Más crítica radiofónica, por favor
https://www.gorkazumeta.com/2017/01/mas-critica-radiofonica-por-favor.html
Por la profesora Chelo Sánchez Serrano, FCom Universidad Pontificia de Salamanca
"¿Por qué hablamos tan poco en la radio de la radio?"
¿Dónde está el Pedro
Pablo Ayuso de ahora? Se preguntaba un José Sacristán, en su papel de
protagonista en “Solos en la madrugada”. ¿Dónde está la buena
radio? Clamaba recientemente un Jesús Quintero, ahogado en la
melancolía de su inigualable radio y en la idea de que cualquier tiempo pasado
fue mejor? ¿Dónde está aquella brillante radio de laboratorio que hacía Sardá a
finales de los 80 en La Bisagra? Me preguntaba hace unos días un
amigo… Aquella radio -contesté yo de manera improvisada- está en nuestros
recuerdos, en los libros y en las críticas que de esos programas y
profesionales se escribieron y hemos leído alguna vez. Está en la brillantez
profesional, en los diferentes contextos del medio, pero también está en muchos
otros factores que convierten a un programa de radio en un producto de éxito y,
con el tiempo, en un mito.
De la película "Días de Radio", de Woody Allen |
El profesor y gestor radiofónico, Josep María Martí, recordaba recientemente, en una conferencia en la Universidad
Pontificia de Salamanca, los actores que convierten a un programa de radio
en un producto de éxito. A saber:
1º La audiencia, ese
conjunto de personas que acaban validando el programa no solo numéricamente
sino también expresando sus opiniones sobre el programa, recomendándolo,
viviéndolo sin intermediarios, compartiendo el programa por el tradicional
“boca a boca”.
2º La publicidad,
aquellas empresas e instituciones que invierten en un programa y refuerzan su
valor de marca.
3º La crítica radiofónica,
que tan escasa literatura produce en España. Una crítica que, sin embargo,
puede ser decisiva, como bien ilustraba Martí con el ejemplo de Alfonso Arús,
que despegó finalmente gracias al reconocimiento de la crítica y de los
profesionales. O el caso de Andreu Buenafuente. Ejemplos ambos de que la radio
es una carrera de fondo que puede acelerarse con una buena crítica o con un
reconocimiento argumentado.
4º Las redes sociales. “Si
no hay conversación social de un programa, mal asunto”, asegura Josep María
Martí. Es cierto que no todo el mundo tiene Twitter, ni Facebook, ni otras
redes sociales y que los oyentes cautivos, los de “toda la vida”, probablemente
no necesiten la misma intensidad de conversación, pero las redes sociales
pueden ayudar a llevar a la radio a muchos no oyentes del medio.
Un clásico de los radioteatros de Radio Madrid |
¿Por qué, si es un factor
importante, existe tan poca crítica radiofónica? ¿Por qué hablamos tan poco en
la radio de la radio y por qué los demás medios de comunicación se fijan de
forma tan ocasional en la radio como objeto de crítica profesional y
sistematizada? El gran Ramón Gómez de la Serna se inventó una
especie de género, las reflexiones metaradiofónicas, a modo de diálogo trivial
sobre la radio… Ya llovió y aquí seguimos, apenas sin nada nuevo bajo el sol.
Hacia una crítica radiofónica
La palabra crítica, según define
la RAE, se refiere a un conjunto de opiniones o juicios que responden a un
análisis y que pueden resultar positivos o negativos. Son muchas las
disciplinas que se nutren y retroalimentan habitualmente de la crítica
(literaria, teatral, cinematográfica, televisiva, musical, arquitectónica, de
arte…); son muchas las industrias que no serían lo mismo sin la acción e
influencia de la crítica, de la crítica profesional y de la crítica espontánea
de los lectores de un libro o de los espectadores de una película que conforman
ese boca a boca, en muchos casos, decisivo para el éxito de una producción.
La crítica como actividad
profesional, como disciplina, es una forma de didáctica, pero, sobre todo, es
una metodología de estudio y análisis. Hay críticas inmediatas, después de una
función teatral, por ejemplo; hay críticas de investigación, que requieren su
tiempo, manejar archivos y llegar al trasfondo; hay crítica periodística,
académica y autocrítica. Incluso hay críticas muy actualizadas -auditorias las
llamamos- a modo de evaluación de trimestre o fin de curso, como las que le
hacen de manera periódica los oyentes del programa Julia en la Onda en
Onda Cero.
"En España no hay crítica radiofónica"
La crítica radiofónica, que ojalá
llegue en este 2017 como un pan debajo del brazo para la radio española, cumple
varias funciones posibles: Ser filtro, convertirse en abre boca (prescripción),
evaluativa, de retroalimentación, de refuerzo… Es cierto que la crítica
traslada una valoración, una opinión personal, argumentada con unos
determinados elementos de juicio y que, por lo tanto, no es absoluta. Una
crítica cinematográfica o televisiva, por ejemplo, incluso siendo magistral no
tiene que coincidir necesariamente con la tuya. Esa también es la riqueza de la
crítica: la contraposición de criterios y el enriquecimiento intelectual.
Una crítica mayoritariamente
favorable de un programa de radio no siempre garantizará tener más oyentes,
pero sí un lugar en el Olimpo de los Diosesradiofónicos. Como el
que obtuvo, por méritos propios, un programa, no precisamente para grandes
mayorías, como Clásicos Populares sobre el que, en numerosas
ocasiones, escribió Luis Oz, uno de los escasos
críticos radiofónicos que le hacen, de vez en cuando, un sitio a la radio en su
columna “El oyente” (El Mundo).
Sardá en sus tiempos de RNE |
“El cine sería el mismo arte
sin la crítica cinematográfica, pero sería un arte menos completo. La crítica
ayuda a enriquecer las películas desde un contexto que ayuda al
espectador/oyente a interpretarlos. Eso sí, siempre que hablemos de una crítica
ejemplar, practicada desde el conocimiento y bien fundamentada…” Nos
sirve muy bien esta reflexión de Miguel Ángel Huerta Floriano,
profesor de Cine y crítico cinematográfico, para hacernos la pregunta de cuánto
más completo sería el arte y la práctica radiofónica si hubiera una crítica
ilustrada que fuera haciendo de forma más sistemática de faro, de filtro, de
evaluador, generando inputs para gestores, periodistas y
comunicadores. Una crítica profesional radiofónica seguro que ayudaría a
enriquecer los programas, los podcast y lo que esté por venir. Como una crítica
teatral, musical, televisiva o literaria le confiere una carta de naturaleza
mayor a las obras seleccionadas.
En España no hay crítica
radiofónica. Nos falta un Borja Terán con su Telediaria, en versión
radiofónica.
En la tele, en la prensa, en los
medios digitales se habla de radio lo justo y necesario: que si una entrevista
a las estrellas al inicio de las temporadas radiofónicas, que si Bertín
entrevista a Carlos Herrera y ya de paso hablan de radio, que
si salen los datos del EGM y “La SER sigue líder de audiencia” y poco más.
Alguna vez Luis Oz dedica columna. Alguna vez alguno de los dominicales le deja
sitio, grande, en su portada (Con la de minutos y horas que dedica la radio
a hablar de programas de televisión, de películas o de la prensa en general…).
"La crítica radiofónica actúa de filtro, como prescripción, retroalimentación y refuerzo de la radio"
Tenemos,
eso sí, a un militante Gorka Zumeta que no se dedica
propiamente a hacer crítica radiofónica pero que de vez en cuando despliega sus
conocimientos, experiencia y criterio radiofónico para evaluar o recomendar
programas de radio en su blog de referencia.
Tenemos también un rincón virtual
inclasificable, que igual hace crítica radiofónica desde la perspectiva
valiosísima de un oyente con muchas horas de vuelo radiofónico, que hace
periodismo de datos con emisoras, oyentes o frecuencias, comenta y analiza el
EGM o documenta momentos de la radio española: Tenemos a Radiochips.
Pac Vera, Radiochips |
Tenemos también mucha
prescripción en las redes sociales, a veces proviene de académicos, de
expertos; muchas veces de oyentes, incluso de las mismas emisoras de radio o
grupos a los que pertenecen. Nada sistemático la mayoría de las veces, a veces
ruido en el que te pierdes, a veces faros muy certeros, pero importante, en
todo caso, en estos tiempos, como señalaba Martí.
Hace años, un semanario gratuito
editado en Salamanca, Tribuna Universitaria, tenía su sección
semanal de crítica radiofónica: Una sección que primero firmó Luis
Miguel Pedrero y más tarde yo misma. Todavía conservo textos de
aquella época y algunos recortes de prensa. Esa sección nos confirmó entonces,
incluso a través de varias cartas al director, que la crítica radiofónica puede
colaborar y mucho al descubrimiento de la buena radio, de la variedad
radiofónica que realmente existe, a veces más densa y plural de lo que
imaginamos (esto se eleva al cubo si hablamos del océano podcast) y que el
abrir boca, la alabanza, incluso la crítica dura (que hablen de uno aunque
sea mal) siempre es más fácil que acabe estimulando a la industria y
atrayendo nuevos oyentes que la radio no glosada. Más crítica radiofónica, por
favor.