Avance: una historia de apuestas y valentía
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Una reflexión en torno al cambio generacional del equipo directivo de la Cadena SER
¿La SER pierde la iniciativa?
Ésta es una historia de apuestas. De apuestas valientes, hechas con arrojo y determinación. Una historia de convicciones, de olfato, de sensaciones y de voluntades. Una historia que tiene un nombre, un tipo astuto y visionario, que creía en su gente. No era un hombre de radio, provenía del periodismo escrito, pero muy pronto fue abducido por, entonces, aquel transistor que escupía palabras. Pero llegó para tomar decisiones. Le pagaban por ello. Es lo que tiene el poder. El ejercicio del mando implica tomar decisiones, algunas acertadas, otras erradas. Y quien las toma, fuera de España, es curioso, es apreciado por sus errores, y la experiencia que le suman a su expediente. Pero aquí no, aquí quien se equivoca paga con el despido. No es su caso, aunque ahora prejubilan competencias, acotan poder.
La SER se ha adelantado a la noticia de la llegada de José Ramón de la Morena a Onda Cero difundiendo sus nuevos fichajes: Manu Carreño ('El Larguero') y Dani Garrido ('Carrusel Deportivo') |
La radio es una carrera de fondo, una carrera de, al menos, y en el mejor de los casos, varios años o, lo más seguro, de muchos años. Si te llamas Cadena SER tienes en ella un buen socio, un aliado sólido en quien confiar. Su apoyo te garantiza difusión, notoriedad, posicionamiento, prestigio, proyección. Pero quien se sitúa delante del micrófono debe estar a la altura. Y descubrirlos, avistar el talento está al alcance de muy pocos. En la mayoría de sus apuestas acertó. Algunas se quedaron por el camino, pocas. Otras no han resultado, pero siguen.
El desaparecido Carlos Llamas, el irónico “Charly”; Gemma Nierga, son algunas de las apuestas de la Cadena SER, nombres de la cantera, que nacieron desde abajo, reescribiendo teletipos y cogiendo el teléfono a los oyentes. Pero sobre todo hay un nombre que fue su gran apuesta: José Ramón de la Morena. El de “Brunete” (Madrid), “muy de pueblo”, como él mismo se autodefine, encontró una atalaya nocturna para dirigirse a los oyentes de la cadena generalista de Prisa, siendo muy joven. Lo comentaba en mi anterior post “José Ramón de la Morena no ha dicho ‘no’ a su marcha de la SER”, en el que me dedicaba a analizar la comunicación no verbal que desplegó con Andreu Buenafuente en una entrevista, y que abiertamente le traicionó, dejando más que entrever que su futuro estaba en la cadena verde, y no en la amarilla. Cuando Joserra llegó a la SER, reinaba José María García en las ondas deportivas de la noche. Y él aspiraba, legítimamente, a batirle y derrocarle, con la fuerza de la SER. Llegó sin cumplir los treinta y tres años.
ESTE MARTES, 14 DE
JUNIO, “UNA HISTORIA DE APUESTAS Y
VALENTÍA”. UNA REFLEXIÓN EN TORNO AL CAMBIO GENERACIONAL DEL EQUIPO
DIRECTIVO DE LA CADENA SER”