Carmen Juan: “La radio antes era orfebrería, ahora es tecnología”
https://www.gorkazumeta.com/2017/02/carmen-juan-la-radio-antes-era.html
Subdirectora de “Julia en la Onda”, Onda Cero (I)
- "Creo que ha sido más traumático sufrir la transformación del mercado laboral, hemos pasado de una profesión cualificada y prestigiada a una precariedad insostenible"
- "Las redes sociales son ventanas, las ventanas en los estudios de radio, pero sería ingenuo pensar que el mundo es solo lo que vemos por la ventana"
- “Nunca pensé en dedicarme a la radio”
Hay grandes escuderos en la radio española. Grandes, muy grandes, profesionales que hacen que las estrellas brillen más. Tienen capacidad sobrada para liderar sus propios proyectos, pero prefieren caminar acompasadamente con los líderes. Carmen Juan es un lujo para Julia Otero, y no al revés, pese a lo que pueda decir la propia Carmen. En el mundo de la empresa los líderes son más líderes cuanto mejor equipo tienen y es en su olfato en el que recae gran parte de su liderazgo. Hay que saber rodearse. Y la confianza se gana con los años. A Carmen Juan la conocí, hace mucho tiempo, más del que me gustaría recordar, en Radio Barcelona, cuando yo estaba en Radio Madrid. Fuimos compañeros y, desde entonces, el camino -aunque se ha separado- sigue siendo el mismo: la radio. Sin embargo, el paisaje que nos ha tocado vivir en los albores del siglo XXI nada o muy poco tiene que ver con el que tuvimos que enfrentarnos en los comienzos, compartidos. Van a disfrutar con la entrevista, no me cabe la menor duda.
Carmen Juan en los estudios de Onda Cero en Barcelona |
-Te licenciaste en la Autónoma de Barcelona y luego has sido profesora de redacción y locución en medios audiovisuales y profesora de producción y realización en Radio. ¿Elegiste tú la radio o ella te eligió a ti?
-Me licencié en la UAB en el 89, pero reconozco que nunca pensé en dedicarme a la radio.
-¡Vaya!
-Sí, Gorka, yo quería escribir y pensaba en la prensa escrita. La radio era la banda sonora de mi casa, siempre estaba encendida, yo hacía los deberes con la radio de fondo, pero quizá por esa cotidianeidad nunca pensé en la radio como una salida profesional. Fue la casualidad. Me matriculé en periodismo y ese verano conocí a un editor musical que tenía muchos amigos en la radio. Fue quien me propuso que me presentará, con su recomendación, en Radio Miramar de Barcelona. Llamé, me citaron y allí me quedé de aprendiza, gratis.
-Y al principio, imagino, que no haciendo mucho…
-Pues cortaba teletipos, me sentaba en el estudio cuando hacían el informativo, miraba, preguntaba, ordenaba papeles… poca cosa.
"He pasado por todos los medios, radio, tele, agencia de noticias, prensa escrita, pero la radio es estar en casa”
-¿Cuántos años tenías, Carmen?
-Tenía 17 años y empezaba la carrera. Un día faltaban redactores para cubrir una rueda de prensa, me hicieron un carnet, me dieron una grabadora, la dirección y dinero para un taxi. Empecé a redactar, a grabar alguna cosita y un día, el jefe de informativos que presentaba las noticias y me sentaba a su lado en el estudio, me pasó una noticia en directo. Sobreviví. Me hicieron un contrato y aquí estoy 30 años después.
-¡Pues menudo bautizo de micrófono, jaja!
-He pasado por todos los medios, radio, tele, agencia de noticias, prensa escrita, pero la radio es estar en casa y, además, lejos de lo que se cree, escribes mucho, así que cumple todas mis expectativas. Mis alumnos en la facultad querían dedicarse todos a la televisión. Dicen que la radio es vocacional, pero a mí me parece que, conocerla es amarla, no antes.
Con los compañeros de "Julia en la Onda" |
-Estoy totalmente de acuerdo contigo, salvo unos cuantos frikis que la elegimos. Coincidimos en la SER durante tu estancia en Radio Barcelona, pero ya tenías antes recorrido -Radio Miramar, Radio Juventud, Radio Hospitalet-. Si echas la vista hacia atrás, ¿qué tiene que ver la radio que empezamos a hacer con la de ahora?
-La radio antes era orfebrería, ahora es tecnología. Cuando yo empecé escribíamos en máquinas de escribir con papel carbón, grabábamos en cinta abierta, salíamos a la calle con grabadoras enormes, había poca tradición informativa, los locutores no usaban guion, había pocas mujeres presentando programas. Teníamos pocos medios, así que tirábamos de creatividad, ingenio e improvisación.
-Pero las parrillas no han cambiado mucho más…
-Sí, tienes razón Gorka, en esencia, la antena sigue igual, grandes programas magacine, más o menos elaborados, con participación de los oyentes, información y entretenimiento, secciones, entrevistas, publicidad. Lo que más ha cambiado son las voces, la calidad, la dicción… ahora son voces más normales. También ha cambiado el lenguaje y el ritmo de los programas, y ha aumentado considerablemente la información que ahora es uno de los contenidos transversales de la programación. También ha bajado de forma drástica la edad media de las redacciones, se ha perdido experiencia, referentes informativos y poso cultural.
-¿Cómo valoras tu reciclado como periodista en todos estos años: empezamos con la máquina de escribir, como comentabas, y ahora tenemos los iPad o WhatsApp? ¿Lo has asumido como una obligación de tu profesión, o también tu curiosidad ha participado de ese reciclado? ¿Dónde has notado más los cambios?
En la EAE, dando una conferencia sobre comunicación |
-Adquieres competencias técnicas con naturalidad. Un día pasas de una máquina de escribir a una eléctrica, de ahí a un ordenador y vas evolucionando, siempre y cuando tengas curiosidad y ganas de aprender, algo que presumo habitual en los periodistas. Acostumbro a reciclarme con cursos que organiza el Colegio de Periodistas de Catalunya, no hay que bajar la guardia. Mi primer curso de internet lo compartí con Jaime Arias, un histórico de la Vanguardia que en ese momento ¡tenía más de 70 años!
-¡Encomiable, sí señor!
-Sí, ése es el espíritu del periodista, debemos tener una mentalidad abierta y una cintura flexible, para la tecnología y para todo. En televisión empezamos con un sistema analógico y acabamos con la digitalización de la redacción y, lo cierto es que las nuevas herramientas han solucionado y facilitado mucho el trabajo mecánico y sobre todo han favorecido el acceso a fuentes informativas y la interacción con los oyentes. Creo que el mayor cambio ha sido la incorporación de las redes sociales y en el futuro inmediato será el transmedia. No hay cambios traumáticos, o al menos yo no los he vivido así. Creo que ha sido más traumático sufrir la transformación del mercado laboral, hemos pasado de una profesión cualificada y prestigiada a una precariedad insostenible.
"Dicen que la radio es vocacional, pero a mí me parece que, conocerla es amarla, no antes. El futuro inmediato será el transmedia"
-Y no tiene visos de mejorar sensiblemente, a medio plazo. El tiempo, y la experiencia, contribuían a conformar una especie de sexto sentido -también llamado ‘olfato periodístico- entre los periodistas que nos facilitaba detectar los temas que interesaban, presumiblemente, a los oyentes. Hoy en día, con las redes sociales, tenemos reacciones inmediatas a nuestras propuestas. Pero ¿hay que distinguir entre la opinión publicada y la opinión pública? ¿Qué valor le confieres tú a las redes sociales frente a la radio? ¿No es verdad que el riesgo es hablar sólo para los que te escriben tuits?
-Según la teoría de la agenda Setting, ésa que nuestra generación estudiamos en la facultad, la opinión pública se conforma a través de la opinión publicada, y el criterio informativo se basa en la cercanía de la noticia a la audiencia, a la cantidad de personas afectadas y a lo inusual o espectacular de los hechos que pueden ser narrados. Eso ha cambiado en parte. Los Media han perdido parte de su hegemonía con la aparición de las redes sociales, que han abierto nuevos canales informativos, sin intermediarios, de impacto rápido, en racimo y que permiten un feedback inmediato.
-Pero, la llegada de Twitter, por ejemplo, llega a invadir el área de competencias de un periodista…
Una joven Carmen Juan, ya en la radio |
-La aparición de twitter, es cierto, puso en riesgo el rigor al que no puede renunciar un periodista, confirmar las fuentes y contrastarla informaciones. Creo que se está aprendiendo la lección después de muchas meteduras de pata. Es peligroso creer que los TT o los virales son los grandes temas de actualidad, existe mundo más allá de la red. Hay que tener un ojo en el ordenador, pero salir a la calle cada día con los ojos y las orejas abiertas. Las redes sociales son ventanas, las ventanas en los estudios de radio, pero sería ingenuo pensar que el mundo es solo lo que vemos por la ventana. El periodista suele ser bastante endogámico, pero el periodismo no puede vivir en una burbuja. El riesgo no es hablar solo para los que escriben tuits, el riesgo es hablar solo para los que piensan como nosotros.
-¿Cuál crees que debe ser el papel de las redes sociales en la nueva radio? ¿Crees que han llegado sólo para sustituir al teléfono ‘de toda la vida’ o que su imbricación en los programas puede ir más allá? ¿Hacia dónde?
-Nosotros estamos sustituyendo el teléfono con los mensajes de voz de WhatsApp y nos permite escuchar muchas opiniones de oyentes en el programa. Los tuits dan toques de color, realmente hay mucho ingenio en la red. Creo que el valor fundamental de las redes sociales es el rápido retorno que obtienes de los oyentes y la facilidad para dispersar tu mensaje y crear marca. Ahora mismo alimentamos en directo la antena, las redes sociales y la web de la cadena. Intentamos rentabilizar nuestros contenidos con elementos complementarios en twitter, Instagram o Facebook. Creo que esos contenidos transmedia crecerán en el futuro. No estoy tan convencida de aplicaciones como FaceLive, Periscope o Snatchat en la radio, pero estoy dispuesta a que me sorprendan con una aplicación eficaz y enriquecedora. Ahora no me lo parecen.