanto y a la que he aportado con discreción mi trabajo y humanidad.
No puedo evitar que se me salten las lagrimas pasando ante mi la RADIO.
Mera!! La ‘familia’ de la radio, a la que por justicia perteneces, no ha desaparecido. Algunos, es verdad, como José Luis, se han ido, en silencio; pero los demás, los que seguimos caminando día a día, aunque lejos ya de Gran Vía 32, seguimos siendo la misma familia. Como a menudo recuerdo, sobre todo en Navidad, “lo que ha unido la radio que no lo separe nadie”. Tu ‘familia’, ésa que recuerdas, sigue intacta, algo más lejos y dispersa, pero intacta, con el recuerdo vivo de pequeños momentos compartidos, risas cómplices, mutuo respeto, sana admiración, que construyeron una relación más continuada en el tiempo, sin duda, que la dedicada a la otra familia, la real. No conviene vivir de rentas, de recuerdos, mirando permanentemente hacia el pasado. Hay que afrontar el futuro con ilusión, esperanza y, como bien señalas, con humanidad, algo que, por desgracia, escasea. Un gran abrazo!
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