Ángeles Afuera: "Nos hemos perdido la radio del pasado"
https://www.gorkazumeta.com/2017/02/angeles-afuera-nos-hemos-perdido-la.html
#LaRadioqueQueremos: Ángeles Afuera (SER)
"¿Les ocurrirá lo mismo a nuestros nietos con esa radio que se hace hoy y no se guarda?"
- Iñaki Gabilondo la bautizó como "la memoria viva de la SER"
Desconozco ahora mismo cuál es el segundo apellido de Ángeles Afuera, pero, ante la duda, yo le pondría “Radio”. Iñaki Gabilondo, maestro de tantas cosas, la ‘bautizó’ con el sobrenombre de “la memoria de la SER” y con este cariñoso apodo ha recorrido los últimos años de su intensa y prolífica vida profesional, que este año cumple treinta y nueve de ejercicio ininterrumpido en la Sociedad Española de Radiodifusión, su querida –nuestra querida- Cadena SER.
Ángeles Afuera, notaria de los hitos de la Cadena SER |
Lástima que el magnetofón no se inventara con la radio, sino que tardará varias décadas en llegar, porque nunca podremos oír cómo sonaba la radio de nuestros pioneros, los locos años 20, los 30 y los 40. Además, influyó, de manera decisiva, no sólo la falta del soporte de conservación sino también la ausencia de sensibilidad ante el necesario concepto de la creación de un archivo. Un término por cierto, éste de ‘archivo’, que nunca le gustó a Ángeles Afuera y que rehuía de manera sistemática, "me repatea".
Yo la conocí, sin embargo, mucho antes de la creación del Servicio de Documentación de la SER, luego de Unión Radio y, finalmente, de Prisa Radio. Cuando ingresé en la casa, en Radio San Sebastián, Ángeles estaba presentando el “Informativo de las 14:30”, y a menudo, con más frecuencia de la que hubiera deseado (porque el terrorismo era lo que me impelía a intervenir en cadena), participaba desde la capital donostiarra en ese tramo, de 14:30 a 15:00 horas.
Estoy seguro de que Ángeles podría contar cientos de anécdotas. Desde que entró en Radio Madrid, gracias a un programa cuyo objetivo era la defensa de los derechos de las mujeres, a finales de los años 70, con una incipiente protodemocracia –“Las Ciudadanas”, se llamaba- hasta que Fernando Ónega, con buen criterio, decidió incorporarla a los Servicios Informativos que hicieron la transición, demostró que estaba hecha para la radio, y que el micrófono la quería.