“Cualquiera puede hacer radio, o al menos hacerla por Internet”
https://www.gorkazumeta.com/2016/11/cualquiera-puede-hacer-radio-o-al-menos.html?m=0
Repaso a la “Guía Definitiva de la Radio Online” de Javier Jiménez (I)
De ahí que su carácter eminentemente práctico, como libro de iniciación, y al mismo tiempo como libro de consulta y de recurso ante problemas, me parezca de interés para mis lectores, sobre todo para aquellos que estén pensando en la posibilidad de poner en marcha negocios relacionados con la radio.
Pero, ¿de qué consta? Y entramos en harina radiofónica. Javier Jiménez comienza afirmando que todos podemos hacer radio y pensar, por tanto, en subirnos a este carro, sin necesidad de pertenecer a un gran grupo de comunicación. “En realidad, cualquiera puede hacer radio, o al menos hacerla por Internet. Y pongo el acento en “por Internet” porque las emisiones online no están sujetas, al menos por el momento, a ningún tipo de requisito legal lo que permite no tener que formar parte de ningún gigante de la comunicación para poder acceder a concesiones administrativas. El único requisito para montar una radio online -más allá del equipo necesario para emitir y del que hablaremos más adelante con el suficiente detalle como para que pueda comenzar a instalar su estudio-, es tener algo que contar”. Aquí reside el quid de la cuestión, y nada tiene que ver con la tecnología: en las historias que contamos y, otro aspecto fundamental: en cómo las contamos.
Hay un aspecto especialmente crítico que no se toma en consideración a la hora de difundir nuestros contenidos. Si queremos enviar una newsletter a nuestros seguidores, cuidado con las direcciones de correo electrónico privadas y los problemas ante la Agencia de Protección de Datos que nos pueden reportar. Conviene tenerlos muy presentes. “Si se quiere enviar una comunicación comercial a un usuario, éste deberá haberlo solicitado o autorizado expresamente con carácter previo, lo que nos obliga a obtener de la Agencia Española de Protección de Datos la consiguiente autorización administrativa para el tratamiento de los datos personales de nuestros clientes. Un trámite fácil de realizar y gratuito”. Las multas de esta Agencia no son minucias, que conste. Y la Unión Europea ha establecido recientemente nuevas directrices para endurecer la legislación en materia de protección de datos personales. El tema se complica. No conviene actuar a la ligera.
"El único requisito para montar una radio online es tener algo que contar"
- El objetivo del libro es eminentemente práctico: "todo lo que necesitas saber para iniciar, desde cero, tu proyecto de radio online”
- Primer gran peldaño de esta escalera de la radio online: encontrar el nicho de oyentes al que nos vamos a dirigir
- ¿Hay que registrar la actividad económica? ¿Hay que pagar por la música emitida a la SGAE?
Tenía hace tiempo en la carpeta de ‘pendientes’ realizar un merecido repaso a uno de los libros, relacionados con la radio, más importantes de cuantos se han publicado este año de 2016, ahora que estamos en su recta final: “Radio Online: la guía definitiva”, de mi apreciado Javier Jiménez. Se publicó a principios de año y a él me referí en el apartado de ‘Noticias’, en su día.
Un texto que acompaña a la aventura de ponerla en marcha |
Y me apetece hacerlo, porque el libro -la ‘guía’, como prefiere autodefinirse- ofrece el conocimiento necesario para afrontar con éxito -al menos con una estructura profesional- la puesta en marcha de un proyecto relacionado con la difusión de contenidos de audio en soporte de internet. En concreto, se anuncia como el texto que te ofrece la posibilidad de conocer "todo lo que necesitas saber para iniciar, desde cero, tu proyecto de radio online”.
De ahí que su carácter eminentemente práctico, como libro de iniciación, y al mismo tiempo como libro de consulta y de recurso ante problemas, me parezca de interés para mis lectores, sobre todo para aquellos que estén pensando en la posibilidad de poner en marcha negocios relacionados con la radio.
Javier Jiménez es un profesional de largo recorrido en el oficio de la radio, y actual director de una radio online dedicada al mundo del golf: “La Radio del golf”. Es, pues, profundo conocedor de lo que cuenta, y explica, en esta guía que se vende a través de Amazon a un precio verdaderamente asequible.“Dejemos a un lado el parecernos a la radio que hacen las grandes cadenas. Es un trabajo muy bien hecho, por cierto, así que olvidémonos de hacer lo mismo"
Pero, ¿de qué consta? Y entramos en harina radiofónica. Javier Jiménez comienza afirmando que todos podemos hacer radio y pensar, por tanto, en subirnos a este carro, sin necesidad de pertenecer a un gran grupo de comunicación. “En realidad, cualquiera puede hacer radio, o al menos hacerla por Internet. Y pongo el acento en “por Internet” porque las emisiones online no están sujetas, al menos por el momento, a ningún tipo de requisito legal lo que permite no tener que formar parte de ningún gigante de la comunicación para poder acceder a concesiones administrativas. El único requisito para montar una radio online -más allá del equipo necesario para emitir y del que hablaremos más adelante con el suficiente detalle como para que pueda comenzar a instalar su estudio-, es tener algo que contar”. Aquí reside el quid de la cuestión, y nada tiene que ver con la tecnología: en las historias que contamos y, otro aspecto fundamental: en cómo las contamos.
La portada del libro |
Lo cierto es que la democratización del acceso a la radiodifusión
online (no confundamos con radiodifusión digital, donde también se incluiría el
DAB o DAB+) ha permitido la entrada de muchos actores en este escenario, eso
sí, con desigual fortuna. Por eso, para iniciar el proyecto de la mano de un
experto, como si lo tuvieras al lado, esta guía funciona a las mil maravillas.
En sus recomendaciones iniciales, Javier Jiménez alude a la radio ‘online’ que
producen las grandes cadenas: la SER, Onda Cero, Cope o RNE, matizando que lo que hacen en estos casos es replicar sus
programaciones en internet. Y al tiempo que explica esto, señala un camino
diferenciado al que ya trazan estas grandes cadenas. “Ese trabajo ya está hecho. Y muy bien hecho, por
cierto, así que dejemos a un lado el parecernos a ellos”. El autor de esta “Guía definitiva” de la
radio online apuesta, a la vista de lo que ya está hecho, por el camino de la
especialización frente a la generalización de las grandes cadenas.
“Todos nosotros somos expertos
en algo -mantiene Jiménez-.
Basándose en esta premisa (...) identifique y aproveche sus conocimientos para
decidir sobre qué tema o temas quiere hablar a sus oyentes. Pero cuidado, sus
oyentes son aficionados a una temática determinada y buscan a alguien que
amplíe sus conocimientos sobre determinada cuestión. En eso estribará el éxito
de su emisora, en que conozca el tema mejor que la media. Todos llevamos dentro
un entrenador de fútbol, es cierto, pero si quiere hablar sobre ello delante de
un micrófono asegúrese de ser capaz de llevar al equipo hacia el título o sus
oyentes se darán cuenta enseguida de su falta de conocimiento y dejarán de
escucharle”. Primer gran peldaño de esta escalera de la radio online:
encontrar el nicho de oyentes al que nos vamos a dirigir: una audiencia
potencial que sabemos que, si les contamos algo que les interese sobre una
temática muy concreta, nos seguirán, pero, cuidado, como dice el autor de la
guía, tenemos que demostrarles que sabemos más que ellos y que por tanto van a
enriquecer su conocimiento escuchándonos.
"En una radio especializada, tenemos que demostrar que sabemos más que los los oyentes, y que por tanto van a enriquecer su conocimiento escuchándonos"
Javier Jiménez no pretende engañar a nadie y, al comienzo de la guía,
prácticamente, realiza una advertencia fundamental, para que los lectores, y
posibles aspirantes a montar una radio online, sean conscientes de las
dificultades que entraña esta empresa: “esto no es nada sencillo. Estas
páginas están pensadas para enseñarle cómo puede llegar a ser trabajar en un
medio tan apasionante como la radio y lo cómodo que puede ser hacerlo desde su
propia casa, a tiempo parcial o como modo de vida, pero no seré yo quien le
diga que esto es fácil. No lo es, pero tampoco es imposible. Es el fruto de la
dedicación y de echarle muchas horas a preparar temas, entrevistas, músicas y,
por encima de todo, a contárselo a sus oyentes”.
Una vez desarrollada esta honesta introducción, Javier Jiménez se
adentra en los vericuetos que rodean al ejercicio de oficio de radiofonista en
el marco de internet, en este caso. Y el primer asunto que aborda, sin duda de
mucho interés, es el marco legal que regula el ejercicio de un negocio en la
red. Es cierto que no hay necesidad de obtención de licencia para emitir, como
ocurre en FM, o DAB, en donde el espectro es limitado y hay necesidad de
regularlo. En este caso no es así. Pero esto no quiere decir que no tengamos
leyes que regulen nuestra actividad, y que internet sea ‘el Lejano Oeste’. “En
primer lugar, el mero hecho de prestar un servicio por Internet, nos introduce
de lleno en la Ley de Servicios de la
Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico. También conocida
como LSSI, la Ley 34/2002 de 11 de julio incorpora a nuestro ordenamiento
legislativo una Directiva europea encaminada a regular las actividades
económicas realizadas por Internet. Las personas que realicen actividades
económicas por Internet u otros medios telemáticos (correo electrónico,
televisión digital interactiva, la radio online...), siempre que la dirección y
gestión de sus negocios esté centralizada en España están sujetas a ella”.
Para hacer buena radio no son imprescindibles consolas como ésta, tan espectacular (Fotografía Pixabay) |
Existe la creencia en este punto de que podemos soslayar la ley si
establecemos nuestro servidor en un país extranjero. Así nos libramos del
control legal de esta ley. Quede claro que no es así. Lo aclara Javier Jiménez:
“El texto indica que ‘la utilización de un servidor situado en otro país no
será motivo suficiente para descartar la sujeción a la Ley del prestador de servicios.
Si las decisiones empresariales sobre el contenido o servicios ofrecidos a
través de ese servidor se toman en territorio español, el prestador se reputará
establecido en España’”. Por si alguien pretendía escabullirse…
Pero, lejos de encontrarse con trabas administrativas, quien esté
interesado en poner en marcha una radio online debe saber que el procedimiento
para ‘darse de alta’ ante el Ministerio de Industria es muy sencillo: “Ni
siquiera necesitará contratar a un profesional del Derecho. El propio
ministerio creó una web dedicada exclusivamente a la LSSI, donde se puede
resolver prácticamente cualquier duda”. Sí que es cierto que el texto legal
establece la obligatoriedad a los prestadores de servicios de facilitar una
serie de datos personales, sobre todo de contacto, que faciliten la
localización del titular de la empresa que desarrolle su actividad en internet.
Javier Jiménez ofrece los detalles de la documentación (muy sencilla) que hay
que trasladar a la administración para evitar problemas.
“Se calcula que el valor de la industria musical se incrementaría en casi un 240% si no existiese este saqueo digital que se calcula en 6.773 millones de euros”
Hay un aspecto especialmente crítico que no se toma en consideración a la hora de difundir nuestros contenidos. Si queremos enviar una newsletter a nuestros seguidores, cuidado con las direcciones de correo electrónico privadas y los problemas ante la Agencia de Protección de Datos que nos pueden reportar. Conviene tenerlos muy presentes. “Si se quiere enviar una comunicación comercial a un usuario, éste deberá haberlo solicitado o autorizado expresamente con carácter previo, lo que nos obliga a obtener de la Agencia Española de Protección de Datos la consiguiente autorización administrativa para el tratamiento de los datos personales de nuestros clientes. Un trámite fácil de realizar y gratuito”. Las multas de esta Agencia no son minucias, que conste. Y la Unión Europea ha establecido recientemente nuevas directrices para endurecer la legislación en materia de protección de datos personales. El tema se complica. No conviene actuar a la ligera.
La guía continúa orientando en torno a la Propiedad Intelectual de la
música que utilizamos en la antena. El famoso tema de si tengo que pagar o no
por la música que emito. ¿Qué hacemos con los derechos de autor? “Se calcula
que el valor de la industria musical se incrementaría en casi un 240% si no
existiese este saqueo digital que se calcula en 6.773 millones de euros”,
mantiene Javier Jiménez. ¡Ya!, pensamos! ¡Pero si a nosotros no nos oye nadie!
¡Pues hay que pagar, dice Jiménez!
Hay diferentes entidades de gestión que recaudan sus derechos de autor,
la más conocida, y al tiempo la más polémica es la Sociedad General de Autores,
la SGAE, sobre la que dice el autor de la guía: “dentro de las tarifas para
el uso de su repertorio en redes digitales contempla, en el epígrafe 2, los
servicios de programación tipo radiofónica a los que denomina Webcasting. Esta autorización permite la trasmisión de música dentro de
nuestra programación, y por ella abonaremos un canon que variará en función de
la cantidad de música que usemos en nuestras emisiones. Por norma general, la
SGAE nos facturará una cantidad de 122,24 euros mensuales si nuestra emisora
recibe menos de 50 mil visitas mensuales”.
Y esto sólo es lo relativo a una entidad gestora de los derechos de
autor. Por eso, Javier Jiménez recomienda trabajar con licencia de Creative
Commons, que nos permite utilizar los temas musicales, sin necesidad de abonar
por ellos derechos de autor. ¿El problema? Que el catálogo de canciones que se
ofrecen bajo esta licencia no son comerciales. ¿Cómo se rigen estos derechos?
Lo explica Javier Jiménez: “La organización estadounidense Creative Commons
creada en 2002, utiliza una nomenclatura que nos indica cuáles son los
atributos que el autor nos permite manipular, hasta qué punto, y en qué
condiciones. Por regla general, las licencias de Creative Commons se basan en
cuatro condiciones: citar al autor de la obra, indicar si se puede o no hacer
uso comercial de la misma, que la obra se debe distribuir o difundir sin
modificaciones e implica que todas las obras derivadas permanezcan siempre bajo
la misma licencia de la obra inicial”.
La polémica en torno a la SGAE se ha alimentado mucho en los últimos
años porque sus inspectores se pasean por bodas, bautizos, comuniones,
comercios, recabando la consiguiente cuota por utilizar la música de sus
representados. ¿Esto es justo o injusto? Quien ha grabado la música tiene
derecho a cobrar por su disfrute. Ahí están, expuestas, las cifras del fraude,
enormes. Pero también hay que equilibrar un sistema que puede parecernos
excesivo. La radio también promociona la música, y este concepto no se contempla
en los derechos de autor, ni mucho menos se compensa o deduce de la cuota.
Continúa…
Amigos vivo en Venezuela, con unas grandes limitaciones pero también con grandes sueños, en medio de todo el pesimismo y la desesperanza propia de nuestra situación en extremo fuerte, estamos haciendo lo posible por salir adelante. Tengo 62 años pero estoy muy activo física y mentalmente para llevar un mensaje de altísimo contenido motivacional y constructivo para estar preparados y reinventar nuestro país. Les escribo porque mi intención es montar una emisora online que nos permita llevar un mensaje de aliento, de amor por nuestro país a nuestros hermanos dentro y fuera de Venezuela. Tenemos una relación directa con nuestros hermanos en toda Venezuela y el mundo y estamos seguros de que nuestra labor por nuestro amado país y por los habitantes del planeta estará llena de frutos, basados en la sustentabilidad de la tierra y todos los seres vivos que en ella habitan les pedimos su apoyo para lograr nuestras metas como personas de bien. Cuento solo con un laptop un poco limitado y un micrófono pero tenemos un equipo de gente y profesionales con fuertes problemas económicos que apenas nos alcanza para comer pero que queremos participar en este sueño llamado Venezuela, sabemos que nos faltan algunas cosas pero en dios confiamos que las iremos consiguiendo pues nuestra convicción es muy grande, del tamaño de nuestros sueños.
ResponderEliminarAtentamente
Eliazar Useche
Director de BIOMUNDO
Iniciativa por la salud del planeta