Radio online: nadie dijo que fuera fácil
https://www.gorkazumeta.com/2016/12/radio-online-nadie-dijo-que-fuera-facil.html?m=0
Asistimos a las últimas batallas
del prime time
Los reducidos costes de la emisión online allanan el camino pero no garantizan el éxito
- Las emisoras de radio online surgen como setas, pero sólo unas pocas sobrevivirán
- Encontrar el nicho adecuado puede suponer el éxito frente al fracaso
- Se aprecian cambios sustanciales en los grandes anunciantes que buscan rentabilizar sus inversiones publicitarias y huir de la ineficacia generalista
- La radio local online sigue siendo una opción con desarrollo por delante
Comenzado el otoño, y con la llegada de las primeras lluvias, los paladares de los miles de micólogos, aficionados y profesionales, repartidos por esta España nuestra, recolectan, ilusionados, sus primeras setas, destinadas, la mayoría de las veces, a la cazuela. ¿Qué tiene que ver esta actividad con la radio, se preguntarán muchos de mis lectores? Pues no deja de ser una mera coincidencia que vaya a referirme en esta ocasión a la afición que le han tomado muchos a poner en marcha sus emisoras de radio online, que empiezan a surgir, precisamente, como setas.
La radio matinal sigue siendo la más escuchada/demandada /Fotografía Stan89 en Pixabay) |
Salvo que la emisora de radio
online se configure como un divertimento personal, para ocupar el tiempo libre;
la creación de un ‘poste emisor’ en internet para transmitir contenidos de
audio debe responder a un planteamiento serio, responsable -profesional, si se
me apura- y desde luego en el que la oportunidad tenga un papel protagonista.
Ya hemos hablado, en más de una
ocasión, que gran parte -si no todo- del éxito, o fracaso de un proyecto
vinculado a una emisora de radio online reside en la localización del nicho al
que va a ir dirigido. No parece que las grandes audiencias (y eso que internet
está en situación de garantizarlas, potencialmente desde luego) vayan a
continuar en el modelo online, donde se prima la especialización dirigida a
audiencias reducidas, pero comercialmente atractivas, por su vinculación como
audiencia cautiva de esa emisora.
Quién sabe si, en el futuro,
fruto de la habilidad de algún astuto empresario, ayudado de buenos
profesionales, se logra que una emisora online alcance audiencias millonarias,
gracias a la internacionalización que facilita la red, y en la que la única
gran barrera que condicionaría el éxito del proyecto sería el idioma.
Imaginemos una emisora online, potente, en español, realizada desde nuestro
país, que aspire a conectar con una audiencia latina en todo el mundo. Éste
sería, sin duda, un interesante proyecto a desarrollar por investigadores que
trabajen, por ejemplo, en la universidad. ¿Es posible hacer realidad un
proyecto de este estilo? ¿Es una entelequia? ¿La música podría ser el nexo de
unión? ¿O las diferentes culturas, pese a la unificación idiomática, compondrían
un muro insalvable? ¿Existen anunciantes globales que estarían dispuestos a
apoyar un proyecto de esta naturaleza? Ahí dejo el reto, para quien pueda o
quiera recogerlo.
La radio consumida representa el lugar de mayor consumo, tras la casa, según el EGM (Fotografía Pixabay) |
Pero lo más habitual, en este
otoño nuestro, húmedo, en que las setas en forma de emisoras de radio online
surgen por doquier en la red, es encontrarse proyectos unipersonales,
voluntariosos, más o menos originales, pero carentes del apoyo, comercial o financiero,
necesario para poder emprender con una confianza razonable puesta en el futuro.
El auténtico emprendimiento no surge nunca de la improvisación. Las Escuelas de
Negocio no dejan de repetir que el plan de viabilidad de cualquier startup (una compañía incipiente,
emergente, que intenta arrancar) es imprescindible para ponerla en marcha. Y en
él se contempla, como paso imprescindible, el apoyo financiero, proporcional lógicamente
a las necesidades iniciales del proyecto.
La radio online constituye una
alternativa mucho más que interesante para encontrar, al final del camino,
beneficios económicos, que nos ayuden a rentabilizar el proyecto. He podido
constatar, en varias grandes compañías, que existe una voluntad creciente por
invertir publicidad en aquellos nichos donde realmente se encuentre su target objetivo de cliente, y que cada
vez más se priorizan este tipo de alternativas comerciales -más especializadas
y con mayor control de su audiencia- a las grandes inversiones en medios
generalistas donde, inevitablemente, se pierden impactos, por ineficaces. El
caso, en el mundo del audio, de Spotify
y la segmentación que ofrece de sus clientes y usuarios, que ya comentamos
en esta web, es un ejemplo muy claro. En el caso de televisión, Youtube es más que una alternativa, y se empieza a
notar cada vez más.
Por tanto, el cambio de escenario
es más que evidente, y sus consecuencias contribuirán a consolidar un nuevo
marco radiofónico centrado en internet. Tampoco nos engañemos: esto no es jauja
y nadie dijo que fuera fácil. El problema de la monetización sigue siendo en
muchos casos acuciante, y en ocasiones, pese a la voluntad y a la asunción de
riesgos incluso, termina por arruinar un proyecto; pero esto es igual de cierto
que las circunstancias están cambiando porque las costumbres -y la escucha y el
consumo de radio se basa en hábitos, precisamente- también están evolucionando:
el consumo de medios de comunicación ‘convencionales’ se está reduciendo, en
beneficio del consumo bajo demanda o en streaming,
distribuido a través de plataformas en internet. Esto es algo que empieza a
formar parte no ya de las nuevas generaciones, de millennials o nativos digitales, sino incluso de los mayores a los
que la facilidad de una tablet, un smartphone o, sobre todo, de una Smart-tv, y
de su menú casi infinito de posibilidades, surgido de su conexión a internet,
unido a las cada vez mejores redes domésticas de datos, les permite ser mucho más
selectivos en lo que consumen y, sobre todo, cuándo lo consumen. En
uno de los artículos seleccionados del ‘Quiosco’ en esta web, el que firma Sergio Parra, en Yorokobu.es, el
autor reconoce que ha dejado de escuchar la radio y que ahora sólo la consume a
través de podcast. Es una evolución.
Estamos asistiendo a las últimas
batallas del prime time de las
grandes cadenas de televisión generalistas. Batallas basadas en un modelo de
consumo agotado, a punto de caducar, ante las nuevas posibilidades de consumo
que nos permite internet y los dispositivos que la administran. Todavía se
concentran audiencias millonarias en determinados programas y la pelea es encarnizada.
Pero la atomización es inevitable. En este país sólo hay un profesional que
tuviera audiencias de 18 ó 19 millones de espectadores, y se llama José María Íñigo, porque trabajaba en
la única televisión existente en España. Desde la llegada de las televisiones
privadas, y posteriormente de la TDT, las audiencias se repartieron, y más que
se van a repartir.
Nadie ha concentrado tanta audiencia en televisión, en España, como José María Íñigo |
Hay una variante en el modelo de
radio online de nicho que defiendo, que sigue provocando sorpresa, incluso
incredulidad, en muchos ambientes, y es la radio local online. ¿Cómo es posible
que la ‘radio de proximidad’ traslade su plataforma de distribución de señal a
internet, donde se aspira a lo global, frente a lo local? Pues, señores, es un
camino por recorrer, en plena expansión, que está mostrando -cuando se hace
bien- que hay espacio para todos, y que las grandes cadenas, que paradójicamente
nacieron de la suma de pequeñas emisoras locales, están abandonando y
marginando, por la reducción de ingresos publicitarios, que ha derivado en una pérdida
de interés estratégico por este ámbito geográfico. Las emisoras locales online componen
justamente la alternativa a ese modelo tradicional, comercialmente -ahora- poco
sostenible.
Abogo, por tanto, por la
profesionalización a la hora de abordar un proyecto y conferirle las
dimensiones y la trascendencia que requiere, más allá de la buena voluntad o la
pasión. Es cierto que sin pasión ningún buen proyecto triunfa. Pero tan cierto
como que con sólo la pasión no se llega más que a la esquina. Ya
en 2014, en abril, recogía en esta web varios ejemplos que certificaban que la radio
local online era sostenible. Hoy, dos años después, y es más tiempo del que
parece cuando se trata de mantener un proyecto empresarial, las mismas emisoras
experimentan una mejor situación, en la que el futuro se presenta aún más halagüeño.
Pero detrás de cada uno de los proyectos debe haber profesionales para
garantizarlos, un trabajo serio, una financiación que garantice la concentración
en el producto, y no en la supervivencia de la compañía; porque todo proyecto requiere
de tiempo para consolidarse. Y, mientras
tanto, mientras trabajamos para que se nos conozca, tenemos que seguir comiendo…
AERO es la Asociación que asesora y apoya a las radios online. Aquí sus Primeros Premios Nacionales, de 2014 (Fotografía AERO) |
Los costes de la emisión online,
ciertamente, ya no son un impedimento para afrontar una empresa radiofónica;
pero que se haya allanado el camino tecnológico no quiere decir que cualquiera
que se lance a esta aventura, con mínimos costes, tenga garantizado el éxito. No
olvidemos que la radio son contenidos. La tecnología ayuda, apoya, pero no es
tan relevante como lo que cuenta la radio. Es aquí donde hay que hacer el mayor
esfuerzo, y donde hay que lograr la conexión
con la audiencia. Locos de los gadgets
hay unos cuantos -se comprarán siempre ‘la última tecnología’- pero la
audiencia se mueve por criterios diferentes. Busca historias, busca información,
busca, en definitiva, alguien que le cuente cosas -bien contadas- sobre los
temas que le interesan. Y para lograr esto, da lo mismo si eres digital, analógico
o medipensionista. La diferencia es que, hoy por hoy, y cada vez más, la ‘caverna’
de Platón está situada en internet,
y en este escenario, donde cada vez nos movemos con mayor soltura y comodidad,
la radio tiene mucho que decir todavía…