Avance: Martín Llade, “Trabajo en la radio que escuchaba desde los dieciséis años”
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Entrevista al director de “Sinfonía de la mañana”, en Radio Clásica (I)
“Llegué a soñar que me ponía ante el micrófono en mi primer programa y no me salía la voz”
- “De niño ya me consideraban raro, no me gustaba el deporte y prefería los libros; pero no era retraído, no callaba”
- “Los años de la universidad, en Leioa, fueron muy duros: recuerdo un momento terrible cuando una profesora nos contó que habían matado a Tomás y Valiente”
Definitivamente 2016 ha sido un buen año para Martín Llade, profesional de Radio Clásica que en noviembre pasado se llevó a su casa un caballo alado de los Premios Ondas como reconocimiento a su trabajo en “Sinfonía de la mañana”, el programa ‘despertador’ de la radio pública más clásica. Del medio siglo que ha cumplido Radio Clásica, “de soltera” Radio 2, él ha compartido los últimos diez. Se define como un melómano empedernido, desde bien niño en que destacó por su amor a los clásicos y por cantar en un coro infantil de su ciudad natal, que es también la mía: San Sebastián. Es un tipo grande, en todos los sentidos, incluido el físico; pero sobre todo el generoso, que se traslució en la recogida de los Ondas, a la que acudió con uno de los mejores realizadores de RNE, Manolo Téllez, para compartirlo. Por si fuera poco, la publicación del audiolibro “Sinfonías de la mañana”, donde se combinan sus célebres y populares relatos, con la música de los grandes compositores que los inspiraron, ha constituido un éxito sin precedentes para una publicación de estas características que, de entrada, se presume elitista y minoritaria. Pertenece a una nueva generación de comunicadores de Radio Clásica que la están poniendo al día, algo que necesitaba como la noche al día. Pero este año, que acaba de expirar -el 16- no sólo le ha dejado un poso extraordinariamente dulce en lo profesional. También ha vivido, en lo personal, la intensidad de una nueva incorporación a su familia -la llegada de Mikel, que se ha sumado a la de Maia- y lo señalamos porque él mismo lo ha comentado con sus oyentes, con los que ha creado una comunidad fuerte en lazos afectivos, como sólo es capaz de lograr la radio.
-Ese niño que empezó a cantar en el Easotxiki de San Sebastián, empezó a amar la música clásica desde muy pequeño… ¿Te considerabas un niño raro, o te consideraban en el cole?
Martín Llade, en la Casa de la Radio, en Prado del Rey, en una fotografía que ilustra la entrevista que le realizó la musicóloga Natalia Cabrera |
-Sí, lo era, o lo consideraban. No me gustaba el deporte y prefería andar siempre por ahí inventando juegos o con un libro bajo el brazo. Pero en absoluto era retraído, todo lo contrario. Hablaba con todo el mundo y creo que, ya por entonces, me costaba callar.
-Todavía hay quien considera que una de las condiciones que debe cumplir quien se dedique a la radio es la charlatanería. Lo fácil es hablar mucho; lo difícil, decir algo de interés…
-Por cierto, que tengo una maravillosa anécdota de esos compañeros del colegio. Yo fui a La Salle de San Sebastián, en el barrio de Loiola...
-¡…sí! ¡Ya somos dos, yo también! Tenemos más cosas en común de las que pensaba.
-¡Qué bueno! Te cuento: resulta que hace unos años gracias a Facebook nos reencontramos unos cuantos excompañeros en varias comidas. Hace poco, cuando me dieron el Premio Ondas, algunos de ellos reunidos en un grupo de WhatsApp me propusieron para el Tambor de oro (el máximo reconocimiento a un donostiarra otorgado por el ayuntamiento de San Sebastián). Yo lo tomé como una broma, pero lo cierto es que me admitieron entre los nominados. Pues bien, hace poco hicieron una cena en una sociedad y me regalaron una réplica del Tambor de oro, con mi nombre, que me hizo mucha ilusión.
Martín (en el centro) junto a José Miguel López, de "Discópolis" (Radio 3) y su inseparable realizador Manolo Téllez (a la derecha) |
-¡No es para menos! Avanzamos un poco en el tiempo, ¿cómo fueron tus tiempos en Leioa, en la Facultad de Periodismo, en una universidad muy convulsionada por el ambiente político que se vive tan intensamente en Euskadi?
-Yo estudié allí en la segunda mitad de los noventa. Fueron tiempos muy duros. Recuerdo las manifestaciones tras algún atentado, y enfrente, la correspondiente contramanifestación que era considerada como una provocación. Una vez entró la profesora de Derecho muy agitada al aula. Nos contó, con gran consternación, que habían matado a Francisco Tomás y Valiente, que fue profesor suyo. Fue un momento terrible.
ESTE
VIERNES, 20 DE ENERO -DÍA DE SAN SEBASTIÁN- ENTREVISTA AL PERIODISTA
DONOSTIARRA MARTÍN LLADE: “TRABAJO EN LA RADIO QUE ESCUCHABA DESDE LOS
DIECISÉIS AÑOS”