Noruega: sin vuelta atrás. Adiós a la FM
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El 11 de enero se apaga la FM en Noruega
La FM ya está amortizada. Hace muchos años que lo está
- La crisis económica y la debilidad de la radio frente a la televisión han retrasado la digitalización
- En Noruega quedan dos millones de vehículos sin radio DAB y millones de receptores domésticos sin renovar
- No es bueno imponer una tecnología; cuando se puede implantar para coexistir
- La población no ha visto la necesidad de invertir su dinero en cambiar sus receptores
- El cabreo generalizado no parece ser el camino para tratar de cautivar al oyente
- Noruega ha abierto una brecha. El resto del mundo permanece expectante ante los resultados de tanto arrojo
Ya no hay vuelta atrás. El Parlamento noruego ha decidido apagar la señal de Frecuencia Modulada en todo el país, este 11 de enero, y pasar -en lo que a la radio se refiere- del siglo XX al XXI, adoptando definitivamente la tecnología digital; dando, por tanto, un paso hacia el futuro. El hecho constituye un auténtico hito en la historia mundial de la radiodifusión. Y quien no lo vea así es que, sencillamente, porque está ciego.
La FM desaparecerá en Noruega este 11 de enero (Fotografía Pixabay) |
Personalmente, creo que la crisis
económica y la debilidad de la radio frente a la televisión han retrasado este paso, al que otros países se irán sumando poco a
poco. Pero todos ellos, Suiza, Reino Unido o Dinamarca, entre otros, los que
pretenden apagar la FM en beneficio del DAB+ -el estándar homologado oficialmente
por la Unión Europea-, miran inevitablemente de reojo a Noruega, para ver qué
es lo que les ocurre. De alguna manera este país escandinavo se va a
convertir en la cobaya de esta operación histórica, sin marcha atrás.
Y no parece que las cosas se hayan
hecho del todo bien, a juzgar por las informaciones que nos llegan de este
país, en el que existen todavía, después de la moratoria, más de dos
millones de vehículos que carecen todavía de receptor de DAB+, y millones
de radios domésticas que dejarán de funcionar cuando se apague la FM, sin
alternativa en DAB+, porque los parques de receptores no se han renovado.
El hecho constituye un auténtico hito en la historia mundial de la radiodifusión
Esto ha creado mucho recelo en el
país en el que un
66 por ciento de la población se muestra en contra de la medida que ha aprobado
su Parlamento. Sólo hay un 17 por ciento de entusiastas que apuestan
decididamente por la DAB+ y la muerte de la FM. Para muchos de los que no se
sienten tan contentos con la medida, este colectivo representaría a los frikis, en clara minoría.
El asunto se complica más aún. El
Gobierno noruego está formado, tras la salida de los socialistas -que
gobernaban desde 2005- por una coalición de dos partidos: el Partido
Conservador (H) y el Partido del Progreso (FrP). La primera ministra es la
conservadora Erna Solberg, que
representa a una corriente ideológica emparentada con nuestro Partido Popular.
Pues bien, no hay, en este asunto del adiós a la FM, uniformidad de opiniones. La discrepancia está representada, entre
otros, por el parlamentario del Partido del Progreso Ib Thomsen, muy activo en redes sociales, que habla de
precipitación de la medida, cuando el país “no
está listo”, afirma.
Está claro que la decisión, que
desde luego no ha sido improvisada, por cuanto se había anunciado varios años
atrás, con fecha incluida del apagón, se ha basado en las indudables ventajas
que procura la tecnología digital, en este caso la evolución de la DAB,
conocida ya como la DAB+. Como comentaba en esta misma web, no hace mucho, Javier
Sánchez, Presidente del Programa Estratégico sobre Plataformas de Radio Digital de la Unión
Europea de Radiodifusión (UER), la tecnología digital multiplica la calidad
y el número de programas (emisoras), y resulta mucho más eficiente (y también
mucho más ajustado en costes) que la frecuencia modulada.
Así, en el nuevo
escenario que se abrirá en Noruega, a partir de este 11 de enero, la radio digital multiplica por cinco el
espectro de la FM. Insisto, con los mismos costes. Otro dato, contundente, con
el paso a la tecnología digital, la radio noruega se va a ahorrar del orden de
25 millones de dólares anuales. El salto de mejora es sustancial y éste ha
sido, sin duda, el punto más sólido para apoyar el cambio y fomentar el apagón.
Pero no se ha hecho del todo bien, o no se ha proyectado la necesidad de
cambio, y las ventajas que incluye la nueva tecnología, porque la población no
ha visto la necesidad de invertir su dinero en cambiar sus receptores. Pero este
descontento nunca iba a apagarse del todo. Siempre existirá una parte de la
población reacia a los cambios. Y más, por supuesto, si la decisión política le
afecta al bolsillo y le obliga a realizar un gasto que no contemplaba. El
objetivo, está claro, debe ser minimizar al máximo la discrepancia y tratar de
sumar en lugar de restar o dividir.
Con el paso a la tecnología digital, la radio noruega se va a ahorrar del orden de 25 millones de dólares anuales
El ambiente que se ha creado en
Noruega no es, desde luego, el más idóneo para apoyar el apagón de la FM, ¡qué
duda cabe! Pero el paso es necesario, inevitable, histórico, tal y como reconocían,
hace un par de meses, desde la
Asamblea General del WorldDAB, el organismo internacional que vela por la
defensa y extensión de la DAB en el mundo. “El apagón analógico es sólo cuestión de tiempo”, afirmaba Heike Raab, el representante alemán
en la mencionada asamblea. Y decía bien, “tiempo”.
¿Y si el apagón noruego de la FM se hubiera producido en 2018? Probablemente, el
descontento de la población se hubiera amortiguado un poco más, y la medida
hubiera contado con más apoyos de la opinión pública. Raab, en cualquier caso, representa
a un país estratégico en la marcha de la UE, Alemania. Por eso, afirmaba en un
post anterior que “Si
Alemania empuja con la DAB+, Europa terminará por subirse al carro…”. Sin
duda, Alemania será el motor definitivo, como tantas otras veces.
No es bueno imponer una tecnología;
cuando se puede implantar para coexistir durante un tiempo razonable. En este
sentido, el modelo británico, pese a que siempre han ido en contra de todo y de
todos, puede resultar mejor ejemplo: la DAB lleva mucho terreno recorrido y la audiencia
de este estándar tecnológico está a punto de llegar al 50 por ciento de la
población, cifra que esperan alcanzar a finales de este 2017. Los oyentes británicos
de radio se han dado cuenta, por sí solos, de las ventajas de la radio DAB y,
sobre todo, del enriquecimiento de la oferta, con más programas, llenos de
interés y calidad. Ahora, tras ese paso en el que los oyentes se han convencido
por sí solos, sin necesidad de que les convenza su Gobierno, es cuando la
llegada de la DAB+ cuenta con más defensores, la mayoría del país. Se trata,
por tanto, de la mejor coyuntura para proceder al apagón de la FM, que no deja
de ser una tecnología caduca.
Me imagino si lo que ha ocurrido
en Noruega, con sus aciertos y errores de procedimiento, se hubiera producido
en España. ¡Qué bronca! Podemos,
el partido de Pablo Iglesias, se
mostraba partidario de la digitalización de la radio, sin tener mucha idea de
los precedentes históricos y de las formas. Tanto el Partido Popular como
el Partido Socialista, en sus tiempos de Gobierno, y desde la Secretaría de Estado
para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, apostaron por la
digitalización de la radio (iniciativas todas frenadas por la crisis económica)
y ahora mismo, en el último Gobierno de la democracia, al que nos costó tanto
tiempo, esfuerzo, y cansancio llegar, el presidente Rajoy ha creado una
cartera específicamente preocupada por la ‘Agenda Digital’, que ha recaído en Álvaro Nadal. Confiemos en que el
nuevo ministro dedique un poco de su tiempo a analizar lo que ocurre con la
industria radiofónica, que sigue dejándose sus buenos miles de euros anuales en
pagar una red de DAB para que nadie la sintonice. Surrealista. De hecho, como
afirmaba Sánchez, “en España no se ha legislado nada todavía con
respecto al DAB+… porque ni siquiera se ha cambiado oficialmente el estándar de DAB a DAB+”. ¿Qué me dicen? En fin…
Pero hay otra circunstancia, o argumento de peso indudable, que apoya la
necesidad del cambio del escenario radiofónico de analógico a digital. Y me
refiero a la propia supervivencia del medio. La FM ya está amortizada. Hace
muchos años que lo está. La mayoría de los oyentes de radio en el mundo que la
escuchan por frecuencia modulada siempre la han escuchado por esta banda de
frecuencias. Muy pocos recuerdan que antes la oían por onda media. Y en su día
cambiaron el conmutador y empezaron a disfrutarla con más calidad. La FM no
incorpora ya tantos nuevos oyentes como antaño. Es más, la migración de oyentes
de radio analógica a radio online es una evidencia incuestionable, y en
constante crecimiento.
La DAB+ es la última oportunidad que le queda a la radio para recuperar su fuerza de antaño
La llegada del escenario digital en DAB+ es una auténtica
oportunidad para la radio para revitalizarse y, de camino, atraer a esos
oyentes que se perdieron por el camino y nunca regresaron. La multiplicación de
productos, o de emisoras, como prefieran, es una gran oportunidad para
diversificar la oferta, especializarse más y buscar con ella nuevos nichos que
han permanecido ajenos a la radio hasta ahora, porque la radio no les ofrecía
nada de su interés. La DAB+ es la última oportunidad que le queda a la radio para
recuperar su fuerza de antaño, que hoy en día, y a corto plazo, se va a ir
esfumando en términos absolutos de audiencia, porque las generaciones de
oyentes no se suceden unas a otras.
La TDT fue, ya casi nadie lo recuerda, un mandato de la Unión Europea. En
aquel caso, el gobierno supranacional del continente estableció que la televisión
era estratégica para todos y que por tanto debía emigrar a otra banda de
frecuencias. El objetivo no era que los europeos disfrutáramos de una mejor
tecnología (no el prioritario, pensando mal…). La UE desalojó a la televisión
analógica para que las grandes corporaciones de telecomunicaciones pudieran destinar
su espacio a alojar su negocio de telefonía móvil. No nos engañemos. La radio
no es, por desgracia, tan poderosa como la televisión, y mueve mucho menos
dinero. La UE prefiere en este caso no legislar supranacionalmente y dejar que
cada gobierno tome sus propias decisiones. Así nos va…
No hay que olvidar que, históricamente, todas las transiciones se han
basado en una buena política de comunicación (que no adoctrinamiento) y en la
alineación de todos los actores implicados. Como
afirmaban en El País en junio de 2016, Graham Dixon y David Fernández
Quijada, de la UER, “con 440
millones de europeos que escuchan casi tres horas diarias de radio, no es
realista pensar que en el corto plazo Internet distribuirá ese contenido a cada
usuario de forma eficiente. Esperamos que una transición exitosa en Noruega
estimule al sector. Suiza parece decidida a seguir un apagón gradual de la FM entre
2020 y 2024, mientras que en el Reino Unido, Alemania, Dinamarca u Holanda las
fechas apuntadas hasta ahora no son oficiales”.
Noruega ha abierto una brecha. El resto del mundo permanece expectante
ante los resultados de tanto arrojo. Los noruegos que quieran escuchar la radio
tendrán que reciclarse, les guste o no; o enchufarse a internet y pagar de su
bolsillo la tarifa de datos que les permita escuchar la radio. Con la DAB+, no
pagarán nada, y disfrutarán de una amplia oferta de programas y emisoras,
viejas y nuevas. El cabreo generalizado no parece ser el camino para tratar de
cautivar al oyente. Pero, tarde o temprano, hay que tomar la decisión. En
Europa pasamos, de un día para otro, de televisión analógica a televisión
digital. Y todos nos compramos nuestros descodificadores. ¿Qué razones tiene la
televisión que no tenga la radio también para justificar un cambio de
escenario, más acorde con los tiempos?
Cuando exista suficiente perspectiva histórica, los libros de historia de
la radio (¡o la Wikipedia!) recordarán que Noruega fue el primer país del mundo
que se atrevió a dar el paso del apagón de la FM. Pero
ninguno apuntará siquiera que España pudo haber sido ese país, el pionero,
porque ambicionó implantar la DAB a principios de los dos mil y
desgraciadamente el intento se malogró por la falta de unidad de los actores
implicados…
Historia de la DAB en España
Del éxito de internet al fracaso de la DAB
Entrevista a Agustín Ruiz de Aguirre, exdirector
técnico de la Cadena SER (I)
Entrevista a Agustín Ruiz de Aguirre, exdirector
técnico de la Cadena SER (y II)
Entrevista a Javier Sánchez, responsable de
Planificación Técnica de RNE (I)
Entrevista a Javier Sánchez, responsable de
Planificación Técnica de RNE (y II)