Entre líneas: "Las cuatro voces que mandan en la radio española" (El Mundo)
https://www.gorkazumeta.com/2016/10/entre-lineas-las-cuatro-voces-que.html
Reflexiones en torno a lo apuntado en el reportaje de “Papel”, el suplemento dominical de El Mundo
Un reportaje de 'guante blanco' que bordea los problemas de la radio
Un reportaje de 'guante blanco' que bordea los problemas de la radio
El
trabajo de Eduardo Fernández @eduardfdz es más que correcto, pero no se introduce mucho
en vericuetos en torno al futuro del medio (algo se apunta, como el final de los programas ómnibus ante la irrupción de internet) y al trabajo que
hacen y las nuevas generaciones que puedan seguirles (es decir, la
supervivencia de la radio). Destaca anécdotas, curiosas (como qué desayunan o a
qué hora se levantan, y las veces que les suena el despertador, incluso Federico Jiménez Losantos habla de que
le despierta “su escolta”), habla de
cómo se ven los unos a los otros (Carlos
Herrera siempre ha admirado de su tocayo Carlos Alsina su gran “capacidad
analítica de la actualidad” y éste el ‘espectáculo’ radiofónico que teje
cada mañana el almeriense). Pepa Bueno se
introduce en territorios feministas para reivindicar que las mujeres estaban
vetadas de la mañana porque se entendía que ‘no funcionaban’. Un signo de
machismo, sin duda. Tiene razón.
El reportaje fotográfico lleva la firma de Thomas Canet |
El anuncio del reportaje ya
anunciaba una clarísima ausencia, injusta. La de Alfredo Menéndez, director y presentador de “Las Mañanas de RNE”, en la cadena pública. Ya
nos referimos a esta circunstancia en esta web, por lo que no voy a
desarrollar este argumento más allá de lo ya comentado. Eduardo Fernández, que en su cuenta de Twitter ha especificado que el reportaje se centra en radio 'privada', lo
cita varias veces, a la hora de referirse al ranquin de programas, establecido
por el polémico, pero imprescindible EGM. Federico Jiménez Losantos lo criticó
como nadie, también Herrera -que siempre se ha mostrado desconfiado y crítico-
pero el turolense no tuvo más remedio que solicitar su ingreso en la AIMC, el
organismo que coordina la encuesta trimestral, porque si no EsRadio ‘no existía’ en el
firmamento radiofónico español. Igual le ha ocurrido, recientemente, a José Antonio
Abellán, que -pese a sus feroces críticas e investigaciones denunciadas,
incluso a una expulsión temporal del EGM de la Cope,
donde trabajaba- ha vuelto al redil del EGM. Es curiosa la anécdota de que Carlos
Alsina fue uno de los encuestados, y cómo relata la interminable encuesta/experiencia.
El Estudio General de Medios es, sin duda, muy exhaustivo en su primera fase.
Otra cosa es la fidelidad -y fiabilidad- de un recuerdo, que es en definitiva
en lo que se basa.
La líder, Pepa Bueno (SER) |
Al margen de termos (Losantos),
descafeinados con sacarina (Herrera), boles de frutas (Bueno) o desayunos
espartanos (Alsina), yendo a la enjundia que puede leerse entre líneas en este
reportaje con el que ha abierto el suplemento dominical del diario El Mundo
este domingo 16 de octubre, tiene razón Losantos cuando afirma que la radio “en
España tiene más influencia que ningún medio en ningún otro país en la
formación de la opinión pública, tanto en lo político como en lo
comercial”. La influencia está clara. Pero dudo al menos, si atendemos a
los resultados e inversiones de InfoAdex, que esta influencia se refleje
también en el aspecto comercial, en el que la radio no ha pasado casi nunca del
ya clásico diez por ciento de inversión publicitaria, con el que se ha
mantenido muchos años vigorosa y fuerte. La radio, hoy por hoy (y no es ningún
guiño al programa de la SER) sigue
estando robusta, gracias a una audiencia millonaria, aunque avejentada. No lo
olvidemos.
Pepa Bueno: "Decía la leyenda que las mujeres no funcionábamos en los programas de la mañana. Era sólo machismo"
Frase de Pepa Bueno: “Quien
no reconozca que su ego se alimenta del reconocimiento ajeno, está mintiendo”. Ciertamente, todos los seres humanos, unos
más y otros menos, nos movemos por el qué
dirán, lo reconozcamos o no. Pero es que, si trabajas en un medio de
comunicación, el escaparate es mucho mayor y, consiguientemente, la repercusión
de tu trabajo también. Pepa tiene razón, otra cosa es que sea políticamente
correcto citarlo expresamente. Da la impresión de que parte de la motivación
con que cuenta la prima donna de la SER es ‘alimentar su ego’.
El aspirante, Carlos Herrera (Cope) |
“Todos los que llegan a la mañana indudablemente tienen una sustancia
intransferible”, mantiene Carlos Herrera. Cierto. Pero a unos gusta, y a
otros no tanto. Y tiene que ver con la cercanía que proyecta ante el oyente. La
radio, como el algodón, no engaña. Hay voces que se entregan al oyente, que
traspasan el micrófono, y otras que no lo consiguen, que tienen que actuar ante
él, hasta que son descubiertos por ese sentido inconsciente del buen ‘escuchante’
de radio. Entonces se sienten engañados, alejados de quien les habla. Y le
traicionan. Disiento con Pepa cuando afirma que “el oyente de radio, o te quiere
o te odia”. No, el oyente de radio o te quiere o te ignora. El odio
va más allá de un ser humano equilibrado, aunque entiendo que Pepa Bueno piense
de esta manera porque ella basa gran parte de su personalidad en responder a lo
que cree un rasgo de la idiosincrasia de los españoles: su vehemencia. Y es
posible que ella tenga razón, y yo no lo quiera ver. Pero me niego a pensar que
alguien en la radio pueda sembrar odio.
Esa misma vehemencia es en la que
se basa Federico Jiménez Losantos. Lo reconoce cuando recuerda primero una
frase que defendía el difunto Antonio
Herrero: “al oyente había que agarrarlo por la solapa del pijama y sacarlo de la
cama”. Y él añade: “Yo además lo agito y lo zarandeo”. Es cierto que los clásicos, en
la Grecia antigua, utilizaban la provocación para generar debate y reacciones
en el Foro. Pero a mí no me gusta ni que me agiten ni que me zarandeen. Soy un
oyente de radio, no un coctel. Lo cual no obsta para que reconozca que Losantos
es un tipo brillante, enormemente culto -como he escrito en alguna ocasión-
pero no coincido con el estilo de radio que defiende y produce, que se basa en una
provocación a menudo forzada, que se basa en verdades a medias. Herrera también
se sirve de la vehemencia, y también califica a aquellos con los que no está de
acuerdo, y les incluye en el ‘desfibrilador de tontos’ que utiliza con
frecuencia, ahora en Cope, donde se le siente
más suelto que en Onda Cero.
Carlos Herrera: "La TV hace grandes programas de radio"
El conocimiento del medio, de las
singularidades del lenguaje radiofónico, del aprovechamiento de sus códigos,
también está reflejado en este reportaje que reivindica la radio, por derecho,
y atractivo entre los 25 millones de españoles que la escuchan cada día. Así,
Alsina admira el dominio de Herrera. Cómo es capaz el almeriense de cambiar de
tercio con la brida de la radio bien tensada, sin que sufra ni el medio ni,
mucho menos, el oyente. Debo decir que Alsina es, de los líderes de la mañana,
el que más está innovando en cuanto a realización radiofónica. Sus editoriales
son, en algunos casos, auténticas joyas de radio contemporánea. Y su
conocimiento del medio, al que quería dedicarse de siempre (aunque no como ‘periodista’)
a prueba de cualquier duda. En el otro extremo, Pepa Bueno no ofrece esta
imagen. Prima el periodismo frente al radiofonismo, aparentemente sin preocuparle.
De hecho, Eduardo Fernández, el autor del reportaje que me permito analizar,
señala entre los ‘puntos débiles’ de Bueno la “falta de cercanía con el oyente”. Y añado: la frialdad y la
distancia con que se dirige a él. Esto quiere decir que le importa muy poco calar en el oyente, por cómo es y sólo
le motiva que le escuchen por lo que dice. Craso error. Al menos en la radio.
El futuro, Carlos Alsina (Onda Cero) |
Si analizamos los puntos fuertes
y débiles de los cuatro espadas del reportaje (siempre recordando a Menéndez en
RNE), nos vamos a encontrar con algunos
elementos de interés. Continuando con Pepa Bueno, después de destacar su ‘punto
débil’, Eduardo Fernández aporta su ‘punto fuerte’, que “transmite seguridad” (coincidente con Federico Jiménez Losantos).
Estoy seguro de que no todos los oyentes perciben lo mismo que el periodista de
El Mundo. Habría mucho que decir en el concepto ‘transmitir seguridad’. ¿Va
asociado con ‘verdades’? ¿O simplemente con la puesta en escena, con la solidez
de la voz con que defiende la antena? Poseer la verdad está cada vez más difícil
en este negocio. Si acudimos al ‘punto fuerte’ de Carlos Herrera, hay una
coincidencia con su colega de la SER: ”mucha contundencia”. ¿Esto es bueno en sí
mismo? ¿Ser contundente es algo positivo? ¿Dónde? ¿En las formas? ¿En el fondo?
Me parece muy pobre, por otra parte, el ‘punto de vista’ destacado de Alsina: “la calidez de su voz”. El mismo Herrera
ha sido el que ha destacado la principal virtud del madrileño: su capacidad
analítica. La ‘calidez de su voz’, así
lo entiendo yo, no es su ‘punto fuerte’, sino ‘uno de sus fuertes’, pero en la
escala numérica no se posiciona en los primeros puestos.
Carlos Alsina: "No voy a pillar al político a ver si es Trending Topic. Sólo si es coherente o vende mercancía averiada"
Eduardo Fernández destaca de
Carlos Alsina su ‘punto débil’: “ausencia
de color”. Ya he tenido oportunidad de discutir con el propio Carlos su
decisión de no querer etiquetar su informativo desde el punto de vista de una
opción ideológica, como sí hacen -claramente- sus colegas de la mañana. Es su
opción. Y no creo que sea un ‘punto débil’, sino, muy al contrario, fuerte. Dudo
de que todos los españoles seamos tan vehementes en nuestras opciones, ni siquiera
en nuestro carácter. Contar con una opción, inteligente, equilibrada, bien
presentada, donde se prioricen los datos, y el análisis de los datos, frente a
la interpretación, tendenciosa o no, de esa misma realidad, me parece un lujo.
Y Carlos Alsina lo intenta.
El provocador, Jiménez Losantos (EsRadio) |
“Se apoya mucho en la voz”, destaca Eduardo Fernández, como ‘punto
débil’ de Carlos Herrera. Voy a parecer, a la vista de mi modesto análisis, un poco
‘gallego’, pero aquí habría que responder que “depende”. Si estamos trabajando
en la radio, la voz es el principal apoyo con el que contamos. No el más
importante (ahí está la excepción de José
María García). Pero sí fundamental. Si a lo que se refiere el periodista de
El Mundo es a los excesos que comete con cierta frecuencia el almeriense en sus
‘juegos florales’: regodearse en la voz, en la lectura, en el engolamiento y en
la impostación antinatural, ahí sí tiene razón; aunque, por contra, esto forma
parte de su ‘marca personal’ y gusta a sus seguidores, insisto, ya entrados en
años la mayoría. La radio que representa Herrera es una radio generacionalmente
cercana a los cuarentones en adelante. Y de ello es consciente. ¿Nadie habla así
en la realidad? Herrera sí, también. Forma parte de su personalidad.
Jiménez Losantos: "Al oyente hay que agarrarlo por el pijama y sacarlo de la cama. Yo lo agito y lo zarandeo"
Para terminar, me ha sorprendido agradablemente,
la coincidencia de Carlos Alsina con la idea de ‘la distancia debida’ defendida
siempre por uno de mis grandes referentes: Iñaki Gabilondo, al decir: “es más fácil tener una idea correcta con
distancia. La cercanía influye en
tu forma de ver las cosas. Como ejemplo, una situación imposible: Rajoy
me invita a cenar y me abre una botella de Ribeiro. A mí me costaría al día
siguiente hacer mi trabajo”. Por eso Iñaki no comía con políticos, pese a
las invitaciones de éstos a congeniar para neutralizar
críticas…
El ausente, Alfredo Menéndez (RNE) |
Y me parece de justicia, por último,
el recuerdo apasionado que hace Carlos Herrera de su ‘ídolo incuestionable’: Luis Arribas Castro, al que
el amigo Álex Salgado recordó no
hace mucho en esta web. “El mago, el
genio de la radio, el creador por excelencia, el hombre imprevisible, el poeta
surrealista”. De niño, Herrera le iba a ver al estudio: “Yo era de esos pesados”. Y así, desde la
pasión, poco a poco, es como se va forjando una personalidad tamizada por el
amor a la radio y, sobre todo, el debido respeto a sus oyentes que son, en
definitiva, los que te premian con su confianza. Como decía la copla de José Manuel Soto: “mujer (la radio) déjate
querer”.