¿Por qué el podcast es la radio del futuro...?
https://www.gorkazumeta.com/2016/07/por-que-el-podcast-es-la-radio-del.html?m=0
... y está al borde de
una explosión masiva?
- La fiebre de los programas de audio descargables atrae a una mezcla de "bichos raros" y grandes empresas
- Una de cada cinco personas los escucha
Univision.com.
Diego Graglia. Chicago. 8.07.2016. Un bombero, una historiadora, una
estrella de lucha libre y un ex participante del realitySurvivor
entraron a un salón de un hotel en el centro de la ciudad.
Los podcast se extienden (Gráfico Pixabay) |
“Eso es lo que pasa
con el podcasting: todos somos raros y de nicho”,
dijo el luchador profesional Colt Cabana, quien empezó su podcast The Art
of Wrestling luego que la organización WWE lo despidió. Hoy logra un
tercio de sus ingresos entrevistando a luchadores en los vestidores.
Junto a él estaban Bob Ruff, un ex
bombero forense que investiga crímenes reales en Truth and Justice; Liz Covart, una
doctora en Historia que conduce un podcast sobre el mundo de Benjamin Franklin,
y Rob Cesternino,
que analiza los shows Survivor y Big Brother en
su programa.
Pero no todos son aficionados con audiencias de culto. En
Chicago también había representantes de la radio pública NPR y la canadiense
CBC, de empresas tecnológicas como Google, Audible (una empresa de audiolibros
adquirida por Amazon) y Spotify, y de otras grandes compañías que están
invirtiendo en este medio.
La “burbuja” de los
podcasts
“Somos una compañía de
medios de 130 años y queremos seguir siendo una compañía de medios dentro de
130 años”, dice Rob McCracken, ejecutivo de Scripps Media. Este
conglomerado de televisión y radio acaba de comprar dos marcas importantes del
mundo podcastero: Midroll,
una plataforma de publicidad y distribución de programas, y Stitcher, uno de los reproductores
más populares (después de las dominantesapps de Apple, iTunes y Podcasts).
Scripps es una de varias grandes empresas de medios, como The New York
Times, ESPN, HBO, The New Yorker y Slate, que
compiten en este espacio.
La razón por la que los podcasts generan tanto
interés es que, a pesar de que hay mucha gente que aún no sabe lo que son, su
audiencia está creciendo mucho gracias a la proliferación de los teléfonos
inteligentes que permiten descargar y escuchar los programas con facilidad. En
2014, Serial, un
programa que investigó un crimen de la vida real en su primera temporada, fue
un fenómeno de audiencia que generó millones de descargas de sus episodios.
Ese crecimiento
impresiona. El catálogo de iTunes, el principal vehículo para distribuir
programas, tiene cientos de miles de títulos.
La publicidad en podcasts se vende por precios más
atractivos que otros tipos de anuncios digitales, lo que atrae más podcasters.
“Lo que más me
preguntan los productores de podcasts es: ‘¿Estamos en una burbuja?’”, dice
Kerri Hoffman, la directora de PRX, una empresa que distribuye shows. “Y luego dicen: ‘¿Ya me perdí el barco?’
Ninguna de las dos es cierta. Esto no es una burbuja, es un movimiento”.
Una amenaza a la
radio tradicional
Hoffman aseguró que entre 2008 y este año se duplicó la
cantidad de personas que han escuchado un podcast en Estados Unidos. Ya son 100
millones, 36% del país. Una de cada cinco (21%) los escucha todos los
meses.
Y apuntó otra cifra que debería preocupar a la industria de
la radio tradicional: un tercio de los jóvenes entre 18 y 34 años —un
segmento que vive “pegado” a su teléfono— no tiene un aparato de radio.
La oferta de podcasts en español en Estados Unidos viene más
de los productores independientes, sobre todo con varios programas de
crecimiento personal, emprendedurismo y similares, como Potencial
Millonario o Emprendedor
Universal. El único que sigue el estilo de la radio pública es Radio Ambulante, un programa de
periodismo narrativo creado en 2012 que cuenta historias de toda América
Latina. (También hay muchos programas de España, Argentina, Colombia y otros
países que se pueden descargar aquí).
El crecimiento de este medio está impulsado tanto por las
grandes corporaciones —los programas nacionales de NPR son de los podcasts más populares—
como por los “podcasters” independientes, una fauna especial que se congregó
esta semana aquí. Muchos son fanáticos de un tema muy específico —su religión,
un equipo deportivo, una serie de tv, una marca de productos de tecnología— y
usan su programa para decir qué opinan de él. Algunos tienen éxito y logran una
audiencia considerable de varios miles de descargas por episodio.
El autor de este artículo: Diego Graglia (Fotografía Twitter) |
La mayoría se pregunta cómo generar ganancias con su podcast para no perder dinero por los costos de almacenar y distribuir los archivos de audio a través de internet.
Podcasts: Gratis y
libres
La estrella de la apertura del evento en Chicago fue el
director de cine y podcaster Kevin Smith, que arrancó en este
medio hace diez años y hoy tiene una cadena de programas de comedia.
“¿Es gratis? ¿Y no hay
nadie que me diga que no?”, dice que fue su pregunta cuando le sugirieron
que hiciera un podcast. El medio ofrece la posibilidad de expresarse sin que
alguien supervise lo que el productor quiere contar o decida si tiene valor,
algo que sucede con los programas de televisión, libros y películas. “No hay nadie que controle el acceso”,
dijo Smith. “No hay nadie que diga:
‘Déjame ver si esta porquería es lo suficientemente buena’”.
“Es por eso que amo
este medio”, agregó después. “Está
totalmente democratizado”.
Ahora, lo que todos los asistentes a la conferencia y miles
de podcasters más esperan es que el medio termine de
masificarse, tanto en Estados Unidos como en otros países, gracias al
crecimiento de la banda ancha, los smartphones y los autos
conectados a internet.
Programas de todo
tipo
Pero Andy Toh, ejecutivo de Blog Talk Radio, un servicio de
publicación para podcasts, dice que este medio ya no es una promesa, sino una
realidad.
“Hablamos mucho de
cómo el podcasting va
a ser el futuro de la radio hablada”, dice. Pero en el presente, agrega,
los podcasts ya alcanzan a 13% de los estadounidenses de 12 años o
más, mientras que la radio hablada —sin incluir las estaciones musicales— llega
a 12%.
En los pasillos de la conferencia, la pregunta más escuchada
entre quienes recién se conocían era: “¿De
qué se trata tu podcast?” Y la respuesta podía ir desde “emprendedores inmigrantes” a “vivir con la ceguera”, desde “tener hijos con necesidades especiales”
a “básquetbol”, desde “chefs de Houston y
Chicago” a “suicidio y depresión”.
El formato del medio parece prestarse en especial a una proliferación de
programas de ciertas categorías, como emprendedurismo y consejos para el éxito
financiero.
Quizás es porque muchos de los podcasters se
ven a sí mismos como emprendedores. Gran parte de los paneles del evento
respondían a la pregunta que muchos de ellos se hacen: ¿cómo puedo ganar dinero
de esto?
Las respuestas vienen de diferentes fuentes de ingresos:
publicidad, donaciones y membresías de oyentes, venta de artículos
promocionales, creación de contenido a pedido para marcas comerciales y hasta
espectáculos en vivo.
“Llega un punto
crítico en que te está costando dinero y no te da nada”, dice Bob Ruff, de Truth
and Justice, que renunció a su puesto de jefe de bomberos para investigar
crímenes junto con su audiencia. Su podcast esta semana está en el Top 100 de
la tienda de iTunes y Ruff ya puede vivir de los ingresos que genera.
Los podcasters congregados en Chicago tienen fe en que podrán
imitarlo. Esperan que este medio crezca tanto que no solo cubra sus gastos.
Para muchos, el ideal quedó expresado en el título de una de las sesiones: “¿Cómo puedo renunciar a mi trabajo?”