El apagón de la FM en Noruega
https://www.gorkazumeta.com/2017/01/el-apagon-de-la-fm-en-noruega.html
Por Francisco Godínez Galay, director del Centro
de Producciones Radiofónicas, del Centro de Políticas Públicas para el
Socialismo, CEPPAS (Buenos Aires, Argentina)
Noruega no es el mundo: algunos paños fríos sobre la
fascinación por las luces del progreso
Noruega anunció el apagón
analógico de la radio FM. Durante 2017 irá migrando progresivamente a la señal
digital DAB, localidad por localidad. La noticia pegó en el medio del
snobismo tecnológico que no entiende cómo algo tan anticuado y poco cool como
la onda hertziana siga existiendo. Lo cierto es que lo anunciado en el país
europeo nos habla más de Noruega que de la radio. Ofrecemos algunas ideas para
entender el proceso que parece haberse puesto en marcha.
“Lo anunciado en el país europeo nos habla más de Noruega que de la radio”
En primer lugar, Noruega no es el
mundo. Es un país de un desarrollo excepcional, difícil de traspolar al resto
del planeta. No es dable pensar entonces, que pueda llegar a ser punta de lanza
de ningún proceso global. No al menos en lo inmediato. Lo que sigue en los
próximos años alcanza a Dinamarca, Suecia, Suiza y Alemania, países que migrarán
a la radio digital entre 2019 y 2025.
El apagón de la FM en Noruega ha centrado la atención mundial en torno al futuro del medio |
Radios locales y comunitarias
Por otra parte, la noticia nos
hace saber que el apagón de la FM alcanza solo a los grandes grupos de medios,
que pueden afrontar los costos del traspaso a la digitalización. Sin el apoyo
del Estado ni de las empresas, es impensable hacer una transición que no dañe a
las emisoras de menor capacidad, incluyendo a las radios comunitarias, libres y
locales. Pero el Estado de Bienestar noruego no ha optado por apoyar a estas
emisoras en su adecuación, sino en dejarlas que sigan operando en FM hasta el
año 2022 como una forma de beneficiarlas por lo perjuicios que acarrea la
transformación. Este será un fenómeno interesante para observar: las radios
locales tendrán una oportunidad para captar audiencias y seremos testigos de
cómo repercute en los consumos el hecho de que algunas emisoras puedan seguir
escuchándose en FM y otras en señal digital. Máxime si escuchamos el
generalizado rechazo de la ciudadanía noruega al apagón de la FM, dato de relevancia
si queremos entender a la radio en su entera dimensión, y no solo como música
saliendo de un aparato más o menos moderno. Según el diario Dagbladet, el 65% de los noruegos se oponen a la
medida, que tiene solo un 16% de aceptación. Allí habrá una puja silenciosa: si
los oyentes no migran a aparatos digitales, el desarrollo tecnológico chocará
con la realidad de que sin audiencia, la radio comercial no tiene caso.
El autor de esta reflexión |
La promesa es que con la
digitalización viene la mejora en la calidad, la diversificación en los usos,
la suma de complementos a la escucha, y una mayor cantidad de frecuencias.
Sucede que esto solo beneficiará aún más a los grandes jugadores, aquellos
capaces de respaldar económicamente la migración. Esto fomenta la
concentración: más y mejores frecuencias en manos de los mismos jugadores, nos
deja lejos de la promesa digital de la diversidad y el pluralismo.
“Más y mejores frecuencias en manos de los mismos jugadores, nos deja lejos de la promesa digital de la diversidad y el pluralismo”
Algunos problemas adicionales son
los grandes costos de la transición, no solo para emisores, sino para las
audiencias, el problema ecológico que ocasionará la gran cantidad de aparatos
fuera de uso y la fabricación de millones de nuevos aparatos, y la brecha de
adaptación (hoy 2 millones de autos en Noruega no cuentan con la posibilidad de
escucha digital, por ejemplo).
El paréntesis de la FM
Por otro lado, la FM no es la
radio. Incluso, es apenas un paréntesis en la historia de la radiofonía. La
radio ha atravesado distintas tecnologías y territorios y no ha dejado de ser
radio. La radio es o ha sido onda corta, AM, FM, radio en Internet, podcast,
radio digital; se escucha o ha escuchado en aparatos a válvulas, a transistor,
celulares, computadoras, discos; en vivo y grabado; a distancia y en presencia;
en escucha fija y portátil. La radio no es solo una tecnología. No es radio
aquello que se soporta en la frecuencia modulada. Radio es una forma de
comunicar, es una forma de emplear y combinar materias narrativas sonoras. La
noticia del apagón de la FM no hace más que confirmar que la radio es
resiliente, y que depende mucho menos de la física, la tecnología y los
equipos, que de la necesidad humana de narrar, de escuchar y de ser oído.
“Radio es una forma de comunicar, es una forma de emplear y combinar materias narrativas sonoras”
Habrá que seguir de cerca cómo se
desarrolla este proceso, tratando de no fascinarnos por los espejitos de
colores de una posibilidad tecnológica que viene siendo la promesa de salvación
de la radio desde hace varios años, pero que nadie hasta ahora había intentado.
Por lo pronto, la apuesta de Noruega es apenas una anécdota en nuestro
ecosistema mediático.
Imagen: The Country Caller