"Deconstruyendo la radio en Teruel" (y II)

Curso “Nuevas tendencias de la radio en la era digital” (Teruel, julio 2016)

La multiplataforma no es una opción para la radio. Es la opción

• Carmen Marta-Lazo: "ha sido un acierto hacer confluir en un mismo curso a académicos, investigadores, radiofonistas y 'podcasteros'"
• Raquel González Díaz: "no me costó mucho tiempo aprender y enamorarme de la radio"

Ana Segura en un momento de su intervención ante los alumnos del curso

Continúa… Tras mi corta visita a Teruel (¡lo siento!), las veinte horas lectivas del curso se completaron con otros profesores y otros prismas sobre la radio. Todos interesantes, imprescindibles para entender el nuevo cambio de escenario en que se mueve la radio del siglo XXI. Era el turno de Miguel Ángel Ortiz Sobrino, profesor de radio de la Complutense de Madrid, director de su radio universitaria, InfoRadio, y sobre todo una prestigiosa autoridad en el sector, avalada por una trayectoria impecable, vinculada a la radio pública, donde no sólo ha vivido, en primera persona, los avances de este medio tan embaucador, sino sobre todo ha asimilado, con entusiasmo, sus nuevas herramientas y apoyos. “Del sonido a la red: el guión multiplataforma en la nueva radio”. Éste era el título de su conferencia-taller que propuso a los alumnos desarrollar un ejercicio por grupos que consistía en entrevistar a Ana Borderas y presentar este trabajo a los oyentes a través de las mil caras que requiere hoy en día la nueva radio, y las herramientas que proporciona internet, desde el video al audio, pasando por el texto y las imágenes o fotografías. La multioplataforma no es una opción. Es la opción. Y los alumnos, una vez más, se volcaron en la invitación de Miguel Ángel, con quien tuve la suerte de compartir cena la noche anterior, al llegar a Teruel, donde no paramos de hablar de radio.

La periodista Ana Borderas

El curso, intenso, con un número de profesores que excedía los parámetros donde se mueven habitualmente convocatorias de este tipo, incluyó una mesa redonda sobre “las radios locales  y el periodismo de proximidad”, la visita a las emisoras de la ciudad para conocer in situ cómo trabajan; sesiones dedicadas a la radio educativa y a la radio universitaria, la radio social y cultural, y la producción de podcast, actividad a la que se dedicó gran parte del tiempo de este curso-taller tan práctico como instructivo.

Me parecía oportuno, al final del enorme trabajo realizado, entrevistar a la directora, Carmen Marta-Lazo sobre los resultados alcanzados y la satisfacción de los alumnos matriculados. La profesora de la Universidad de Zaragoza,  piensa que “no ha sido un curso habitual en cuanto al número de ponentes, por ser muy numeroso, pero creo que ha sido un acierto hacer confluir en un mismo curso a académicos, investigadores, radiofonistas y “podcasteros” (como Paco Cester)”.

Apuntes tomados por uno de los participantes

A la directora de este curso-taller, que se empeñó, como una cuestión ya personal, en desarrollar la formación en Teruel, en lugar de hacerlo en Zaragoza, con los consiguientes inconvenientes, muchos derivados de las malas comunicaciones con que cuenta esta pequeña capital de provincia, rescatada del olvido gracias a “Los amantes de Teruel” (una leyenda que tiene al amor como centro de interés) y a ese acertado y hasta providencial eslogan de “Teruel también existe”, le sorprendió la actitud generalizada del alumnado: “a casi todos les he tenido que insistir para que rellenaran las hojas para conseguir créditos porque me decían que “solo” habían venido a aprender. Su interés por la radio ha quedado patente en sus interacciones constantes en el aula, en su intercambio de criterios y opiniones y en la meticulosidad con la que han elaborado sus podcast. Ahí nos quedan sus fantásticas producciones que pueden visitarse en la #dialecticaTwitter y en #uvteruelradio”.

Uno de los objetivos del curso-taller de Teruel era subrayar la trascendencia de la multiplataforma a la hora de difundir los mensajes radiofónicos y conferirles la máxima proyección posible. Los alumnos entendieron a la perfección el cambio de paradigma. “En esto el taller también ha sido un éxito, Gorka. Su saber hacer ahora se ha proyectado en redes sociales para ponerlo en común con otros interactuantes y amantes del medio radio”.

Los alumnos tomando nota de las
 indicaciones de Miguel Ángel Ortiz

Los profesores se volcaron en esta formación: “Quiero destacar también, si me permites, el compromiso de los ponentes, quienes han estado presentes en los talleres del resto de compañeros, ayudando a los alumnos en sus dudas y resolviendo sus dificultades. En este sentido, contar con los grandes, siempre es una garantía”.

En el capítulo de agradecimientos, Carmen Marta-Lazo no ha querido olvidar al “Director y personal de Secretaría de los cursos de verano de Teruel, quienes desde un principio apostaron por este curso y quienes nos han invitado a llevar a cabo una segunda edición. Esperamos volver a encontrarnos de nuevo en Teruel, lugar magnífico como sede de los cursos de verano”. Nos quedamos con la voluntad de los organizadores de repetir el curso, actualizado, el año que viene y volver a detenerse en el análisis práctico de la radio. “¡Que la magia de la radio os siga acompañando!” -concluye eufórica Carmen Marta-Lazo tras la intensidad de la formación-.

Pero recurrir sólo a las reflexiones de la directora del curso podría desnivelar más de lo necesario la necesaria objetividad que requiere un ejercicio de valoración como éste que estoy intentando realizar. Por eso, me parecía oportuno recurrir, si no a todos los alumnos que participaron en la formación aludida -por falta de tiempo, en mi caso-, sí al menos uno de ellos, en este caso una de ellas. Raquel González Díaz es una joven periodista, recién licenciada, de 23 años, prácticamente ‘nativa digital’, enamorada de la radio desde que la cautivó por primera vez en sus prácticas en ‘Cadena Azul’ Lorca, su localidad natal, que tuvo la deferencia de atenderme al final del curso:

Raquel González Díaz

-¿Qué te ha parecido el curso?

-El curso me ha parecido una experiencia increíble por todos los conocimientos que he aprendido sobre la radio, su evolución y futuro. Además me ha encantado la cercanía que han tenido los profesionales con los alumnos.

-¿Crees que te ha ayudado a mejorar como profesional de radio?

Sin ningún género de dudas. Gracias a este curso sé que soy capaz de elaborar un proyecto transmedia en un corto plazo de tiempo o elaborar un guión radiofónico. Y por supuesto defenderlo en público.

-¿Por qué te sientes atraída por la radio?

-Que una voz sea capaz de crear una imagen de la historia o la noticia, me parece mágico. A veces una imagen no vale más que mil palabras. Como un buen narrador no hay nada.

-¿Cómo te acercaste a la radio?

-Mi primer encuentro con la radio fue al finalizar segundo de carrera, con veinte años cuando realicé unas prácticas en ‘Cadena Azul’, una radio local. En ese primer contacto no sabía muy bien cómo funcionaba el mundo radiofónico desde dentro, pero no me costó mucho tiempo aprender y a enamorarme. Además, gracias a esta emisora, y todo lo que me enseñaron, me llevó a seguir haciendo cursos y prácticas en otros medios.

El nivel de atención y de desarrollo
de las prácticas propuestas fue modélico

No le costó mucho tiempo a Raquel conocer los ‘efectos secundarios’ de la radio una vez probada. Es algo, que he podido comprobar, que se sigue produciendo por fortuna, lo que me reconforta y me lleva a pensar que este medio tiene futuro, al menos en lo que a sus profesionales respecta. Tengo más dudas, sin embargo, en torno a sus necesarios (imprescindibles) oyentes. Si la radio se ha deconstruido, como mantengo, pero su esencia sigue intacta, incluso reforzada porque ahora sabemos más sobre ella, su pasado y su lenguaje, hay algo que hemos hecho mal, y es tal vez no hablar de la radio lo suficiente, no extender su mensaje por doquier, no ejercer el proselitismo suficiente, ni maniobrar nuestro apostolado en la dirección más eficaz. 

En la radio, por el contrario, hablamos -y mucho- de la televisión, con infinidad de secciones, de contenidos enfocados a la hermana más pequeña de la radio que nunca consiguió fagocitarla. Pero no hablamos de la radio. El medio no merece atención. Y no sólo me refiero a los Media, sino a los entornos estratégicos que pueden garantizar la continuidad, y hasta la supervivencia, de la radio: los colegios, los institutos, incluso las universidades.

Ahora que muchas voces demonizan todo lo catalán, extendiendo la acusación a todo un colectivo, cuando han sido una porción de ellos los que han enconado los ánimos (de uno y otro lado), y los sentimientos, quiero concluir esta reflexión con el magnífico, quién sabe si providencial, proyecto que ha puesto en marcha la Generalitat catalana, de la que se han beneficiado más de 500 colegios de esta comunidad autónoma, en la que la radio ha escrito sus páginas más sublimes. Los políticos catalanes han puesto en marcha el proyecto XTEC-Radio para acercar la radio a los colegios catalanes, con la intención de popularizar el medio entre los más jóvenes, al tiempo que desarrollar el gran componente social, individual y colectivo, que indudablemente posee el medio.

Carmen Marta-Lazo, directora del curso,
en una de sus intervenciones

No dejaré nunca de insistir en la necesidad acuciante de que no perdamos otra generación de oyentes de la radio. Este curso, organizado por la Universidad de Zaragoza, perseguía construir de uno de los lados del receptor del radio, el de los que la hacen; pero el trabajo de éstos carece de sentido si no hay alguien escuchando. Radiodifusores, instituciones, fabricantes, todos deberían emprender, unidos, el mismo camino que ha abierto la Generalitat de Catalunya, a la que pongo de ejemplo por su magnífica iniciativa. 

Si, como Raquel, una vez que alguien prueba a hacer radio, queda enganchada por ella; del otro lado, si alguien escucha buena radio, será, durante toda su vida, un buen escuchante. Rememos todos en esa dirección. Gracias a Carmen Marta-Lazo y a Ana Segura por pensar en que yo podía aportar en este curso. Para mí resultó un auténtico placer.