El fraude de la séptima hora de “Herrera en Cope”

El “Locutor de ustedes, Herrera, Carlos” ha desaparecido 

La Cope anunció a golpe y platillo la incorporación de una hora más al programa, pero no la presenta Carlos Herrera 

• La séptima hora de ‘Herrera en Cope’ es un refrito de las seis anteriores y cuenta con una mínima presencia del periodista almeriense

Nunca se planteó en Cope que Carlos Herrera prolongara su tiempo en antena, con la suma de esta última hora, la séptima. Pero la empresa decidió suprimir el tiempo local, dando un portazo a la radio de proximidad, pese a su nueva -y reducida- red alternativa de Cope+, y anunciar, a bombo y platillo, su decisión, como si constituyera una auténtica revolución en las parrillas de la radio española.

Carlos Herrera en su estudio de Cope, con el 'desfibrilador de tontos'

No hubiera ocurrido absolutamente nada, y nadie hubiera cuestionado la decisión, si el título del programa hubiera sido ‘La Mañana de Cope’. La cadena de los obispos es muy libre de modificar su estructura de programación como desee, sólo faltaría. Pero se da la circunstancia de que la marca elegida para su programa matinal, el que más audiencia concentra a lo largo de toda la semana, es “Herrera en Cope”. Y en este caso concurre una circunstancia claramente diferenciada respecto del ejemplo anterior, y es que involucra a Carlos Herrera, que no deja de ser otra marca, asociada en este caso a Cope, y -lo que es mucho más grave- a sus oyentes habituales, que son legión.

“Yo me considero engañada, porque recibí la noticia de esa nueva hora encantada. Soy de Carlos Herrera a muerte. Y disfrutaba de la despedida colectiva final de todo el equipo, en la que nos contaban qué iban a hacer en ese día, después del programa; una fórmula que ya empleaba en Onda Cero”. Quien habla es una oyente más que fiel de “Herrera en Cope”, a quien, por ponerle un nombre, vamos a bautizarla como Isabel. “Y además, ya no se despide de esa manera tan personal como él hacía: ‘locutor de ustedes, Herrera, Carlos’. De hecho, ni se despide, porque sólo aparece un ratito”. Herrera, es cierto, comparece muy poco tiempo en esa séptima hora: conduce el informativo de mediodía, y tiene una breve intervención a las 12:30 horas. Pero desaparece de inmediato.

Herrera con parte de su equipo en la redacción de Cope

“De todas formas, tras la decepción, me viene casi mejor; porque después de escuchar a Carlos (se refiere a él con la familiaridad de quienes comen juntos todos los domingos…), me cambio a Onda Cero para escuchar a Josemi Rodríguez Sieiro con Juan Ramón Lucas”. Isabel no es la única oyente que se comporta de la misma manera. El personaje de Josemi provoca filias y fobias, como pocos. O te conquista o te repele. Su exuberante personalidad, no exenta de vehemencia, ya  formaba parte de “Herrera en la Onda”, cuando el periodista almeriense trabajaba en la cadena de Mariscal. Pero no se lo llevó a Cope. Rodríguez Sieiro mantiene una relación contractual histórica con Atresmedia, pero se ha revelado como un colaborador estratégico que mantienen en el actual “Más de Uno”, el programa que co-presentan, por tramos, Carlos Alsina y Juan Ramón Lucas. Josemi ahora le roba oyentes a su exjefe.

¿Por qué nunca se planteó en Cope que Herrera asumiera esta séptima hora como propia? Porque hubiera supuesto una modificación de las condiciones contractuales del periodista con la cadena de los obispos y, en consecuencia, hubiera supuesto un mayor desembolso por sus servicios, cuestión que resultaba impensable en esta casa, donde siguen en números rojos, sin levantar cabeza, pese a la esperanza del ‘Efecto Herrera’, que se ha extendido por toda su parrilla como una plaga. Cope prevé un beneficio de cuatro millones en 2016 tras la llegada de Carlos Herrera, y un incremento de la inversión publicitaria que ronda el 16 por ciento. Estos son los objetivos reconocidos por el presidente, Fernando Giménez Barriocanal. Ya les cuesta muchísimo dinero el contrato de Herrera, ¡como para incrementárselo con una hora más! Bastante que el periodista se presta a prolongar un poco más su presencia en antena, aunque sea de manera tan raquítica como lo hace.

En uno de sus últimos programas 'contratados',
el dedicado a la firma de perfumes Saphir

Así pues, llegado el mediodía en Cope, Herrera conduce el boletín informativo de las 12:00 y desaparece hasta la media, en que realiza una nueva incursión. Su equipo habitual se marcha con él, José Antonio Naranjo y Goyo González, dos de sus pilares. Y pasan a ocuparse de la antena María José Navarro, que continúa, y Carlos Gutiérrez (sustituto habitual de Herrera en el segundo tramo del programa en verano), que se ocupa de conducir esta hora a base de los refritos que ha dado de sí la mañana. Les acompaña José Luis Pérez, el director de los Servicios Informativos de Cope, que sirve al tiempo de ‘puente’ entre “Herrera en Cope” y el siguiente espacio, “Mediodía Cope”, que también ha visto incrementado su tiempo en antena en una hora, a costa de la programación local. Pérez se ocupa del tramo de 13:00 a 15:00 horas, junto a Pilar Cisneros, que participa del esfuerzo, plausible, de intentar buscar temas distintos, que engarcen mejor no sólo con el oyente habitual, sino también con un perfil más joven, estrategia imprescindible en Cope, que cuenta con un target mayoritario de edad avanzada.

Podría decirse, por tanto, a la vista de la solución arbitrada, que esa séptima hora del programa es como un ‘enorme podcast en streaming’, donde se recogen los momentos más destacados que se han vivido a lo largo de la edición del día, tanto en el tramo informativo, como en el de magacine, incluidos, cómo no, los Fósforos. Y hablando de podcast, en Cope no deben sentirse especialmente orgullosos del contenido de esta hora, porque no lo incluyen en su oferta de 'radio a la carta' de "Herrera en Cope"... 

Con el escritor Arturo Pérez Reverte, a
quien ha entrevistado recientemente

Estoy convencido de que esta solución no le convence a Carlos Herrera. Al fin y al cabo, están utilizando su marca personal para armar mejor la estrategia de la compañía. Pero el que resulta más perjudicado en esta decisión es, a mi entender, el periodista almeriense. En Cope son conscientes de los beneficios y perjuicios de sumar una séptima hora a “Herrera en Cope”. El indiscutible ‘Efecto Herrera’ se prolonga, dicen. Pero no contemplan el efecto negativo que supone prometer una ampliación del tiempo de este programa y la frustración, cuando no el rechazo, que puede provocar confirmar que Herrera no está ni (casi) se le espera. El caso de Isabel, la oyente fiel a la que he citado, y cuya veracidad certifico, no es una excepción. Y su reacción podría extenderse. Los oyentes no son tontos, y saben distinguir entre lo que quieren -y a quien quieren- escuchar y qué es lo que les ofrecen.

Además, la rentabilización de ese tramo, comercialmente hablando, no es significativa, por cuanto esa hora, de 12:00 a 13:00 horas, ya es un tramo valle en la programación de cualquier emisora. No obstante, esta suma provocará, como mantenía en un post anterior que titulé “la Cope fractura la radio española”, un aumento de la audiencia global de “Herrera en Cope”. Pero no será significativo, porque el aporte de oyentes de ese tramo, insisto, es muy limitado. Seguro, en todo caso, que en el número 4 de la madrileña calle de Alfonso XI, han estudiado bien los números antes de tomar una decisión. Y en ella ha pesado, cómo no, el descenso significativo de la publicidad local, que no ha sido uniforme. El bajón ha sido más acusado en la mitad sur del país y se recupera ya en la mitad norte. No podrán cubrir con su red, bastante limitada, de Cope+ las oportunidades que les brinda el mercado publicitario local.

Uno de los últimos montajes de Carlos
Herrera, realizado por un Fósforo

No deja de sorprenderme que la reacción de la vieja radio, frente a la nueva, soportada en internet, es sumar más y más horas, engordar los ómnibus, siguiendo las directrices surgidas de aquella cabeza prodigiosa, gran amigo, que fue Claudio Martínez, el director de Márketing de la Cadena SER y auténtico gurú de los resortes del EGM, encuesta que, pese a todo, sigue marcando los designios de la radio española. Por su parte, los esfuerzos de la radio online caminan por el itinerario contrario: el de la segmentación de nichos y la especialización de contenidos, todo dirigido hacia la conformación de audiencias fieles, y cautivas, comercialmente muy atractivas.

Lo que ha hecho Cope al sumar una hora más a este “Herrera en Cope” sin Carlos Herrera, es, en el mejor de los casos, desorientar a sus oyentes, incluso faltarles al respeto. No se puede prometer a la audiencia, a la que supuestamente tanto debemos cuidar -un oyente es un tesoro- un contenido que no cumplimos: es cierto que la cadena de los obispos anunció que el programa crecía en una hora más, pero no prometió que Carlos Herrera fuera a ocuparse de ese nuevo tramo. Sin embargo, indirectamente, han usurpado su marca y la han utilizado en su propio beneficio, ignorando su repercusión entre sus oyentes. ¿Será por esto que a mí me recuerda al segundo mandamiento…  “No tomarás el nombre de Dios en vano…?".